Capítulo 42 parte 2
—¿Qué estupidez hiciste? —gritaba Chace por el teléfono.
—Pregúntale eso a tu novia —refunfuñó Elisa limpiándose las mordidas del perro que le dolían e inspeccionándose los rasguños que Amy le había dejado —¿En serio piensas dejar todo por esa loca?
—Elisa no empieces. Mira que si mi mamá la reconoce estamos muertos.
—Lo sé, lo sé, pero las imágenes son vagas. Pudo ser cualquier rubia. Pero tu Amy está loca Chace, más que loca, mira que venir a golpearme, fue ella la que vino a mí y te juro que yo me estaba yendo sin darle su merecido por todo lo que dijo, pero me persiguió y…
—Ya hablaremos luego. Por qué será que no te creo nada.
—Ahhh cree lo que quieras creer cucharada de moco —molesta se disponía a colgar.
—¡No cuelgues animalito! … Ahora voy a ver a tu querido primo que está preso. Luego hablamos en tu casa.
—¿Liam preso? ¿Por qué?
—Ve las fotos en internet. Estaba desnudo en la calle, lo agarraron por exhibicionista. Su papá no quiere saber nada de él y bueno Ian no aparece tampoco. Alex creo que está durmiendo y bueno yo voy a sacarlo.
—Dale nos vemos ahora, yo voy a intentar buscar a Ian.
Chace no pudo carcajearse más cuando vio a Liam todavía desnudo salir de la comandancia.
—Dame la maldita ropa y vuelve a reírte que te golpeo —gruñó mirando altivamente como si nada irregular pasara.
—Toma —le lanzaba un bolso —dime ¿qué se siente perder la virginidad?
—Brother te lo advierto estoy que reviento, quiero agarrar por el pescuezo a esa cosa fea y detestable, a ese pequeño demonio. Me vengaré, como sea me vengaré.
—¿Qué pequeño demonio?
—La pelirroja esa, le enana que no me ha dejado en paz. De seguro tiene mi celular ¡Agh!
—Ok, tienes problemas amigos. Vamos a casa de Elisa que tengo que matar a una araña pelinegra.
—¿Ahora qué hizo? —ya estaba vestido y qué bien se sentía tener ropa.
—Se peleó con Amy en plena calle.
—¡¿Qué?! Elisa perdió un tornillo. ¿Cómo está Amy? Tengo que llamarla, hablar con ella, hay que… —bajó el ritmo de su respiración cuando vio a Chace.
—¿Qué te traes con ella? —Liam solo volteo los ojos y comenzó a alejarse —No, espera. He evadido el tema por mucho tiempo, pero ¿qué te pasa con mi novia? ¿Has tenido algo con ella?
—Claro que no. Y es ofensivo para ella que me preguntes eso ¿qué clase de mujer crees que es? Somos amigos, solo eso. Estoy más que claro de que te ama, la pregunta es ¿La amas?
—No volvamos con lo mismo. Bien sabes todo lo que estoy haciendo por ella. Ya el dinero está listo en una semana nos iremos.
—¿Una semana? —aquello no se lo esperaba, pensaba que tenía más tiempo, pero “más tiempo para qué. Qué pretendías Liam”.
—Sí. En menos de una semana Elisa tendrá la réplica del anillo de compromiso, esperemos que pueda encontrar el verdadero. Su fiesta de graduación es el jueves y el lunes ya estaría yéndome de aquí. En una semana todo cambiará.
—¿En serio dejarás a Elisa?
—Me extraña tu pregunta —decía calmado y abriendo la puerta del auto —. ¿Nos vamos?
Liam asintió y entró, aunque no dejaba de pensar en todo lo que pasaría en una semana. Era obvio que el sentía algo muy fuerte por Amy, la quería para él y pensar que pronto se iría lo mataba. Veía a Chace y comenzaba a odiarlo, siempre pensaba en que era su hermano, su amigo del alma, pero sin embargo ahora tenía ganas de partirle la cara.
No fue difícil encontrar a Ian, él había tomado tanto que fue a parar a la casa de Vanessa, en donde de nuevo los vigilantes lo echaron sin contemplación. Sus guardaespaldas compadeciéndose de él lo arrastraron hasta su casa en donde durmió en el patio pues no quiso que lo movieran de ahí. Para cuando Elisa lo llamó ya había tomado un baño, se tomaba unas pastillas por el dolor de cabeza y pensaba dormir un buen rato, sin embargo la llamada de Elisa perturbó sus planes.
Chace se dirigía a casa de Elisa pero alguien de improvisto se lanzaba sobre su auto. Frenó al instante y asustado se bajaba pensando que había atropellado a aquella persona. Liam también se salía y los guardaespaldas en el auto detrás de ellos se detenían expectantes.
—¿Estás bien? —Se acercaba a lo que ahora parecía ser una chica —¡Amy! —exhaló cuando levantó el rostro. Tuvo que reprimir su sorpresa ante los guardaespaldas —¿Está bien señorita? —volvió a preguntar.
—Sí, lo estoy —apoyándose en él se ponía de pie —tenemos que hablar —le susurró rápido al oído.
—Llamaré a una ambulancia, pero espera dentro del auto mientras —ayudándola le abría la puerta, mientras Liam solo se aguantaba las ganas de socorrerla él —llamen a un ambulancia —le gritó a sus guardaespaldas, quienes actuando rápidamente comenzaron a llamar y volvieron a su auto —¿Qué te ocurre Amy? —la retaba.
—Tenía que explicarte lo que pasó con Elisa. Sé que fui inconsciente al buscarla, pero me dio rabia Chace —lloraba —ella cree que es tu dueña. Me vio que caminaba por aquella calle, justo cuando tú la despedías y comenzó a besarte de aquella forma —Chace sonreía irónico —todavía tuvo la desfachatez de mirarme mientras te besaba, me estaba retando. Disculpa, pero no aguanté las ganas de arrancarle los cabellos. Ella está enamorada de ti y cree que puede separarnos.
—Estas mal Amy. Ella es incapaz de amar a nadie y así sea solo confía en mí. No puedes hacer cosas como estas. En una semana nos iremos ¿Me entiendes?
—¿En una semana? —no lo podía creer, una gran sonrisa se formaba en su rostro.
—Sí. Solo espera que todo lo que hiciste hoy no tenga consecuencias. Elisa y yo estamos jugando un papel y nada más. Ahora deja de desconfiar en mí.
—Si yo me besara con otro de aquella forma, tú no lo soportarías. Así que entiéndeme.
Las sirenas de la ambulancia comenzaron a sonar cerca. Chace se despidió rápido y dejó a Amy con los guardaespaldas, estaba tan sucia y rasguñada que poco les importaría quien fuera ella. Él se alejó rápidamente aunque Liam insistió en quedarse con ella, sin embargo Chace solo aceleró más.
—Entonces aquel beso fue para molestar a Amy —entraba Chace interrumpiendo el juego que Elisa y Ian debatían en su XBOX.
—¿De qué hablas? —preguntaba despectiva “oh, oh la idiota mayor habló con el imbécil menor”
—Amy me dijo que me besaste solo para provocarla, incluso la mirabas mientras me besabas ¿Qué te ocurre?
—¡Oye, oye! Bájale a tu motor. Yo te besé para provocar a Maguie, ni idea que tu Amy andaba por esos lares y ¿qué hacía ella por ahí? No es un lugar que concurran los pobres.
—No lo sé —exasperado se sentaba en la cama.
—Lo único cierto es que ella no tenía que venir a atacarme. Dijo que me alejara de ti y que me quedara con el que ya había malogrado, es que debí sacarle los ojos a esa zorra —de nuevo sentía esa ira de la mañana.
—¡Elisa no te permito que le hables así! —gritaba Chace.
—Yo no te permito que le grites así a Elisa y menos por esa vagabunda —intervenía Ian — y tú Liam mejor cállate —se adelantaba ante el gesto de Liam de abrir la boca. Tu Amy fue a caerle a golpes a Elisa, la persona que los está ayudando, la que tiene a sus padres resguardados, la que mantiene a sus padres, la que ha pasado por tanto por ti, fue a caerle a golpes a la chica de la que estás enamorado y vienes a defenderla.
—¡¿Qué?! —gritaron Elisa y Chace al unísono.
—¿Qué pasó? ¿Qué dije? —preguntaba inocente.
—Que Chace está enamorado de Elisa —aclaró Liam.
—Quiero creer que te confundiste —agregó Chace.
—Digamos que me confundí. Un juego de palabras —Ian le restaba importancia —¿De verdad te irás Chace? Escucho a Elisa hablando de un viaje de despedida, de que todo está listo y la verdad es que no puedo creerlo ¿Te irás? ¿Dejaras todo por Amy?
—Tengo que irme —dijo no muy seguro.
—Oh por Dios es obvio que no la amas como hace unos meses atrás. Yo no creo que Amy valga todo esto. Dile Elisa que es un tonto, que se quede —Ian hasta le daba un empujón.
—Él tiene razón debe irse —dijo casi que para ella misma. Iam y Liam exhalaban un “Ahh” de desconcierto, era como si lanzaran la toalla —ustedes no entienden, pero le hemos robado mucho dinero a Victoria, si Chace se queda aquel dinero seguirá en nuestra posesión y todos iremos presos. Incluyéndolos a ustedes, todos somos cómplices. Si Chace se va solo él será el culpable y es hora de que asuma la responsabilidad de sus actos. Por otro lado si se queda igual Victoria insistirá en que nos casemos y solo digo que se haga lo que se debe hacer. Amy no es santa de mi devoción y ni el tonto de Chace se merece ese calvario, pero fue lo que él eligió. Él la ama, solo que la distancia siempre marchita todo, en cuanto vuelvan a estar juntos renacerá ese idilio y todos estaremos contentos.
Elisa casi se quedó sin aire cuando terminó de decir todo. Ella misma no estaba convencida de todo lo que había dicho, no era lo que en verdad pensaba, pero Chace quería irse, una parte de él estaba loco por Amy o al menos eso percibía Elisa. Tal vez ella no entendiera esa clase de amor, pero era mejor dejarlo vivir su vida, con tal Chace nunca fue una opción para ella.
—¡Fue el demonio la que golpeo a Amy! —Liam abismado veía en el celular de Elisa las fotos de la pelea.
—Ah sí fue tu amiga Scarlett —Elisa se acercaba para ver las fotos.
—¿Por qué esa loca y tú están juntas?
—Ni me reclames primo, mira que por tu culpa ella entró en mi vida. Me dijo algo sobre por qué Amy se veía contigo y con Chace cuando se supone que es la ex de Chace. Mira lo que pasa por estar como un idiota detrás de esa —se cayó de inmediato cuando recordó que Chace todavía se encontraba ahí —como sea descubrió todo y es mejor tenerla de aliada que de enemiga. Por si no sabes es muy popular, no se te ocurra tratarla mal Liam.
—No creas que voy a tratarla bien.
—Por el bien del equipo lo harás. Si se venga, tu prima estará muerta y no creas que no te arrastraré conmigo.
Liam protestó mucho más hasta el punto que todos decidieron dejarlo solo. La cabeza de Chace era un completo enredo, sabía que debía terminar lo que había comenzado, pero en este caso el final solo era un nuevo comienzo y uno no muy alentador ¿Por qué simplemente no se emocionaba cuando veía a Amy sino que sentía miedo? Siempre que la veía solo sentía que Amy estaba metiendo la pata y lo único que hacía por inercia era alejarla. Antes se moría por estar con ella, no dormía pensando en la forma de vengarse de su madre por alejarlo del amor de su vida, pero ahora solo tenía esa sensación de no querer dejarlo todo.
Elisa había salido un rato y ahora volvía con una torta y unas velitas.
—Mi querido cobarde Ian ayer ni te celebramos tu cumple, así que hoy vamos a hacerlo —Elisa sacaba unos gorritos de cumpleaños detrás de ella y se los ponía a cada uno —falta Alex, bueno él se lo pierde.
—Su mamá lo tiene más vigilado que nunca. Hoy iban a hacerle unos exámenes o algo así —decía Liam —deberías visitarlo Elisa, digo tu actúas como si nada, pero él te confesó sus sentimientos ¿De verdad eres tan de roca?
—Déjame en paz —gruñó —ahora vamos a cantarle cumpleaños a Ian y a ti no tengo porque darte explicaciones de nada.
En efecto le cantaron cumpleaños, corrección Elisa le canto el cumpleaños. Chace no hizo más que burlarse de su voz y ya furiosa dejó e cantar.
—Ok perfecto, pide tu maldito deseo de una buena vez —decía molesta. Ian sonriendo se acercaba a la torta.
—Pido que por favor cada vez que vea a Elisa besándose con alguien no me dé nauseas —abría los ojos y soplaba las velitas.
—¿Por qué no pedir volver con Vanessa? —preguntaba aún molesta.
—Porque eso es un hecho. Vanessa podrá fingir que no me quiere, lo negará mil veces, pero a la final se rendirá y estaremos juntos. Nacimos el uno para el otro, aunque suene Gay que yo lo diga. Lo cierto es que a la final admitirá lo obvio, así como algún día tú admitirás lo que sea que sientes ahí dentro de esa cosa que quizás no le llames corazón sino hipotálamo.
Elisa sonrío de lado y de la forma más brusca con su mano le arrancó un pedazo al pastel. Todos exhalaron un “Uh Elisa, que cochina” pero a la final todos hicieron lo mismo y embarrar a Elisa de torta fue la actividad del día.
Era domingo y en la noche Elisa había tenido otro sueño uno más aterrador que lindo, uno que la tenía pensativa “debes protegerte Elisa, salvaguarda tu corazón” de pronto quería poder ser como los de Once Upon a Time y tener el poder de sacarse el corazón y guardarlo en algún lado. No quería que nadie supiera lo que sentía, ella misma no lo sabía, pero las suposiciones que seres malvados pudieran hacer la aterraba.
Pasó gran parte de la mañana dando vueltas en su cama, jorungando las mordidas del perro, eso le causaba dolor pero a la vez algo de tranquilidad. Fantaseaba con la idea de estrellar la cara de Amy contra el duro piso una y otra vez hasta hacer volar todos sus dientes. Pero ella tenía un enemigo mayor. Victoria era como una amenaza silenciosa, hasta ahora Victoria no daba señales de vida, pero algo se traía entre mano ella podía sentirlo.
Pensaba pasar más tiempo solo dando vueltas, pero una chica del servicio la llamaba avisándole que un paquete había llegado y solicitaban que lo recibiera en persona. No sabía que pudiera ser, últimamente vivía asustada así que con el corazón acelerado se puso sus pantuflas y toda despeinada bajo corriendo las escaleras. Ahí un hombre uniformado la esperaba con una enorme caja blanca muy elegante, envuelta en un inmenso lazo dorado.
—¿Un paquete de París? —aquello era ilógico, el hombre solo se encogió de hombros.
—¿Es usted Elisa Lubensky cierto? —ella asintió y él le daba aquella especie de pantalla táctil para que firmara.
Ahí mismo en el recibidor se lanzó al suelo para abrir aquello. Nadie le enviaba regalos y dudaba mucho que fuera un regalo.
Una de las sirvientas se quedó detrás de ella curiosa de ver que había dentro. Tan solo quitar la tapa capas y capas de tul hacían aparición.
—¡Su vestido de bodas! —exhalaba la sirvienta no pudiendo contener su emoción.
—Sí… es mi vestido —las manos comenzaron a temblarle, no se suponía que tuviera un vestido ahora que estaban a mitad de año cuando su boda era supuestamente en Diciembre. Pero ahí estaba esa obra de arte esplendorosa frente a ella.
Era imposible que ella sola subiera el vestido, así que la sirvienta y el mayordomo la ayudaron a llevar el vestido a su habitación. Lo observaba y observaba y no podía dejar de verlo. Estaba compuesto de un corset strapple de miles de diamantes. La falda estaba compuesta quizás por más de mil capas de tul, capas bordadas con piedras preciosas. Incluso los zapatos se encontraban ahí, la corona, el velo y aquella enorme cola. Se río d imaginarse dentro de un vestido así “Por suerte tu boda es falsa” pensó. Decidió dejar el vestido a un lado y encendió la tele. Como siempre su serie favorita estaba trasmitiéndose, en ese capítulo de Friends Mónica, Rachel y Pheebe se vestían de novias para sentirse mejor, no pudo evitar mirar al lugar donde aquel espectáculo de vestido se encontraba y una idea pasó por su cabeza. “Qué más da, nadie te verá”.
Con rapidez se quitó su pijama y comenzó a entrar en aquella cosa. Como no tenía nadie que la ayudara aquello había sido la madre de las tareas. Estaba sudada y toda roja, pero por fin luego de casi una hora estaba todo en su lugar. Se miró al espejo “Bueno Elisa Lubensky no estás tan mal. Mira hasta puedes parecer una linda novia” Decía en voz alta mirándose, posando y sonriendo.
—Creo que te falta esto.
Su cuerpo se heló cuando escuchó aquella voz y vio el reflejo de él sosteniendo la corona y poniéndola sobre su cabeza.
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Bueno el capi de mañana será corto, pero sustancioso y tierno jaja es que será como un capi de transición para lo que se viene que es el baile de graduación, la ida de Chace y muchas, muchas cosas más. Nos acercamos a la recta final, aunque todavía nos quedan capis.
Y de nuevo la pregunta ¿Quien creen que es ese alguien que le puso la corona a Elisa?
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