Capítulo 37
—¿Qué pasó? —Chace se despertaba bostezando, al levantarse un fuerte dolor de cabeza casi lo hizo caer —¡oh que dolor! ¿Dónde estamos?
—Deja la quejadera —con su mano tapaba la boca de Chace —. Les dije que nos dejaran solos, pero todavía deben estar escuchando —Ella hablaba desde fuera de la limosina, mientras Chace permanecía sentado con las piernas fuera —. ¡Ven! Vamos a ver el futuro hogar de nuestros huérfanos —tomándolo de la mano lo obligaba a levnatarse.
—Me duele a morir —volvía a quejarse. El fuerte sol lo cegaba y solo aumentaba su dolor —Elisa ¿dónde estamos? Me estoy muriendo.
—Ya deja de quejarte. Los hombres de verdad son unas nenitas.
—¿Éste no es el castillo donde casi te moriste? —veía aquel lugar frente a él, no había cambiado tanto desde la última vez.
—Sí, vamos a entrar.
Corriendo lo jaló hasta un balcón en el 3 piso.
—Ya va espera —afincándose en aquella baranda colonial de cemento hablaba —tú pequeño demonio me electrocutaste —Elisa silbando al vació y jugando con su cabello lo ignoraba — ¿por qué lo hiciste?
—Eso no es relevante. Si te traje acá es porque creo que algo muy sucio y cochino se está cocinando. ¿Qué te ha dicho Victoria?
—Dijo que arreglara éste desastre que ningún Lubensky se burlará de un Van der Field, pero que vuelva contigo.
—¡Agh! Lo sabía —con su puño golpeaba la baranda —es obvio que pese a todo no quiere olvidarse de la herencia.
—¿Qué te preocupa?
—Ayer tuve ese raro sueño y luego me di cuenta que Victoria no es gafa. Y nosotros no hemos hecho más que meter la pata, hemos hablado de la… novia tuya —dijo entre dientes —sin descanso ¿no crees que Victoria ya sepa todo?
—Ya habría hecho algo.
—O está esperando el momento oportuno —Elisa nerviosa se mordía una uña.
—¿Tienes miedo? —Reía carcajeándose aunque eso solo le hizo doler más la cabeza —¡Auch! —Aun riéndose se tocaba la cabeza —Elisa Lubensky temiendo por su vida.
—Muérete —Elisa con rabia le sacaba el dedo medio de su mano —Por si no sabes he estado a punto de morir dos veces por tu culpa. Tengo 17 años no quiero morir tan joven y mucho menos por una herencia que no conocía, y por un tipa que me cae en la pata del hígado. Yo no debería pasar tantas cosas por esa zorra, y por ti tampoco.
—Mi madre no te hará nada, eres Elisa Lubensky estaría loca si te hace algo.
—Tengo mis dudas. Lo peor es que estoy sola si algo me pasa nadie se dará cuenta. Mis padres viven metidos en el polo sur con sus inventos.
—No estás sola, tienes a Alex —sonreía y Elisa con ganas de matarlo le volteaba los ojos —ya, hablando en serio —dejaba de reir y peinaba sus cabellos —yo no dejaré que mi madre te haga nada.
—No pero qué consuelo ¡Vas a protegerme Chace! Lo digo me gané el cielo, porque he de temer si tú estás ahí para mí —hablaba burlona —por eso es que Amy estuvo tan bien protegida.
—¿Tienes la regla Elisa? —fastidiado preguntaba.
—¡No! Es solo que hay que tomar medidas Chace, tú dices que no dejara que me haga nada, pero en el momento que las poderosas lolas de Amy se asomen por la esquina te irás. Necesito un respaldo, una carta bajo la manga, porque tarde o temprano lo que estamos haciendo saldrá a la luz. Y el dinero que le estamos robando a Victoria no es una bobería —decía aún más bajo, casi que solo moviendo sus labios —hablé con tú sabes quién y la suma ya casi está, la fecha está fija y no conviene retrasarla.
—Podría irme antes con el anillo.
—Sí, ya mande a buscar el anillo. Deberían traerlo mañana… —tuvieron un momento de silencio en el que cada quien se quedó perdido en sus pensamientos —debemos arreglar todo lo que haremos.
—Ok —asentía — … pero recuerda que si algo de todas esas cosas raras que tu diabólica mente piensa llega a ocurrir solo llámame yo estaré ahí.
—¡Ja! No eres un genio —intentó darle la espalda pero Chace la jaló hacia él y cerca de su oído le dijo…
—Sí un momento tan caótica llega tú solo dilo y Amy quedará atrás.
Elisa lo miraba sorprendida ¿qué querían decir esas palabras? ¿Cómo Amy quedaría atrás? No fue mucho el tiempo que pudo pensar pues un gran ave pasaba sobre ellos, exhalando un gran grito y peor aun dejando caer sobre el ojo de Elisa aquella cosa aguada que salía de su trasero.
—¡Guacala! —rápidamente pasaba su mano por su boca y es que la porquería de aquella ave se había desparramado de su ojo a su boca en cuestión de segundos. Chace no podía parar de reír.
—Eso pasa por hablar en un balcón sin techo.
Ian y Liam cada quien por separado empezaban ese día su entrenamiento como gerentes de las compañías de sus padres. El día de ambos comenzó igual, el mayor domo sin escrúpulos los había levantado a las 6 am, algo que para ellos era lo mismo que levantarse a las 3 am. Cada quien en su hogar desayunó y completamente vestidos de traje salieron al trabajo. El respectivo discurso de sus padres no se hizo esperar.
Ahora estaban en sus grandes escritorios con un montón de papeles que no entendían y bostezando hasta más no poder.
—Pero miren al ejecutivo —Elisa con escandalo entraba a aquella enorme oficina.
—¡Cabra loca! ¿Vienes a quitar el aburrimiento a mi vida? —realmente feliz se levantaba de su costosa y cómoda silla.
—Algo así, estabas a punto de dormirte cuando llegué. Deja que me siente en tu silla, de niña siempre quise dar vueltas en las sillas de mis padres, pero no lo hice porque ustedes decían que eso era muy infantil, en fi siempre han sido tan tontos —dejando una bolsa sobre el escritorio se lanzaba sobre la silla haciéndola girar.
—¿Me trajiste comida? —inspeccionando la bolsa sacaba aquellos envases de comida china.
—Sí. Dije o visito a mi primo o a Ian, pero tú me caes mejor.
—A comer con Elisa —tomando asiento en otra silla aflojaba un poco el nudo de su corbata —¡Ya va! —Elisa en seco detenía sus giros —vienes con la ropa con la que conquistaste a Alex y con los detalles con los que embobaste a Chace —Elisa estaba con la boca abierta sin entender nada —. Ahora que Vanessa y yo nada que ver ¡quieres conquistarme! —Elisa explotó a reír.
—Me descubriste. Quería pedirte que te casaras conmigo, y es que tú no te dejarías perder por tanto millones, así que, quien mejor que tú para ser mi esposo. Además sabes que soy mejor que Vanessa.
—No, eso nunca —sonreía ya metiéndose un poco de arroz a la boca.
—Pero yo no he embobado a Chace.
—Claro me confundí la embobada eres tú.
—No voy a decir nada, no empezaré una pelea en vano, piensa lo que quieras pensar. Pero ya me estas cayendo mal.
—Es solo broma. Aunque sí creo que Chace no quiere tanto como antes a Amy.
—Si no lo hace es porque es un zorra ¿Quién puede quererla? Ni nuestro tonto amigo se merece algo así.
—¿Quieres que se quede? —preguntaba con picardía.
—No para que se quede conmigo idiota. Ya deja de molestarme Ian, mira que Liam me contó como corriste cuando viste a Vanessa. ¿Te dio síndrome de Nerd?
—No hablemos de eso.
—No puedes esconderte toda la vida, no puedes no hablarle. Debes pasar por encima del bien formado de Maikel Loubstwell, tú eres el gran Ian, no puedes dejarte vencer por no reconocer tus sentimientos.
—Vanessa me odia, logré que Vanessa la chica que no siente odio por nadie, odiara.
—¿Y? la sacaste de su burbuja, le hiciste un bien. Nadie puede ser tan bueno, ni tan tonto. La ayudaste a crecer a ver una nueva parte de ella. Ahora mismo puede no agradecértelo, pero en un futuro lo hará. Velo desde éste punto, sí nunca le confiesas tu amor por miedo al rechazo siempre vivirás con la duda de lo que habría pasado.
—Bueno doctora corazón ¿por qué no aplicas tus concejos en tu vida?
—¿Qué?
—Vives esforzándote por no cambiar, por ser la misma Elisa que iba en patineta a todos lados, por eso estas hoy con la misma ropa olgada de siempre. Pero ¿sabes qué creo? —Elisa atenta escuchaba —te gustan las faldas.
—¡Ahhh! —Elisa se tapaba la boca ante su grito ahogado —¡No! Claro que no. Me insultaste Ian de la peor manera —Ian reía.
—¿En serio viniste solo a traerme comida?
—No. Ahora que serás todo un hombre de negocios tu padre no te quitará la vista de encima, no puedes desaparecer o todos lo notarán.
—Ajá. Gracias por recordarme la cárcel en la que estoy.
—Necesito tu ayuda —decía seria.
Liam excusándose para ir a almorzar salía a hurtadillas de los edificios Wicros, entrando por una puerta de aquel restaurant y saliendo por otra perdió a sus guardaespaldas. Nada tenía que hacer Liam en aquella universidad y sin embargo ahí estaba con dirección a algún solitario laboratorio. En medio de ese camino solitario bordeado por edificios y árboles un grupo de jóvenes se encontraba.
—Oh Angry Bird ni creas que vas a estudiar aquí —escuchaba que decía una chica con un tono fastidioso.
—¿Por qué no habría de hacerlo? No es la mejor universidad de América y si tú con tus neuronas quemadas por el decolorante puedes entrar ¿por qué yo no? —podía distinguir aquella voz a kilómetros de distancia.
—La zanahoria quiere pelear —un chico alto hablaba burlándose.
—No entiendo por qué personas tan distinguidas como ustedes —hablaba con sarcasmo —pierden el tiempo conmigo. Eso solo me hace sentirme importante. Ustedes no quieren admitirlo pero me aman —sabía reírse con aquel tono pedante que enfurecía al resto.
—¿Quién podría amar a alguien tan feo? —recalcaba otra chica.
—Eres enana, gorda, zanahoria y nada agradable. Siempre te veo y me pregunto ¿cómo no se ha matado la pobre?
—Por suerte no estoy loca para querer matarme como otras —miraba a aquella rubia, cuyo intento de suicidio se sabía por todo Chicago.
—¡Hasta aquí llegaste Angry Bird! —abriéndose camino se disponía a lanzarse sobre ella. Pero un grito la detuvo.
—¡Scarlett! —a ella misma le pareció casi imposible escuchar aquella voz llamándola. Aquel grupo de chicas y chicos reviraron al instante. Todos con la boca abierta miraban a Liam ahí parado frente a ellos.
—Hola pie grande —gritaba desde aquella esquina donde la tenía acorralada —extraño verte por estos lares.
—¿Qué haces? —ignoraba a esas cuatro chicas que con caras de enamoradas le sonreían.
—Aquí dialogando —sonreía tras no haber encontrado una palabra mejor.
—¿Me permiten? —preguntaba abriéndose camino —te estaba buscando ¿hablamos en un lugar más privado?
—Por supuesto.
Scarlett sentía que tocaba el cielo “así es perras envídienme” no podía estar más feliz.
—No sabía que a la loca le hacían Bullying.
—Cuerda de tarados. Me aman, simplemente se enamoraron de mí. Por qué no esperaste a ver la paliza que le daba a esa ciliconeada.
—No dudo que la habrías hecho trizas, pero es mejor no caer en la violencia ¿no crees?
—Es extraño que estés tan bien vestido y con ese morado en medio de tu frente.
—Mi padre mejor se quedó callado cuando me vio. Susurro un “¿por qué a mí?”
—Yo sí lo siento por tu padre.
—¿Por qué Angry Bird?
—Definitivamente eres tonto. Es porque soy pequeña, gordita, colorida —señalaba su cabello —y mal humorada. ¿Qué haces aquí? Ésta ni siquiera es tú universidad.
—Me voy a encontrar con una amiga en el laboratorio 6 —miraba su reloj, pero había llegado temprano.
—Eso picaron “Amiga” ¿Van a hacer cosas sucias en el laboratorio?
—¡No! Es una AMIGA. Los hombres pueden ser amigos de las mujeres.
—Teoría caída. Siempre que ambos sean sexys terminan enamorándose.
—Mentira
—Verdad. Se sostiene la teoría si la chica es fea.
—Por eso tú y yo podríamos ser amigos.
—Tal vez, yo soy fea y tú no me atraes.
—Tu sinceridad es interesante.
Continuaron hablando. Scarlett contándole una historia de sus tantos momentos de acoso, el reía y el tiempo se fue volando.
—¡Liam! —Amy acercándose a él lo llamaba, le parecía extraño verlo acompañado, por un momento dudó que fuera él.
—¡Amy! —con un poco de susto se levantaba —te estaba esperando.
—El tráfico fue terrible —de reojo miraba a Scarlett quien no tenía tapujos para observarla —¿nos vamos?
—Claro. Adiós Scarlett.
—Bye.
Se despidió sin dejar de mirar a aquella rubia ¿por qué le parecía conocida?
—¡No hay anillo! —gritó Elisa entrando en pánico al teléfono.
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Quería dejarles un capi más largo, pero mejor subía capi antes de irme o no terminaba subiendo hasta mañana.
Disculpen la demora, ustedes dirán "siempre es lo mismo" jaja pero es que ésta vez la demora se la adjudico a mi hermana menor, que el domingo y el lunes no me dejó escribir. Ella me entiende jaja.
Bueno espero que les guste, disculpen los errores que se vayan a encontrar por ahí y ojala mañana suba la continuación. Besotes !!!!
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