Capítulo 22 parte 2
— Me gusta la idea – dijo Chace animado, ver hacer el ridículo a Elisa era uno de sus sueños – comienzo yo. Te reto a que le arranques la falda a ese soldado – señalaba a un hombre fornido que disfrazado de guerrero romano, se tomaba fotos con los huéspedes del Caesars Place.
Elisa lo pensó bastante, pero a la final se armó de valor fue hasta aquel sujeto como quien quería una foto, se puso frente a él y susurrando un disculpa se apresuró en tomar la falda y arrancarla con todas sus fuerzas, el hombre no había podido reaccionar y ella ya corría con la falda de metal en sus manos. Chace no dejaba de reír.
— Increíble, mira la foto – Chace le mostraba el celular – pobre hombre, ahora serás Elisa pervertida.
— Ríe cariño, que ahora te toca a ti. Te reto a que le quites el juguete a ese niño.
— Fácil – dijo sobrado, era el reto más tonto que le ponían.
Se acercó al niño y tomó el juguete, sin embargo el niño no lo soltó se aferró a el, mientras gritaba, su madre no demoró en llegar, golpeaba a Chace con su cartera, le gritaba degenerado, otras mujeres más se acercaron e hicieron de Chace su perita de boxeo, la policía ya se acercaba, Elisa tuvo que jalar a Chace y decirle que soltara el mentado juguete. Corrieron hasta que desaparecieron de la vista de cualquiera que hubiera visto el incidente.
— Facilísimo ¿no? – se burlaba Elisa – no cumpliste el reto.
— ¿Cómo qué no?
— ¿Acaso hay un juguete en mis manos?, no verdad. Ahora te reto a que te eches un chapuzón en la fuente - señalaba la famosa y hermosa fuente del Bellagio.
— Me meterán preso.
— No si corres rápido.
En efecto Chace lo hizo aunque no fue mentira que tendrían que correr rápido, el otro reto de Elisa fue el de patear a un policía, lo hizo y de nuevo a correr, el de Chace fue Besar a una chica que estaba acompañada de su novio, lo hizo y solo gracias a sus reflejos y a que Elisa hizo caer al novio se libró de una buena golpiza. Luego Elisa tuvo que reclamarle a un hombre por abandonarla mientras esperaba un hijo de él, eso de actuar se le daba bien y el pobre hombre miraba a sus amigos buscando ayuda, ella le dio un bono y en su ira no le dio una cachetada sino un golpe.
— Está mal que dañemos relaciones – decía entre risas – ya tengo el reto para ti, hazte pasar por gay y dile un piropo a aquel tipo – era un hombre grande y musculoso, con cara de macho machote.
Chace se acercó a él y le dijo algo cerca del oído, esperaba un golpe o algo parecido, pero el hombre se había sentido alagado, cuando Chace iba a continuar lo tomó de la mano y le pedía que se tomaran algo, no tenía por qué irse tan rápido. A Chace se le subieron los colores al rostro.
— Ya estás de nuevo en tus andadas – Elisa gritando lo jalaba del brazo – brincaría de felicidad el día que me engañaras con una mujer, pero ya basta, no me dejaras en ridículo frente a mis amigos, muévete.
Antes de que Chace se fuera aquel hombre deslizó una tarjeta en su mano, lo que provoco que Chace tuviera nauseas.
— Bastante que te has reído de mí hoy Elisa.
— Aún con un yeso conquistas corazones Piolín – reía.
— Te reto a que beses apasionadamente a ese hombre – señalaba a alguien que por detrás parecía ser joven.
— ¿Besar? – el estómago se le puso pequeño – sabes que yo no…- tartamudeaba.
— Es lo más simple del mundo.
— No para mí y lo sabes.
— No me importa, es el reto hazlo.
Elisa no contaba con la seguridad para besar a nadie, siempre existía la posibilidad de que aquel hombre la empujara “Eres Elisa Lubensky ¿acaso te importa el aprecio de los demás? Claro que no”. Tuvo el impulso de arreglar su cabello e ir tras su presa. Trató de recordar películas en donde chicas le robaran besos a otros, se acordó que a Lindsay Lohan se le hacía muy fácil besar a desconocidos en aquella película de la suerte.
Una vez detrás del hombre tuvo que respirar hondo, pena son solo cuatro letras. “¿En serio va hacerlo?” pensaba Chace a lo lejos. Elisa tenía un plan ni siquiera vería la cara de aquel sujeto. Tocó su hombro y en cuanto reviró con sus ojos cerrados jaló su chaqueta acercándolo a ella bruscamente y besó sus labios, no fue apasionado como Chace hubiera solicitado, pero que se conformara, se sintió horrible, así que lo soltó y salió corriendo, sin embargo aquel fuerte sujeto sostuvo su mano y de un jalón la posicionó en frente de él.
— ¡Elisa! – decía sorprendido.
— ¡James! – dijo temerosa, de pronto no podía pasar saliva, besar a un extraño ya era penoso, besar a un conocido era peor, y mucho más si era James. Comenzó a sentir miedo de que aquel grandulón sostuviera su mano con tanta fuerza – Yo, no.. ¿Qué haces aquí he?
— Divirtiéndome, recibiendo besos de antiguas amigas comprometidas – aunque hablaba normal incluso sonreía, Elisa percibía algo de rencor, o solo era producto de su imaginación – estás muy linda – la acercó más a él. La forma en que la miraba no le gustaba en absoluto.
— Devuélveme mi mano – dijo sonriendo aunque con autoridad.
— ¿Por qué?
— Suéltala – gritó Chace.
— Ya sabía que tenías que estar por algún lado – soltó la mano de Elisa y le extendía la mano a Chace para saludarlo, él la tomó con desconfianza – que bueno volver a verlos.
— Lo mismo digo, te habías desaparecido – dijo Elisa tratando de actuar normal.
— Solo he viajado un poco, me merecía unas vacaciones. Debo irme, pero Elisa deja de estar besando a desconocidos y ¿no creen que si necesitan de juegos extraños para divertirse de seguro es por qué no están enamorados?
— Lo estamos – dijo Chace observándolo con frialdad – y de todas formas hay terapeutas especializados para esos problemas, no nos hacen falta tus consejos.
— Yo solo quería ayudar. Adiós Elisa y Chace cuidado con ese brazo.
Chace jaló a Elisa lejos hasta llegar a su Hotel, en todo el camino no dijo palabra. Elisa sabía que estaba bravo, aunque aún no sabía bien por qué, ella era la apenada porque James le había confesado haber gustado de ella, pero a Chace eso no debía importarle pues Elisa era nadie en su vida. Chace había texteado al resto de los chicos y ordenado que prepararan el avión, Elisa quiso protestar, pero Chace había elegido no escucharla.
Ian, Liam y Alex entraban al Jeep privado preguntándose qué había ocurrido, Elisa sentada al fondo totalmente fastidiada hacía señas de que ella tampoco entendía.
— ¿Por qué estas molesto? – terminó diciendo Elisa en un tono alto.
— Debo estarlo, ese James idiota cree – se quedó callado.
— ¿Se encontraron con James? – preguntaba Ian.
— Si y la única molesta debo ser yo, porque me trató raro, tengo un morado en mi muñeca de lo mucho que la presionó y…
— ¿Te hizo qué? – dijo Chace incorporándose y jalando la mano de Elisa hacia él para ver el daño.
— No sé por qué no le di un golpe, me quedé como tonta, creo que tuve hasta miedo, en fin – continuaba hablando sin parar - ¿por qué vas a estar molesto tú?
— Porque aunque sea mentira ante el mundo tú eres mi prometida y él no tiene que intentar tener nada contigo, está faltándome el respeto.
— Pero yo fui quien lo besó, no él.
— ¿Tú qué? – dijo Alex espantado.
— Nos retábamos cosas y Chace me reto a besarlo.
— ¿Por qué hiciste eso? – Alex le daba un bife a Chace.
— No sabía que era James, y nunca pensé que Elisa se atrevería.
— ¿Elisa que te está pasando? – Liam la miraba regañándola – tú no eres así, no besas a desconocidos, en más no besas a nadie, es asqueroso en lo que te has convertido ¿acaso eres una chica común?
— Soy una chica, siempre me he avergonzado de serlo, pero soy una chica, no pueden pretender que sea como ustedes, está bien que eso de enamorarme y tener novio no está en mis planes, pero tampoco demuestren tanto asco, es como si hiciera algo antinatural, pero no es así.
— Lo cierto es que James es sospechoso de haber mandado a matar a Chace, por lo que mejor aléjate de él – Ian abrochaba su cinturón.
— No creo que sea James, no está tan demente – dijo Elisa fastidiada.
— Elisa el pervertido estaba enamorado de ti, y a veces los hombres nos encaprichamos, así como yo con Rebecca, solo ten cuidado.
Ian se puso unos audífonos y se dispuso a dormir, dejando a Elisa más confundida de lo que estaba ¿acaso debía sentir miedo por lo que James pudiera hacerle? “Por Dios Elisa no eres una sexy bomba que vuelva loco a los hombres” en su mente se rió a carcajadas. Chace iría de mal humor la mayor parte del viaje, él más que nadie sospechaba en que James lo hubiera mandado a matar y viendo el morado de Elisa le daba miedo que también intentara hacerle algo a ella, ya Elisa había estado a punto de morir, todo era muy extraño y solo sabía que debían tener cuidado, mucho cuidado.
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Estuve perdida y siento mucho no haber actualizado antes. Espero que les guste, y que esten pasando unas muy felices fiestas. Besotes!!!!
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