THE RED DIAMOND - PART 1

" Otabek, sea donde sea que quieras estar, recuerda que ella estará esperando, pero tú nunca regresaras..." 

Siempre tenemos muchos secretos Otabek, todos, incluso tu y yo, pero eso esta bien porque los secretos guardan partes de nosotros, e incluso aunque nunca los sepas, es necesario tenerlos porque nos vuelve humanos, al volvernos vulnerables... ¿Cual es tu secreto? 

- No se si deba decirlo... 

- Dilo si lo que quieres es ser vulnerable... 

- ... - sonreí sin apartar mi mirada - aún no, aún tengo que aclararlo en mi mente... 

- Seguro lo harás... 

Vi su figura desplazarse al sofá y nunca había notado que detrás de esa sonrisa había demasiada tristeza. 

- No es fácil... la vida de modelo no es fácil, no es fácil sonreír, caminar, ser bonita todo el tiempo, ser una muñeca todo el tiempo, no tener permitido cosas, no tener permitido nada, solo ser... bonita... ¿Que tan vació es eso? ¿Que tan vacía me vuelve eso a mi? ... No hay reparo de las cosas que he hecho, que hago y que haré en un futuro, no hay forma de transformar mierda en diamantes. 

Creo que era la primera vez que la veía así, tan pequeña de lo que siempre es, tan indefensa de lo que es, sin una sonrisa en sus bellos labios rojos, sin  brillo en sus hermoso ojos zafiro. 

- Eres un diamante para las personas que valen la pena - conteste - porque las personas que no importan, les importa... y las personas que importan, no les importa. Tu pasado no es algo que puedas cambiar, puede que ya tampoco tu presente, pero en el camino, siempre, ante mis ojos, eres el ángel mas hermoso que haya conocido y eso no va a cambiar. Isabella... yo... 

- Aún no estas listo - contesto en lagrimas mirándome - No como Jean, no lo digas solo para hacerme sentir mejor, aún no es el momento, aún no lo digas. Porque si lo dices ahora no lo sentiré nada real, y si no lo siento real ¿Tiene algún sentido? ... 

- Entonces lo guardare por ahora... 

- como diamantes... 

Sonreí mirando a la ventana, donde a lo lejos veía luces grandes de un concierto, donde me imaginaba a un hermoso hombre haciendo vibrar almas con su voz. 

- Como diamantes rojos, intensos, brillantes y llenos de pasión... 

- ¿Qué? - dijo Plisetsky mirándome, pero la verdad estaba igual de confundido que el. 

¿Ya? ¿Tan rápido? Estaba demasiado confundido y eso me estaba alterando. ¿Como era posible? ¿A quien tienen arrestado? ¿Como lo hicieron antes que yo? Nada encajaba, absolutamente nada.  Suspire tratando de controlar mis pensamientos y Yura me miraba como si esperaba que le diera la respuesta a todas las preguntas. 

- Te vienes conmigo, a mi oficina. - dije y antes de que el rubio dijera algo, su teléfono comenzó a timbrar. 

Me irrite un poco cuando decidió no responderme y contestar, pero, aproveche el tiempo suficiente para tomar ropa, y cambiarme lo mas rápido y salir volando para allá. 

- Aja... si mamá.. no, no estoy viendo las noticias pero Otabek me dijo que eso le acaban de comentar.. No, no he salido de su casa.... ¿Que? ... Si supongo que al fin termino todo.. si... si.. mamá yo igual te quiero pero... no es eso mamá, es que... si entiendo... si le diré... hasta luego. 

- ¿Mamá? - dije viendo lo acomodando el cuello de mi camisa - Es un hombre. 

- Cuando era pequeño era mas fácil para cuando quería hablar con uno y con otro - contesto - además eso no es lo importante, el esta super emocionado de esto, esta feliz de que todo acabara, quiere que regrese a casa ya. 

Acomode mi saco tratando de leer la expresión de Plisetsky, no sabia que era lo que quería, que deseaba o que quería como respuesta de mi parte pero, supongo que tenia que decirle algo o no pasaría nada. Y no se vestiría para nada... y la verdad necesito que este vestido e irme ya. 

- Vuelve a casa - dije acomodando mi corbata - Te llevare a casa regresando, lo bueno es que no desempacaste tus cosas. ¿No estas feliz? Acabo mucho antes. 

- ... ¿Tu crees que acabo ya? - dijo mirándome levantándose - ¿Quieres dejar todo... todo esto ya? 

- Si me convence la persona que esta tras las rejas si. Digo, Leo, Mila, Celestino, todos, son muy capaces y si arreglaron todo antes que yo pues si se acabo. Sino, molestare a Leo todo el tiempo porque.. lo admito igual tengo mis dudas de esto, esto como 99% seguro que esto es pura mierda. 

- Entonces no hay necesidad que regrese a casa - dijo saliendo del cuarto. 

Camino hasta el suyo done abrió una maleta sacando ropa que se encontraba perfectamente doblada y planchada, comenzando a vestirse. Su cuerpo me sigue pareciendo como el de un ángel, enserio es demasiado perfecto. 

- Te devolveré con tus padres, sea como sea. - dije recargándome en el marco. - Ya no tiene sentido tenerte aquí. 

- ¿Quieres que me vaya? 

- Si todo se acabo, si. - conteste y recibí una enorme cachetada de golpe. 

¿Pero que demonios? Lo mire y lo vi fúrico, ¿Que diablos le pasa a este sujeto? Solo dije lo evidente, ¿Para que te quiero aquí si nuestra única relación es que tu madre se la paso rogándome por protegerte? No quiero un compañero de cuarto, quiero recuperar mi vida, salir de esto. 

- ¿Que diablos te pasa? 

- ¿!Que significo lo de anoche!? ¡¿No significo nada para ti!? ... - me miraba sin apartar esas esmeraldas por ningún momento - Solo fue un faje, nos masturbamos porque solo querías aliviarte, todo lo que dije, lo que dijimos, todas esas caricias no significaron absolutamente nada para ti...? 

- ... 

Me le quede mirando, perdido, sin rumbo de la respuesta. ¿Que quería que dijera? ¿Que quería que respondiera? No entendía absolutamente nada, sigo sin entender que paso anoche, porque me envolví así, en sus brazos, acepte sus caricias, acepte sus tiernos besos, acepte pasar la noche abrazándolo mientras dormía, no tengo ni la mas mínima idea. 

- No es que no haya sentido algo, se que sentí algo, tampoco soy un ser sin sentimientos. - dije mirándolo - Es que, aún así no creo que vivir conmigo sea lo mejor para ti, o para mi en este momento. Mira, no tienes idea de como soy y apenas nos conocemos, ¿No crees que es extraño...?

- No se me hace extraño, porque, las sensaciones que sentí ayer no las había sentido nunca, y no quiero alejarme de eso... no me importa si te conocí desde hace una hora, solo no quiero dejar ir ese sentimiento. 

- ... Estoy... estoy enamorado de alguien mas. - dije rascando mi nuca - Así que me asusto un poco lo que sentí ayer porque se sintió demasiado bien. Pero aun mi cabeza no decide si quiere dejar que eso avance o no. No se si puedo amar a alguien mas... lo siento Yura. 

Antes de que pudiera alzar la vista un puñetazo me llego certero a la nariz y por reflejo devolví el golpe. Le acerté un golpe apenas en la mejilla, pero para mi mala suerte acabe por noquearlo. Cuando vi su cuerpo caer sentí mi cuerpo frió, corrí rápido con el y lo cargue en brazos, di un par de palmadas pero no reaccionaba. Maldición, ¿Que diablos hice? Me estaba alterando así que hice lo que tenia que hacer, acabe de vestirle y me senté, poniendo un poco de alcohol en su nariz, haciéndolo reaccionar mientras veía la hinchazón en su rostro por el golpe... Mierda, mierda, mierda. 

- hn... 

Un leve quejido hizo que de nuevo volviera a tomar color y la palidez que tenia se esfumara, a dios, estaba bien, Yura estaba bien, eso era lo importante. Le acaricie el rostro y el abrió los ojos mirándome,frunció el ceño al ver que traía un tapón en la nariz evitando que la hemorragia que me causo su golpe siguiera. 

- Te vez estúpido - dijo - ... eres un imbécil, ¿Enserio te atreves a golpearme en el rostro? ... Mi rostro paga mis deudas idiota. 

 - Perdona, fue un reflejo. - conteste - ¿Te duele mucho? 

- No tanto, no soy de cristal... - se quedo sentado en mi regazo tomando su cabeza - Si estas enamorado de alguien mas, lo entiendo. Me hago una idea de quien hablas, es mas, hay muchas personas enamoradas de el. Pero eso lo acepto, así que piensa en lo que te dije y acepta mis sentimientos. 

Se levanto mirándome y sentí escalofríos. Su ropa consistía en una playera, un suéter encima que le llegaba a media pierna, unos jeans y un par de botas. Su cabello despeinado como siempre, su mirada esmeralda, todo de el siempre tenia ese aire que solo Plisetsky sabia dar, masculino y femenino, un ángel realmente. 

- Lo pensare... aun así.. creo que.. 

- Volveré a casa, después de esto me regresaras a casa, ok, lo entiendo así que ahórrate el discurso... ¿Vamos? 

- Vamos. 

Sing me to sleep .... En el camino Yura no dijo absolutamente nada, así que decidí solo prender la radio y dejar la primera estación que estuviera. Para mi caso, estaba una canción "Asleep - The Smiths" Parecía que a Yura le agradaba porque sonrió un poco y se relajo mas en el asiento del copiloto. Sonreí solo al verlo así, supongo que después de todo lo que paso en la mañana, ambos necesitábamos relajarnos. 

Don't feel bad for me
I want you to know
Deep in the cell of my heart
I will feel so glad to go  

- Eso suena como tú - dijo mirándome - y como yo al mismo tiempo. 

- La cosa es que yo... no se si quiero alejarme de esto, creo que si voy a extrañarte, lo presiento - conteste metiendo un cigarrillo en mi boca llegando - Solo que no es correcto que estés conmigo. No cuando, tengo mucha mierda en la cabeza y no mereces eso... ahora - apague el radio - mueve el culo, llegamos. 

- ... vale. 

Cuando al fin entre y deje que pasaran a Yura conmigo, Leo me miro con una enorme sonrisa abrazándome. Le correspondí sin saber porque me estaba abrazando pero bueno, no puedo negarme a un abrazo de mi jefe creo. Mila me hacia burla pero supongo que Leo hoy esta de muy buen humor. 

- Mi gran detective - sonrió - encontramos al asesino gracias a ti, tu fuiste quien le dijo a Jean que trajera su playera a evidencias ¿no?

- Uh si, pero no pensé que la traería tan rápido... - rasque mi nuca - ¿Porque? 

- La sangre encontrada en su playera que fue manchada por Michele Crispino es de Emil Nekola. Fuimos a su casa y encontramos el mechón de cabello de Plisetsky y un recibo de nota en la basura de una compañía llamada "Mertk" que se especializa en plásticos, indagamos mas de esa empresa y trabajan en asociación a una donde fabrican cosas a partir de plástico y telas, en donde hacen rosas, como las que les entregaron los modelos. Cuando lo trajimos aquí confeso todo, confeso matar a Crispino, confeso lo de tu madre, todo... 

- Pero... para ser el asesino de mi madre tendría que tener mínimo 41 años, y... Nekola estaba con un tipo de 27 años. 

- Emil Nekola tiene 43 años. - dijo sonriente - Se ve muy bien para su edad ¿No crees? Parece de treinta.  - Mire a Yura para saber que la información era cierta y el asintió, no pensé que Nekola tuviera mas de cuarenta años, realmente los cuarenta son los nuevos veinte. 

- Aún así Leo nada de esto encaja, piénsalo por un momento. Como es posible que la primera vez que estuvo aquí, llorara como niña de 3 años por su amante, y ahora me dices que simplemente confeso todo. - me di un golpe en la cara - Y no solo eso, toda la evidencia de cada teoría que hice estaba en su casa... ¡Los asesinos en serie no son idiotas! 

- Pues este si - sonrió - el fiscal esta tomando la declaración y hablando con nuestro superior, así que ya puedes regresar a tu caso, el cual nos trajo aquí en primer lugar. Investiga sobre la mafia que hay y dame resultados para mañana. 

- .... Mila, cuida a mi dolor de culo, voy a ver a Nekola. 

- ¡A la orden capitán! 

- ¿¡Que no acabas de escuchar lo que dije!? 

- Lo escuche pero me parece idiota y sin sentido, así que voy a buscar las repuestas por mi mismo. Con tu permiso Leo, hay alguien al que tengo que visitar. 

- ¡Joder Altin! - dijo arrojando los papeles. 

Al menos ahora Leo se daba cuenta que era imposible detenerme a este punto. Pero no podría entrar a ver a Nekola como si nada si el Fiscal aún esta aquí, y eso no es todo, los medios ya llegaron. Sera mejor que aproveche el momento cuando se haga la conferencia de prensa y dejen a Nekola solo en la celda. Camine a una habitación de interrogatorio sentándome allí, aclarando todas mis ideas de lo que me acababan de decir. Nada tenia sentido, ¿Como es que alguien es tan imbécil? No, esto tiene que ser una jodida broma. 

Miraba el foco de la habitación, tan brillante en este lugar que huele a culpables. Me recordaba tanto a mi casa ahora que lo pienso, me recordaba a esa vieja cabaña en ese frió lugar, donde sentía que se me caerían los dedos cuando se congelaran... Pero, no todo era malo en Kazajistán. Por las noches, el frió golpeaba, pero, un cielo lleno de estrellas iluminaba. Era una perfección en el cielo que me deleitaba hasta hacerme dormir cada día... Los cielos estrellados son como diamantes... 

--- FLASHBACK ---

Acababa de regresar a casa después de que mamá nos pidiera que la fuéramos a visitar en vacaciones de launiversidad. Llegue mucho antes que Jean, supongo que el viaje en motocicleta fue mejor que su auto. Era de noche, así que me mandaron a la cama pero, eso solo me dio pie para subir al techo con una manta, un pedazo de pizza  y un trago a escondidas de la cerveza favorita de papá. "En Kazajistán ya soy legal... creo." Pensé, como un idiota de 19 años tratando de justificar su bebida. 

Las estrellas siempre me parecieron como diamantes, brillantes a lo lejos, que brillan y brillan por algún motivo y mi único propósito es admirarlo cada noche. 

- Te encontré guapo - dijo Jean haciéndome sonreír, se veía tan guapo ahora, su sudadera roja, sus pantalones deportivos negros, sus tenis blancos. todo contrastaba con su bella sonrisa que me hacia sonreír como un idiota. - Mamá dijo que tal vez ya estabas dormido, pero te conozco demasiado bien como para saber que estas aquí esperándome. 

- Siempre estoy esperándote - conteste - Me encanta cuando me encuentras. 

- Y a mi me encanta encontrarte... 

Acto seguido se recostó a mi lado y comenzamos nuestra rutina común, a besarnos sin vergüenza por las noches. Los labios de Jean reclamaban los míos como un rey reclama tierras, sin compasión, duro y autoritario. En cierta parte me gustaba eso, pero, tengo una extraña manía de bajarle los humos al rey así que de vez en cuando, cuando me quiere dominar siempre acabo mordiéndole un poco el labio entre besos, cosa que lo hace jadear y volvemos a un balance. 

Sus manos jalaron mis caderas hacia las suyas y delicadamente comenzó a acariciar mis piernas, metiendo una pierna suya entre las mías. 

- Hnngg Jean... ¿Que diablos crees que haces? 

- Quiero verte gemir. 

- Ni lo sueñes - dije pero su rodilla froto mi bulto, que para serles sinceros, ya estaba poco a poco despertando. 

- Hngg jodido idiota - dije jalándolo de la sudadera besandole mas. 

Nuestros besos poco a poco subían de tono, reclamamos cada boca contraria como propia sin darnos ningún respiro, sus manos se desliaban dentro de mi sudadera, acariciando mi abdomen, mi pecho, gemí un poco mas al sentir la fría mano de Jean pero se sentía como un fuego azul que me quemaba con cada toque, joder se sentía jodidamente bien. 

- Otabek, ¿Te has dado cuenta que estamos en una noche estrellada como aquella vez? 

- ¿Aquella vez? - dije besandole el cuello y soltó un jadeo, cosa que me hizo sonreír - No se de que hablas, pero Jean, déjame...

- Cuando me quitaste la virginidad idiota, y me déjate un impresionante dolor en el culo. - rió - Fue en una noche estrellada como esta... siempre las cosas que mas amas suceden en noches estrelladas. Como cuando nos conocimos... recuerdo todo... 

- ¿Enserio? - dije mirándolo y el se puso encima de mi abrazándome, dándome calor en esa fría noche. 

- Las estrellas son diamantes para ti, diamantes rojos... donde no se les ve el color porque...

- Porque brillan demasiado como para que los notemos - conteste apretando mis ojos, aferrándome  a el. 

- Ota, tu madre estaría orgullosa de ti... sigues siendo un buen hombre sin importar que pase, hagas o dejes de hacer... 

No dije nada mas, mis lagrimas comenzaron a brotar y me sentía tan estúpido que me encogí escondiéndome en el pecho de Jean, me aferre tanto a el que moje toda su sudadera de la parte del pecho, pero no me importaba, es que... simplemente no me importa para nada, yo... Jean es.. es para mi... 

- ¿Creíste que no lo recordaría? - dijo besando mi frente - Nunca olvidaría nada del amor de mi vida. 

Mis ojos se abrieron de par en par mirándolo y este me sonrió, robándome un beso de nuevo, sin dejar de sostenerme. Jean te amo, realmente lo hago, pero me he llenado de mil y un sentimientos que ahora no puedo ni siquiera formular mi nombre... 

- Te voy a hacer el amor ahora a ti - dijo besando mi frente, deslizando mis pantalones, sentí una enorme excitación al verle, con ese sonrojo en sus mejillas, con esa mirada de pasión puesta en mi, joder Leroy te amo como no tiene idea. - En la noche estrellada que tanto amas para cada vez que lo recuerdes, recuerdes cada toque que yo te di. 

- Vale... 

Fue lo único que pude formular ese día, mi mente se fue en blanco, sentir a Jean conmigo me hacia querer desvanecerme y solo quedarme unido a el, solo el. Sus caricias, sus suaves besos, sus jadeos, sus golpes contra mi mientras me acostumbraba a la sensación de tenerlo dentro. Sus dulces palabras... Jean Leroy era tan magnifico...

  Tan perfecto que no quería separarme de Yuri Plisetsky.   

---FIN DE FLASHBACK---

- ¡¿QUE?! 

Grite abriendo los ojos tomando mi cabeza, no, un momento, acababa de recordar uno de los momentos mas especiales e importantes de mi vida, con el amor de mi vida... y dije el nombre de Plisetsky... ¡Joder ahora si mato a ese dolor de culo! 

Golpee la mesa con frustración y Mila entro en la habitación mirándome cruzada de brazos. 

- No golpees las instalaciones. 

- ¿Donde esta Plisetsky? - dije mirándola frustrado. 

- En el baño, seguramente cagando, si quieres voy y le pregunto si ya termino. 

- No déjalo solo asegúrate que siga allí. 

- Bien como quieras - dijo girando los ojos y dando media vuelta. 

- ¡Espera Mila! - dije levantándome de mi silla caminando hacia ella - Tu eres una chica, tienes que saber mas de sentimientos de lo que yo se, ¿Que significa si... llegas a enamorarte de alguien mas que la persona que amas? 

- ¿huh? 

La cara de Mila era un embrollo total ante mi pregunta, esa pregunta no quedaba para nada conmigo, seguramente era lo que estaba pensando pero parece que estaba tratando como decirlo. 

- Tonto... seguramente solo te enamoraste de otra persona, la persona que dices "Que es el amor de tu vida" no lo es si la olvidas tan fácil con otra persona, deja de ser zorra y aplícate, Leo ya fue a la conferencia, si quieres hablar con Nekola esta es tu oportunidad. 

- ¿Zorra? - dije arqueando una ceja. 

- Eres tan lento a veces Otabek que me dan ganas de golpearte... a ver, en tu idioma... ¿Ya le dijiste a Jean que estas detrás del trasero de Plisetsky? - dijo recargándose en el marco de la puerta. 

- ¿Qué? ...¡NO QUIERO A ESE DOLOR DE CULO!  - dije apartándola. 

- Aja... si claro. 

Me frustre, la ayuda de Mila no fue de ayuda para nada, esa loca idiota, yo detrás del trasero de ese niño mimado que lo único que sabe hacer es abrir las piernas y que le den portadas de revistas por ello. Maldito Plisetsky, malditos modelos, malditos todos y cada uno de los habitantes de esta tierra. 

La habitación era jodidamente fría cuando entré, pero nada de eso me importo hasta que vi a Nekola. Sentado, viendo al piso, detrás de esas rejas. Debo aceptar que se ve jodidamente diferente, no solo el aspecto, sino en el semblante, luce demasiado demacrado pero aún así dueño completamente de la situación. 

- Emil Nekola, ¿Porque asesinaste a Michele Crispino? - dije, tratando de mantenerme a la par con esto. 

- ¿Enserio eso es lo que quieres saber? Pensé que preguntarías sobre tu madre... - se estiro - Mate a Mickey porque se la pasaba de puta en toda ocasión y estaba harto  de sus engaños para que viniera rogando al final. Fue una dulce venganza. 

Me quede mirándolo ¿De donde viene toda esta maldita confianza d repente? ¿Realmente este es el Emil Nekola que había  conocido? ¿Es el mismo? 

- ¿Porque mataste a Aiday Ercesh? - dije y en ese mismo momento una enorme sonrisa se formo en su rostro. Sentí escalofríos pero tenia que controlarme, no tenia que ser condescendiente con el, no ahora. 

- Porque metió sus narices donde no debía - contesto - te pareces mucho a tu madre Otabek, no solo en lo físico, agh, cabello negro, ojos chocolate, esa maldita mirada que no se quita de encima de ti nunca. Eres igual que la maldita de Aiday, siempre preguntando, como, porque, donde, cuando, que, era un dolor en el culo. 

- Eso es inevitable, viene de familia - dije manteniendome serio - ¿Porque mataste a Aiday Ercesh? 

- Porque tu madre se le ocurrió meterse con las personas equivocadas para darle a su hijo bastardo una buena vida, pero solo consiguió hacerme enfadar y que la matara en miles de pedazos, joder aún recuerdo sus gritos en estúpido kazajo... ¡INGLES PUTA ¿LO HABLAS?! - se molesto pateando los barrotes - merecía morir, pero la forma en la que quería que muriera no se pudo concretar porque tu, maldito hijo de puta huiste antes de que pudiera matarte frente a los ojos de Aiday... ¿Sabes lo que le paso a tu madre mientras no estabas? ... Después de los golpes disfrute mucho abrirle por ultima vez las piernas a esa buena para nada, cogérmela como se me diera la gana y entre grito y grito fui encajando un cuchillo hasta que estaba cogiéndome a un cadáver tieso. Cuando eso paso, decidí que era tiempo de irme, acabe con su cuerpo para que pensaran que fue su chulo, y obviamente, nunca le harían una prueba de violación a una puta o si?... señor detective...? 

Mis manos estaban temblorosas, podía sentir la sangre fluir de la palma de mi mano al encajarme mis propias uñas en ellas. Sentía enormes pulsaciones en la cabeza, quería contar hasta diez pero una mezcla de asco, rabia y tristeza se habían apoderado de mi cuerpo sin dejarme con algo con lo que reponerme. 

- Sabia que te distrairias con las rosas - dijo inclinándose en los barrotes - eres tan obsesivo que cualquier detalle lo captas, estarías tan jodidamente distraído con las pistas que te puse, el cabello de Plisetsky solo fue para provocarte un fastidio, de todos los modelos Yuri Plisetsky es el que mas jode, sabia que Yuuri Katsuki te dejaría a cargo de su "pequeño bebé" ... para hacerlo mas divertido y que creyeras que realmente corría peligro, te puse cabello que robe de esa estúpida fanática... caíste mejor que nadie. ¿interrogando a todos los modelos?  eres una excusa de detective, mas aún, eres un maldito pervertido sin vergüenza alguna, ¿Trataste de acostarte con Sara Crispino? ¿Enserio? - rió fuertemente y yo abri los ojos como plato - Que jodido estas Otabek Altin. 

Cuando acabo su discurso, cuando acabo de decirme todo, por un segundo lo creí pero, hay unas fallas a lo que acaba de decir, y eso me tiene sonriendo como un idiota ahora mismo. Lo mire y el frunció el ceño al ver como encendí un cigarrillo y aspiraba un poco el humo para después soltarlo en su cara. 

- Si, tu historia concuerda con todo... - dije - Pero no la creo ni lo mas mínimo. La creería si no fueras tan idiota como para mencionar lo de Sara Crispino. El día de la fiesta tenían vigilancia contigo, en tu casa, donde te encontraste toda esa noche, y aunque tuvieras informantes de lo que sucedió, ¿Como es posible que no lo captáramos si todos tu teléfonos, el real y el falso que tienes fueron interceptados. La policía abandono tu casa a las 4 de la mañana y fueron a registrarte a las 10 de la mañana. Tiempo suficiente para que alguien te dijera que decir, como decirlo y a quien decirlo.... No voy a caer con esa mierda, tienes  una poca de oportunidad, dime. ¿Quién diablos esta haciendo los asesinatos? ¿Quién diablos mato a mi madre? 

- ... eres igual a tu jodida madre y tan idiota como tu padre. - frunció el ceño - ya te lo he dicho. 

- Preguntare de nuevo... ¿Quien diablos mato a mi madre? 

- ¡Yo lo hice imbécil! - grito mirándome desesperado. ¡Yo fui, yo lo hice maldición! 

- ... bien, me encargare de joderme al sujeto y después de tu "suicidio" en la cárcel, que tengas un buen día. 

Antes de salir escuchaba sus gritos, desesperados gritos implicando que el es el asesino, pero el no puede serlo. Mi madre como yo no somos idiotas, el tipo que hizo eso a mi madre debió ser alguien que mi madre le tenia la suficiente confianza como para bajar la guardia por unos instantes... esto es frustrante, frustrante... Estoy seguro que el asesino no es Emil Nekola pero no tengo ninguna evidencia que me diga lo contrario. ¿Que diablos se supone que haré? ¿Que diablos tengo que decir para que esta investigación siga? 

- ¿Beka? ... ¿Terminaste? - dice Yuri mirándome, al final del pasillo. 

- Yura... 

No puedo evitar correr con el y abrazarlo, vamos haz lo que siempre haces, siempre me tranquilizas ¿cierto? ahora es un buen jodido tiempo para que hagas eso y pueda pensar con la mente clara. Yura... rápido ayúdame. 

- ¡AHEM! - dijo Mila parada a un lado - ¿Terminaste los deberes Sexybek? - dijo con una sonrisa burlona y quería romperle la cara, aleje a Yuri de mi lado y giré los ojos expulsando humo y fumando sin parar el cigarrillo en mis labios - 

- ¿Ya salió Leo ? - dije y Yura me sostuvo de la mano, ah joder si esto es lo que quería, Plisetsky siempre tranquilizándome... Ah Yura...

- Están en las últimas preguntas pero ya vienen por Nekola para trasladarlo. - me miro - oye Otabek hay algo que tienes que saber... Escuche lo que dijo Nekola, más bien escuchamos -señalando a Yuri - y ambos tampoco creemos que esto haya terminado.

- Así es Beka, conozco a Emil desde hace años, es imposible que haga esto. Es uno de los empresarios más bondadosos , es como un gran algodón de azúcar. No tiene sentido.

- lo sé Yura, yo tampoco me lo creo, así que tendré que convencer a Leo de todo, pero necesitaré apoyo. Si logro que Leo hablé con Yakov y nos permita seguir en Milán investigando este caso podremos encontrar al verdadero asesino.

- ¿Yakov? - dijo Yura alzando las cejas -

- es nuestro jefe, trabajamos para el FBI pero nuestro departamento vino como apoyo en contra de la mafia que se estaba desatado aquí en Italia. Aunque fue en este momento en donde se desató el asesinato y amenazas así que también nos pusieron a trabajar. Si no logramos resolverlo, Leo nos regresará a Estados Unidos a trabajar con las redes de la mafia de nuevo. Esto quiere decir, que si Leo nos regresa yo no puedo usar mi placa aquí y prácticamente violaría la ley al estar interrogando y seguir casando a un asesino por invasión en la propiedad o de la intimidad personal... la cosa Yura, es que necesitamos el permiso de Leo - dije acariciándole el cabello y este se relajo sonriendo, puedo jurar que ronroneo, realmente es como un gato. 

- Y eso no es todo - dijo Mila cruzándose de brazos - Daddybek, si Leo da el caso por concluido con Yakov, ya no podre proteger a Isabella o a Jean, de nuevo estarán por su cuenta, si eso pasa, no sabria que hacer. 

- Carajo... - frote mi rostro en frustración, realmente esto se esta volviendo un maldito infierno - Okey, se supone que tenemos 2 semanas en Milan, nuestra tarea inicial era sacar datos de la mafia gracias a los policías infiltrados. Pero, se suscito lo del asesinato, cosa que nos quita deliberadamente tiempo, entonces... hay que comenzar a molestar a Leo por allí, fue su culpa al involucrarnos, nos tiene que dar mas tiempo aunque sea de estar aquí con las placas. Después lo convencemos de que Nekola no es el asesino... Conoce al asesino, o al menos creo que es amenazado por el asesino. 

- ¡ALGUNO DE USTEDES PODRÍA HABLAR CON ALGO DE COHERENCIA PARA UNA PERSONA NORMAL! - grito Yura enojado, Mila y yo lo miramos y resoplamos ante su reacción. 

- A ver amor, es simple, convencemos al americano moreno de seguir investigando, protegemos a los modelos, capturamos al asesino, Ota y yo volvemos felices a casa... y a demás, si nos ayudas a convencerlo, tienes mas probabilidades de estar a solas con este dios del sexo y que te de una buena cogida como suele hacerlo con todas las personas que conoce. 

- Hey - dije apagando mi cigarrillo en el cenicero - No me acuesto con quien sea... 

- ¿No? - dijo Mila cruzada de brazos - ¿Cuantas compañeras/compañeros has tenido? 

- Cinco, contándote a ti, seis

- ¿Con cuantos de ellos te has acostado? ... 

- ... eres una maldita soplona. - conteste y ambos, Mila y Yuri rieron tomándose el estomago. No era que me enorgulleciera acostarme con las personas, realmente no me siento como "Oh puedo poner a cualquiera a mis pies" sino lo siento mas como un grito desesperado de ayuda. 

Mientras sus risas seguían, al fin vi entrar a Leo quien hablaba por teléfono, supuse que con Yakov. Esperaba el momento para acercarme pero paso un grupo de policías con Emil en medio siendo llevado, de nuevo, mi mirada se cruzo con la de el y sus labios parecían moverse, no tengo idea de que acababa de decir, no lo escuche y no se leer labios. Antes de que pudiera acercarme, se esfumo con ese ejercito de policías. 

Al fin Leo quedo libre y pude acercarme para decirle todo lo que me había dicho Emil, cosas que no concordaban en absoluto con su declaración, era casi demasiado perfecta. Explique cada punto, lenta y precisamente para que pudiera entender cada detalle de lo que había observado, pero el rostro de Leo cada vez estaba mas cansado de escucharme. 

- Otabek, basta... 

- Leo enserio, has esto por el amor a todo lo jodidamente bendito, necesito que la investigación continué. 

- Tenemos medios internacionales fuera y a los políticos jodiéndonos el culo si no les entregamos al asesino. Esto se acabo Otabek, si sigues con la investigación Yakov nos quitara los permisos internacionales a todos y sancionaran a nuestro departamento a parte de ¡oh! quebrantar leyes internacionales. Mi trasero no es el que tiene que ser besado, ni el de Yakov, el trasero que tiene que ser besado Direzione Investigativa Antimafia ( Dirección de investigación Antimafia)  y ¿Sabes quien controla eso? lo controlan tres entidades ,  Carabinieri, Guardia di Finanza y Polizia di Stato (Armada de Carabineros, Guardia Financiera, Policía de estado ) y su respuesta a este caso fue "Ya que terminaron de distraerse con modelos, vuelvan a recolectar datos acerca del movimiento de mafia o les quitamos las placas de Italia" ... - Suspiro frustrado - a mi tampoco me gusta esto Otabek, no soy idiota, se que Nekola no puede ser el asesino. Pero esto es un asunto político ya, Nekola es un enorme empresario y tiene familia en diferentes ramas económicas y políticas, que decir del mundo de la farándula, si decimos algo mas, van a cortar cuellos. 

- Leo, vamos por favor tengo a mis amigos metidos en esto, no puedo ni ordenar que una patrulla los cuide si no tengo el permiso primero... por favor. 

- Perdona Otabek, imposible... y te voy a dejar una cosa en claro, si te veo siguiendo con el caso yo mismo te quito tu placa. 

Antes de que pudiera decirle que se metiera un palo por el culo a ver si así se le quitaba el mal humor, me cerro la puerta de su oficina en la cara. Por supuesto que estaba frustrado, pero al mismo tiempo sabia que tenia razón. Nunca lograré convencer a la policía en seguir con esto, menos cuando paso a ser un asunto político. Carajo... 

- Otabek... - dijo Yuri inclinándose frente a mi - ¿Que pasara ahora? 

- No lo se Yura... no lo se... 

Suspire apretando el manubrio, derrotado, sin esperanzas. Nunca me había sentido así de frustrado en el ámbito profesional, esto era un asco. No tenia nada, el asesino de mi madre esta allá fuera y para rematar, Yura, Isabella y Jean están en peligro. Esto se me fue de las manos, lo se, pero al menos eso significa que estábamos a un paso del asesino, si Nekola tuvo que decir eso supongo que alguien mucho mas poderoso que un empresario de ese nombre esta detrás de todo esto. Divaguemos un momento, si es verdad que mi madre se metió en asuntos que no le involucraban y fue matada de esa forma, esto solo quiere decir que mi madre... momento. ¿Porque llegue a Milan en primer lugar? 

Llegue aquí porque estaba siguiendo la pista de la mafia, estábamos a un paso de descubrir nombres y surgió el asesinato de Crispino, y no solo eso, cuando descubriríamos al asesino de Crispino se declaro culpable Nekola... Alguien mas poderoso que Nekola... una mafia. Esto va mas haya que un asesino en serie, es un asesino en serie que trabaja para un grupo de perros sin correa. Si puedo convencer de esta teoría, puede que la Investigación Antimafia me ayude. 

Aunque, ellos fueron los primeros que quisieron cerrar el caso, lo que me pone a pensar que hay alguien controlando a la Dirección.  Apreté mas mis puños sobre el volante, joder la frustración de estar tan cerca y tan lejos de algo me esta jodiendo de sobremanera. ¡Y yo sin un puto cigarrillo! carajo... 

- Beka - dijo Yura acariciando mi rostro - Deja de frustrarte tanto. Encontraremos algo para que no dejes el caso. 

- No es eso Yura, es el hecho de que estoy involucrado, mira, Las mafias siempre terminan el trabajo completo, si mi teoría, la que mencione antes de venir al auto es correcta, entonces eso significa que el asesino de todo esto me esta buscando para acabar el trabajo que no pudo terminar en Kazajistán. Su objetivo no es nadie de ustedes soy yo, me esta jodiendo cada paso de una manera magistral y no se como seguir con esto. Me cerro puertas y ventanas. 

- Entonces rompe paredes, Beka tienes la suficiente inteligencia para hacerlo. Mi familia y yo te apoyamos, mas yo. 

- ¿Tu familia? 

- Quieren agradecerte por cuidarme así que querían que te dijera que te invitan a cenar hoy. Cuando tengas que devolverme a casa... sabes, no entiendo mucho de lo que dices, o como es que todo esto paso de un asesinato, a un asesino en serie, a una mafia involucrada contigo, lo único que se que en el poco tiempo que te he conocido, se que eres el mejor jodido y triste detective, que puede con este caso. 

Mi sonrojo no pudo ser ocultado y me quería golpear el rostro cuando surgió, mi corazón estaba latiendo sin parar que pensé que estaba sufriendo una severa taquicardia, joder Yura, que diablos... ¿Como? Osea como puedes decir tantas cosas buenas y malas que lo único que provocas son estragos en mi. 

- ¿Que pasa si rompo la pared y hay una siguiente detrás, y otra, y otra, Yura no se si pueda con todo esto. - Dije recargando mi mejilla en su mano, era tan cálida que no quería que la retirará - Estoy cansado de todo esto, estoy frustrado, todo los males que puede haber los tengo y ahora esto es ... es la gota que derramo el vaso, no puedo seguir así. Lo único que me relaja es...

- ¿Jean? - dijo mirándome. 

No se porque, como, o desde cuando mi cuerpo reacciona solo, pero que dijera Jean me hizo sentir un pinchazo en el pecho. Jale su rostro hacia mi besandole mientras le quitaba un suspiro de sus labios. Yura tus labios son la mas pura y bendita de todas las perdiciones en las que puedo caer. 

- Tú... tú eres lo único que me relaja, me pones sereno. 

- Otabek... - dijo mirándome volviendo a los besos. 

Ambos habíamos llegando a un punto donde besar era la única acción permitida cada vez que estábamos juntos, carajo nunca pensé que pudiera ser capaz que una persona me consumiera tanto hasta quedar de rodillas ante sus pies. 

- Si te vas esta noche... significa que es un adiós a nosotros también... ¿No es así? 

- Así parece..

- Te debo la cogida de tu vida, ¿Vas a quererla o no? 

Yuri sonrió y ambos reímos en ese momento, pero el eso que me dio se sintió mas pasional que el anterior, su lengua reclamo como propia la mía y una sutil mordida al final confirmo lo obvio. 

- Follamé ya... 

- Que no se te noten tanto las ganas gatita - le sonreí y Yuri solo se mordió el labio en respuesta. 

Sonreí como idiota cuando vi a Yura pegándose discretamente mas a mi asiento, cuando ya no podíamos estar mas juntos debido al diseño del carro, el comenzó a deslizar su mano desde mi rodilla hasta mi pierna, un pinchazo de excitación recorrió mi cuerpo haciendo que cayera victima de mis deseos, mordí mi labio para suprimirlos un poco pero la mano de Yura se deslizo a mi entrepierna, comenzando a acariciar suavemente. Yura soltó un leve gemido, incitándome, mientras seguía frotando más y más, no pude evitar ponerme duro, de los gemidos que hacia Yura y de su mano acariciándome el miembro por encima de la ropa. 

En el primer alto lo mire y sonreí. 

- Si vas a estarte insinuando desde ahora, al menos has bien el trabajo - dije desabrochándome el pantalón - porque no pones tu boca a trabajar en lo que yo hago que mi coche nos lleve a mi departamento... 

- Que pervertido es detective, ¿Que tal si alguien lo nota? 

- Si alguien lo nota, que sepan que eres una puta mama pollas. - le sonreí y  escuche una risa salir de ese hermoso modelo para después arrepentirme cuando su mano me apretó las bolas sin compasión. - ¡AH JODER! 

- Recuerda algo Beka, aquí tu eres mi perra, no yo la tuya. - dijo y acto seguido se quito el cinturón, inclinándose en el asiento, bajándome los boxers - ahora trata de no sufrir un orgasmo en lo que llegamos, oh acabaremos estampandonos en una pared y sangre no es lo único que tendré en la cara. 

- Menos platica mas acción - dije y lo nalguee acelerando, soltó un jadeo y sonreí - aah.. así que te gusta que te nalgueen, interesante. 

- Cállate...

- Esto va a ser divertido... 

El ruso descubrió el miembro del kazajo lentamente, quería que el borde y la tela del bóxer hicieran estremecer al moreno, cuando sintió como el kazajo soltó un quejido, supo de sobremanera que lo había conseguido. Se sentía en el cielo de las pollas, había compartido cama con ya veinte hombres diferentes, de los cuales solo 3 fueron decisión mutua, los demás fueron diferente. Pero no era momento de pensar en eso, era momento de admirar el tamaño de ese pene, grande y grueso que hizo que su entrada palpitara. Sonrió, lo sabia, el kazajo iba a ser un manjar. 

Postro su lengua en la punta, lamiendo y empujando la glande y el kazajo se desvió un poco de su camino recto. 

- Conduce bien idiota...

- Hey, pensé que un poco de adrenalina ayudaría gatito. 

El ruso sonrió ante tal respuesta, le encantaba la actitud de Otabek, era diferente, el no lo trataba como un supermodelo, o como una persona, lo trataba como creía que debía tratarse a la gente, y Otabek Altin era pésimo en eso. 

Siguió lamiendo la punta y se deslizo a lo largo del miembro del moreno, su lengua buscaba mas, así que jalo el bóxer aún mas abajo hasta llegar a los testículos, lamiendo y chupando. La lengua de Plisetsky era cálida y húmeda, el kazajo estaba imaginándose, que si así es su lengua, no se imagina ni su boca, y en todo caso, su trasero debe ser aun mas delicioso. Antes de que pudiera reaccionar, el rubio metió el miembro a su boca, chupando hasta la mitad, apretando los labios y disfrutando el sabor del hombre que se la pasaba fumando cigarrillos todo el tiempo. 

Altin jadeo y vio borrosa la carretera, el rubio sabia donde apoyar su lengua, como chupar un pene y no solo eso, sabia exactamente que puntos. Soltaba gemidos cada chupada, algunos ahogados, otros era imposible reprimirlos, el rubio no solo chupaba, sino que sus manos masajeaban la parte que no entraba a su boca, sus dedos se deslizaban a sus pelotas, frotándolas y a veces esa boca traviesa bajaba para llenarse de ellas. 

Estaba siendo asesinado por una brutal mamada pero tenia que mantener la compostura. Si dañaba su amado coche acabaría llorando, así que como pudo, llego al siguiente semáforo. Fue difícil mantener la compostura con el auto que daba a la izquierda, había un tipo escuchando música y tenia miedo que volteara y viera al rubio inclinado dándole una muy buena mamada, rió un poco para si  y con la mano, que por momento tenia libre, sujeto el cabello del rubio impulsándolo suavemente, no querían que notaran el movimiento, pero tampoco se iba a privar del privilegio que es hacer a Yuri Plisetsky su puta personal en su coche. 

El rubio sintió esto en las venas, Altin de nuevo estaba tratando de bajarle los humos, así que como buen niño travieso que es, saco su miembro de su boca y recargo su cabeza en la pierna de Otabek para llamarle la atención, cuando los ojos chocolate se postraron en el, rápidamente el rubio metió de nuevo el miembro del kazajo a su boca, apretando los labios y masajeandole las bolas suavemente. El kazajo soltó un gemido alto al ver como las mejillas del rubio se inflaban con su miembro que entraba y salia deliberadamente de el. 

A su derecha escucho un "OH my god..." casi en un susurro y volteo para encontrarse a un par de chicas en una camioneta que lo miraban, el kazajo no entro en pánico, simplemente tomo de nuevo el cabello del rubio con mas fuerza y embistió su boca haciendo que este otro se atragantara. Miro a las chicas y un guiño les lanzo para seguir avanzando con la luz ya en verde. 

- ¡Cough! no hagas eso idiota, se fue a toda mi garganta... 

- Y debo decir que lo tomaste como todo un campeón - jadeo - continua 

Y de nuevo allí estaba, esa palmada algo fuerte en sus glúteos y el rubio alzo el trasero siguiendo chupando ese delicioso miembro que lo traía loco. Le encantaba lo dominante que era Otabek con el, y le encantaba igual dominar a este sujeto que se atrevía a sin fin de veces pasarse de listo con el. 

Siguió chupando, ahora aumentando la velocidad, aprovechando en acariciar el trabajado y duro abdomen del moreno, en donde ya se imaginaba acostado sobre el, gimiendo sin parar mientras es tomado por aquel detective. Otabek cambio de velocidad acelerando, al parecer no era el único que estaba muerto de ganas por llegar, cuanto mas aceleraba Altin, mas rápido chupaba Plisetsky. 

-  hngggg joder... Yura... 

Eso se sintió como una victoria total, el kazajo ya estaba gimiendo de tal forma y el era el que lo provocaba, se sintió en el cielo y ganador rotundo de este ejemplar de macho que se había conseguido.  

Antes de que pudiera apretar más sus labios y lengua en su miembro el kazajo entro en el estacionamiento de ese edificio.  Una sonrisa de satisfacción le recorrió cuando el moreno freno y se encontraba jadeando y con algunas gotas de sudor en la frente, se sentía aún más excitado al verlo, tuvo que alejarse un poco para notar lo sexy que era.

Su playera estaba levantada a medio abdomen, su miembro duro estaba parado como si de un tronco se hablara y ese hermoso hombre estaba en un carro super sexy volteando a verlo, y no solo eso, le dedico una sonrisa llena de lujuria.

- subamos rápido -dijo guardando su miembro de nuevo en sus pantalones. El rubio hizo un mini puchero, por una parte quería que ese miembro siguiera fuera y mostrarle a todos el pedazo de gloria que se iba a comer ahora.

- Yes daddy -contesto saliendo del auto tomando la mano del kazajo y este le miraba con una sonrisa de satisfacción. - oh... Alguien ha caído con un daddy kink.

- Me encanta cuando tú me dices daddy, porque lo soy y te haré gritarlo todo este rato -respondió y el rubio se había mojado con solo eso.

- Yes daddy - contesto frotando sus propias piernas uno contra la otra, no podía evitar la excitación que el moreno había provocado en el. Quería rápido desnudarse y ser tomado, pero, no sin antes, Darle una lección a su nuevo Daddy. 

Ambos no pudieron resistirse a la tentación de besarse en el elevador, frotando lentamente sus cuerpos mientras subían cada piso. El miembro de Otabek seguía listo para tomar al ruso, y este tenia una leve curiosidad de como gemiría el kazajo. Siguieron los besos hasta que las puertas se abrieron y el moreno jalo al rubio  rápido, entrando y cerrando en un movimiento para cargarlo en sus brazos y llevarlo directo a su cama. 

Con desesperación el kazajo retiro las ropas del modelo, era como un niño abriendo un regalo de navidad, sin descanso lo dejo en ropa interior para apreciar lo hermoso que es por un momento. Su piel pálida, pezones rozados, cuerpo irresistible. Si, definitivamente le encantaba ese cuerpo, era como tomar a una mujer y un hombre al mismo tiempo, tenia todo lo que le gustaba de una mujer y todo lo que adoraba de un hombre, Yuri Plisetsky era su fantasía sexual en completo. 

- ¿Que pasa? 

- Eres hermoso - contesto robandole otro beso de la boca - eres muy hermoso. 

- ¿Ya vas a tomarme? 

- Si, pero - se quedaron mirando unos momentos, esmeralda y chocolate miraron ante la lujuria, pero solo por un segundo, el kazajo sintió que estaba viendo diamantes  reflejados en los ojos del rubio. - Eres hermoso Yuri. 

Dijo y antes de que la respuesta del rubio saliera de su boca, el kazajo se deslizo a sus boxers, mordiéndolos y quitandolos con su boca por las piernas del ruso. Este ultimo jadeo excitado de ver tal momento erótico, el kazajo nunca aparto la mirada de el y eso le encendía fuego en las venas, ya lo quería tocándolo, quería el tocarlo, quería que se tocaran hasta que no hubiera saciedad de nada. 

El kazajo al quitarlos por completo, beso sus pies para deslizarse a sus muslos, no sin antes dejar un par de mordidas que hicieron al rubio estremecerse. "Hnn beka..." 

Otabek empezaba a adorar ese apodo, en la voz y labios del rubio sonaba como cantos angelicales.  Tomo el miembro duro del rubio y lo sintió temblar, una sonrisa cínica salio del moreno para comenzar a lamer la glande en círculos suavemente. Entre los gemidos ahogados que lanzaba su pareja, el kazajo chupaba suavemente cada vez mas, metiendolo por completo a su boca, oh claro que Otabek Altin podría hacer deep throat, si se trataba de complacer a alguien mas era el maestro. 

- ¡AAH! - grito el rubio sosteniéndose del cabello del kazajo mientras este seguía con su vaivén de movimientos, arriba y abajo, círculos, lamidas, frotando las bolas, era esas series de cosas que habían dejado a Plisetsky con una mente en blanco, gimiendo sin parar. 

- Abre el cajón a tu derecha - dijo el moreno mientras seguía lamiendo a lo largo del falo del rubio, comenzando, de manera traviesa, a acariciarle la entrada suavemente en círculos, sintiendo como esta comenzaba a palpitar sin parar. 

Yuri hizo caso pero no pudo pasar de abrir el cajón sin antes empujar el rostro del moreno para meterla al fondo de su garganta de golpe y correrse haciendo toser al contrario. El kazajo se separo de el, molesto tomando al rubio por el cuello y este gimió de gusto. Otabek Altin estaba chorreando su leche por la barbilla y algo le escurría por la ceja izquierda, y eso era tan glorioso que no pudo evitar sonreír. 

- Te quedan bien los faciales - dijo y el otro metió las manos en aquel cajón sacando lubricante y condones. Con la mano limpio el semen de Plisetsky y le alzo el trasero, arqueandolo y poniendo las piernas del rubio sobre sus hombros. 

- A ti te queda mas estar abierto y callado mientras hago esto - contesto poniendo la punta del lubricante en la entrada del menor y apretándola para que se llenara por completo. Yuri gimió por la sensación temblando, "S-se Gentil" dijo, pero el moreno solo sonrió, "A ti no te gusta gentil gatita"  y acto seguido un par de dedos se introdujeron dentro del rubio haciéndolo gritar de placer y dolor. 

Los dedos de Otabek se movían magistralmente, abriéndose como tijeras a veces, acariciando los lugares, era como un cazador buscando la mejor área para atrapar a un tigre salvaje, y para ser sincero consigo mismo, lo estaba haciendo genial. No podía evitar gemir y estremecerse cada vez que esos dedos entraban y salían, cuando ingreso uno nuevo estaba ya hecho un desastre mordiendo la almohada lagrimeando. 

El kazajo noto eso y decidió hacer gemir un poco mas a su adorado gatito, toco su próstata y el rubio parecía que le habían encendido el interruptor de gemidos, se retorcía poco a poco gimiendo y jalando las sabanas al punto donde el miembro del kazajo comenzaba a palpitar de excitación, esa fue una señal para que comenzara con su verdadero trabajo. 

Bajo las piernas de Plisetsky para tomar un condón y proceder a colocárselo pero una mano lo detuvo. 

- Si va a ser mi ultima vez contigo - jadeo - te quiero entero. 

- Me he acostado con muchas personas y tu también... ¿Enserio quieres esto? 

- ¿Te has acostado con algunas de ellas sin condón? 

- No. 

- Yo tampoco, solo tu, te quiero a ti entero... 

- Vale. 

Altin se posiciono entre las piernas del rubio uniendo de nuevo su miradas, sus manos se movieron solas y acaricio el rostro del menor, le encantaba, su corazón estaba como loco pero se sentía tan tranquilo al mismo tiempo, ¿Que era este sentimiento? No era un lugar especial, o un momento especial, ni siquiera era de noche, ni siquiera se había vestido, o había tenido una genial cita... ¿Era Plisetsky quien le provocaba esto? Le provocaba calidez a su corazón, tranquilidad a su mente, ¿Era Yuri quien causaba cada cosa? Si esto era así, eso significaba que el ya había caído completamente ante el sin darse cuenta... ¿Se pueden amar a dos personas? ... ¿Se puede amar a alguien tan rápido? ... esa pregunta reboto en su cabeza en los segundos que sus miradas cruzaron. 

Puede ser que si, pero ahora no era el momento de pensarlo... 

El kazajo abrió paso entre la entrada el rubio, metiéndose tras una embestida la mitad y este le rasguño toda la espalda del dolor que le había causado. Jadeante Plisetsky se abrazo de él por el cuello y con las piernas le incitaba a seguir. Cuando tuvo la luz verde, el moreno siguió deslizándose dentro hasta conseguir meterlo por completo. El rubio jadeaba entre cortado en el oído del moreno. Le costaba acostumbrarse al tamaño, se sentía completamente lleno y tenia miedo de que no pudiera conseguirlo. 

Altin pudo sentir esto del rubio y lo mejor en este momento es desatar de nuevo ese lado de lujuria de Plisetsky, así que tomo ambos brazos a cada lado del rostro del menor y comenzó a besarle tan apasionadamente que sintió temblar a su contrario de placer. Gimoteaba con los besos y es allí cuando el Kazajo comenzó a moverse, sin piedad, golpeando los puntos exactos que había encontrado anteriormente en el rubio. 

- ¡AH! ¡OTABEK AH! ¡DADDY! 

La voz de Yuri no seseaba, las embestidas del kazajo eran firmes e interminables, en ningún momento su energía disminuía o la fuerza de esta cesaba. Sentía que su cadera desaparecería en cualquier momento, pero el placer y su voz solo aumentaban, gritaba mas fuerte  y sintió desde su sexo hasta su cabeza como un rayo de electricidad cruzando completamente para al final acabando arqueándose por completo, corriéndose, manchando su propio abdomen y pecho, soltando un enorme grito que acabo en jadeos mientras rompía las sabanas de tanto aferrarse a ellas. 

Entre jadeos y  jadeos se escucho una leve risa del kazajo, quien capto su atención y el rubio, apenas consciente le miraba. 

- ¿De que... te ríes... idiota? 

- Apenas comenzamos gatito y ya te corriste dos veces... - sonrió cambiándolo de posición poniéndolo en cuatro, alzándole ese trasero y dándole una certera y dura nalgada que le dejo la marca enrojecida de la mano del kazajo - dije que te daría la cogida de tu vida y eso es exactamente lo que voy hacer. 

El rubio cayo por completo en una sumisión absoluta, inclinándose mas pegando su trasero contra el, no le importaba si el kazajo disfrutaba destruir su dignidad, el estaba allí para ser la perra de el si eso quería. 

- Yes Daddy... 

El rubio apenas podía caminar, cuando comenzaron era la una de la tarde, ahora ya las 8 de la noche, apenas podía moverse, el kazajo se encargo de destruir su ano y dejar un hoyo en su lugar, no sabe como había logrado vestirse por si mismo. Estaba recargado en la barra de la cocina del moreno porque sentarse era algo que no podía hacer ahora, no solo porque su ano estaba dañado, sino que las nalgadas del kazajo habían dejado enormes moretones, el agarre de sus caderas también, estaba lleno de chupetones y mordidas por todo el cuerpo, realmente en este momento estaba rogando para que su padre no lo pusiera a modelar al menos en unas 3 semanas. 

- ¿Listo? - dijo Altin, en la puerta del departamento, acababa de bajar sus maletas y se veía jodidamente bien en su traje, recién bañado, tan refrescado y de buen humor, el rubio definitivamente maldijo a su compañero

- No puedo caminar bien - contesto apenado - Ayúdame. 

- uf... okey vale vamos. - dijo y acto seguido el moreno lo tomo en brazos saliendo de allí. - Te dije que no fuéramos a la jodida cena de tus padres, pero seguiste insistiendo, así que ahora no puedo negarme Yura. 

- No pensé que me dejaras así - contesto el rubio recargándose en el pecho de ese hermoso ejemplar de macho que se había conseguido y se había encargado de hacerlo disfrutar tanto como el. 

- Yo tampoco, pero cuando gimes algo se desata en mi - contesto para al final llegar a su auto y manejar a la mansión Nikiforov. 

La cena no fue tanto un dolor en el culo como pensé, Nikiforov y Katsuki estaban jodidamente de buen humor, y ninguno de los dos noto el rostro y el caminando raro de su hijo. O si lo notaron, parecía que no les había dado importancia alguna. En realidad fue una cena agradable, Viktor menciono que irían al Fashion Week en Nueva York con sus modelos y que estarían allá un tiempo, Plisetsky y yo cruzamos miradas, al parecer nos podríamos ver un poco mas... 

Katsuki se la paso agradeciéndome en todo momento, su pequeño Yuri estaba sano y salvo y al parecer yo era la causa de eso. Sonreí un poco para mi, "si esta todo bien, menos su culo, pero de alli en fuera creo que hice un buen trabajo" pensé siguiendo con la comida. 

Nikiforov era una persona intimidante pero jodidamente extravagante y algo boba, su forma de ser naturalmente, contrastaba demasiado con la imagen que se había formado. Por ejemplo, le encantaba estar diciendo "YUUUURIII" todo el tiempo para llamar a su esposo, su sonrisa de corazón era incomparable y reía y disfrutaba demasiado de su hijo, principalmente de su esposo. Por otro lado, Katsuki era un pan de dios, pero jodidamente sensual cuando quería, amaba a su esposo completamente y cuidaba a Yuri mas que nada, incluso cuando el rubio se cansaba de estos cuidados, Katsuki no cesaba de darlos. 

Eran realmente una familia, y me sentí nostálgico por un momento, extrañaba la mía. Extrañaba sentarme en la mesa con mamá y papá mientras nos preguntaban nuestro día, extrañaba que Jean contará un sin fin de cosas graciosas que habían pasado y que papá siguiera el juego, extrañaba las caricias en mi cabello de mamá... extrañaba a mi familia, era claro. Supongo que era normal cuando veías a una familia feliz como la que yo estaba presenciando. 

Entonces en ese momento me di cuenta que no podría romper eso, no podría arruinarles esa sonrisa diciendo que había aun un asesino allá afuera, y que, por si fuera poco, no sabia o no estaba seguro, cual seria su siguiente golpe. 

La cena concluyo, estreche la mano e Nikiforov que se veía satisfecho conmigo, me sonrió y me dio un leve abrazo susurrándome "Gracias por todo" en mi oído, el ruso estaba feliz, eso era lo único que reflejaba. Asentí y camine con Yura y Yuuri a las puertas. 

- Señor Altin - dijo el japonés mirándome - Gracias por todo, no tiene idea de cuanto le agradezco cuidar a mi hijo. 

- Descuide señor Katsuki, fue un placer - "literal" quería concluir pero solo arruinaría el bello momento que había compartido con la familia Nikiforov. 

- Muchas gracias - sonrió dándome una leve reverencia y dejándome a mi con Yura. 

Nuestras miradas se volvieron a juntar y Yura se abrazo de mi para culminar con besarnos, nos encantaba besarnos, esto era lo que mas iba a extrañar, sentir el cuerpo de Yuri Plisetsky pegado al mio, comiéndonos a besos. 

- ¿Enserio esto es un adiós para nosotros? - dijo mirándome con ojos llorosos - ¿Pensaste lo que te dije? 

- Lo hice... pero realmente si tengo un asesino aún detrás, no quiero que vea que tu eres una debilidad. - agache la cabeza - si algo te pasara por mi culpa no podría soportarlo asi que tengo que dejarte ahora... lo lamento Yura. 

- Entiendo - contesto dándome un leve golpe en la frente - soy adicto a ti Otabek Altin - me abrazo de nuevo dándome un tierno beso en la mejilla - perdona por esto, pero tengo que decirlo... Estoy enamorado de ti. 

Culmino y sentí mi corazón apretarse en mi pecho, antes de que pudiera responder a eso, Plisetsky dio la media vuelta y entro a su casa, cerrando la puerta. Me quede mirando esa puerta de caoba y seguí después al mayordomo a la salida principal. Ya en la calle la lluvia comenzó y sentí que había perdido a Plisetsky para toda mi vida, y ahora ni siquiera recordaba lo que era respirar. 

Yuuri Katsuki entro en un conjunto de lencería a la oficina de su esposo, como siempre, contoneaba las caderas entrando, sus medias negras y ese par de bragas con transparencia en la parte de los glúteos hacia que Nikiforov perdiera por completo la cabeza, y en este caso no era la excepción. En el momento que Nikiforov vio a su amado esposo, dejo la computadora y se levanto, encerrándolo contra una pared, apresándolo con sus brazos a cada lado en lo que Katsuki amarraba una correa de tela negra al rededor del peliplata, jalándolo para besarle. 



No tardo mucho para que el japonés jalara al ruso a su propio escritorio, y este mismo se inclinara en el. Sabia como controlarlo, sabia como hacer que aquel supermodelo cayera a sus pies rendido, y eso fue exactamente lo que paso. La parte de transparencias fueron rasgadas y las manos de Nikiforov separaron las nalgas del japonés para comenzar al lamer su entrada deliciosamente como su de un helado se tratara. 

Yuri Plisetsky estaba caminando muy lento a su habitación, su cadera lo estaba matando y aunque se había sacado todo el semen del kazajo cuando tomo la ducha con el, no podía evitar sentirse lleno y con molestias. Aún así, deseaba tener a aquel moreno de nuevo tomándolo, abrazándolo como aquella noche, sintiéndose seguro entre sus brazos. Joder lo deseaba. 

La luz de la oficina de su padre aún estaba encendida, al menos quería decirle buenas noches y quería hablarle de Otabek, de lo que estaba sintiendo por el, de que tan confundido se sentía, que lo perdonara por acabar enamorándose de un policía si eso no le agradaba a su padre, quería decirle todo, quería tener algo de apoyo, y el problema no era su madre, sabia que a el le podría decir cualquier cosa y lo apoyaría, pero Viktor, con Viktor era diferente, era super protector con el, nunca le había contado lo que esos empresarios y diseñadores le habían hecho pasar, le hizo creer a su padre que todos esos contratos los había conseguido solo por talento... tenia que decirlo, tenia que explicar todo, quería sentir los brazos de su padre a su alrededor diciéndole que todo estaría bien. Incluso cuando eso golpearía en su orgullo, pero aún así quería decirle y aun mas importante. 

Quería decirle que aún había un asesino haya fuera y tenían que ser cuidadosos. 

Pero sus planes cambiaron de golpe, cuando por la rendija de una puerta mal cerrada vio como su padre embestía duro y rápido a Yuuri Katsuki que gemía sin parar en el escritorio tirando cosas, ver a sus padres hacerlo era traumatisante, pero para el le resulto de alguna manera excitante, ver a Viktor dominar a Katsuki era jodidamente excitante a tal punto que se imagino siendo sometido en el escritorio, pero no por Viktor, sino por cierto moreno que ha esta hora, las 10 de la noche, debería estar en esa cama recostado, intentando dormir. 

Esa fue la gota que derramo el vaso. 

Saco fuerzas de quien sabe donde, y corrió a una de las cocheras sacando uno de los autos, se puso un asiento para alguien que sufre hemorroides y rápidamente condujo por las carreteras, no había nada mas allí, solo quería llegar y que el kazajo lo sostuviera, lo cuidara como su padres se cuidaran, le amara como sus padres se amaban, quería llegar y mandar al carajo todo, su carrera, su nombre, su vida, todo lo mandaría al carajo si eso le permitía disfrutar por un segundo mas el cuerpo del kazajo. Era adicto a Otabek Altin, lo sabia, y a este punto era imposible despegarse de el. 

Cuando logro llegar a la puerta del kazajo toco desesperado para que le abriera ese hombre con el que había soñado toda su vida, el no era un príncipe, eso no, era un tipo que le hacia caer en la locura y eso lo tenia encantado. Por su parte, el kazajo lo miro sorprendido, tenia al rubio lagrimeando en su puerta, ¿Que había pasado? ¿Que estaba pasando? su corazón se estrujo cuando lo vio de esa forma y lo tomo en brazos besándolo, cerrando la puerta. 

- ¿Que haces aquí? - pregunto, casi como un susurro llevándolo a la cama. 

- Ya no puedo estar lejos, lo lamento.. no puedo. - contesto abrazándose de el, aferrándose con las fuerzas que le quedaban. 

- No lo hagas entonces 

Contesto el kazajo, envuelto en la emoción del momento, no dejaría ir al rubio para nada, eso se dijo, aunque se fuera arrepentir al siguiente día. 

A la mañana siguiente, me había levantado después de tener algo de sexo con Yura, un poco de lazy sex en la mañana porque el ruso no tenia llenadera. Realmente eramos adictos al sexo. Prepare el mejor desayuno lleno de energías para que Yura se recuperada de la noche y el día anterior, no quería que nada malo le pasara, y la verdad quería llevarlo a una revisión con el medico, no creo que sea bueno tener tanto sexo. Me preocupa su salud.

Sentí unos brazos al rededor de mi cintura y una cabeza recargada en mi hombro que pronto se hundió en mi cuello. 

- Yura, ya he acabado el desayuno, vamos come. 

- Beka,comeré pero primero dámelo de nuevo... - dijo pegando sus caderas a mi, era obvio que sentía ese miembro duro pegado a mi trasero y no pude evitar sentir excitación, diablos...  

- No Yura, come primero - dije pero ya me encontraba mordiéndome el labio, ¿En que me he convertido? 

- Solo un poco... cinco minutos dentro y comeré sin parar. 

No pude evitar no caer, cuando me di cuenta ya tenia a Yura inclinado en el sofá mientras lo penetraba duro y sin parar, aumentando la velocidad, ambos nos encontrábamos en éxtasis, pero para mi mala suerte como siempre, Mi puerta se abrió de golpe y las personas que estaban enfrente eran nada mas y nada menos que Viktor Nikiforov y Yuuri Katsuki. Mis caderas se movían solas y los gemidos de Yura no paraban incluso enfrente de su familia. 

- Hnggg beka!!! - gimió para al fin ver realmente quien estaba frente a el. - ¡отец!

La mirada de Katsuki estaba llena de un sonrojo total  pero igual de miedo al ver a su esposo, quien su única expresión era estar serio mirándome directamente a mi. Katsuki tomo a Viktor queriéndolo sacar pero un empujón de parte del ruso, lanzo a su esposo contra la pared azotandolo, eso solo me indico que ni Katsuki lograría detener a Nikiforov ahora. 

Sentí miedo pero este sonrió al ver mi expresión, se quito su saco dejándolo recargado en uno de mis muebles y se sentó enfrente de donde nos encontrábamos, Yura desnudo de la cintura para abajo y yo sin camisa con los pantalones un poco bajados para poder tomarlo. El ruso sonrió mientras Katsuki volvía a ponerse de pie después de azotar contra la pared.

- Padre yo... - dijo Plisetsky antes de ser callado.

- Cierra la puta boca Yuri - contesto Nikiforov tomando un cigarrillo, encendiéndolo y  soltando humo, aflojando su corbata, allí fue cuando note un leve inicio de un tatuaje, un tatuaje que conocía jodiadamente bien, la tormenta blanca, el grupo de mafia de... oh joder...  - Altin recuerdo haberte especificado no tocar a mi hijo. 

- Yo... - estaba nervioso, mi arma seguía en mi habitación, estaba desprotegido y por la mirada de miedo de Katsuki y de Plisetsky, seria imposible hacer algo ahora y que ellos reaccionaran. 

- Sigan. - dijo mirándonos - Sigan follando, mi hijo ya esta en éxtasis, sigue follándotelo. 

Los tres, el japones el ruso y yo nos quedamos como hielo ante tal cosa, sabíamos que no estaba jugando, sabia que era hombre muerto...

Maldición.... 



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¡WAAAH!

Este capitulo es jodidamente largo así que decidí dividirlo a la mitad. La razón de que el titulo este en mayúsculas es porque esta parte y la que siguen tienen demasiada información y son muy importantes todo de lo que se habla aquí. 

Di un poco de jjbek, otayuri y viktuuri, espero eso satisfaga su necesidad de hard que les debía haha xd

La próxima parte no creo tardar en sacarla así que estén atentas chicas

Espero que vieran mi mini referencia a Pulp Fiction haha xd 

¡De nuevo muchas gracias por sus estrellas y comentarios, eso me anima a seguir con la historia!

y pregunta, ¿Alguien sabe de que van los premios Rising Authors Awards 2017? quería meter Entropy a ese concurso pero no se si se pueda porque no esta acabada haha... 

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