The Kitten...





Solté un suspiro, realmente necesitaba un cigarrillo a estas alturas. Había pasado de un secuestro a un caso de homicidio y posiblemente estábamos hablando de un asesino en serie. Tenia que ver la escena del crimen para encontrar patrones y que me dieran una pista de que clase de sujeto es con el que estoy tratando, pero ahora, tengo a tres bellezas mirándome y la verdad no me gusta nada. 

- Señor Katsuki, no salga de su casa, nadie salga hasta que vuelva, mandare a amigos cercanos en los que confió para que vigilen la casa... estos son los únicos policías en los que pueden confiar.  

- C-claro pe...

- Señor Nikiforov, - dije interrumpiendo antes de que el japonés pudiera decir algo -  le recomiendo que no hable con nadie hoy y se asegure de recolectar información de cada uno de sus modelos. Necesito direcciones, números, todo lo que me pueda brindar de los modelos a los que se les entrego esa rosa blanca, al igual que de sus cercanos a esos modelos -  Jale el brazo de mi ahora dolor en el culo y saque mi pluma escribiendo mi numero y mi correo - Mande la información aquí. 

- Oye imbécil que te pasa al rayar mi piel con tu tinta barata -dijo el rubio, ah joder tantas ganas tengo ahora de verlo derrotado,pero no era el momento. 

- Mira dolor en el culo, ese numero úsalo por cualquier estupidez extraña que veas en lo que no estoy, vendré de inmediato, no se lo des a nadie mas y si aprecias tu cara te aconsejaría que no salgas para nada de aquí en lo que vuelvo. 

- Señor Altin... - dijo el Japonés y me frustre. 

- ¡¿Qué?! - dije y me di cuenta que levante la voz - disculpe... ¿Que sucede? 

- ¿Porque nos esta diciendo todo esto ahora? - dijo mirándome con preocupación. 

- Encontraron a Crispino... lo lamento señor Katsuki, esta muerto. 

Me retire de allí no sin antes ver los rostros de esos tipos con miedo, sorpresa y tristeza en ellos, no tengo tiempo para dar frases que los ayuden a superar esta perdida, tengo que ir antes de que el estúpido forense haga algo y me arruine los detalles.... detalles, detalles, detalles, joder me estoy sintiendo de nuevo en la escuela, esa obsesión que tenían de mi. ¡Eres un mentalista!... no idiota, solo soy alguien que observa realmente los detalles, cosas desapercibidas, cosas que el ojo humano no percibe fácilmente, incluso el viento es un detalle, lo que hay alrededor, todo... 

Llegué y al estacionarme vi a Mila, ella se acerco a mi, contoneando las caderas y se recargo en mi cofre cuando me baje del auto. Volteo a verme y yo gire los ojos poniéndome los lentes de sol. Me acerque a ella y una suave sonrisa paso por nosotros, jale sus caderas, reclamándolas como mías y puse un cigarrillo en su boca. Encendí un cigarrillo para esa hermosa pelirroja y esta sonrió tomando una buena bocanada de el. 

- ¿Que paso? 

- Lo encontraron los basureros. El olor es terrible así que se dieron cuenta, pero creo que se dieron mas cuenta cuando abrieron esa hermosa maleta incrustada de preciosas perlas. - dijo y suspire - Sexybek, te esta esperando De la Iglesia, así que corre. 

- Ah dios, acabo de salir de un dolor en el culo para meterme en otro - la mire soltándola - ve a la mansión Nikiforov, lleva a los chicos y quédate allí hasta que vuelva. 

- ¿Que? - me miro frunciendo el ceño - Ni lo pienses...

- Hazlo y saliendo de allí voy directo contigo a la cama, ¿Eso quieres no? - la mire y me di la vuelta. Sabia que una enorme sonrisa de Mila se formaba cuando entraba su propio coche y se alejaba de allí. 

Me acerque y el estúpido de Leo ya estaba esperándome de brazos cruzados. Salude rápido y me metí debajo de los cintillos, mire ese paisaje de muerte. La maleta estaba abierta en el suelo, con el cuerpo destrozado de Crispino, la razón por la que sabemos que es Crispino es por la cabeza. Mire al rededor, si, había rastro de sangre al momento de sacar la maleta, pero, ¿Porque no había un rastro al dejarla? No había sentido en ello. Supongamos de que lo mataron en este callejón. Definitivamente no lo destrozaron aquí... no no, no digas cosas así Otabek, es obvio que no lo mataron y destrozaron aquí. No hay ninguna evidencia.... a menos que...

- Celestino - dije y el hombre me vio marcando las evidencias - ¿Puedes buscar en la basura? 

- ¿Que? ... Dios Altin de nuevo andas de loco. 

- No enserio, busca una bolsa de basura que no este pesada, que parezca que tenga solo plástico dentro. Botellas vacías etc. 

- Agh, odio a los detectives .. - dijo el viejo quejándose y sacando bolsas hasta que saco una con cuidado. La abrió y efectivamente había botellas. 

- Heh... perfecto. 

Busque y había cloro, había bolsas con una extraña sustancia... oh Peróxido de sodio, una brocha grande,  y ah lo mejor, una enorme hule lleno de sangre. Sonreí a mi mismo pero tan pronto tome ese plástico en mis manos regrese a cierto lugar del que trato de huir. Me encontraba de nuevo, caminando por ese pasillo mientras una luz roja parpadeaba y el sonido de mi camión de bomberos sonaba. Tragaba seco mientras mis pequeños pies avanzaban con miedo al comedor, sentía mi cuerpo temblar y mis ojos abriéndose mas, pero logre llegar al fin... solo para encontrar los restos de mi madre esparcidos por todo el piso... 

- ¿Altin? ... - dijo Celestino tomando mi hombro y desperté de golpe, le mire por unos segundos y sacudí mi cabeza, dios... necesito irme, quiero ir con Mila, quiero que me sostenga en sus brazos quiero hacerle el... no no no. De nuevo esto... 

- Lo mataron aquí, lo explicaré. - dije al fin, tratando de sacar a mi mente de su acto desesperado por afecto. 

- ¿Altin seguro que estas bien? deberías...

- Usaron este hule esparcido durante el callejón, calculo que aproximadamente a las tres de la mañana, dado que es el horario donde menos personas hay en la calle, a demás eligió un callejón con dos edificios sin ventanas hacia el. Son edificios recientemente construidos de oficinas, sabia que nadie estaría aquí. Estiro el plástico y descuartizo a Crispino aquí, tomo la propia maleta de Crispino y lo metió dentro. Lo arrojo al basurero, recogió el hule, limpio las gotas de sangre que quedaban del concreto. Se debió ir aproximadamente antes de las 5 de la mañana dado que esta calle da a la avenida principal, así que no tenia tiempo de quedarse. También quiero decir que seguramente Crispino ya estaba muerto cuando lo trajo aquí, y seguramente era alguien que lo conocía bien o alguien muy cercano.

- Altin,¿Tienes alguna idea de quien? - dijo Leo mirándome - O solo estas inventándote historias para que queden. 

- A diferencia de ti, mis historias concuerdan y por eso soy reconocido - conteste sonriendole - Estoy en eso, pero tengo que conocer mas de este mundo de modelos antes de comenzar con sospechas aunque... 

- ¿Que? 

- Viktor Nikiforov. - dije y lo mire - Hay que tenerlo vigilado de cerca... 

Encendí un cigarrillo mientras iba de regreso a esa mansión, mi cabeza me estaba matando. Incluso si todo lo que dije fue correcto, aun así no tenia idea de quien pudo haberlo hecho. ¿Hay algo que no note? puede, me distraje de nuevo recordando mi pasado, puede que haya algo que pase desapercibido, pero lo sabre cuando me manden las fotos. No puedo decirle a Leo que Nikiforov me contrato aparte para esto. Porque eso solo pondría en guardia a ambos y no quiero ocasionar una pelea de egos... Ah dios, esto se esta volviendo frustrante de nuevo. 

Cerré mis ojos y lo único que pude recordar era el rostro de ese rubio mirándome con esas esmeraldas, enojo... su mirada decía eso pero, creo que es la mirada mas sincera que he visto en un tiempo, definitivamente ese pedazo de hermosura tenia algo para cautivar, no era exactamente su belleza en general, era esa sinceridad que deja al rojo vivo, me encanta... 

Salí de mi propio ensueño y me estacione entrando a la mansión. Lo que me encontré fue tierno, estaba Yuri Plisetsky dormido en el sofá mientras Katsuki le acariciaba el cabello y Nikiforov estaba en la computadora seguramente enviándome cosas. El japonés me sonrió cuando me vio y yo guiñe mi ojo haciéndolo sonrojar, oh si, creo que me encantaba jugar con fuego. 

- ¿Han recibido algo, o a ocurrido algo malo señores? - dije mirándolos. 

- Nada Altin, en general solo tenemos a los medios fuera dado que ya se anuncio la muerte de Crispino, de allí en fuera mi celular a sonado unas diez veces provenientes las mayoría de las llamadas de su hermana, Sara Crispino. - dijo Viktor mirándome, con un rostro irritado. 

- Supongo que es normal... ¿Que hay de su gato? Ya se calmo? - dije y sonreí viendo al rubio. 

- Se quedo dormido, el era buen amigo de Michele, así que le duele esto. - contesto y asentí. 

- No puedo vigilarlo en todo momento si sigue viviendo aquí o en su departamento. - dije y Katsuki me miro con preocupación. 

- Pero usted dijo que, ¡No me puede hacer esto! - grito el japonés y el rubio se levanto de golpe. 

Había algo que podía admirar de Katsuki, tal ve no era una paloma blanca y buena como su esposo lo cree, pero al menos se preocupa demasiado por los suyos hasta tal punto donde su imagen e integridad puede romperse, pero si las personas que ama están bien, aceptara el infierno que le toque. Le admiraba por eso, no cualquiera esta dispuesto a destruirse el mismo para salvar a los demás... Bien Katsuki, haré mi buena acción y cuidare a tu hijo... 

- Hey gato, ve haciendo tus maletas, te vienes a vivir conmigo - dije mirando al rubio y este me vio como si le acabara de decir que Santa Claus no existe. 

- ¡¿HAAAH?! - Dijo mirándome - ¡Ni muerto estaría bajo el mismo techo contigo! 

- Pues ahora lo estarás, no hagas billis y solo levántate a empacar tus cosas, la única manera en la que puedo cuidarte en todo momento es tenerte como un gato casero en mi hogar, así que rápido. Vendré mañana por ti. 

- ¡¿NO ME ESCUCHASTE IDIOTA?! ¡NO PIENSO IRME CONTIGO! - y allí estaba, esa ira que me esta cautivando, esa rebeldía sin fin. Lo malo de los tipos como yo, que nos encanta poner a estos tipos en su lugar, es que entre mas se pongan así, mas el grado de excitación por quererlos verlos besar nuestros pies aumenta. Tan malcriado, tan ególatra, dios acabare contigo...  

- Te quiere a ti - dije mirándolo - el que esta matando a todos te quiere específicamente a ti. 

El japonés parecía que iba a desmayarse como el ruso, mirándome como si no pudieran creer lo que acaba de decir, tal vez no podía comprobarlo pero estaba seguro que había una razón por la que el rubio fuera el ultimo. Siempre hay una razón en el orden y generalmente dejan al final el gran plato fuerte. 

- ¿Que...?

- Eres el ultimo, siempre dejan lo mejor al final. - dije levantándome - Así que por tu seguridad, realmente prefiero que vivas conmigo hasta que esto se resuelva. Se que no es fácil, nada de esto es fácil, pero tratare que sigas tu vida como es, común y corriente como la desees, solo necesito estarte cuidando la espalda como a los demás modelos, pero en este caso particular, tu eres la pieza mas importante a mi cuidado y quiero ser cauteloso con todo lo que haga. - suspire -  No dañare tu imagen si eso te preocupa, nadie se enterara que ahora vives conmigo, eso déjamelo a mi, los medios no sabrán o dirán nada, solo déjame protegerte. 

Mire al chico y su rostro se había vuelto de un rojo intenso, notó mi mirada y  aparto completamente la suya dándose la vuelta. ¿Que tan adorable puedes ser Yuri Plisetsky? Pensé dándome una leve sonrisa, cosa que efectivamente no paso desapercibida para Katsuki y Nikiforov. Ahora tenia a esta pareja mirándome con ojos asesinos y la verdad me encantaba... Descuiden bellezas, no pienso tocar a su gatito... o al menos no aún... 

- Esta bien... - dijo mirándome - ¿A que hora vienes mañana? ¿Después del Fashion Leek Anthum ? 

- ¿Del que? - dije mirándolo arqueando una ceja. 

- Joder lo había olvidado - dijo Nikiforov recargándose en Yuri - Es un evento artístico donde los diseñadores expresan diferentes vestuarios en forma artística. Mis modelos irán al igual que los patrocinadores, es muy importante, eso va mas allá que mi firma, no puedo cancelarlo. 

Suspire y frote mis cienes aflojando mi corbata, estos malditos idiotas, si siguen escondiendo información tan importante como esa, es muy probable que todo acabe antes de lo que quisiera. Hay un asesino fuera, que quiere matar a estos tipos y aun así no se les ocurrió decirme "Hey Otabek, hay un enorme evento que ni te imaginas donde estará hasta el culo de personas y todos los modelos de la firma irán... ¿No es tan importante verdad? ... ¡mierda!" 

- Deberían ser mas cuidadosos al decirme estas cosas - dije mirándolos - Iré a ese evento, como tu guardaespaldas - sonreí mirando al rubio - y así podre hablar con Seung- gil, dado que según mis cálculos el sera la victima mas próxima. 

- Otabek hay cosas que tienes que saber de ello - dijo Yuri pero por la mirada del ruso peliplateado hacia el lo hizo callarse. 

- Se hace una fiesta tras el evento. ¿Te quedaras a ella también? 

¿Que diablos fue eso? Me pregunte viendo a Nikiforov no dejar hablar a su hijo. Oh dios sabia que tenia razón que ocultabas algo pero no pensé que lo harías tan evidente... Demasiado evidente que me hace sospechar menos de ti. ¿A que juegas Nikiforov? 

- Si es necesario lo haré - conteste - con su permiso caballeros, tengo que retirarme. 

- Te acompaño a la puerta - dijo el rubio siguiéndome. 

Podía sentir la mirada de Nikiforov en mi, pero eso solo aumentaba mi confianza a niveles inimaginables que en ese mismo instante podría celebrar cogiéndome a su esposo. Aunque, pensándolo realmente, su esposo es una belleza pero no creo tener algo con el, puede que este casado con Nikiforov, pero no parece un mal tipo. 

Mire de reojo al precioso rubio a mi lado, ninguno de los dos había dicho una palabra, solo caminábamos el uno al lado del otro hacia la puerta. Hasta que un jalón de mi corbata por parte del ruso me inclino a besarle. Podía sentir esos perfectos, suaves y dulces labios reclamando los míos para su diversión, nunca había sentido unos labios de esa forma, tan perfectos y salvajes que me daban ganas de domarlos con cada movimiento. 

Mis manos se movieron por si solas y jale sus caderas a mi, pegándolas mientras apasionaba mas el beso, abriéndome paso con mi lengua entre su cavidad bucal, experimentando el porque se dice que la boca es un punto erógeno. Mis manos se subieron por si solas, buscando sus mejillas, estaba tan desesperado por sentir su rostro que lo sujetaba en el beso, su piel era la máxima perfección que solo Miguel Ángel podría esculpir. El beso no paraba incluso cuando los dos buscábamos aliento de nuevo, era como volvernos adictos a una clase de droga que no nos deja avanzar, no nos deja vivir. El rubio me había tendido una trampa y yo caí sin darme cuenta, sus labios me habían atrapado de tal forma que por un momento pensé que no quería ser nada mas, solo quería ser el tipo que estuviera besándolo hasta la muerte. 

Cuando una parte de mi reaccionó me separe de el y mire a ese espectacular rubio jadeante contra la pared, con un hilo demasiado delgado recorriendo su barbilla, con una mirada de lujuria y pasión reprimida en ella, me estremecí ante semejante belleza, como un creyente se estremecería al ver a dios. 

- ¿Porque eso? - pregunte, al final retirando mis manos de su rostro. 

- Eres excitante... es como un odio acumulado hacia ti que me excita de sobremanera. 

- Ni siquiera me conoces - dije recargándome en la pared mirándolo - No tienes idea con quien te estas metiendo lindo. 

- Ni tu con quien te estas besando - contesto - Vamos Otabek, no es como si ninguno de los dos supiera que significa esto.... 

- Según tu que significa gatito...? - susurre en su oído, asegurándome que mi aliento golpeara suavemente en el. 

- Tensión sexual - contesto acariciando muy suave mi torso por encima de la ropa, apenas con sus yemas de dedos.

- No me acuesto con niños - dije retirándome arqueando una ceja viéndole - Menos con malcriados como tu. 

- Pero si eso es lo que mas te encanta Altin, ¿No quieres ponerme en mi lugar bastardo? ... No finjas lo que es evidente señor detective... - sonrió - Nos vemos mañana entonces, te envió la dirección... y tal vez algunas otras cosas... - mordió su labio viéndome y darse media vuelta - Hasta mañana Otabek Altin. 

Salí de allí como no podía creer salir, con unas mejillas sonrojadas, un miembro queriendo despertar y una enorme impotencia y deseo sexual que no me había imaginado en mi vida, ah joder, realmente es bueno seduciendo personas, tengo que tener cuidado o el lobo podría ser comido por un gato... 

Lo que mas amo de las mujeres es la suavidad de su piel, su olor tan dulce y perfecto, la delicadeza de sus cuerpos cuando las tomo entre mis manos, son tan perfectas que me hacen recordar porque no las puedo dejar de lado. 

Mientras tenia a Mila jadeante y arañándome la espalda, de nuevo, dejando horribles marcas en mi, me dedicaba a embestir dura y firmemente mientras mi lengua chupaba como un recién nacido uno de sus pechos y una de mis manos jugaba a ser un vibrador justo en el clítoris al principio de sus bellos labios, acompañando a mi parte baja que se encargaba en darles la suficiente atención para darle oportunidad de soltar esos enormes gritos y que con esto, tal vez, deje de fastidiarme un rato. 

- ¡OTABEK ESTOY CERCA AAAH! ¡AH! ¡MAS DURO AH! 

Alce mi mirada para encontrarme a esa pelirroja en el éxtasis, solo podía pensar en las enormes sensaciones que esta produciendo sus sistema nervioso y en la mezcla de químicos dentro de su cuerpo que la van a hacer explotar en un orgasmo brutal. Me encantaba Mila, era como tener un mejor amigo a quien me podía follar y disfrutar de un buen par de tetas cuando quisiera. La cambie de posición, queriendo entrar mas profundo pero una mano me detuvo, empujando mis caderas hacia atrás. 

- HNNG Ota... duele... muy dentro duele... 

- No me importa eso Mila...  

- Por favor... Ota.. por favor... 

Gire los ojos inclinándome un poco, evitando meterla por completo mientras embestía sin parar. Tuve que reprimir una risa cuando embestí tan duro que su cabeza se golpeo con la cabecera, pero no me deje llevar por mi niño interno que se moría de risa por ello, sino que me deje llevar por el adulto que estaba llegando al éxtasis mientras tenia a una diosa rusa debajo de mi. La manera en el que el interior de Mila apretaba me hacia querer correrme ya, llenándola... en este caso llenando el condón que traía. Mila comenzó a gemir mas alto, llegando a los gritos y joder, en el orgasmo me apretó tanto que me corrí con ella en ese mismo instante. Embestí un poco, queriendo sentir esa hermosa cavidad mojada, y disfrutar la hermosa vista. 

Mila detuvo mis caderas de nuevo, quería que le diera tiempo de disfrutar su orgasmo así que lo hice. Ver a esa hermosa rusa jadeante era una vista de primera, pero realmente quería seguir. Sus curvas me llamaban a pedir por mas y no planeaba detenerme allí. 

- Otabek.. hnng.. dios siempre tan... grandioso - dijo sacándome de ella abrazándose de la almohada. ¿Enserio Mila? Me rogaste por sexo un mes y solo duraste dos horas... 

- Iré a limpiarme - dije levantándome, odio quedar pegajoso así que retire el condón y me deshice de el para limpiar el semen que quedaba aún en mi pene, cuando acabe con esto, lave mis manos y mi boca. Me mire detenidamente en el espejo, viendo las marcas de besos de Mila, pero también las de Jean e Isabella. Sus rasguños... Odio las marcas que dejan en mi cuerpo. 

Tal vez debería de dejar de ser tan puta y no acostarme con ellos, pero, a Mila se lo debía por los favores que me han hecho y... nunca he podido decirle no a Jean o a Isabella... los necesito. 

- Tu celular vibro hace poco. - dijo y lo mire.

"Te mande las fotos del forense y lo que encontraron como evidencia entre los restos de Crispino, llámanos si tienes alguna idea, la policía se encargara de los interrogatorios." - Leo de la Iglesia. 

- ¿Puedo usar tu computadora rápido Mila? - dije mirándola. 

- mmhmm... - dijo mas dormida que despierta. 

Cuando abrí el correo y vi las fotos, me alegre de que no hubiera nada que pasara desapercibido por mi, pero cuando vi las fotos y las descripciones de las cosas, me sorprendí al ver un mechón rubio en perfecto estado como un rastro de evidencia. La descripción decía, "Mecho de cabello sujetado con un listón blanco que se encontraba dentro de la boca de Crispino. Estaba en un plástico protegiéndolo, las pruebas se hicieron y el cabello pertenece a Yuri Plisetsky" 

Suspire, y tome mi celular de nuevo para hablarle a Leo y evitar que hiciera una estupidez ahora que tiene un nombre, y con ello principalmente que no me arruine mis ganancias de mi investigación aparte. 

- ¿Si? - dijo gruñón, parecía que había despertado a alguien. 

- No fue Yuri Plisetsky. 

- Su cabello esta en el cuerpo. 

- Es un mechón perfectamente conservado, fácil de identificar, si piensas que por eso es el asesino eres mas idiota de lo que creía. Alguien quiere inculpar a Plisetsky o darnos una pista de quien es quien realmente el asesino quiere... No fastidies a Plisetsky antes de tiempo. 

- ¿Que quieres que haga entonces Otabek? ¿Lo dejo libre?

- Solo vigilalo, a mi me parece mas una futura victima que el asesino, así que si mañana vas a ir a ese desfile de modas, solo vigilalo de lejos. 

- Uff.... esta bien, pero si hace algo le meto una bala entre ceja y ceja. 

- Y seria maravilloso ver el escenario lleno de sangre en cadena internacional. 

- mhmmm...- dijo adormilado y sabia que era el tiempo de despedirme 

- Buena noche Leo. 

- Hasta mañana - colgó. 

Me recosté en mi cuarto pensando porque específicamente el mechón de Yuri Plisetsky se encontraba dentro de la boca de Michele, claro, descartaba completamente un acto de infidelidad, mas por las reacciones de Plisetsky, si, le dolió que su amigo muriera, pero no hizo un gesto como si su amante hubiera muerto. Por otro lado, ¿Me estaré equivocando? ¿Realmente Plisetsky sera el ultimo?... ¿Que pasa si es el siguiente?  ... La cabeza me daba vueltas hasta que mi celular vibro de nuevo. 

Sonreí, creo que me había alegrado simplemente de recibir su mensaje. Una parte de mi no pensaba que eso fuera a pasar, y una parte de mi quería portarse bien con el chico, pero siendo sinceros eso era completamente peligroso. Espero que con eso me mande al diablo y me deje pensar mas en el caso... 

Este tipo, estoy a un pelo de nada de seguirle el juego. Solo recordar esa piel, esos labios, ese rostro perfecto... ah joder, me recosté a un lado de Mila y decidí molestarlo ahora con la edad, sabia que no era menor pero no creo que tengamos la misma edad, tiene juventud desbordándose por su mirada... vamos gatito, ve a dormir y déjame solo o simplemente te pensare desnudo y amarrado a mi cama... 

¡Lo sabia! al menos me alegra no haberme besado con un chico de 18 años, aunque la verdad a mi edad 21 no era algo... no a la mierda con eso, me bese con un joven supermodelo, así es. Pero aunque mis partes privadas querían seguir el juego... tenía que terminarlo, así que realmente espero que con este mensaje me deje en paz. 

¡JODER SI! gritaba en mis adentros, diablos si quería una foto, quería verlo un poco mas antes de dormir. Quería ver a ese gato malcriado desnudo... dios lo deseaba... 

  ¡MALDITO HIJO DE PUTA! AGH... estaba tan molesto y con una frustración enorme, este estúpido tipo solo estaba jugando conmigo, ah, ¿Como no lo vi venir? Te mandare a dormir al ático en mi casa, y esa bola de pelos ni siquiera se acercara a mi techo, malditos modelos, malditos todos... 

Yuri Plisetsky, eres un bastardo malcriado y aunque me gustaría que te asesinaran en este preciso momento... tengo que admitir que la paga es buena y tengo deudas que pagar. 

¡MALDICIÓN! 



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¡waaah! 

Pobre de mi Beka, lo calientan y nada de nada :'v 

Si se preguntan porque Yuri no tiene imagen en su perfil, se dirá en el próximo cap xdxd 

Hoy tuvimos un poco de Otamila hermosas 7u7... Veremos como continua esta historia. 

¡muchas gracias por leer y las espero en la próxima actualización! 

¡Gracias por sus estrellitas y comentarios! 

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