Scars and Secrets

--- Capitulo dedicado a Less Eucliffe, gracias por tu apoyo hermosa <3  ---

El sonido de las patrullas como el de los medios llegaban de golpe a mis oídos. La zona comenzaba a ser cerrada por los curiosos que se acercaban con celulares. Era extraño, podía escuchar mi respiración más fuerte de lo normal, inhalaba y exhalaba como si mi boca estuviera conectada a una bocina que solo me permitiera oír eso de cerca.

Un dolor en la espalda llego de repente y mire a mi alrededor aturdido, ¿Cómo llegue a esta ambulancia? Alguien estaba dándome puntadas y sentía mi respiración aún más fuerte. Mis ojos se mueven y logran ver las luces de las sirenas, note por un instante el rostro de la enfermera que miraba mi espalda con horror. ¿Se abrió una de las heridas? ¿Cómo no lo note antes? ...

Apreté los ojos y ahora además de mi respiración, podía escuchar los latidos de mi corazón tan fuertes como un eco, y poco a poco las voces solo se volvían ruido del ambiente. Mis ojos comenzaron a desenfocarse y una serie de imágenes me golpearon; la sangre, su cuerpo, el grito, agh...

Tome mi cabeza cubriendo mis oídos, "Vamos Otabek, cuenta hasta diez" me decía a mí mismo, pero era imposible ahora, como fue imposible hacerlo antes, porque solo lograba desmayarme...

Siento mis piernas y manos temblar, mi presión baja... 1...2...3...4... vamos, vamos... Isabella por favor.... 1...2... solo quiero volver el tiempo atrás.

1...2...3...4...5... Uno donde no hubiera elegido este maldito empleo, uno donde no hubieras terminada involucrada conmigo ... 1...2...

Me sentía aturdido y mareado. Sentía la lampara del médico en mis ojos y no reaccionaba rápido. ¿Qué pasa? ... El medico mira mi espalda y preocupado la examina. ¿Mi espalda? ... "Fue Nikiforov" quería decir, pero creo que el ruso ya me había cortado la lengua.

Dios mi cuerpo esta... 1...2...3...4...5...6...

Sentí una mano tocando mi barbilla y al alzarla vi a Mila junto a Plisetsky. Mila decía algo, pero no podía escuchar más que murmullos. ¿Espera qué? Mila no puedo entenderte, te escuchas tan lejos...

Entonces paso, Yura puso su mano en mi mejilla y como un golpe a los sentidos escuché las sirenas, los gritos, sentí el olor a sangre, el sabor a metal en mi boca, el dolor de mi espalda, la calidez de Yuri, las palabras de Mila... Me abrumaban, era como un golpe en seco, dios quiero vomitar.

Jadeé y eso alerto tanto a Yuri como a Mila... oh no, no esto de nuevo. Cubrí mis oídos, dios no...

"¡Отабека, баруға емес!"

Otabek, no salgas!)

No, no, detente dios detente... No regreses madre, no ahora, para.

Бастауларды сіз мүмкіндігіне ие болыңыз!

(¡Corre cuando tengas oportunidad!)

Entonces sentí unos brazos rodeándome, haciendo que mi rostro se recargara en un pecho plano, donde escuche un corazón latir suave, calmo, una respiración liviana. ¿Quién eres? ... Como una inhalación al salir del agua, de golpe y desesperada, alce mi mirada para encontrarme con ojos esmeraldas... ah Yura... No digas nada, solo quédate así, no digas lo que no quiero escuchar, solo abrázame. No digas estupideces solo quédate un puto momento así...

Pero claro, eso era mucho pedir ahora...

- Lo lamento Otabek.

Maldita sea... apreté los puños llenándome de enojo.

Jódete Yuri Plisetsky, de todas las cosas que pudiste hacer tienes que decir la que menos quiero ahora. No me hagas recordar lo que ya se idiota. No necesito tu mierda de lastima, no necesito a ninguno de ustedes dos mirándome como si fuera un maldito niño sentado en una banca de la comisaria esperando algo por la noticia de su madre muerta. Carajo... No necesito lastima joder, joder, joder... ¿Que diablos hago en tus estúpidos brazos? ...

Los aparte de mi levantándome y puse mi camiseta de nuevo. Escuchaba llegar a más y más gente y sentía que iba a desfallecer si me quedaba allí rodeando de tantas personas que no tienen idea de que mierda pasa.

Plisetsky tomo mi brazo y lo aparte de inmediato, déjame solo carajo, no quiero verte, no quiero ver a nadie. Seguí caminando, pero escuchar su voz diciendo mi nombre me estaba fastidiando de sobremanera.

- ¡Otabek! ¡Otabek espera! - me sujeto de la mano - Tenemos... sé que no quieres, pero tenemos que rendir una declaración, el cuerpo... necesitamos hablar con una fune...

Un golpe cayo en el mentón del rubio haciéndolo caer. Se quejo de dolor, pero no había sido tan fuerte como para noquearlo, había sido mas como una advertencia. El moreno lo miro en el suelo, sin decir nada.

- Otabek... - dijo el rubio sosteniéndose el rostro enrojecido - Se que ahora...

- Si sabes lo que estoy sintiendo ahora deja de ser un dolor de culo y déjame solo - contesto - llévate tu maldito amor a otra parte, yo no lo quiero.

El kazajo culmino subiendo a su auto y apretando el acelerador a fondo. Las ruedas se quedaron marcadas en el pavimento mientras el sonido chirriante del motor y neumático quemándose alertaron a más de uno de su partida.

En el camino solo acelero pasándose dos altos, nada de su vida estaba estable, nada, no quería regresar, porque regresar seria tener que ver a la cara a la única persona que no quiere ver.

- Jean...

Dijo y acto seguido dio un frenón sacándolo de la carretera golpeando un árbol. El golpe no le causo más daño del que ya tenía, solo lo dejo aturdido.

"¿Desde cuándo rendirse esta en tu vocabulario Ota?"

"Isabella" fue lo último que salió de los labios del kazajo antes de sentirse mareado y quedar desmayado en el asiento del auto mientras se escuchaba un motor de una moto cerca que frenaba bruscamente donde estaba el.

El japonés caminaba por lo grandes pasillos de la mansión, aun le dolía el cuello y la marca de las manos de Viktor seguían allí, pero, afortunadamente sabia como cubrirlas con maquillaje. Él era el esposo del líder y como tal, la gente de Viktor lo respetaba y le hablaban con los mejores modales, eso le gustaba, sacar la amabilidad de las personas en cierto punto le hacía sentir poderoso.

Viktor y el no habían estado bien en los últimos días y quería remediarlo, ¿Pero cómo? Su esposo estaba aun visiblemente molesto con él y con su hijo. Y aún más con aquel kazajo, tal vez podría sacarle provecho a eso, si canalizaba el enojo de Viktor a la dirección del moreno, podría librar a él y a su hijo. Era una jugada sucia lo sabía, pero tenía que salvar no solo su trasero, sino el de su bebé.

Se sentía mal por Altin, y aun peor se sentía por el hecho de que ese chico tenía algo especial, algo que hacia que las personas cayeran a sus pies, y eso, sea sex appeal o sea por lo dominante que es, lo hacía aún más atractivo que su rostro esculpido por Miguel Ángel... Katsuki se sentía atraído por ello.

No se había podido sacar de la cabeza como lo había besado y manoseado ese día, le excitaba pensarlo, su potente imaginación creaba fantasías con aquel moreno. Se lo imaginaba recorriendo sus piernas, dando suaves besos por ellas, mordiéndole los muslos y haciéndolo gemir de dolor y placer.

"Es muy bueno en la cama" se dijo a si mismo, el día que lo besó pudo sentir un poco con su pierna lo bien equipado que estaba el chico, y no solo eso, lo había visto cogerse a su hijo, ver la longitud de su pene mezclado con como hacia gemir a su pequeño Yurio, lo hizo desearlo, era sádico, cruel, sexy y demasiado deseable, era como Viktor, pero de una manera más vital y joven... quería más de eso, era un deseo prohibido lo sabía.

¿Está mal tener fantasías cuando estas casado? No es que lo fuera a hacer, amaba a Viktor de sobremanera, pero, si Viktor puede fantasear con sus modelos, Él puede fantasear con el detective, ¿no?

Se encontraba en el pasillo fuera de la oficina del ruso y ya se estaba empalmando por imaginar tales cosas. Se regañaba a si mismo por tener una imaginación tan disparada que le permite crear escenarios incluso cuando no los desea, "Oh aquí vamos Yuuri..." se dijo a si mismo cerrando los ojos.

Se encontraba caminando a su habitación, solo usando unas pequeñas bragas color rojo, si, tenían que ser color rojo, como la corbata del detective. Pensó bien en que bragas usar, algo excitante donde el kazajo postrara sus ojos, oh si lo sabía. Un bordado en la parte trasera y listones a cada lado de la cadera que sujetaban esa pequeña prenda erótica.

Cuando entro a la habitación vio a Otabek recostado en la cama leyendo unos cuantos papeles, con la camisa blanca abierta mostrando su perfecto pecho y torso esculpió por Afrodita, en donde su único propósito es excitar a las personas. Esa mirada chocolate se postro en él y una media sonrisa se dibujó en los labios apetecibles del kazajo... Katsuki ya se mojaba las ganas en lujuria.

Con un suave movimiento del dedo, ordenaba al japonés acercarse mientras ponía los papeles de lado. Yuuri no dudo en acercarse sintiendo la excitación y ansiedad escurrirle por los poros. El kazajo se acercó lentamente a él, haciendo que sintiera su presencia y su calor. Ya se encontraban frente a frente y las piernas del japonés temblaron hundidas en su propia lascivia, esto lo noto el moreno y una leve sonrisa se dibujó en su rostro lanzando a Katsuki a la cama.

Yuuri gimió de excitación mientras el chico lo volteaba poniéndolo en cuatro. Con una mano le rompió las bragas mientras le mordía el cuello y los hombros. El miembro del japonés y sus pensamientos estaban reventando en el puro éxtasis incluso cuando solo eran suaves roces del kazajo, su pene estaba palpitando soltando pre semen como si no hubiera un mañana. ¿Tanto le ponía Altin? La respuesta era clara, por supuesto.

La lengua de Otabek recorrió la espalda del japonés haciéndolo jadear, sentía el camino húmedo en su piel y se estremeció. El kazajo dio una lamida completa entre sus nalgas empujando al japonés hacia delante por la sorpresa, pero una palmada en el trasero lo hizo gemir regresándolo a su lugar.

- Si no estás listo para mi Yuuri, podemos parar...

- No, no pares, estoy listo Bek...

- Como desees...

Podía sentir la lengua del kazajo enrollarse y desenrollarse dentro de su entrada, haciéndolo llegar al éxtasis infinito. Se estaba imaginando lo bien que se sentirá ese enorme pene dentro, lo tanto que gemirá y cuantos orgasmos tendría, dios era exquisito, el moreno era exquisito incluso si solo se quedaba allí parado en lo que Katsuki se masturbaba con su imagen.

Pero la fantasía del japonés termino cuando se escuchó el abrir de una puerta y su esposo salió con algunos papeles. El ruso arqueo una ceja viéndolo mientras el japonés estaba sonrojado, algo jadeante y con una erección escondida en los pantalones.

- uh... ¿Yuuri?

- Viktor... tómame... - casi en un gemido se lo dijo, y el ruso soltó el papeleo jalándolo a su oficina.

No era exactamente así como lo tenía planeado, pero al menos había logrado que Viktor se animara a tocarlo de nuevo, ahora, ya que podía regresar a su cordura, tenía que hacer algo rápido con Altin.

- ¡Hng ah Viktor! - gimió el japonés al ser embestido contra la puerta. Estar siendo follado no era lo único que lo hacía gemir así, sino que, del otro lado estaban los hombres de Viktor esperando a que saliera, eso le excitaba más, que alguien este escuchando sus gemidos y tal vez se esté empalmando por lo mismo le ponía demasiado - Hngg ¡ah! ¡Amor! ¡Te amo!

- Yuuri hnn, igual te amo, pero dime - dijo el ruso jalando el cabello del japonés, mientras embestía sin piedad contra su próstata - ¿Que es lo que quieres?

- Hngg... ¡Ah! - el japonés no podía pensar en palabras, la mente la tenía en blanco y su única función era gemir. Nikiforov noto esto y cambio las embestidas por dulces besos en los hombros sintiendo como las paredes de Yuuri se estrechaban rogando por más.

- Dime que pasa Yuuri

- Altin... el... no confió en el - contesto jadeante tratando de recuperar el aliento - Es un policía, ¿Como lo puedes tener aquí?

- Oh, pero tú lo querías al principio, ¿Que te hizo cambiar de idea?

- Tirarse a nuestro hijo. - contesto frunciendo el ceño - Le quito la virginidad.

- Oh, bueno, eso es cierto creo, pero aun así con lo amenazado que esta no creo que haga nada. - sonrió - ¿Algo más dulzura?

- Respóndeme algo... ¿Confías en él?

- Confió en que se le partirá el corazón si hace algo fuera de lugar... Yuuri, que lo mate no es sufrimiento, es como un regalo, lo mejor que se hacer es matarlos en vida para que al final vengan de rodillas suplicando que les meta una bala en la cabeza. - concluyo el ruso y su puerta sonó, alguien la tocaba. - ¿Huh? ¿Quién? - como siempre, una sonrisa de corazón se postro en su rostro mientras salía de Yuuri, el momento se había perdido así que no quiso seguir.

El japonés disgustado hizo un puchero, necesitaba sentir a Viktor más tiempo, pero suponía que realmente se había perdió el momento. Por dentro se regañó de no haber esperado más para decirle, le encantaba Viktor, el ruso sabia como complacerlo completamente, amaba lo sádico que es, ¿Por qué? no recuerda cómo y cuándo se volvió tan masoquista con él. ¿Admiraba a Viktor? Claro que si, gracias a él se había salvado el negocio de pescado de su padre, y había ayudado mucho a su pueblo, además de pagar toda su educación y la de su hermana.

Claro que le encantaba Viktor, era una obsesión para él.

El ruso abrió la puerta para encontrarse con uno de sus más viejos amigos y uno de sus modelos estrella, Christophe Giacometti. El ruso no pudo negarle una sonrisa a lo que el suizo le correspondió de igual forma, pero bajo la mirada. Entonces Viktor noto la tristeza en su amigo y se alarmo de sobremanera, ¿Qué estaba pasando? ¿Qué lo tenía así?

- ¿Chris?

- La policía... la policía nos alertó de que... - lo miro e hizo solo un gesto de tristeza - Lo lamento Viktor, mataron a Isabella.

- ¿¡Qué!?

Fue lo único que pudo pronunciar el ruso en una mezcla de enojo y tristeza, mataron a su ángel de Victoria, mataron a su supermodelo que pronto protagonizaría una película, y sobre todo, mataron a una de lo que él consideraba "sus hijas"

Pateo la pared, haciendo que cayera un pedazo de pintura y quedara suavemente cuarteada mientras todos sus hombres mantenían la mirada baja. Katsuki en cambio tenía la boca cubierta lagrimeando, no solo era la tristeza de perder a Isabella, era el miedo a que el asesino seguía allá fuera.

- "Atrapamos al asesino" - se mofo Viktor caminando por el pasillo - ¿Quién es el jefe de esa operación?

- No había un jefe en si Viktor, solo era una investigación.

- ¿Quién la dirigió?

- Leo de la Iglesia, es del FBI en América, vinieron aquí de visita, si mal no recuerdo, querían patearnos el trasero.

- Lo quiero muerto. - culmino Viktor - ¿Qué sabemos de él?

- Hmmm... no mucho la verdad, ¿Quieres que lo investigue?

- No, déjaselo a Georgi, tú tienes que estar preparado para irte a América y tienes una sesión de fotos. Dile a Georgi que quiero que me consiga el corazón de ese tipo, no el órgano, quiero al verdadero corazón.

Giacometti asintió, sabia a que se refería Viktor, quería lo que más amaba Leo para acabar con él, era la muerte pálida, su estilo era destruir a la persona y que supliquen por la muerte después. Eso siempre le causo escalofríos, Viktor no es alguien que mate frecuentemente, pero cuando lo hace, nunca se tienta el corazón, han pasado, mujeres, niños e incluso bebés por esas manos y el suizo había estado allí en algunas ocasiones. Siempre le perturbaba como es que Viktor puede dormir todas las noches.

- Como quieras Viktor. - contesto.

El japonés corrió con su esposo y este la abrazo pegándolo a él. Nikiforov pudo sentir el miedo en su esposo y el sentía impotencia, ¿Quién era el tipo? ¿De que grupo viene? ¿Por qué ataca a sus modelos? Tenía tantas preguntas que no sabría por dónde empezar. Lo único que sabía es que tenía que ponerse con Altin lo más pronto posible a encontrarlo, porque sabía que estaba en juego, no solo era el negocio, la mafia, su persona. Era su corazón. 

Lo están matando como el mata a sus víctimas, uno por uno, el tipo o tipa le quiere arrebatar todo lo que él quiere y eso lo hace sentir aún más frustrado. Si tocan a alguien mas no sabe si lo soportaría, primero Mickey, ahora Isabella... ¿Que pasa si el siguiente es Yuri? Sabemos que el orden de las rosas se quedó en solo una teoría, ¿Que pasa si todo se queda en teoría? ¿Que pasa si encuentran a Yuuri? ...

No, no quería ni siquiera pensarlo. 

Entre ruido de un motor y movimientos que mi cuerpo no realizaba, me di cuenta de que alguien estaba jalandome para que saliera del coche. ¿Mamá? fue lo que pensé de golpe, ella solía hacer eso cuando me escondía durante el invierno abajo de la cama... ¿Quién eres?

- ¡Beka!

- ¿Yura?

Abrí los ojos y lo mire, haciendo que su expresión se relajara, parecía que le regresaba el aliento cuando me vio contestarle. Oh cierto, acababa de chocar, pero no fue un gran golpe Yura, no tienes que preocuparte, solo me quede algo aturdido, bueno, eso quería decirle si no fuera porque estaba embobado con sus esmeraldas.

Entonces, saliendo de mis pensamientos amorosos, recordé todo de golpe, lo que había sucedido, lo que había pensado y hecho. Comprendí porque había chocado en primer lugar. Joder se sentían como puños al pecho y de nuevo sentía que me faltaba el aire...

- Escúchame bien idiota, escúchame bien... no me hagas esto, no le hagas esto a Leroy, a Mila, a todos maldita sea. ¡Piensa maldito imbécil! ¿Quieres vengarte de lo que le hicieron a Isabella? ¡Yo igual idiota! ¡Pero no podemos hacerlo si te matas jodido imbécil tienes mierda en el cerebro! ¡¿o que?!

- Yura...

- No me hables con tu maldita dulce voz, estoy tan molesto contigo que...

- Yura...

- ¡Jódete Otabek! ¡Jódete!

- Yura no planeaba matarme, estaba aturdido y gire, pero había un árbol en donde planeaba frenar así que desafortunadamente choque. No me confundas con un tipo que piensa en el suicidio a la primer mala noticia que le dan... - suspire - Me desmaye, y tu llegaste... ¿Como llegaste?

- Le quite la moto a Mila... - dijo limpiando sus mejillas, apenas me había percatado que Yura estaba llorando. - Y me dijo que era una puta, y le respondí que, "¿Como se atreve a hablar la puta de putas?"

- Oh dios - reí - ¿Que te dijo?

- Ella se rio y me dejo venir. - lagrimeo - Beka...

- Lo sé...

Jale a Yura a mí y al abrazarlo se sintió jodidamente bien de pronto. Supongo que, mi vida era una mierda, me habían quitado el corazón y estabilidad, pero al menos tenía algo de fuerza para abrazarlo, y creo que eso significaba ya demasiado... Joder como pudo ser tan pronto toda esta bola de sentimientos que tengo atorados en el pecho.

Sentí las manos de Yura deslizándose por mi espalda y gruñí del dolor. El rápido las retiro y reí, no necesitaba decir nada más, mis ojos se encontraron de nuevo con los de él, de nuevo esos jodidos diamantes en sus ojos llamándome, no aguante más y tuve que besarlo, lo bese porque todo estaba mal, porque quería, porque le odiaba, porque me aborrecía, porque en el interior quería tirarlo por una ventana cada vez que me hace irritar. Pero, al mismo tiempo me encantaban sus besos, le quería, amaba su personalidad, como no le importa nada en la vida, como ha soportado tanto y aun así sigue siendo el mismo, cuanto lo aprecio... cuanto lo...

- ... Te llevare a tu casa - dije, parando el beso. - Tengo que, hacer muchas cosas. Tengo que ver a Jean... no sé, no sé que rostro le pondré cuando lo vea.

- El mismo que tienes ahora, no puedes cambiarte la cara de estreñido que tienes - respondió y reí. - ... vamos.

- Ok.

Ninguno de los dos dijo nada en el camino. Mi coche seria recogido por el seguro y por Mila, así que tomamos la motocicleta y solo conduje a la mansión, sintiendo el aire golpeando mis mejillas, frio y potente, podía sentir un cálido abrazo, que procuraba no pegarse a mi espalda, una calidez sin igual, solo Yuri Plisetsky podría lograr tal cosa.

No me di cuenta cuando comenzó a llover, mi cabello empapado me aviso de ello, tenía frío, pero me alegraba haberle dado mi chaqueta a Plisetsky, pude que tengamos casi la misma estatura, pero, él es menos corpulento que yo, aparte, tengo una extraña sensación de protegerle.

Cuando llegamos a la mansión vi diferentes patrullas fuera, supongo que empezaron la investigación de nuevo. A la mierda con ustedes, pienso renunciar lo antes posible, no quiero ver ninguna placa, nada, malditos policías corruptos.

- Yura será mejor que entres a casa, debo irme.

- Espera, ¿Iras a tu departamento? Quiero dormir contigo...

- No... - suspire - Yura, voy a ir con Jean y tomare un avión lo más pronto posible de regreso a Canadá. Tengo que regresar a Isabella a casa, y eso es algo que necesito hacer con mi hermano y no... y no contigo. Esto es algo que, tengo que hacer solo con él y estar solo con el ahora... no pienso esperar a que lo comprendas o asimiles, tengo que hacerlo ya.

- Llévame contigo... por favor, no me dejes solo.

- No, agh... - me estaba frustrando, mi corazón se oprimía mas con eso, no necesito más dolor, necesito que lo comprendas - escucha, la persona que está haciendo esto solo quiere joderme a mí. Sera mejor estar separados ¿Ok? Yura por favor comprende la causa y efecto de las cosas, Viktor te protegerá así que no salgas de casa. No salgas sin él, solo quédate a salvo... - lo apreté de los brazos desesperado – Joder en lo que no estoy contigo mantén el culo a salvo, no hagas nada estúpido, no hagas nada que haga que tu vida peligre, y si, joder si, puedes hacer lo que se te dé la gana, puedes acostarte con quien quieras, besarte con quien sea, puedes hacer todo pero prométeme que te mantendrás a salvo y me sentiré feliz y estúpido solo con eso... porque es lo que más deseo Yura... tenerte a salvo.

Sus esmeraldas se clavaron en mí y lo supe, era tan molesto que esto sucediera ahora, ¿Porque ahora? ¿Porque hasta ahora te conocí? ¿Porqué no antes? ... pude conocerte antes... yo... Yura...

- Te amo.

Dijo él, con el cabello empapado, la ropa goteando, con su piel pálida y enrojecida por el frío, con una enorme sonrisa que te distraían de sus ojos llorosos. Oh no... mi corazón esta como loco, oh diablos no, solo ver su rostro diciendo esas palabras, solo con eso... ya no puedo ocultarlo.

- Te vi... te conocía antes - dije y el me miro confundido - Cuando llegue a Milán acompañe a Jean a una famosa cafetería muy exclusiva para artistas. Te vi, estabas comprando un latte con Giacometti. Yo estaba sentado esperando a que Jean saliera del baño, llamaron por la orden de ambos y me levante para tomarla. Estábamos justo uno de lado del otro, note tu fina piel, tu excelente aroma, tu perfecto rostro... Me quede embobado por un momento y tu saliste...quería tanto detenerte, pero ¿Te hubieras detenido por mí? ...

- Yo...

- No, no lo hubieras hecho, porque en ese momento no te hubiera gustado. Y la razón es porque yo me hubiera comportado, siendo amable, queriendo agradarte, tú lo notarias y pensarías que soy un fanático de tu trabajo, ambos sonreiríamos con la sonrisa más fingida y falsa por el momento, y eso hubiera sido todo. Porque tú y yo somos iguales en eso, somos idiotas que piensan que todo a nuestro alrededor no importa, que nos vale 3 putas hectáreas de mierda lo que los demás piensen, pero al momento de querer convivir, somos los mismos idiotas fingiendo para poder encajar en algo que ni siquiera entendemos... Nunca me hubiera sentido así por ti, si me hubieras sonreído y tratado bien... lo que me encanto de ti es que eres tú sin importar en donde estemos... siempre eres tú y eso adoro.

- ¿A que quieres llegar con esto?... – dijo confundido mirándome - ¿Quieres que te comprenda? ¿Qué comprenda tu estúpida justificación de no hablarme antes? ¿Qué comprenda que eres un maldito cobarde que no tuvo los huevos de hablarme antes? ¿Qué quieres Otabek?

- Una maldita justificación de porque no te hable antes para hacerme sentir mejor conmigo mismo antes de que tenga que dejarte. - conteste - porque ya no soporto pensarlo, ya no soporto tener el corazón hecho trizas y aun así lo único que pase por mi cabeza sea Yuri Plisetsky, ya no soporto alejarme, ya no soporto dormir sin ti, joder, estoy perdidamente enamorado de ti y me enoja eso.

Las gotas seguían cayendo al igual que nuestras esperanzas, sabíamos que significaba eso, sabíamos que era una despedida...

- Otabek...

- Me alegra haberte conocido entre insultos y golpes, entre sangre y perdición, porque es de donde malditamente provengo y nunca voy a poderme alejar de ello. Eres un maldito dolor de culo, pero joder, eres lo mejor que me ha pasado en la vida, seas tan castrante como eres. Porque solo alguien así podría soportarme.

- Es porque tu también eres un dolor en el culo - rio soltando lagrimas que se perdían con la lluvia - hacemos buen balance.

- Lo hacemos... - reí y no me di cuenta cuando comencé a llorar, las lágrimas no eran lo mío, siempre procuraba nunca derramarlas, menos cuando tenía personas enfrente, no me gustaba que vieran que soy vulnerable, que puedo ser dañado, lo odiaba. Pero, mi cuerpo solo acciono la salida de dolor al percatarme que no lo vería mañana al despertar.

- Te amo Otabek.

- Te amo Yuri.

Lo jale hacia mi besándole, porque realmente no tenía nada más, quería perderme por un segundo, olvidarme de todo por un segundo, joder quería sentirme vivo, aunque sea solo un segundo. Porque supongo que mi vida es eso, solo segundos antes de que se hunda de nuevo.





Han pasado dos días desde aquella noche lluviosa. Fue rápido el proceso en la funeraria, Viktor se encargó de todos los gastos, aunque insistí de que no lo hiciera. Cuando me dieron las cenizas de mi hermosa Isabella viaje con ellas a Canadá. Me recibió el frio y penas que susurraba el viento, creo que era la primera vez que veía a Canadá tan muerto, supongo que realmente no era lo mismo, sentía la muerte recorrer y eso me estaba matando por dentro.

Cuando el taxi me dejo enfrente y vi mi casa me sentí jodidamente mal. Mi mente creo de nuevo todos mis regresos a casa, siempre eran con una emoción enorme, con Jean abrazándome, o con Isabella abrazándome por el pecho mientras caminamos y Jean nos cuenta sus chistes malos... dios...Pensé muchas cosas en la vida perfecta e imaginaria que me había creado como salida del mundo real, pero olvidaba que los conceptos que creo en una mente atrofiada como la mía, nunca se hacen realidad, no importa cuánto me esfuerce.

Al entrar estaban nuestros conocidos, mis padres, que no dudaron en abrazarme cuando llegué, los padres de Isabella a quienes quería entregarle las cenizas después del abrazo que me dieron con lágrimas, pero fue entonces cuando lo vi, estaba hasta el fondo, ni siquiera estaba mirando algo, solo estaba sentado, mirando hacia la pared... Jean.

Mi corazón se aceleró por muchas cosas, por el miedo, por la tristeza, porque era Jean, mi Jean... Mi hermoso Jean destrozado y con esfuerzos vivo, pero joder era el, al menos lo tenía a él...

Cuando llegue con él, no dije nada solo le puse delante la hermosa caja de plata y diamantes que Viktor insistió que transportara sus cenizas dentro. "Un ángel siempre está rodeado de bellezas hasta el final" eso fue lo que dijo, y ante eso no tenía ninguna contra.

Jean vio la caja y la tomo, la miro unos segundos y comenzó a sollozar, pero no discretamente, comenzó a gritar entre los sollozos y me incline a abrazarle, lo abrace con la mayor fuerza que tenía, sin importar que él me estuviera abrazando de vuelta lastimando mi espalda. Jean, ¿Algún día volveré a ver brillo en tus ojos? ... espero...

Así paso el día, Jean no quería hablar con nadie, ni siquiera conmigo, solo asentía o negaba si se le preguntaba algo, a veces solo caminaba de aquí para allá. Cuando llegamos al memorial que le hicimos, Jean estaba perdido, no podía ni siquiera caminar en línea recta, tuve que sostenerlo todo el tiempo. Al regresar a penas comió, solo mordió un pedazo de manzana y echo a dormir.

Sabía que no quería hacer nada, ni decir nada, pero me estaba preocupando demasiado...

Así comenzaron a pasar las semanas, me quitaron los puntos, me comunicaba con Nikiforov, pero él se negaba a enviarme sus archivos así que me tenía que conformar con preguntas y respuestas. Mi rutina era simple, despertaba, cuidaba a Jean, dormía. Despertaba temprano a hacerle el desayuno. Solo comía un poco, lo cuidaba hasta la comida, igualmente aunque era la comida de mamá, solo comía un poco, y en la cena le llevaba, incluso su pizza favorita, pero apenas la probaba.

Joder... Jean te necesito.

Pero al mismo tiempo, estaba tratando de pensar en la información que Viktor me había dado. Bien, dijo que tenía muchos enemigos, pero ninguno de ellos concuerda como el asesino de los modelos. 

La mafia no era así, mataban cosas que le importaban al otro, si, estoy seguro de que a Viktor le importan sus modelos, pero esto tiene que ser algo mas. Si nos ponemos a pensar, esto se trata ya mas de mi que de Viktor. ¿Yo he lastimado a alguien en el pasado? ... ¿Alguien con relación a esos modelos? ... joder no lo recuerdo.

La puerta se abrió de golpe y vi a Jean entrar, cerré la computadora y antes de que pudiera decir algo se abalanzo a mi besándome. Me quede sorprendido cuando me tumbo en la cama y siguió los besos. No era como deseaba que reaccionara al fin, pero al menos está haciendo algo diferente. Seguí besándole abrazándome de él, disfrutando su calor y piel, pero... algo andaba mal, sentía un dolor en el pecho poco a poco, ¿Que es esto? Porque siento como si estuviera siendo infiel...

Los besos de Jean se recorrieron a mi cuello y solté un jadeo, quería pararlo, pero mi lado adicto a él estaba feliz, mi cuerpo exigía por más. Sus besos se extendieron a mi clavícula y solté un gemido.

- Jean, oye... espera...

Hizo caso omiso y rompió mi camisa, me alerté en ese instante y sostuve sus manos, pero recibí un fuerte golpe al rostro, joder no lo esperaba, me sentía aturdido, podía sentir como sujetaba mis muñecas por encima de mi cabeza y las amarraba a la cabecera... ah joder, ni lo creas.

- Le gritaré a mamá sino paras, Jean, ¿Quieres que se entere de esto?

- Mamá no está, solo estamos tu y yo.

- No tengo ganas de hacerlo... para.

- Siempre tienes ganas de hacerlo, tu cuerpo te delata, eres como una puta rogando que se la follen siempre. -abrí los ojos como plato, eso había dolido viniendo de él, lo sentí como un golpe al pecho, más cuando él es el único que sabe de todas las terapias. Pero lo seguía viendo, esos ojos perdidos, ni siquiera estas consiente de que haces...

- ¿Desde cuándo piensas que yo soy al que le gusta recibir? - reí - Jean, se porque haces esto, para.

Sentí que en cualquier momento pararía, pero mis pantalones se bajaron con mis boxers y los nervios se apoderaron de mi cuando abrió mis piernas, ah joder, no me importaba ser el sumiso, incluso aunque no estuviera acostumbrado a serlo, no me importaba, era sexo, al fin y al cabo, pero no lo quería así. No cuando ni siquiera estás pensando en mi mientras lo haces...

- Jean te lo adv... - me callo metiendo un par de dedos a mi boca.

- Chúpalos.

- ...

Decidí no hacer nada y solo mirarlo, joder Jean tú sabes porque estás haciendo esto, déjalo ya, no importa cuanto lo desees... 

Sus dedos salieron y su mirada perdida se fue a mi ano para meter los dedos de golpe, gruñí y solté un leve grito, joder dolió como mil diablos.

Sus dedos comenzaron a moverse más rápido y ardía, gruñía de dolor, ni siquiera estaba excitado maldición. Su pulgar acariciaba alrededor... oh joder no es cierto. ¿Enserio me estas tocando como si fuera una chica?... oh ya sé que estás haciendo y no pienso dejar que sigas adelante con esta farsa.

- ¡NO SOY ISABELLA, NO SOY UN REMPLAZO DE ISABELLA, ¿QUÉ NO LO VES?!

-...

- No te atrevas a hacerlo, no te atrevas a insultarla de esta forma o te pateare el culo Jean.

- Isa...

- Si Isa, desátame jodido idiota, ahora.

Acto seguido lo hizo, me desato completamente y antes de que se fuera lo tome del brazo, tumbándolo en la cama abrazándole.

- Jean, tienes que aceptarlo, dolerá, no te voy a decir que te recuperaras porque eso es solo mierda que dice la gente para evitar decir que no tienen ni puta idea de que hablan. Dolerá, y dolerá más con el tiempo, pero en ninguna parte de ese tiempo te dejare solo, viviremos con dolor siempre, pero estaré junto a ti toda la vida solo para al menos hacerte sonreír de vez en cuando y que sepas cuanto vales para mi, cuanto necesito que estés bien, tratando de vivir por ella... hazlo por ella Jean, por favor...

El comenzó a sollozar pidiendo perdón y perdone cada disculpa que me daba, paso así una hora y no paraba, al igual que yo no lo soltaba. Cuando mamá entro me alegre de habernos cubierto con las cobijas, Aún seguía desnudo y hubiera sido demasiado incomodo explicarle a mamá a este punto, que me acuesto con mi hermano.

Por suerte, mamá comprendió que me dejara solo con él y lo abrace aún más, dándole tiernos besos en la frente.

- Otabek... ¿En verdad se fue?

- Si Jean... lo lamento.

No dejo de llorar, de gritarse a si mismo que debió regresar ese día, yo consolé cada palabra, consolé cada lagrima con besos a sus mejillas, tenía que hacerlo, Jean, no importa cuál es el precio, te haré feliz de nuevo.

Así pasamos la noche, entre caricias y besos, no me di cuenta cuando Jean se fue desnudando en el camino, mirándome con un rostro necesitado. "Otabek..." menciono mi nombre como lo mencionaba siempre que necesitaba de mi, lo hacia desde niños, siempre en ese tono, con ese rostro, con sus brazos abiertos esperando recibir mi cuerpo. 

"Usted se esta engañando a si mismo porque no sabe como afrontar perdidas, sentimientos, pensamientos, ni aceptar los sentimientos de los demás. Piensa que haciendo que las personas olviden sus problemas por un momento, les otorgara parte de la ayuda que usted quiere retribuirles por los actos de bondad que le fueron dados en un momento de necesidad... pero la verdad es señor Altin, que solo esta provocando mas daño"

"Pero los necesito... los necesito doctor, no puedo dejarlos, si ellos me requieren necesito complacerlos, como ellos..."

"Señor Altin, esta mezclando gratitud con sentimientos, ese sentimiento de agradecimiento hacia el señor Leroy y la señorita Yang lo mezcla con amor, eso no es amor señor Altin, eso es estar condicionándose a una mentira falsa..." 

"Necesito ayudarlos, no puede alejarme de ellos"

"Jean, tranquilo estoy aquí..." respondí besandole y abrazándome de él, me dedique a hacerle el amor dulcemente, callando cualquier sollozo, demostrándole cuanto lo quería allí, conmigo, bien y viviendo por ella.

Hasta que a las cuatro de la mañana logro dormir. Suspire aliviado abrazándolo más, pegándolo y acurrucándome con él. Lo que amaba de esto, es que Jean era más alto que yo, y amaba poder dormir entre sus brazos, era tan cálido su pecho que me hacía sentir bien.

Mi celular vibro y con muy pocas ganas leí el mensaje. Era simple, pero me hizo recordar algo fundamental como un balde de agua fría, ah joder la culpa era la peor enfermedad, no podía ni mirar la pantalla... 

Tú eres ese dolor en el pecho que sentía cada vez que besaba a Jean de esa forma...

Yura:

Te extraño

¡Mierda! sentía que mi corazón se destrozaba, era un mensaje simple y corto y ya quería regresar a sus brazos, regresar a estar entre sus piernas, a besar sus suaves labios. Joder no lo merezco, no merezco sus sentimientos, dios que acabo de hacer... 

Yura tengo que decírtelo, tengo que decirte que... dios no puedo evitarlo, tal vez Jean tenga razón, no puedo aguantar no cogerme a alguien... No debiste enamorarte de alguien tan repulsivo como yo Yura.

Pero, aun así, sabiendo esto, mi corazón está latiendo como loco ignorando la culpa, ¿Que es esto? ¿Esto es lo que siente Jean por Isabella? Yo me siento loco con este mensaje y me mata no estar cerca de él, supongo que lo que siente ahora Jean es un millón de veces peor.

"No tienes idea de cuanto te necesito ahora"

Respondí, dejando el celular y tratando de dormir, porque sabía que, la única forma en la que puedo tener a Yura de nuevo en mis brazos, es solo en sueños.





- ¡Los asesinatos han parado Viktor!

Grito el rubio fúrico ante su padre, Viktor acababa de decir algo que Yuri Plisetsky consideraba detestable, "¿Hasta cuándo va a estar bien?" cuando sus labios lo pronunciaron lo único que quería hacerle era arrancarle la cabeza. Repentinamente el asesino detuvo las muertes, pero eso paso igual después de la muerte de Mickey, sabía que no era confiable este tiempo, pero tampoco era para traer a Otabek.

Aunque... no le molestaría tenerlo aquí de nuevo.

- ¡Que no entiendes lo que está pasando el ahora mismo! ¡Perdió a su esposa!

- ¡Ah! ¡Era casado! - dijo haciendo una mueca de sorpresa - Y aun así te abrió las piernas, que infiel es, que bueno que se fue.

- ¡Eres un maldito idiota que no entiende nada, deja a Otabek en paz joder!

- ...

Viktor puso un rostro serio y Yuri sintió tensión en su cuerpo. Odiaba el rostro serio de Viktor porque siempre significaba que se había molestado, y a este punto tenía un miedo enorme hacia él. Viktor se levantó de su lugar caminando hacia Yuri, cuando este otro estaba listo para recibir un golpe, Viktor acaricio su cabello. Era un gesto que hace años no sentía, recordaba que siempre hacía eso cuando era un niño y se la pasaba corriendo de aquí para allá, pero ahora que lo hiciera era extraño.

Yuri se levantó, era más alto que Viktor ahora, puede que su cuerpo no fuera tan tonificado como el del ruso, pero le agradaba ganarle en algo. Los ojos azul cielo se postraron en él y el sentimiento de miedo lo invadió de nuevo, ¿Que tenía la mirada de Viktor que siempre lo hacía temblar?

- Tu novio me dio un dato muy curioso - dijo Viktor y el rubio se sonrojo de sobremanera.

- ¡No es mi novio!

- Como digas, solo quiero que escuches. Altin dijo que, puede que esto trate más de él que de mí, pero que en si no tendría tanto sentido. Entonces declaro que puede que esto trate de ambos, una forma de acabarnos a los dos. Y si te pones a pensar tiene sentido, el gran detective que ha arrestado a grandes asesinos, narcotraficantes y mafiosos, y ahora yo, como líder de la mafia número uno. Si creo que tiene sentido que nos quiera a los dos. El asesino sabia un punto débil de Otabek, y sabía que ese mismo punto me afectaría a mi... Tu kazajo es inteligente Yuri, al menos te escogiste a alguien no solo por su polla enorme, sino porque también piensa.

- Joder Viktor - respondió el ruso menor avergonzado.

- Solo digo lo evidente... aaah, pero tengo que decir que Otabek está más concentrado cuando esta relajado. Y que mejor relajante que una buena cogida. - suspiro triste sentándose aventándole unas llaves. - Tu madre y yo iremos en un par de días para el evento en Nueva York, pero, si te vas antes, puedes ir a Canadá y alcanzarnos en el show.

- ... ¿Me estas jodiendo?

- No enserio, tu madre dijo que debo de tratarte más como adulto, así que ve antes de que me arrepienta, los chicos te escoltaran e iras en mi avión privado, vete ya.

- ¡Gracias!

Grito el rubio lleno de felicidad abrazando al peliplata quien devolvió el abrazo contento. Viktor no era tan malo, eso pensó Plisetsky echando a correr.

Yuri no aguantaba la emoción de partir, tomo su celular para querer avisarle a Otabek, pero se detuvo, sería mejor sorprenderlo, sonrió a la pantalla y rápido fue por sus cosas.

Viktor por su parte, miro a una de las puertas y vio a Katsuki parado cruzado de brazos. Tenía sangre en las manos y se veía molesto. A Viktor le ponía verlo así, envuelto en sangre, con ropas negras ajustadas, joder era demasiado erótico, "Eros" pensó mordiéndose él labio, le gustaba como su esposo con simple ropa y sin esos lentes derramaba sex appeal.

- ¿De que estas molesto?

- Por eso me pediste que acabara de golpear a ese sujeto, era para que no escuchara que mandarías a Yuri con ese detective.

- Estará seguro.

- ¡No lo estará! ¡Maldición Vitya! Estas decisiones las tomamos entre los dos, es mi hijo también, estará allá solo con ese... intento de detective y ...

- Shhh... - dijo Viktor poniéndole un dedo en los labios - Dije que te protegería a ti y a Yuri, confía en mi amor, está muy bien vigilado.

- Mas te vale Viktor. - culmino el japonés molesto limpiando sus manos con la camiseta del contrario. Después lo miro fijamente y cuando Viktor se inclinó para besarle, Katsuki le dio la espalda saliendo de esa habitación.

El ruso rio para si mismo, terminando de recoger las cosas que Yuri había regado, tenía a dos berrinchudos chicos, con el mismo nombre, solo que a uno lo disfrutaba en la cama y al otro, bueno disfrutaba su compañía de vez en cuando, ¿Eso está bien no? ... lo quiero aun así sea gruñón. 



Ya había visto el vídeo más de 30 veces, era obvio que verlo no lo haría ver quien era, pero podía intentarlo. Leo de la Iglesia estaba frustrado en su oficina cuando todos o al menos la mayoría ya se habían marchado. La grabación del hotel muestra a Isabella Yang subir por el elevador y después una figura vestida completamente de negro, al parecer masculina, subiendo detrás. La siguiente parte de la grabación es ella subiendo la escalera llegando al techo y segundos después el sujeto sube.

- y.... no tienen cámaras en el techo. - suspiro Leo frustrado.No podía llamar a Otabek, si lo llamaba solo recibiría insultos y amenazas de golpes de su parte. Además, no tenía cara para hablarle, no después de lo que había sucedido. - Bueno, que más tenemos.

En la habitación de Isabella habían encontrado una nota que en definitiva era para Otabek.

"Encuéntreme detective, que donde muere uno, mueren más..."

Estaba perdido, De la Iglesia pensó que tal vez no podría hablar con Otabek, pero si podría mandar la información a su correo y con suerte Otabek la vería, y con aun más suerte respondería el mensaje. Él lo sabía, el mejor detective era Otabek, era el único que veía mas allá de lo obvio.

- Por favor solo dependo de ti ahora - dijo Leo a la nada mandado el correo, suplicando así, que por un pequeño milagro, el kazajo pudiera contestarle.

Suspiro frotándose las cienes recordando lo que había visto. A Otabek besándose con Plisetsky en la lluvia, "Te amo" fue lo que salio de la boca del kazajo, nunca había visto a Otabek diciendo tal cosa en su vida... Le emociono el corazón ver el rostro del moreno tan relajado, vivo... Sintió un flechazo en el pecho, se veía tan vulnerable el moreno en ese momento que se lo imagino en su cama siendo follado por el... espera... ¿Qué?

- Maldito Altin se me ha pegado lo gay y lo adicto al sexo, que bueno que te fuiste.

Sonrió a la nada, porque sabia que muy en el fondo, no era la primera vez que deseaba al kazajo en su cama.





- ¿Como te fue en la sesión de fotos? Envíamelas vamos.

- No me quejo, me fue muy bien, tu sabes que Masumi siempre me consiente en la sesión. además, un poco de sexo con los reflectores apuntándote es demasiado sensual.

- ¿Enserio? Tratare de convencer a Yuuri de hacerlo.

- Podrías hacerlo conmigo guapo.

- Oye, recuerda que soy un hombre casado.

- No tiene nada de malo tener una fantasía, ¿Oh si señor Nikiforov?

- No, creo que no tiene nada de malo que se quede en fantasías, seguramente Yuuri igual tiene fantasías.

- A eso me refiero

- Bueno dejando de eso de lado, estoy mirando las fotografías, me encanta la foto cuatro de contraluz, es esplendida, me la imagino así, con tu belleza anunciando el nuevo perfume de Polo... sería un espectacular increíble y la imagen de la nueva campaña. Deja que mis editores hagan los borradores y comienzo los tratos.

- Me parece excelente, oye Masumi quiere que entre a la ducha con él, ¿Te hablo después?

- Chris antes de que te vayas... necesito un favor, ¿Recuerdas la fiesta que hubo, cerca del punto rojo, la fiesta de Santa Elena?... necesito la foto que nos tomamos allí.

- ¿No la tienes tú?

- La mía la regale, pero ¿Me puedes mandar la foto?

- Claro, te la envió ahora mismo, que tengas buena noche Viktor.

- Igual, buena noche Chris.

El ruso se dejó caer en el respaldo de su silla tallando sus ojos... "Santa Elena" murmuro para si mismo dejándose llevar por sus recuerdos.

Atolondrado veía unas largas piernas acomodando sus medias, mientras un sutil movimiento de cabello dejaba a la vista como dos delicadas manos abrochaban un brasier negro como los ligeros que contrastaban con esa piel morena. Era su combinación perfecta, cabello negro, rasgos asiáticos, ojos chocolate.... Aiday...

- No te vayas, quédate... - dijo el ruso, con una cabellera larga que le llegaba hasta media cintura color gris, la chica volteo a verle y le sonrió suavemente besando su frente - Aiday, por favor.

- ¿No te avergüenza acostarte con una menor?

- No cuando pretendo entregarle mi vida. - contesto - Aiday, vamos vuelve a la cama... déjame tenerte una vez más.

- Viktor, voy a tomar un vuelo, tengo que irme.

- ¿Qué? ¿A dónde? Yo te llevare... Aiday por favor.... ¿Es porque te están persiguiendo? Yo puedo protegerte, puedo protegerlos, a ti y a tu bebé.

La chica frunció el ceño volviendo a poner su vestido entallado mirándole. Sus ojos chocolate tenían cautivado al ruso, que podría decir, había caído a los pies de esta chica, ella podría hacer lo que quisiera con él y el respondería como un perro moviéndole la cola. 

Y es porque la amaba, la amaba demasiado, la quería para toda la vida.

- Viktor, no quiero que mi bebé nazca en este mundo, que nazca en un mundo de sangre y problemas, quiero que sea feliz, que descubra el mundo, que viaje, que sienta la felicidad, lo que es crecer, lo que es madurar, joder lo quiero alejar de todo esto para toda su vida. - La chica suspiro - No seas un dolor en el culo Viktor, te dije desde que comencé a trabajar contigo que la única razón por lo que lo hacía, era porque recolectaba dinero para mi pequeño Otabek/Lena... aun no sé que es, pero estoy segura de que será la mejor persona...

- Aiday... por favor, hablare con mi padre, todo esto se verá mejor para nosotros y ... Aún tenemos que deshacernos de la trata infantil y de blancas.

- Se que harás un buen trabajo - concluyo mirándome acariciando su vientre que aún era plano. - Déjame sola Viktor, no quiero nada más, gracias por ayudarme cuando lo necesite, ahora, tengo que alejarme, perderme y nunca volver...

Viktor Nikiforov abrió los ojos con dolor, no pensó que después de todos estos años, aun sentiría dolor de aquel momento en su juventud. Era un chiquillo enamorado, lo sabía, pero se sentía tan real que no podía dejarlo, no quería dejarlo...

Sonó una pequeña alarma en su computador y una foto se abrió. Allí estaba Chris del lado izquierdo de Aiday y del lado derecho estaba Viktor en la fiesta de Santa Elena, que no era más que una reunión de señores de mafia, pero esa fiesta era donde lo presentaban como el heredero de la Tormenta Blanca.

Miro a esa chica, con un hermoso vestido negro entallado, esa cabellera, esa piel, esos ojos. Maldición, Altin se parecía a ella en exceso, no solo en algunos rasgos físicos, sino en la personalidad, joder es puta personalidad le ponía. Lo supo desde que lo dijo, desde que dijo que era de Kazajistán...

"Déjame sola Viktor, no quiero nada más..."

Recordó como un susurro al aire, como si esa bella chica lo hubiera dicho a su oído...

- Pero Aiday... no podía dejarte sola, ¿Porque te fuiste sola abandonándome? ... cuando sabias que también es mi hijo... 



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¡Waaah! 

Y haha, ¡sorpresa! es lo único que les puedo decir después de tal declaración de Viktor. 

Ahora voy a aclarar algunas cosas. 

Aiday tenia 14 casi 15 cuando se embarazo de Viktor quien en ese entonces tenia 17. Los dos eran unos jóvenes, pero ambos nunca tuvieron tiempo para una infancia feliz así que maduraron de golpe y a la fuerza, por ello ambos actuaban como "adultos". 

Y bueno, como se dijo desde los recuerdos de Otabek hasta ahora, Otabek se parece solo a Aiday, no saco parecido a Viktor, solo a veces ese carácter sádico que Otabek demuestra durante el sexo, o ciertos gestos que hace que se asemejen (como dijo Yuuri) La altura de Otabek es definitivamente gracias a Viktor.

Ahora con las estaturas, es obvio que las altere para este fic, así quedaron la de estos personajes, les iré dando mas datos si me piden (Datos como estos, no datos del asesino xd)  

Otabek - 1.83

Yura  - 1.82 

Yuuri - 1.75

Viktor - 1.80

Jean - 1.85

Chris - 1.85

Por cierto, @LessGarces pienso responder tus preguntas al final de la historia, porque sino creo que te confundirían, además una se contesta en el próximo cap. 

¡Muchas gracias por su apoyo aquí y en facebook y sus estrellitas las adoro! 

Y hablando de apoyo, ¡Recomendaron el fic en la pagina Yuri On Ice Fanfickers! Cuando recibí el mensaje de la admin @NatalieNightray1997  por permiso para publicar me sentí super, la verdad no lo esperaba. ¡Muchas Gracias! 

Ame tu comentario sobre el fic :')  ... Les dejo el Link, por si quieren visitar chicas, hay muy buenas recomendaciones... https://www.facebook.com/YOIfanfickers/ 

Lenzz fuera :3 

Dato Curioso:  yo me imagino mas o menos a Aiday así... Si ustedes tienen una propuesta, mándela, me gustaría saber como imaginan a los personajes. 

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