🌹Sad Life🌹

Creo que es tiempo de contar la historia...

Dijo el kazajo tomando un respiro y clavando su mirada en el ruso y el asiático. Una oportunidad, solo una oportunidad tenia, si se equivocaba en algo, su vida sería un martirio.

- Cuéntala - dijo el ruso con una expresión que no sabía cómo interpretar el moreno, parecía desesperado, pero al mismo tiempo dolido.

- Viktor - dijo el japonés queriendo tomarlo, pero ambos estaban con esposas en las manos sujetas a la mesa.

- Sea lo que sea que diga sé que tu no has hecho nada malo Yuuri. Deja que la diga, no importa amor.

- Vitya...

- Así que dila Otabek, cuenta todo lo que según tú, es la verdad.

- ... es la verdad Viktor.

- Pues te escucho... 

----- Inicio del Flashback----



Que vida de mierda.

Nunca pensé que tendría que ser lo suficientemente madura a la edad de 13 años. A mis padres les importo una mierda que esos sujetos me tocaran, y les importo menos cuando decidí huir de casa.

¿Que se supone que haga ahora? A esta edad ni siquiera debería pensar de esta forma, a esta edad tendría que pensar si mi cabello esta arreglado, si mi vestido esta planchado y si la muñeca que quiero esta perfecta.

Diablos Aiday Altin, que vida...

He escuchado que hay chicas que maduran antes que las demás. A mis trece años ya tenía el cuerpo desarrollado, ya reglaba, ya se me consideraba una mujer. ¿Que verga tienen en la cabeza? Soy una adulta porque ya tengo curvas y sangro cada mes... Bravo sociedad, bravo.

Pero dejando mi lado depresivo de lado, aun había buenas cosas en mi vida, como mi refugio entre los libros de la gran biblioteca pública. Espero esto dure para siempre...

Un día saliendo de ella un tipo me sujeto y me llevo con él, no importaba cuanto luche, al final me caso con él y en mi dulce luna de miel me fue entregada una violación. Carajo... ¿Mas violaciones? Porque, ¿Porque me salieron las tetas y las nalgas antes que las demás? ... malditos hijos de puta.

Al menos mi "esposo" al que siempre le he dicho "Eresh" me deja ir a la biblioteca. Joder la biblioteca es lo único bueno del mundo. Desde que tenía 4 años ya me la pasaba allí. El bibliotecario, el señor Nurzhan dueño de la biblioteca me dejaba entrar sin problema y dejarme estar allí todo el tiempo que quisiera. Incluso se sentaba conmigo y compartíamos ideas de los libros, me invitaba la comida e incluso me regalaba libros en mi cumpleaños.

Nurzhan era mi ángel guardián. El único al que le importaba un poco...

- ¿Aiday? ¿De nuevo Don Quijote? - sonrió dejándome botanas enfrente.

 - Esta vez en francés, me encanta... - respondí dándole una leve sonrisa.

- Aiday tu mente es brillante... eres de esas niñas superdotadas. Hablas inglés, francés, portugués y español con facilidad... solo con leer libros.

- Bueno Nur, tengo que hacer algo con mi vida de mierda, no seré una maldita analfabeta eso te lo juro... Necesito dinero si quiero entrar a la escuela.

- Escuche que puedes sacar tu certificado por Internet de los niveles.

- El problema que para eso tengo que pagar. Estoy ahorrando y evitando que Eresh encuentre el dinero, pero es difícil.

- Te he dicho que lo puedes esconder aquí - sonrió tomando los libros desordenados y acomodándolos - lo que me recuerda, ten.

Me lanzo una cajita con pastillas, así es, Nur era mi ángel de todo. Prefiero morir antes de tener un maldito bastardo de ese tipo que dice ser mí esposo. Las pastillas ayudan a que no quede embarazada, pero aun así es riesgoso. No sé cuánto tiempo más dure Eresh sin sexo... tengo que escapar lo antes posible.

- Aiday, he pensado que yo puedo pagar tus estudios... puedo ayudarte a conseguir una beca y te mudes a Rusia.

- Me rehúso. - conteste - Ya has hecho lo suficiente por mi Nur.

- Hablas como si fueras adulta.

- Bueno, ya me he casado, ya he sangrado, ya tengo tetas y culo, eso ya me... - un golpe a mi cabeza llego y solo me quede sobándome - ¡Auch! ¿Eso porqué?

- Tu boca de vándalo nunca cambiara ¿Eh?

- No es fácil hablar como una dama... Es más, ¿Que es una dama? - reí - En lo que a mí respecta, puedo decir lo que quiero, cuando lo quiera sin tener que disculparme.

- Solo mantén tu lenguaje más bajo.

- ¡Roger that!

¿Era un genio? Si, lo sabía, aprendía las cosas rápido, tengo memoria fotográfica, puedo resolver problemas matemáticos avanzados, puedo ser interprete de muchas cosas. Pero tengo una puta suerte que me esta arruinado todo. Ah joder...

- ¿Aiday?

- ¿Huh? - dije volteando.

Allí estaba, con su sonrisa perfecta, su cabello levemente desordenado. Una playera blanca que marcaba su perfecto pecho y unos pantalones sueltos. Joder Temir, estas demasiado bueno. Que seas hijo de Nurzhan y seas jodidamente inteligente igual te hace aún más atractivo.

- ¿Don Quijote?

- E-esta vez es en francés. 

- Eres brillante - me sonrió y quería derretirme - traje nuevos libros, creo que te gustarán, aunque la mayoría es de astronomía, química, física, matemática...

- Los leeré, cada uno de ellos si los recomiendas - sonreí.

- Los recomiendo. - Me sonrió.

Temir Backir era el chico que quería todo el tiempo a mi lado. Teníamos casi la misma estatura, aunque él me pasaba por unos 2 centímetros, yo media 1.65 y él media 1.67. Su piel era morena, pero tenía unos hermosos ojos esmeralda debido a su madre rusa. Me encanta el esmeralda me hace feliz. Era igual de inteligente, aunque a diferencia de mí, el si parecía un chico de trece años.

Me sentía como una anciana pedófila al desearle, incluso cuando teníamos la misma edad. El problema es que mi cuerpo parece el de una chica de 16 o 17 años, se desarrolló antes... puta suerte.

- Oye, escuche que tienes el mejor promedio. ¿Eres un cerebrito?

- Para nada, comparado contigo soy estúpido. - dijo tomando un libro y recostándose en uno de los sofás - Soy pésimo en inglés, deberías enseñarme.

- Lo haré, lo prometo - sonreí.

- Muchas gracias - sonrió y juro que me derretí.

- 2 días después -

Un suspiro de la boca de mi padre solo me decía una cosa.

Estaba molesto con el embargue japonés.

No había pasado el cargamento que se suponía que tendría que pasar hace una semana, y la persona a cargo de esto era un tal Toshiya Katsuki. Como no había conseguido que el cargamento pasara a través de los barcos de pesca que tiene, ahora papá estaba completamente furioso.

Papá como lo llamo, o refiriéndose al nombre que todos lo llaman, Iván Nikiforov o como le apodan "La Muerte Pálida" era un hombre que a nadie le gustaría hacerlo enojar. Papá y yo nos parecíamos bastante, él tenia una larga cabellera plateada como la mía, ojos grises y era demasiado aterrador cuando lo veías.

Solía pensar que, si algún día la muerte mostrara su rostro, tendría que ser igual a papá.

Regresando con Katsuki, papá estaba molesto y ahora estábamos en camino a que lo golpearan. El decidió traerme para que aprendiera que se le tiene que hacer a las personas que no cumplen las promesas. Yo solo asentí, pero; Se me hace extraño.

No quiero lastimar a nadie, digo, se equivoco, eso lo se y entiendo porque papá este molesto, pero, aun así no deberíamos golpear a nadie...

- ¡Vitya! - grito mi nombre y me estremecí poniéndome derecho - ¿Cuantas veces tengo que decírtelo?

- ... Perdona. - conteste, oh no... olvide lo de mi cabello.

Como lo esperaba, un enorme golpe fue a parar a mi estomago sacándome el aire. Antes de que pudiera reaccionar, mi cabello fue jalado de pronto y sujetado a la fuerza.

- Si piensas traer el cabello largo,  amárralo pequeña mierda - dijo y de nuevo una patada en el estomago.

Papá era jodidamente estricto. Cuando acepto que dejara crecer mi cabello, aun así, no le gustaba verme correr de aquí para allá con el cabello suelto. Decía que mi rostro era como el de una niña y no le gustaban los afeminados. Así que decidí recogerlo con coletas siempre, pero hoy lo olvidé.

-Basta Iván, ¿Es un chiquillo, que esperabas? - dijo mi madre jalando de mi brazo y sentándose para amarrar mi cabello - tú lo traes más largo cariño y suelto.

- La diferencia es que yo no tengo ese rostro de niña. – y era verdad, el rostro de papá no era delicado, era demasiado cuadrado y masculino.

- Tu madre me mostró tus fotos. Eras similar a Vitya, pronto crecerá más y será incluso más sádico que tú. - mi madre me sonrió y yo conteste la sonrisa - Mami te enseñará como destripar en menos de un minuto...

- Anna, espero inicies esas lecciones pronto, estoy cansado que no sepa ni sostener un arma.

- Descuida, déjame lo a mi ...

Mamá era una asesina sin igual y papá la manejaba a su antojo. Eran geniales, aunque crueles. Mamá es lo que se entiende como un "Psicópata"

Cuando era pequeño, mi padre tuvo que ponerme una Nana porque mamá cambiaba de humor y me quería hacer daño en cada oportunidad. Pare en el hospital cuando tenía 3 por golpes, 4 por tanta agua en mis pulmones cuando intento ahogarme y 6 por envenenamiento.

Sin mencionar que mamá quería darle un varón a papá, porque papá necesitaba a quien dejarle el negocio cuando el muriera. Debió ser trágico para mis hermanas morir hasta que yo nací... no se que paso con ellas y nunca las mencionan, solo espero que estén en lo que se llama "cielo".

Aún así la amo, tengo sus ojos y sonrisa.

Cuando llegamos con el señor Katsuki, papá lo arrinconó en la sala de su casa y se divertía golpeando o clavándole cuchillos. Yo cubría mis orejas y ojos porque se me hacia demasiado cruel, pero mamá m obligaba a verlo para que aprendiera.

Escuché un grito y alguien corriendo, al voltear vi algo muy hermoso. Creo que era lo mas hermoso que había visto en mi vida. Era pequeño, pero como un ángel, tal vez un par de años mas joven que yo, pero era muy hermoso.

Se puso delante del señor Katsuki, supongo que para protegerlo, pero había sido un error porqué mi padre odia cuando lo interrumpen. Acabo recibiendo un enorme golpe de su parte.

Me enfade.

No creía que mi padre había golpeado a un ángel, así que me llené de ira y golpeé como mamá me había enseñado sus piernas para quitarle el cuchillo y rasando a lo largo de su brazo. Mi padre soltó un ruñido de dolor, pero me miro viendo como la sangre comenzaba a derramarse de su brazo y mamá reía. El sonrió.

- Vitya. -dijo feliz viéndome – Joder Viktor

- No lo toques -dije mirándolo poniendo al ángel detrás de mi.

- Aw estoy orgulloso de mi bebé, mira esta herida – Anna tomo el brazo de su esposo – larga, aproximadamente 30cm, cerca de las venas principales, símbolo de advertencia, no tan profunda para mi gusto pero bueno, es tu primera vez cortando piel humana, ya sabrás como hacerlo bien.

- Si fue muy buena – contesto su padre – el golpe igual, atacaste a mi punto de equilibrio, perfecto Vitya, papá esta muy feliz.

- ¡No te acerques a el! -grite, ¿Qué pasaba? Lo acababa de dañar y ellos estaban felices... ¿Qué diablos?

- Ok ok, no lo haré... pero, primero que nada... ¿Tu eres Yuuri cierto? ... Tu padre me habló de ti en alguna ocasión -dijo mi padre y Yuuri se escondió detrás de mi sobando su brazo - no seas tímido, acércate. De todos modos, mi hijo tiene el arma no yo... estoy indefenso ahora.

No sé porqué, pero Yuuri se acercó a él y mi padre le acarició las mejillas para después darle una vuelta, observándolo.

- Katsuki, se que aún respiras y estas consiente... te tengo un trato.

El señor Katsuki apenas podía levantar su rostro, pero hizo un esfuerzo y vio a mi padre.

- Vitya crecerá aún más, necesita compañía. Tu hijo es hermoso, piel blanca, ojos marrones, cabello negro, ese hermoso toque asiático único. -sonrió acariciando a Yuuri por el cabello - Dame a tu hijo y todas tus deudas y el problema de la droga quedan olvidados... Vendré por el dentro de 1 año, así será un buen regalo para Vitya cuando cumpla 15 años.

- Pero ... Es un niño. -dijo el señor Katsuki. - tiene solo 13 años.

- lo sé, pero mi hijo necesita un Kitten para aliviar las hormonas de puberto. -sonrió, entendía que era Kitten o Gatito, papá y mamá tenían para ellos algunos gatitos en la casa. Eran personas que los complacían en la intimidad y estaban allí como dulces gatitos para hacer lo que quisieran que sus dueños hicieran... Yo no he pedido por uno, pero Yuuri es hermoso, lo quiero. - tu hijo será delicioso en un poco más de tiempo... además, a Vitya parece gustarle. No me molestaría tener a este gatito rondando la mansión. Considerarlo, no deudas y tu hijo pagaría todo lo que necesiten... Todo, no sufrirán la miseria de nuevo.

- Yuuri... -su padre le llamaba, pero el ángel solo miro a mi padre.

- ¿Qué dices tú Yuuri?

- ¿No le hará daño a mi papá?

- Lo juro.

- Entonces seré el gatito.

- Excelente. -sonrió- vendré por ti en un año, se más hermoso aún. Serás la diversión de Vitya... solo si este se porta bien.

- ¡Me portare bien! – grite, oh dios tendré a Yuuri, perfecto.

- Ok. – dijo Yuuri bajando la mirada un poco.

Nunca pensé que ese ángel no tuviera miedo de acercarse a mi padre. Me quedé impactado de eso, pero después pensé que, el lo estaba haciendo por su familia, principalmente por su padre.

Entonces me sentí mal... Yuuri viviría conmigo solo porqué así salvara a su familia. Tengo este sentimiento de vacío dentro de mi... quisiera que Yuuri viniera porque me quiere, no para proteger a sus amados... agh, que es esto, quiero golpear a Yuuri y gritarle que me comience a amar desde ahora...

Creo que soy igual a mis padres en algún punto. 



--- 1 semana después ---

Cuando dejamos Japón papá dijo que no perdiera contacto con Yuuri, cosa que no planeaba hacer. Quiero conocerlo mas, que alguien sea tan bonito no debe ser legal.

Nos dirijamos ahora a Kazajistán, esto debido a que teníamos algunos problemas con los policías y no podíamos regresar a Rusia aún. Así que la casa en Kazajistán tendría que ser opción.

Extrañaba Nueva York, era una ciudad que no duerme y me sorprendía cada día. La belleza de esas personas en los espectaculares me impresionaba, quería ser parte de eso.

Cuando regrese me asegurare que sea mi cara la que este en todo lugar.

Cuando bajamos y llegamos a la casa, mi padre se apresuro a entrar con mi madre acariciando sus caderas, y dándole suaves apretones en el trasero. Oh diablos, no quería estar allí mientras tenían sexo, así que pedí permiso para quedarme fuera y pasear un rato.

Mi padre asintió y envió a un par de sujetos conmigo mientras montaba mi bicicleta. Me quite casi todo lo que consideraba demasiado de mi vestuario, quedando en pantalones y camisa blanca para salir y disfrutar el día.

Note que era muy alto en comparación con los niños de Kazajistán, bueno, mi cuerpo esta ejercitado igual por ordenes de papá, llevo una dieta balanceada y mi vida es como la de un rey sin contar las golpizas, supongo que eso influye mucho.

Los sujetos iban a unos metros de mi mientras yo pedaleaba tranquilo, pero como si fuera un gato saliendo de la nada, una chica se atravesó y acabe chocando con ella arrollándola. Salí volando raspándome la rodilla.

- ¡Hey estúpida! ¡¿Que no vez que estoy pasando maldita idiota?! – grite en ingles, en lo que los chicos me levantaban y sacudían mis ropas.

Mis ojos se abrieron como plato cuando me ignoró y solo volteo a verme. Nunca había visto a una chica así... Su piel era morena, sus ojos marrones e intensos, su rostro estaba definido y hermoso, tenia una enorme cabellera negra y ... ah.. ah... ¡AAH! ¡Pechos! ¡Tiene pechos!

- Perdona querida, tengo ese imán de atraer a retrasados... - dijo dándome una leve sonrisa. ¿Que? ¿Habla inglés? ¿Eh?

- ¿Me entiendes?

- Por supuesto - contesto en un inglés exquisito - aunque tu acento es realmente perturbador, pero te entiendo completamente. - dijo sacudiendo sus ropas y levantando sus libros - Ahora dile a tus gorilas que sostengan tu bicicleta cuando pedaleas, para alguien con el cerebro tan chico, deberían prohibirle salir sin rueditas.

- ¡¿HAAAH?!

- Lo siento hermosa, tengo que irme, hasta luego.

- ¡No soy una chica!

- uh... ¿Enserio? ... eres como una modelo, alta, blanca, cabello plateado, ojos azules, labios suavemente rosados. Hermosa. - rió-

- ¡Tu eres mas hermosa! - grite y un sonrojo se apodero de mi por completo

- uh... - Lo sabia, la hice sonrojar, ¡ha! - gracias.

- ¿Como te llamas?

- Aiday Eresh. - contesto clavando esos ojos chocolate en mi y sentí mi corazón como loco - ¿Y tu?

- Viktor Nikiforov... - sonreí - Vengo de América, estoy de vacaciones aquí.

- Pues, bienvenido a Kazajistán.

Y allí fue, en ese momento, donde conocí a la persona mas magnifica y sorprendente que he conocido. Fue raro como empezó, solía verla por las tardes, luego fue por las noches. Le ayude a escapar de su estúpido marido y comenzó a vivir conmigo.

Aiday no era una chica a la que le importara como se veía, pero era de esas chicas que sin maquillaje o ropa bonita, parecía una supermodelo.

Aiday era esa chica que tanto había deseado, traía a mi mundo cosas nuevas, me enseñaba cosas y yo le enseñaba otras. Me di cuenta que la había dejado de ver como una amiga desde la primera vez que la conocí... la deseaba, como una amante. 



--- 1 año después... ---

Pensé que nunca me volvería a sentir así, pero... ahora a mis 14 años, realmente me atrae Viktor Nikiforov. No se como paso, de un día a otro, comencé a hablar solo de él.

Nurzhan se dio cuenta y solo me sonreía cuando hablaba de Viktor. Lamentablemente para mi, huir no me permitía verlos tanto y eso me traía loca. Pero al menos ellos era lo suficientemente comprensivos para saber que Eresh seguía buscando mi culo hasta debajo de las rocas. Aunque extraño a Nur, la verdad es que lo que mas extraño son mis platicas con Temir... realmente me gustaría saber que ha pasado con el.

- Aiday - dijo Viktor con esa mirada de cachorro y mi sonrojo se apodero de mi, maldición - Aiday vamos levántate - sonrió aventándose a mi cama abrazándome - Tenemos trabajo.

- No quiero hacer nada... estos días. - dije ocultándome.

- ¿Estas reglando? - sonrió con esa sonrisa de corazón y se ganó un golpe de mi parte. - ¡Auch Aiday eres mala!

- No digas cosas como esa, como si nada... ya voy.

- ¿Nos duchamos juntos?

- Ni aunque estuviera muerta - dije empujándolo apartándolo de mi. Eso no podía hacerlo, no era como si me duchara y ya con otra chica, era que realmente hombre, no puedo andar con el culo y tetas fuera y menos con un adolescente que se masturba como 5 veces al día. Seria mi perdición.

Suspiré, Viktor seguía mirándome y me cohibí ante eso. El camisón que me dio para dormir ahora me quedaba algo pequeño. Mi cuerpo seguía desarrollándose, había pasado de copa B a copa C, ¿Cómo paso esto? Pues quien sabe, era dios mordiéndome con dolor de espalda y bolsas de grasas inservibles en el pecho.

- Tienes mas curvas... - dijo Viktor y voltee para golpearlo, pero sostuvo mis manos - Cada día eres mas hermosa, no se cuento tiempo pueda contenerme... - dijo besando mi mano – pero, si se trata de ti, me contendré 1000 años si es necesario para tener un beso tuyo.

- Viktor... - Hecha un tomate lo golpee con una almohada - ¡T-tonto no digas cosas así!

Pues me pones tan jodida cuando dices algo tan lindo, eso quería decir, pero nunca saldría algo tan tonto de mi boca. Maldición... Mi nombre es Aiday Eresh, soy jodidamente inteligente, pero soy una idiota en un tema en particular.... Sentimientos y como expresarlos.

- Solo ve a vestirte - sonreí - Ya voy contigo.

- Ok vale - me sonrió y se acerco tanto a mi que sentí mis rodillas temblar. - Te veo en el comedor...

- mhmm - dije sin aparar mi mirada de él. Viktor tenia 16 años ya, media 1.75 y tenia un hermoso cuerpo acompañado de una larga cabellera. Era muy guapo, muy muy guapo...

Salió de mi habitación y me dispuse a bañarme, todo bien hasta que salí de la ducha y lo vi. Iván Nikiforov, recargado en la puerta de mi habitación vistiendo unos pantalones negros y una camiseta blanca. Debo de admitir que ha su edad es alguien muy atractivo, pero este tipo ya me tenia loca.

¿Porque las cosas no pueden salir nunca bien?

- Hermosa Aiday... ¿Que tanto haces con mi hijo?

- Nada, Viktor insiste en entrar en mi habitación sin permiso.

- Te lo diré directo como te lo dije la primera vez que Viktor te trajo... Eres una callejera, como tal, no quiero que te acerques a Viktor... - sonrió acercándose - Pero, me podrías hacer cambiar de parecer si te desnudas ahora... siempre quise una Kitten morena. 

- Prefiero a que me apedreen que eso. - conteste y vi como su ceño se frunció.

- Como te atr...

- Los negocios en Japón son la bomba, tiene todo controlado ¿Cierto? al igual que, el caso de los niños traficados. - sonreí y me recargué en la cabecera de mi cama - Sabe, Viktor quiere detener eso porque ese negocio se esta extendiendo al territorio Nikiforov, pero, me dio tanta curiosidad que usted no lo hubiera notado. Así que me metí a la red de datos y ¿Adiviné que encontré?

- Tú, pequeña zorra...

- Un archivo encriptado con el dinero para comprar a 100 niños de diferentes lugares del mundo, todo patrocinado por Iván Nikiforov, el principal comprador... ¿Ya le dijo a su esposa que es un pedófilo de mierda?

- Tu maldita - cuando se acerco a mi tome mi celular - ¿Que diablos haces?

- De un paso mas y solo necesito enviar esto para que se propague por red. Veremos cuanto duras Nikiforov, en una cárcel donde metiste hombres inocentes y mataste a sus familias. Te harán papilla...

- ... estas jugando con fuego Aiday... ¿Estas segura de esto?

- Por completo.

- Vale me gustan los retos... veremos como sigue tu vida después de la amenaza que has puesto... Últimos 3 segundos para arrepentirse.

Sentí tensión, el tipo estaba clavando sus ojos azules en mi y tenia que controlarme. Tengo que mostrarle que yo tengo el control, no él, porque si mi mirada flaquea un poco estoy perdida.

- Bien... comencemos el juego, solo no te acerques a mi hijo y lárgate de una buena vez de aquí ya.

- Con gusto... - respondí y salió de mi habitación azotando la puerta. Solté un jadeo, mis piernas temblaban, esto es... esta vida es... es tan ...

No pude contener las lagrimas, diablos tengo que alejarme de todo esto antes de que acabe hundida en ello. Se suponía que esto lo hacia por dinero, ahora que lo tengo debería huir... pero... Viktor.



--- Semanas después ---

Llego el día.

Después de bajarme del avión, me guiaron a la mansión Nikiforov en Kazajistán. Tenia nervios y mi boca la sentía seca, pero nada de eso me importaba dado que vería de nuevo a Viktor.

Nos mensajeamos y hablamos prácticamente diario, pero esto es algo nuevo, oficialmente estaré con él... Papá me traía fotos, las ponía en todo mi cuarto, veía a Viktor día y noche, veía que tan hermoso se volvía... Mi familia no dejaba de mencionarlo, tanto que mi mente solo puede estar llena de Viktor Nikiforov, y nada mas.

Cuando al fin atravesé esas puertas, al primero que vi fue al señor Iván Nikiforov que me recibió con una sonrisa abrazándome, después la señora Anna Nikiforov acarició mi cabello.

- Yuuri bienvenido a tu casa - dijo la señora Anna - Adorne tu habitación, esta a un lado de la de Viktor y tiene una puerta continua que liga sus habitaciones, espero sea de tu gusto.

- Lo es - sonreí - Si puedo estar cerca de Viktor es mejor.

- Yuuri te has vuelto mas hermoso, y solo tienes 14 años.

- Cuide mi alimentación y mi piel día y noche, tengo una perfecta piel de porcelana para Viktor, al igual que un cuerpo moldeándose para él. - conteste y el señor Iván sonrió.

- Eres perfecto, digno de estar en la mansión Nikiforov... ven te mostraremos el alrededor.

- Gracias por recibirme - dije dando una leve reverencia y siguiendo sus pasos.

La mansión Nikiforov era un palacio, todo parecía sacado de esas casas en las películas, lujosas, extravagantes, únicas. Estaba seguro que solo con las pinturas de esa pared, podría hacer que mi familia nunca en su vida pasara hambre.

Me mostraron las habitaciones, y todas eran lujosas, una detrás de otra, pero entonces llego el momento que esperaba durante todo este año. Vería a Viktor y eso era lo único que quería hacer ahora... después de todo este tiempo al fin vería a mi próximo... eh...

Al abrir las puertas de su habitación, Viktor estaba acostado en su cama recargando su cabeza en las piernas de una chica morena, su sonrisa perfecta se la estaba dedicando a ella, sus ojos azules solo estaban en ella... ¿Ella? ... después de todo lo que trabaje, solo sonríes a ella... ¿Quien es ella?

- ¡Viktor!

- ¿Que quieres padre? - volteo y me vio abriendo sus ojos sonriéndome. - ¡YUUUUURIIII! ¡Al fin estas aquí!

- ¡VIKTOR! - grite saltando a sus brazos, oh si, era lo que había soñado. Sus grandes y fuertes brazos juveniles, pecho comenzando a moldearse, cuerpo perfecto. Viktor... Viktor... - Viktor al fin estoy a tu lado.

- ¡Estoy feliz Yuuri! Te quería lo mas pronto posible conmigo... ven te quiero presentar a alguien.

- ¿Huh? - oh no Viktor, no hagas esto...

- Ella es Aiday Eresh, ella también se queda aquí... sean amigos - sonrió -

- ¿Tu eres Yuuri? Viktor me ha hablado de ti, me alegra que estés aquí.

Sonreí.

Porque sonreír era lo único que podía hacer, tengo que deshacerme de esta maldita puta de alcantarilla antes de que deje sus estúpidos parásitos por toda la casa. Tu no has hecho nada por Viktor, yo entregue mi vida por él, joder maldita zorra de esquina, vuelve a la alcantarilla de donde te sacaron.

- Me alegra saber que tendré alguien con quien hablar - di una leve reverencia - Yuuri Katsuki, mucho gusto...

- Mucho gusto igual.

Y los días no podrían empeorar...

Me instale, y aunque sabia que la habitación de la zorra esa, estaba casi en el sótano, aun así Viktor insistía en bajar e ir por ella. Joder, ¿Como puedo acercarme a mi Viktor así?

- Siempre... estas cerca de Aiday, ¿La quieres mucho?

- Hmm... - Viktor se quedo pensando y tomo mis manos - Creo que estoy enamorado de ella, pero no puedes decirle a nadie... Me matarán.

- ¿Enamorado? - Dije, pero solo sentía mis ilusiones romperse.

- Si, ella es muy inteligente, es sexy y tiene esa algo que no se que, que hace que mi corazón haga... como decirlo, oh como dicen en tu país, que haga doki doki...

- ¿Doki Doki?

- Si doki doki.

- Viktor... yo.. amm... ¿Puedo invitarte a cenar? - No tenia mas en mi mente... si no puedo tener su corazón por el momento, me ganare su estomago por ahora.

- ¡Claro! ¿A donde quieres ir?

- A ningún lado, se cocinar así que déjalo en mis manos.

- Bien Yuuri - sonrió con esa sonrisa de corazón de nuevo... diablos... - ¿Puede estar Aiday?

"¡OH HELL NOOOO!"

- Seguro - sonreí.



Las cosas no estaban saliendo como esperaba y eso me tenia de muy mal humor, pero al menos tenia un plan que esperaba que todo saliera a la perfección.

Mi plan era el siguiente, me acercaría a la zorra esa y me haría su amigo para así persuadirla de largarse, todo salia bien en las semanas que pasábamos juntos, era perfecto, pero ahora yo mismo me he envuelto en una situación que me esta matando... ¡uggggh!

- Así que... no se como decirle a Viktor que igualmente lo amo, pero su estúpido padre... uh, no se que hacer Yuuri.

"Vete a la ver..."

- ¿Cual es el problema realmente? Si quieres irte solo hazlo.

- Quiero, pero no quiero romper el corazón de Viktor, Yuuri ayúdame - dijo abrazándome y poniendo sus jodidos enormes pechos en mi cara - No se que hacer.

- Solo... se honesta contigo misma y dile a Viktor lo que sientes, aclara tu conciencia y déjalo antes de que el sentimiento crezca.

- Si tienes razón - se aparto - creo que debo hacerlo, se lo debo...

- Si así es...

- Lo haré hoy.

- ¿Te irás hoy? - dije sorprendido, dios hay que celebrar - ¿Tan pronto?

- ¡Si! Muy pronto será la fiesta de Santa Elena, tengo que irme antes de eso... después del golpe que dimos con el trafico de infantes y que vieran mi rostro, estoy en un inminente peligro. Si pongo mi rostro en esa fiesta me mataran antes.

- Te ayudaré a irte - sonreí esta vez de verdad - Pero tendrás que hacerlo rápido.

- Lo haré.

Al fin sentía que los dioses me sonreían. La puta estaba por irse, tendría a Viktor finalmente para mi, ah era lo que quería. No pude mas que acostarme en mi cuarto feliz cuando ella se fue, para dormir una armoniosa y bien merecía siesta. 

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

Estaba decidida, gracias a la ayuda de Yuuri al fin había comprendido todo. Solo era una bomba de tiempo y solo le traería desgracias a Viktor. Ya no había necesidad de que siguiera aquí, tenía suficiente dinero ahora para huir y empezar una nueva vida, y tenía que hacerlo ya.

Suspire al ver la puerta de su habitación, no quería decirle adiós, pero tengo que hacer esto antes de que me arrepienta. Toque un par de veces y abrió. Solo usaba sus boxers, mostrando su cuerpo, me estremecí y el me miro extrañado.

- ¿Que pasa? - dijo tomando mi mano y metiéndome a su habitación, asegurándose que nadie me hubiera visto - ¿Te sientes mal? ¿Qué tienes Aiday?

- Yo... vine a decirte algo - dije, pero acaricio mi rostro, ah... tan cálido... - e-es importante.

- Dime te escucho - dijo besando mi frente.

- Primero, creo que es mejor que te sientes...

- Ok vale - dijo sentándose - ¿Qué pasa?

- Cuando nos conocimos hace un año te dije que parecías una niña. - sonreí - Y lo que realmente quería decir era que ... eras muy guapo.

- Heh, gracias - me sonrió y sentí mi corazón correr al mil.

- La cosa es, que poco a poco, cuando seguimos hablando, seguimos pasando tiempo juntos.... me atrapé en tus palabras y tu amabilidad... y Viktor... yo... – apreté mis puños, vamos Aiday, dilo, joder ten ovarios como una mujer y dilo, like a macho - Yo estoy enamorada de ti. Tanto que duele, tanto que duele tanto que quiero que acabe.

- Aiday...

- Así que, para no perderme en todo este mundo que ni siquiera quise, voy a irme, antes de Santa Elena, aprovechare eso y solo me iré, pero no quería irme sin decírtelo. Sin decirte lo mucho que significas para mí. S-sé que esta es la peor confesión que te han dado, pero necesitaba decirte cuanto te am...

No pude continuar, sus besos me callaron la boca, sus brazos me apresaron y mi mentalidad se había suicidado por la ventana. ¿Dejarlo? Si claro, no cuando ya estás de rodillas por él.

- No me dejes... - susurro suavemente en mi oreja y mis muslos temblaban como si de una fría brisa se tratara - No me dejes... quédate conmigo.

- Viktor...

- Déjame... solo demostrarte cuanto me importas, por favor...

Y le hice caso.

Me deje llevar por sus besos y caricias, no note cuando fue desprendiendo cada una de mis prendas y las suyas, dejándonos desnudos en su cama, mientras recorría con su boca cada parte de mi cuerpo. Era la primera vez que podía decir que disfrutaba el sexo, Viktor me tocaba con nerviosismo mirándome y preguntándome si todo está bien, a lo que yo asentí siguiendo los besos y embriagándome más en él.

Creo que estaba condenada a Nikiforov desde ese día... y ya no podría cambiarlo nunca.







Pasaron semanas desde esa noche y decidí quedarme, luchar por estar a su lado... pero las cosas acabaron por complicarse más... Cerca de cumplir 15 años... me enteré de algo que no quería saber.

Positivo.

¡Maldición!

Ahora estaba en el baño de mi habitación sosteniendo esa estúpida prueba de embarazo. ¿Positivo? Joder joder joder.... ¿Qué diablos haré? ¿Qué se supone que haga? Oh diablos no puedo decirle a nadie, Viktor me matara y.... Yuuri, puedo pedirle ayuda a Yuuri...

Corrí de mi habitación y llegué al cuarto de Yuuri tocando. Este me abrió con mala cara de haberse levantado y lo empuje dentro cerrando tras de mí. Lo empuje hasta su cama subiéndome encima de él enseñándole la prueba de embarazo. El abrió los ojos como plato mirándome como si no pudiera creerlo.

- ¿Quién?

- Viktor... esa noche que iba a irme... pasaron más cosas de las que te había contado. – dije con un completo sonrojo mientras Yuuri se daba un facepalm.

- No puede ser... ¿Te das cuenta de lo que significa esto?

- Que tendré un bebé...

- No idiota, que los Nikiforov te mataran. Aiday tienes que deshacerte de ese parásito creciendo en ti ya. No es solo Viktor sabes, a él no le harán nada, es a ti... estas en peligro.

- Joder lo sé pero... si le digo a Viktor y ...

- ¡NO! Aiday, confía en mí, solo... mira te ayudare a ir a una clínica sin que nadie lo sepa, nos deshacemos de eso y seguimos con nuestras vidas.

- ...pero...

- Aiday... ¿Realmente quieres tener un hijo/hija?

- ... no. - conteste, era verdad, no quería un niño o niña buscando mi protección cuando ni siquiera yo puedo cuidarme.

- Entonces... lo haremos, hoy en la noche.

- Lo haremos... si...

Y la noche llego, no sé cómo hizo Yuuri, pero logramos salir de la mansión Nikiforov sin ser vistos y fuimos a una clínica local, el día era muy frio y cubrí mi vientre plano, sea como sea, merece calidez, aunque este a punto de hacer esto... No tienes ni el cerebro desarrollado aún, eres un feto... pero tienes que entender, que, en esta situación, ni siquiera puedo dejar que tengas vida... Lo lamento.

Al llegar, Yuuri me dio dinero en un sobre y dijo que vendría por mí en la mañana. Asentí y él se marchó dejándome, suspire y entre en la clínica sin imaginarme que me encontraría con unos ojos esmeralda de nuevo.

- Temir...

- ¿Aiday?

Ambos nos miramos sorprendidos. Temir debe medir 1.70 aproximadamente ahora, es más guapo de lo que recordaba.

Me estaba mirando tan sorprendido como yo lo veía. Se acerco a mi primero lento, y después rápido abrazándome, yo correspondí ese abrazo hundiendo mi rostro en su cuello.

Cuando al fin pudimos hablar, me dijo que Nur se había roto el brazo cayendo y que lo acababa de traer de emergencia. Me sentí aliviada en saber que Nur estaba bien ya y le sonreí. El sujeto mis manos mirándome tan directamente que me sonroje de golpe.

- ¿Porqué estás aquí Aiday?

- ... Me odiarás.

- ¿Qué?

- Por lo que haré... tu eres de esos locos pro vida - dije bromeando mirándolo y el ladeo su cabeza confundido.

- ¿De que hablas?

- Estoy embarazada... y vengo a.... dejar de serlo.

- ¿Qué? - sus ojos se abrieron de golpe mirándome - Aiday... ¿Quién te ultrajo? ¿Quién diablos?...

- Tranquilo, fue estupidez mía. - dije acariciando su rostro - es mi decisión así que... estoy bien.

El suspiro y hablo conmigo como solía hacerlo... acaricio mis mejillas y tomaba mis manos, dios Temir es tan cálido, siempre mostrándome tanto amor...

- No voy a decirte que es algo que apruebo, pero tampoco voy a impedirlo. Es tu cuerpo y es tu decisión... solo júrame que estás segura de esto.

- Lo estoy... - dije mirándolo - Lo estoy...

- Bien, entonces hazlo...

- Bien.

Me levanté para acercarme a una enfermera, pero me detuve. Acaricie mi vientre e imagine toda mi vida, todo lo que había sido hasta ahora. Suspire imaginándome la calidez de alguien pequeño en mis brazos, con Viktor feliz a un lado mío... con todo...

No puedo hacerlo.

Me gire mirando a Temir quien me sonreía levemente. Tome sus manos y juntamos nuestras frentes, no podía, lo sabía, no podía hacerlo.

Temir y yo nos quedamos en la sala de espera toda esa noche, compartiendo cosas, olvidándonos de nuestras vidas...

Ojalá las cosas fueran tan fáciles como esa vez... pero era imposible, total y rotundamente imposible para alguien como yo.... las cosas iban a empeorar.





Después de Santa Elena...

Cuando al fin hui fuera de Viktor, me encontré con una pequeña cabaña, perteneciente a las tierras de Nur. Recuerdo que solía decir que esa cabaña era donde escapaba de todo cuando era más joven, supongo que ahora que ya no está con nosotros seguiré ese deseo... Seguirá siendo una cabaña de recuerdos.

Arregle lo mejor posible, pero tampoco podía hacer mucho cambio, si se daban cuenta que alguien vivía allí, vendrían a investigar. Y ahora embarazada no tengo porque molestarme en golpear traseros.

Aunque le dije a Viktor que era su hijo, no podía quedarme con él, no después de la amenaza de su padre, no después de tener a Chris encima, diciendo que solo le provocare desgracias a Viktor, no después de escuchar lo que Yuuri me había dicho... no podía, tenía que dejarlo o solo provocaría desgracias en si vida... al menos tiene a Yuuri y sé que él no lo hará sentir solo.

Y aunque sé que decepcione a Yuuri al no hacerlo antes. Al no huir cuando me dijo, al no abortar a mi bebé... al menos sé que siempre fue mi amigo y que ahora él se encargara de cuidar a Viktor.

- Aiday, traje cosas para el bebé - dijo Temir entrando sonriéndome - Traje diferentes cosas y una cuna, ayúdame a meterla.

- Claro, muchas gracias.

Temir me ayudo al momento de huir, y me trajo a este lugar. Me ha ayudado a arreglarlo y a cuidarme, él es el que compra las cosas y yo solo tengo que pagarle con rica comida. Es el mejor trato que he hecho en mi corta vida.

Temir está estudiando para ser algún día un gran médico, es su sueño. No quiero arruinar ese sueño así que le insisto que no tiene que hacer estas cosas, pero el sigue ayudándome sin importar que.

- ¿Y cuándo sabremos que es?

- No sé, supongo que, en un par de meses, cuando crezca más... - sonreí - ¿Qué quieres que sea?

- Bueno... Si es niña, porque no le pones como tú, "Hija de la Luna" ... Siempre he pensado que el significado de tu nombre es hermoso.

- No quiero que se llame como yo - reí - Me gusta más el nombre de tu madre.

- ¿Lena? - sonrió - si igual es lindo nombre.

- ¿Si es niño? - lo mire arqueando una ceja - ¿Que tal Aiman? significa belleza de la luna, y como dices que yo soy tú luna, entonces mi bebé es la belleza.

- Hmm... no, no me gusta. - sonrió - que tal... ammm... ¿Otabek? .. si Otabek, suena masculino, es fácil de recordar, y puedes decirle Bek, o Beka, Ota, etc...

- Beka... - sonreí al pronunciarlo - me encanta.

Y así fueron nuestros días...

Los meses fueron pasando y nuestra relación se volvía más cercana. Temir traía muchas cosas para Otabek. Cuando supo que era un varón se puso a saltar de gusto porque dijo que al fin habría alguien protegiéndome todo el tiempo.

Sonreí y lo dejé emocionarse. No me di cuenta cuando poco a poco habíamos formado una familia extraña. Él no era el padre, pero se comportaba como tal, nuestra casa no era una casa pero se volvió un hogar, y nosotros éramos amigos que no sentían nada, pero acabaron sintiendo todo.

Cuando llego el día del nacimiento de mi pequeño Otabek, fue el día más doloroso y el más feliz que tuve. Fue parto natural y fue una tortura, pero después de unas horas, ya tenía a Beka en mis manos...

- Se parece tanto a ti - sonrió Temir - Es hermoso Aiday.

- Lo es... mi Beka - bese su frente y el pequeño en mis brazos hizo un sonidito. – Oh dios escuchaste...

- Si, creo que está feliz.

- ¿Tú crees? ... – comencé a lagrimear, oh dios soy un desastre – Solo quiero que sea feliz.

- Aiday, contigo a tú lado lo será.

- ¿Lo prometes?

- Lo prometo, te ayudare.

Era tan hermoso, todo de él era hermoso, sus sonidos, su dulce aroma, sus ojos. mi pequeño Beka, eres lo que más amo en este mundo.

Así fue creciendo y así fue creciendo mi madurez. Ya tenía diecisiete años y Beka tenía 2 años, se la pasaba corriendo de aquí para allá, gritando que era un héroe, el héroe de Kazajistán. Que haría que todos los malos temblaran y me salvaría siempre... Beka... mi Beka...

Descubrí que era demasiado inteligente para su edad, al año ya sabía pararse y caminar, a los dos ya corría y saltaba. Me sorprendió más cuando ya podía hablar a tan joven edad. Este niño es un puto genio y lo amo, joder estoy orgullosa.

- ¡Mamá! - me abrazo de una pierna sonriente mirándome - ¡Mamá dibuje esto para ti!

- ¿Oh enserio? oh bebé es hermoso... - sonreí cargándolo al ver un montón de rayones en una hoja de papel  - Mi bebé hizo una obra de arte, serás un completo artista. Tú esposa te amará - lo llene de besos abrazándome de él.

- Me casare con mamá y protegeré a mamá siempre - sonrió dándome un beso en la mejilla y salió corriendo de nuevo.

Entre corredera y corredera, Beka al fin se durmió en la noche. Cayo como un saco de papas en su cama y lo cubrí.

- Eres lo que más amo Beka... - dije como siempre dándole un leve beso y cerrando la puerta.

- ¿Está dormido? - Dijo Temir entrando a la casa, cargando un par de bolsas, una traía un lindo camión rojo de bomberos. - ¿Crees que le guste?

- Si... le encantara... oye... Beka...

- Beka... el, no me recuerda tan fácil ¿No?

- Si... es que casi no estas aquí y te vas por las mañanas, es como si no estuvieras aquí.

- Lo lamento, la escuela, y ahora ese servicio que prometí hacer... y...

- ¿Cuantos meses?

- Cinco - dijo rascando su nuca - Pero después de eso volveré y estaré todo el día con ustedes, lo prometo.

- ¿Cuándo?

- En un par de años... así que no te preocupes. Al igual que, espero estar menos desocupado con la escuela y eso.

- Descuida, no somo tu obligación... tienes que ir a la universidad de Moscú y ser un maldito médico, el mejor que haya...

- Lo sé, prometo que lo seré y los llevare conmigo cuando pueda instalarme y pagar algo por mi cuenta... - suspiro, oh no aquí viene, no Temir, no lo merezco - pero, quiero que te quede claro que para mí ustedes, tú y Beka, son mi todo Aiday, tu sabes que... bueno yo...

- Otabek dijo que era un héroe... ¿Puedes creerlo? - No quería que lo dijera, si lo decía no podría corresponderle porque se merece una mujer, no está cosa que soy yo.

El suspiro encogiéndose de hombros, pasando una mano por su cabellera. Creo que estaba harto de que nunca lo dejara decirlo, pero no puedo dejarlo que lo diga... no ahora.

- Pensé que dijo que era un caballero la semana pasada -me sonrió.

- Si, pero ahora es un héroe... - me senté en una silla del comedor - Mi pequeño Beka es hermoso, será un caballero cuando crezca. ¿Te lo imaginas? Un completo caballero que se mantendrá virgen para su amada, un hombre de bien sin ningún vicio como fumar o drogarse, y además con un lenguaje refinado sin ninguna grosería... será la envidia de todos.

Temir soltó una risa y yo le clave mis ojos.

- ¿No lo crees? Beka es hermoso, no puede ser menos que eso.

- Ok Aiday.... Solo que... me dio un poco de risa. Virgen hasta el matrimonio, un lenguaje refinado, sin adicciones y un completo caballero con modales... ¿Lo quieres hacer un príncipe?

- Sera un príncipe, estoy segura... - sonreí. - Mi Beka es demasiado puro como para convertirse en otra cosa.

- ¿Que pasa si se acaba pareciendo a ti?

- HA HA HA - lo empuje - No seas un dolor de culo Temir, Beka será muchísimo mejor que yo y no tendrá mi forma de hablar.

- Claro... solo procura que no escuche esa boca de rufián que tienes.

- Trataré.

Seguimos hablando y cenando juntos como siempre lo hacemos, pero todo cambio en unos instantes. Cuando ambos secábamos nuestras manos después de lavar los trastes y haber recogido. La mirada de Temir se clavó en mí.

La poca luz que entraba por una ventana y la luz del foco tenue que teníamos solo me dejaba apreciar como esos ojos esmeraldas brillaban mirándome.

Adoro el color verde esmeralda.

Antes de que pudiera reaccionar, Temir se lanzó a mis labios, besándolos y abrazándome suavemente por la cintura. Mis piernas se sentían a punto de vencer, entre el miedo y la sorpresa, así que me aferre a él, rodeándolo con los brazos.

- Temir... - dije jadeando y solo recibí otro beso más mientras pasaba sus manos debajo de mi trasero alzándome – espera no lo hagas.

- Ya no puedo parar Aiday... solo quiero estar contigo.

Me cargo por el pasillo, pasando lentamente por la habitación de Beka y llegando a mi habitación. Me recostó en el colchón posicionándose suavemente encima, siguiendo los besos y caricias en todo mi cuerpo.

Cubría mis gemidos con mis propias manos temblorosas y nerviosas en mi boca, pero Temir estaba haciendo que me derritiera, y no podía controlar más mi cuerpo.

- No para - dije empujándolo - Temir, mereces algo más... una buena mujer, no yo... joder Temir... Por favor... no sigas.

- Aiday... cuando vas a entender que eres lo único que quiero en mi vida... ¿Cuándo?... Tú y Beka son lo único que me dan tanta felicidad, por favor no me alejes de esto. Los amo a ambos como no tienes idea... te amo a ti desde niños joder... por favor Aiday...

- Temir... no puedo dejar que arruines tu vida así.

- Aiday, te amo a ti y amo demasiado a Beka... por favor... solo dame una oportunidad, Aiday... por favor.

Sus ojos esmeraldas siguen haciendo estragos en mí. Me deje envolver en sus brazos, sus caricias y sus toques. Sentía la lujuria y amor mezclándose en mi con cada beso que sentía en mi piel. Aún más cuando nos conectamos por completo...

Jure que no quería que esa noche acabara... 



19 años.

Ya tenía 19 años viviendo y para alguien como yo, eso se consideraba un logro.

Como Temir viajo a Moscú por la universidad, yo tenía que hacer las compras, cubría mi rostro con un Hijab y salía con Beka a las compras. Beka no paraba de agitar al comandante Serik Altin por todos lados y yo solo disfrutaba su dulce sonrisa.

Beka tenía demasiada imaginación, suponía que eso era resultado de su mente brillante. Lo hacía leer diferentes libros, le encantaban cada uno de ellos, estoy seguro que podría resolver cálculos avanzados a su corta edad... era jodidamente sorprendente.

Espero poder seguir consiguiendo libros y nutrirlo, con el dinero que tengo una vez que Temir regrese lo llevare a una escuela en Rusia.

- Señor Nikiforov ...

Cuando escuché eso sentí los mayores escalofríos que había sufrido en mi vida. Voltee un poco y allí estaba, Viktor, con el cabello corto ahora, ya un adulto. Mi corazón solo se aceleró, sabía que significaba.

Tengo que salir de aquí.

Acabe de comprar y pagar, cargando las bolsas y sujetando la mano de Beka caminando rápido... pero de pronto ocurrió lo que no podía evitar. Sujete la mano de Beka de golpe haciendo que el soltara su juguete.

- ¡Mama el comandante Serik Altin! - grito soltándose de mi mano corriendo.

- ¡Beka! - joder joder diablos - miré como corrió y vi como Viktor lo noto. Se acerco al juguete de Beka y se lo ofreció.

Beka sabía que no debía hablar con extraños así que se quedó congelado y al final algo temoroso lo acepto.

Sentía mi corazón a punto de pararse, cuando Viktor agito el cabello de Beka, no, sobre mi cadáver, no toques a Beka.

- Ven amor - Tome su mano y me lo lleve lejos, caminábamos rápido alejándonos, pero sentía pasos atrás de mí.

- Tiene un hijo adorable – dijo en inglés parando su caminar, sentía tanto miedo que quería cargar a Beka y correr.

- Gracias, con permiso. - conteste... joder diablos maldición. Le había respondido en inglés... le respondí en inglés, oh dios, oh dios joder. Comencé a caminar más rápido con Beka.

- ...¿Aiday? ... ¿Aiday eres tú?

¡MIERDA, MIERDA, MIERDA!

- Ven aquí Beka - lo cargué echando a correr con todo y bolsas a un callejón, pero escuchaba sus pasos de cerca, ah joder.

- ¿Mami? ¿Que pasa? - dijo Beka asustado escondiéndose en mi pecho.

- Tranquilo bebé, solo obedece a mami ahora. - dije abrazándolo a mi hasta que deje de escuchar los pasos.

Suspire y me levante, checando a todos lados que no hubiera nadie. Cuando al fin estaba libre me apresure a irme y llegar pronto a casa. Beka estaba asustado por mi culpa y tenía que remediarlo.

- Bebé, tranquilo, estas a salvo.

- ¿Quién era esa persona? ¿Porque nos siguió? ¿Es malo? - dijo mirándome con esos enormes ojos de cachorro que puede hacer abrazándose de mi pierna.

- Eres demasiado inteligente e intuitivo para alguien de tu edad - dije inclinándome a su altura - Beka es igual a mamá, es muy inteligente... Bien te lo diré...Era una persona... mala.

- ¡Tenemos que irnos!

- Tranquilo, no sabe dónde estamos - sonreí - Beka, a veces no puedes huir de todo, tienes que levantarte y pelear. Pelamos por las cosas que nos importa, eso nos hace diferentes a ellos. Peleamos por cada segundo que tenemos juntos, aquí y ahora. - sonreí - Eres el mejor soldado ¿recuerdas? Siempre se más inteligente que ellos que hacen mal.

- Te protegeré mama, lo prometo.

- Se que lo harás.

Mi dulce Otabek, no sabes cómo me gustaría haberte dado la vida que mereces. No mereces a una madre tan tonta como yo, solo mereces ser feliz mi pequeño bebé...

Cuando regrese Temir nos mudaremos, usaremos el dinero y te daré la vida que mereces, lo prometo... solo un mes más bebé, solo uno más.

- Bien - sonreí - ¿Quieres comer? Mamá le hará lo que quiera a su bebé

- ¡Si! - sonrió y creo que es la sonrisa más hermosa que he visto, Beka, serás alguien tan bueno, lo presiento.

- Vamos, ayuda a mamá a lavar la verdura.

- ¡Okey!

Después de comer con el hombre de mi vida, nos dedicamos a salvar al mundo, amarrándonos cobijas en la espalda corriendo por el jardín y fingiendo que volábamos. Beka era Superman y tenía que salvarme de la terrible amenaza del coronel Welles, así que lo hizo.

Otabek solo piensa en justicia y en salvarme... podría ser buen policía creo.

Cuando cayó rendido en el jardín, lo cargue en mis brazos dándole un baño y aproveche para darme uno igual. Otabek era demasiado pequeño aún y disfrutaba nuestros baños juntos, más cuando nos hacíamos peinados locos en la bañera con el jabón.

- Mami quedara marca - dijo viendo su rodilla que tenía un raspón - hmm... - inflo los cachetes.

- ¿Que pasa? Es solo una cicatriz - dije lavando su cabello enjabonando su cuerpo.

- No me gustan las marcas.

- ¿Por qué no amor?

- Porque me hacen sentir débil más que fuerte. Superman no tiene cicatrices, él es fuerte, yo no quiero ninguna...

- Bueno, no puedo discutir esa lógica... solo no le tomes importancia a las marcas bebé, sino a lo que significaron.

- Bueno...

- ¿Quieres que te cuente una historia?

- ¡SI! - sonrió volteando a verme

- Pero, después de la ducha, ahora solo a cenar.

- ¡Okey!

Después de nuestra ducha, salí en bata para prepararle la cena a mi amado príncipe que ya cabeceaba un poco sobre la silla del comedor, con unos hermosos ojos chocolate muertos de sueño.

Platicamos un poco de porque los dragones deberían existir y lo lleve directo a la cama una vez que llegamos al veredicto. "Deben existir, pero deben ser capaces de domesticarse".

Era una noche fría, así que le di mis cobijas, cuando acabara de limpiar todo me recostaría junto a él y dormiríamos calientitos los dos.

Cuando al fin durmió me dirigí a la sala, lavando los trastes, recogiendo la mesa... Pero de pronto escuche la puerta de la cabaña y me acerque abrir.

Y entre el frío, con las mejillas enrojecidas, vi a Viktor Nikiforov parado en mi puerta. Rápidamente quise cerrar, pero Viktor se metió en la casa, cerrando la puerta tras de si. Oh dios, aquí es donde me gustaría que estuviera Temir, el me ayudaría a echarlo de aquí, el... Temir...

- No te acerques a Otabek... Joder Viktor no entres en las casas de los demás como si fuera la tuya.

- Es hermoso... - dijo y me miro - Es jodidamente hermoso, se parece mucho a ti...

- Vete Viktor, creo que fui clara cuando dije que no fueras un dolor de culo y me dejaras sola.

- Pero...

- Pero nada, que te vayas mierda... si despierta Otabek y te ve...

No pude decir más, sus labios se pegaron con los míos. Forceje un poco pero mi cuerpo me traiciono, se puso sumiso y débil ante él, siempre se pone sumiso y débil ante Viktor Nikiforov. Pero esta vez no había amor de por medio, podía luchar. Ya no te amo Viktor solo tengo este maldito deseo por... ah joder... suéltame.

- Suéltame maldito idiota – dije empujándolo de mi – no tienes derecho a tocarme.

- Aiday... no seas así – dijo con unos ojos de cachorro que me recordaban a mi bebé, maldición... - no me dejes de nuevo.

- Solo vete Viktor... por dios déjame sola. No quiero ser parte de la jodida mafia. No quiero que te acerques nunca más, estoy feliz viviendo sin nada de eso.

- Renunciaría a eso solo por ti... lo dejare, así que solo déjame ser feliz con mi hijo y contigo.

- Me rehusó. No quiero que algo de ti se le pegue a Otabek.

- ...

El ruso miro a la kazaja ofendido, el mismo sabía que no era el mejor partido, lo sabía completamente. Pero no era un desalmado sin corazón, nunca había matado o golpeado a alguien, el quería ser diferente, podría ser diferente... si ella estuviera a su lado.

La naturaleza de la kazaja podría salvarlo de un pecado mortal, lo sabía, ella y su hijo serian su cielo donde podría huir, juntos, sin importar que pasee.

- ¿Qué no tenga nada de mí? ... tiene mi sangre en sus venas - dijo el ruso sujetando ambos brazos de la kazaja - tiene algo de mí, lo sé, y tú lo sabes, deja este estúpido juego.

- Solo lárgate de mi vista.

- No hasta que me dejes estar a tu lado...

Y acto seguido el ruso volvió a los besos, sintiendo como poco a poco lo rechazaban y esto lo hizo enfurecer. ¿Porque su amada lo estaba rechazando ahora? ¿Por qué? ¿Había alguien más en su ida? No, impensable, si alguien más estuviera tocando a su hermosa morena él se volvería loco.

Sus besos se volvían más salvajes, más dominantes, eso quería, quería dominarla, quería verla rogar por más, como lo hizo antes, como quiere que lo haga ahora.

- Si despiertas a Otabek te mato - dijo la chica frunciendo el ceño. – Vete de una puta vez... - contesto empujando al ruso, pero este solo la sujeto en contra de la barra del comedor.

- Mantén tus gemidos bajos entonces... si no quieres que despierte mi bebé

- ¿Qué diablos dices? Ni loca...

- Ah... - dijo el ruso – Bueno, entonces si no me dejas tocarte ahora, yo mismo te dejo sola, pero me llevo a Otabek conmigo.

- ¿Crees que tus amenazas surten efecto conmigo? Idiota.

- Yo creo que si, te buscan más de una cara en la mafia, no tienes como huir por l momento y no tienes ni siquiera un buen hogar para protegerlo. Incluso aunque acabaras conmigo, no acabarías con los demás. – Concluyo el ruso lamiéndole el cuello – Detalles, detalles Aiday que no consideraste... así que dime, ¿Qué harás ahora?

La mujer dejo recorrer una sola lagrima por sus mejillas mientras veía con odio al ruso. ¿En que diablos se había metido? ... ¿Era momento para llorar? ... no, no dejaría que Nikiforov la viera llorar... Perdería a Temir, pero mantendría a salvo a Beka. Otabek era su corazón... tenía que protegerlo.

- ¿Solo buscas follar? ... bien follemos. – contesto la morena mirándolo - ¿Quieres que finja que lo disfruto o te gusta más la violación en todo su esplendor?

- ¿Violación? No creo que sea violación si estás de acuerdo con hacerlo. – contesto el ruso subiendo a la mujer a la mesa, sentándola en la orilla.

- Viktor... por favor, si realmente me quieres como dices, solo vete de aquí.

- Es porque te quiero, que tengo que obligarte a que tus sentimientos por mi vuelvan amor, solo te quiero a ti...

A Viktor Nikiforov le encantaba el control que tenía sobre esa chica rebelde y salvaje. Le encantaba esa mujer, era tan fuera de lo común que solo quería embriagarse más y más en ella a punto de estallar.

La deseaba hasta la muerte, era un pecado en el que estaba sumergido, no podía controlarlo en lo más mínimo, no pudo controlarlo antes, no ahora... Viktor Nikiforov sentía una inmensa atracción por Aiday Eresh, llegando a un punto donde se volvía loco por estar simplemente a su lado. Era un pecado que se lo llevaría a la tumba, pero, la cosa de los pecados es que pueden ser sanados con voluntad, sin importar la condena... aunque, Nikiforov nunca pensó en sanarlo.

Al terminar el acto, Nikiforov jadeante se dejó caer en el cuerpo de la chica.

- Solo se mía maldita sea - dijo besándole el abdomen y pecho - Aiday, se solo mía, huyamos juntos, criemos a nuestro hijo juntos... seamos felices.

La kazaja suspiro. Sabía lo que acababa de ocurrir y solo sentía asco en su cuerpo, pero eso no era principalmente lo que la detenía. Si no, el solo pensar que Viktor se transformó en esto... por dentro se sentía algo culpable, Viktor pudo ser más, con todo ese poder pudo ayudar a demasiadas personas, pero no, algo se tenía que romper.

No era su intención dejarlo, pero después de las amenazas de Chris, y de Iván Nikiforov, no podía seguir allí.

"Se de tu pequeña mierda, todo el tiempo, se de tu "amigo", así que, si quieres que ellos estén vivos, sea mejor que te alejes de Viktor" ...

¿Que estas dispuesta a sacrificar?

Se pregunto la kazaja para levantarse y tomar las manos de Viktor guiándolo a la puerta.

- Escucha bien esto porque lo diré solo una vez - trago saliva y lo miro - Eres la peor mierda que me pudo suceder en mi vida. Mi estúpida vida se hizo un infierno por tu culpa. Eres un maldito cáncer Nikiforov, cada vez que alguien llega a tu vida tu solo la destruyes... Estas en el lugar perfecto que una mierda como tu merece, eres el próximo jefe de una mafia llena de muerte, ojalá algún día te atraviesen una bala por ceja y ceja. ¿Estar contigo? Preferiría mi muerte y la de Beka antes de tenerlo cera de algo como tú, ¿Vas a matarnos? Hazlo idiota, pero nunca nos tendrás en ningún momento cerca de ti. - lo miro directo a los ojos y el ruso soltó una lagrima, pero no podía parar allí, tenía que acabarlo - Para lo único que eres bueno es para traer desgracias a los demás, ¿Quién podría amar a alguien como tú? ... - Abrió la puerta empujándolo lejos - Aléjate de mi vida.

El ruso se quedó sentado fuera, donde la nieve comenzaba a caerle en el rostro. Acomodo sus pantalones y se quedó allí, mirando como poco a poco el pasto se cubría de blanco. No se dio cuenta cuando sus mejillas comenzaron a llenarse de lágrimas, o cuando se había dejado caer en una ansiedad enorme. Se levanto temblando dando media vuelta.

Si la persona que amaba lo veía como solo mierda, pues, entonces solo sería la mejor mierda posible. Destruiría todo en lo que la kazaja creería y la borraría de su sistema por completo...

Tenía que borrarse a Aiday de la cabeza, al futuro que se imaginó con ella, y eso solo podía lograrlo huyendo de aquí. Regresaría a América con Yuuri, y se olvidaría que alguna vez existió Aiday Eresh.

- Disfrutatu vida – dijo como un buen y último deseo hacia la mujer alejándose de allí. Alejándosede un amor que l arruino, alejándose de su primogénito, alejándose de todo paraque al menos en toda la mierda que hizo, Aiday pudiera ser feliz.    

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

Recogió y lavo completamente todo.

Limpio su cuerpo, pero las marcas de los besos y mordidas seguían en ella, era imposible quitarlos por completo ahora. Cerro los ojos imaginando el rostro de Viktor, lo destruyo con esas palabras, lo sabía. Pero era necesario, tenía que alejarlo de Temir y Otabek, principalmente de Otabek... Ahora solo tenía que tomar a su bebé e ir al hotel más cercano. No esperaría a Temir, iría esta noche a Rusia.

Escucho la puerta de nuevo.

No abrió.

La escucho de nuevo y camino a ella para ver un rostro familiar.

- Yuuri - dijo abriendo y dejando entrar al japonés - Yuuri - lo abrazo con fuerza mientras el japonés le acariciaba la cabellera - Aléjalo de mí, solo no regresen a Kazajistán. Yo me iré ahora, ¿Puedes darme tiempo? No dejare que se acerque a Beka.

- Tranquila, estarás lejos de él, tú y tu hijo.

- Si exacto, no le digas a Viktor.

- Nunca le diría – dijo el japonés recargándose en la pared – Solo Aiday, tengo una pregunta.

- Dime

- ¿Porque eres tan puta de esquina para abrirle las piernas a mi prometido?

- ¿Qué?

El japonés rápido encajo un cuchillo en un costado de la chica retorciéndolo dentro de ella. La chica soltó un enorme grito cayendo al suelo.

- ¡Tu maldita zorra! - golpeo el rostro de la chica comenzando una brutal golpiza. Para entre golpe y golpe encajar y herir a la mujer, dejando que toda la ira que acumulo por ella saliera en ese preciso momento.

- ¿¡DÓNDE ESTA!?

- ¡Отабека, баруға емес! Бастауларды сіз мүмкіндігіне ие болыңыз! - grito la chica con la nariz y rostro destrozado.

--- Fin del FlashBack --- 



Tanto dentro como la sala de interrogatorios, como fuera, había un silencio descomunal.

- Después de la golpiza que le diste la apuñalaste tantas veces quisiste desatando más tu ira. La cortaste en pedazos con el hacha que se encontraba en la cabaña y buscaste a su hijo, en este caso a mí. Al no encontrarlo solo te fuiste de allí y regresaste con el señor Nikiforov. Cuando el señor Nikiforov se dio cuenta de esto, actuaste de la manera en la que venias actuando siempre y al fin Nikiforov fue tuyo...

El japonés se quedó en silencio viendo sus manos, recordando la grata satisfacción de tener la sangre de esa puta al fin... pero se sentía jodidamente atrapado, había una mirada intensa azul clavada en él. Sentía la tensión y sentía que el ruso estaba a punto de explotar, quería salir de allí, quería que Viktor estuviera calmado.

- Yuuri... ¿Es cierto? ... ¿Mataste a Aiday? - dijo el ruso si apartar su mirada de lágrimas de él.

- ...

- Yuuri... contesta.

- ...

- YUUURIIIIII contesta...

- ...

- Contesta.... -el ruso apretó los puños y comenzaron a temblarle las piernas - ¡CONTESTA, CONTESTA, CONTESTA, CONTESTA MALDITA MIERDA ¿TU MATASTE A AIDAY ERESH?!

- ¡SI! - grito el japonés- ¡Lo hice por ti! ¡Todo en mi vida siempre me dijeron que tenía que hacerlo todo por ti, porque tú eras jodidamente débil si ella estaba cerca! ¡Tú eres el maldito líder de una mafia, no podías estar con una puta barata de esquina! ... - el japonés clavo su mirada en el ruso - tu merecías... la mejor vida... y te la di.

- Yuuri... – el ruso estaba en lágrimas viéndolo - cómo pudiste...

- Era la única forma de que fuéramos felices amor mío.

Antes de que el ruso pudiera responder, el kazajo aclaro su garganta mirándolos a ambos y viendo de reojo el vidrio para proseguir.

- Ahora, la razón por la que mataste a los modelos.

- ¡YO NO MATE A LOS MODELOS SOLO MATE A TU MADRE!

El japonés estaba alterado y el ruso estaba hecho pedazos, así que el kazajo no iba a parar hasta culminar con lo que descubrió.

- Viktor Nikiforov no era completamente tuyo y lo sabias. Nikiforov siempre ha sido amante de la belleza natural, a tal punto donde quiere unirse a ella. Viktor Nikiforov se acostaba con sus modelos.

- ¡CIERRA LA PUTA BOCA! - grito el japonés.

- A la edad de quince años, Viktor Nikiforov se acostó con Yuri Plisetsky quitándole la virginidad y siendo el primer amor del chico – dijo el kazajo recordando lo que dijo Yuri, joder le dolía eso, pero era la verdad. Otabek Altin no era el primero en el corazón del rubio, y eso ardía demasiado. - Enredaste a Viktor más en ti logrando que se alejara de Plisetsky, pero, comenzaste a descubrir lo que paso antes de Plisetsky.

- Mientes, nada de eso...

- En la post party del Fashion Week, Michele Crispino le confesó a Emil Nekola haberse acostado con Nikiforov, la culpa y el sentimiento de engaño a Emil lo tenían por completo en depresión esa noche, más aun cuando Michele Crispino aún solía tener pequeños encuentros con Nikiforov, sabiendo que él y Emil Nekola eran grandes amigos. Esa noche estuviste presente cuando este declaro esto, así que primero necesitabas crear una cortina. Drogaste las bebidas de todos. Confortaste a Crispino, pero el logro escapar de ti, así que herido, lleno de su propia sangre la camiseta de Jean Leroy para escapar, pero lograste acabar con él.

- Dije que...

- Con ayuda de la mafia de Nikiforov y los infiltrados en la policía italiana, convenciste que dijeran que la sangre era de Emil Nekola, claro, después de amenazar a Nekola y haciendo que este se declarara culpable. ¿Recuerdas que mencione que hubo un punto donde la policía no iba a estar vigilándolo? Eres muy atento a los detalles que digo. – suspiro el kazajo - Comenzaste a desesperarte cuando viste que seguía con este caso, así que para destruirme y hacer que mis enfoques se fueran, mataste a Isabella Yang, después de que tus hombres robaran el celular de Leroy.

- Mentira yo nunca...

- ¿Sabes que es lo malo de la mafia Katsuki? es que al final siempre le reportan al jefe. - Suspire - Los hombres de Nikiforov reportaron a Viktor, pero ninguno de los informes llegó debido a que interviniste con los archivos. Archivos que un desesperado Nikiforov  en busca del asesino de sus modelos dejo abiertos para mí.

- ... cállate...

- Aunque los archivos no decían quien había sido, si decían piezas claves de lo que había pasado. Al igual que, ¿Recuerdas que Viktor me dejo interrogar a sus trabajadores?... bueno pues, Plisetsky me ayudo con el caso consiguiéndome los interrogatorios... algunos hombres no hablaron pero otros si. Es allí cuando todo se fue revelando porque los testimonios no coincidían para nada – suspire de nuevo viendo como el japonés se jalaba el cabello – Hiciste que me fuera de Milán, pero, no destruiste los canales de comunicación entre Yuri y yo. Después, cuando me tenías junto a Guang en ese lugar, repetiste las mismas palabras que me dijiste cuando querías que resolviera el caso. "Resuelva la incertidumbre del caso" para un modelo como tu, que maneje palabras tan especificas me asombraba, pero después todo se unió. Esas palabras que usaste fueron las que yo expuse en mi tesis, "Entropía" al graduarme de la universidad. Eso dio pauta a que me estuviste vigilando por un largo tiempo, ¿No es así? Investigando a fondo a cada Otabek hasta encontrarme, porque lo sabias. Cuando era segunda voz de Jean, y el grupo "The Crown" comenzó, te diste cuenta cuando Isabella menciono a un Otabek Altin. 

- Eres un...

- Conservaste mi camión de bomberos, me lo enviaste para confundirme, hundirme en una incertidumbre que realmente nunca sucedió. Querías jugar con mi cabeza y mis recuerdos, ¿Tanto te recuerdo a mi madre? ... bueno, sé que no tanto porque estabas dispuesto a abrirte de piernas ante mí. 

- Hijo de puta...

- Si joder lo soy... - suspire - Yuuri Katsuki... Usted es el asesino de mi madre y de los modelos. Ya no hay nada que hacer, todas las pruebas apuntan en su contra.

- ¡Yo no mate a los modelos, tienes que creerme Vitya! ¡Yo no los mate!

- ... Quiero hablar con mis abogados - soltó el ruso y Otabek asintió.

- Bien, serán llevados con ellos, mientras tanto, Viktor Nikiforov y Yuuri Katsuki, quedan acusados de negocios ilícitos y homicidio.

Los policías entraron tomando a ambos, pero Nikiforov al ser liberado de la mesa, golpeo a uno quitándole la pistola y apuntándola directamente a la cabeza de Katsuki.





Pero antes de que pudiera jalar el gatillo, fue sometido y arrebatado el arma. Ambos fueron sacados de la sala, dejándola vacía. Pero un kazajo se quedó en su silla mirando al techo.

- Al fin termino madre - se dijo suspirando... - al fin termino.


Se los llevaron de la sala y todos salieron, era el caso de la temporada y la verdad no quería involucrarme más. Estaba cansado, a tal punto que solo quiero dormir.

Escuche como abrían la puerta y Mila me abrazaba por detrás. Suspiro dándome un dulce beso en la mejilla y se sentó en la mesa viéndome.

- Lo hiciese de nuevo Sexybek, otro asesino a la cárcel – dijo sonriéndome levemente.

- Si... - suspire – Oye eso fue agotador, es el primer caso donde se mezcla mi vida personal con un asesinato...

- Es difícil asimilarlo, lo sé – me sonrió – pero era algo que ibas a tener que enfrentar tarde o temprano. Sin importar cuanto nos querías ocultar de tu madre.

- No quería que fuese un problema o se me impidiera participar en ciertos casos porque, bueno, esa historia es un claro trauma en mi vida.

- Entiendo eso – contesto sonriente – Tengo solo una duda Otabek, ¿Que ha pasado con Temir?

- Tuve contacto hace poco con el... cuando revisé los archivos vi su nombre como "amigo" de mi madre. Cuando estuve en Canadá le dije al sheriff que si me podía ayudar a identificar a una persona. Lo encontré, es médico en Rusia.... – suspire – El me... llevaba todos esos juguetes, me puso mi nombre, me hacía dormir cuando era bebé, y yo ni siquiera lo recordaba.

- Eras joven y sufriste un trauma muy grande. Supongo que solo bloqueaste tu memoria.

- Creo que si... bueno él fue la pieza clave para resolver esto. Casi le da un infarto cuando supo quién era... dice que la policía de Kazajistán le dijo que había muerto con mi madre.... Malditos idiotas. – Mila rió y yo lo hice con ella – Cuando escuché su voz recordé porque tenía esa idea metida en la cabeza que tenía que proteger a mi madre. El idiota se la pasaba repitiéndome eso cuando dormía... mira en lo que me convertí.

- En un jodido sexy detective que protege a las personas – rió – dios creo que él tenía razón, sabes proteger gente, a una manera muy... rara y cabrona, pero lo haces.

- Supongo que si... quiere que nos reunamos en un par de meses, yo no sé si eso sea correcto. Siento que le debo mucho pero no sabría que decirle... él fue... bueno...

- Como tú verdadero padre - sonrió - Que Nikiforov haya sido quien dejo embarazada a tu madre no lo hace tu padre Otabek... al menos no de manera sentimental. 

- ¿Crees que soy como él? - dije mirándola - Mamá quería que fuera un príncipe y soy lo más alejado a eso... ¿Me parezco a Nikiforov?

- No, para nada... creo que te pareces más a tu madre – dijo sacudiendo mi cabello – Y estoy segura que tu mamá quería que fueras feliz. Sin importar que o como, solo que fueras feliz, y creo que lo conseguiste al fin. Tienes buenos amigos, una linda familia, un joven y sexy novio que está esperando por ti... en la celda 3... - Me guiño el ojo arrojándome unas llaves - tu cierra el piso de aquí y devuelve las llaves a recepción cuando acabes... sea lo que sea que quieras hacer. Leo dejo libre a Plisetsky, no tiene ningún cargo.

- Roger that - conteste dándole un beso en la mejilla y saliendo con ella.

- Disfruta tus días libres Daddybek.

- Lo haré - sonreí y suspire para caminar directo a las celdas mientras Mila llegaba al ascensor. 

Parece que han pasado milenios desde la última vez que camine tranquilo por este pasillo. Antes era estrés tras estrés, ahora solo sé que quiero llegar y tomar a Plisetsky en mis brazos. Además, esperare un poco a que Leo se lleve a la prensa directo a la conferencia y dejen libre la entrada principal.

Se supondría que yo debería estar allí, pero la verdad no estoy de humo para sonreír y verme bonito delante de una cámara donde tengo que repetir de nuevo esa historia.

De lo único que tengo ganas es ver a Yura, y lo conseguí. Estaba sentado y aburrido como un dulce gatito de casa... lo adoro.

- Yura ... - dije acercándome - todo ha acabado.

- Beka... lo sé, solo que... - suspiro – se lo que pasará, ellos irán a la cárcel y sé que... se todo lo que le pasara ¿Ok? Pero al final son las personas que me rescataron y mis padres.

- Lo sé... no estoy en contra de eso Yura, se porque te sentiste así, se porque fue el disparo, no tienes que explicármelo...

- Lo lamento – dijo mirándome – es difícil para mí estar solo. Es... complicado no sabría cómo explicarlo.

- No tienes porque explicarme nada, lo entiendo... enserio Yura, no tienes que esforzarte.

- Gracias - me sonrió y no pude más, lo jalé a los barrotes para besarle. - hn... idiota – dijo tomando los barrotes - solo sácame de aquí...

- ¿Huh? - sonreí poniendo un cigarrillo en mi boca, encendiéndolo - Disculpa Plisetsky, pero no pagaron tu fianza, dormirás aquí hoy.... ¿Quieres una cobija?

- Desgraciado - dijo mirándome y unos momentos después, allí estaba, esa sonrisa traviesa jugando con sus dedos en los barrotes. - Puedo pagarla de otra forma oficial, ¿Me permite?

Exhale el humo en su rostro y este solo me dedico una coqueta sonrisa... joder lo amo.

- Veamos que tienes Plisetsky...

El ruso descendió por los barrotes hasta llegar a la cadera del kazajo. La cual jalo pegándola a la celda y desabrochando el pantalón, y bajándolo con todo y boxers hasta medio trasero del moreno. Se quedo apreciando un momento la polla blanda del oficial para después lamer el glande suavemente.

- Joder... - el kazajo hecho su rostro hacia atrás dando una buena fumada expulsando el humo... - continúa.

El ruso lamio a lo largo del flácido pene jugando un poco con la punta, quería sentir como crecía poco a poco el falo del detective en su boca. Entre chupada y chupada, con su mano acaricio suavemente los testículos escuchando un gruñido del moreno. El ruso lo sabía, estaba haciéndolo como le gusta al kazajo, ya había descubierto que le encantaba cuando lame el glande y chupa apretando sus labios alrededor de esa área... "Al parecer alguien es muy sensible allí" pensó el rubio siguiendo la mamada hasta que consiguió ponerlo completamente duro.

Era un escenario excitante, demasiado, él en una celda mientras lucha por salir dándole una buena mamada al oficial más sexy que ha visto en su vida.

- Hnn... Beka...

- No pares Yura...

El ruso apretó mas los labios en contra del falo del moreno haciéndolo gemir mientras soltaba una sonrisa de aprobación.

- Joder amo como me la chupas – soltó el moreno a lo que el rubio solo sonrió en sus adentros.

Sus movimientos eran cada vez más rápidos, incluso sintió como la única mano buena del kazajo sujetaba su cuello impulsándolo más rápido y al fondo... su boca se estaba convirtiendo en el basurero de semen del moreno, y no se quejaba para nada, amaba chupar ese enorme pene.

Pero, como era su costumbre, se despegó de aquel delicioso miembro viéndole.

- Joder, no te he dicho que pares.

- Descuida, solo que... acabare de atenderte con otra parte de mi cuerpo.

Respondió y se desabrocho el pantalón dejándolo deslizarse por sus piernas. El kazajo se quedo estatico viendo como el ruso no apartaba esas esmeraldas de él... amaba ese color, jodidamente lo amaba. El ruso revelo unos boxers pegados con animal print impreso en la tela y al moreno le pareció adorable, pero dejo ese pensamiento fuera cuando noto una mancha de pre semen en los boxers del ruso.

Se imaginaba a si mismo lamiéndola solo para ver la expresión de aquel rubio, pero sus pensamientos fueron opacados una vez que el rubio descendió aquellos boxers dejándolo desnudo de la cintura para bajo.

- Joder Yura... - dijo el kazajo frotándose un poco el miembro mirándolo - te sacare y vamos a la cama.

- No, aquí – respondió.

Acto seguido Otabek tenía una hermosa imagen para el resto de su vida. Yuri Plisetsky apoyo su trasero en los barrotes abriendo sus nalgas dejándole que sus más sucios pensamientos surgieran. Se sujeto de los barrotes e inclinado volteo a verle un poco sonriente.

La entrada del ruso se veía deliciosa, y por más que quisiera entrar solo por entrar, tenía que preparar un poco a su pareja. Se agacho a lamer aquel anillo rosado del ruso y comenzar a mover su lengua en círculos, mientras le acariciaba el miembro. No tardó mucho en meter un par de dedos mientras seguía lamiendo esa dulce entrada que ya la imaginaba bien abierta ante él.

El kazajo sabía que no duraría mucho, además, tenía un enorme dolor en uno de sus costado, pero lo dejo pasar para levantarse y frotar un poco su glande con la entrada del rubio.

- Otabek... rápido...

- Tranquilo gatito, no desesperes por la leche, estoy por servirla - sonrió el moreno comenzando a penetrar suavemente al rubio hasta que sus caderas golpearon los barrotes - ah joder...

- Hng... Beka... So fucking big..

- You're so fucking tight baby, hng... I love it...




Dejándose llevar por su lujuria, el kazajo dejo el cigarrillo en su boca sosteniendo fuerte las caderas del rubio, embistiendo como si fuera la última vez que tomaría su cuerpo. Entraba y salía sin piedad del cuerpo del ruso, abusando de la próstata de su pareja y haciéndolo gritar y gemir sin parar.

Las marcas de sus manos ya estaban impresas como tinta en la piel del rubio. El calentón del momento ya lo tenía en éxtasis, muy poco le importo el ruido que estaban haciendo, su mente solo estaba pensando en seo y en como Yura lo apretaba cuando ya se encontraba en éxtasis. aunque ahora aparecieran sus colegas el no pararía de embestir a Plisetsky hasta correrse dentro de él.

- Fuck... me corro Kitten... - dijo aumentando la velocidad mientras su compañero solo se dedicaba a gritar y gemir su nombre apenas sosteniéndose con sus manos dado que sus piernas iban a flaquear en cualquier momento. Sintió el orgasmo llegar después de unas cuantas embestidas más corriéndose dentro de rubio.

- ¡BEKA! hngg...

El ruso cayó al suelo rendido entre espasmos y temblores en su cuerpo. Jadeante apenas podía mover las caderas sin dolor. 

- Beka fue asombro... - Un fuerte golpe lo interrumpió y volteo para ver a su pareja en el suelo, con una enorme sonrisa. - ¿Beka?

- Se me abrieron las jodidas puntadas... - rió - duele como el infierno, llévame al hospital - dijo arrojándole las llaves - apúrate Yura.

- Ya decía yo que este rapidín era demasiado para ti, tonto sátiro.

- Solo apúrate cariño, si muero desangrado no hay más polla para ti.

- Beka... - con un enorme dolor de caderas, el ruso arreglo sus pantalones abriendo la celda y viendo la mancha de sangre a un costado del torso del moreno. Como pudo le subió los pantalones y lo saco de allí.

En el camino el kazajo busco en sus pantalones para buscar un cigarrillo.

- Me dejaran sin esto de nuevo, sabes lo difícil que es la vida sin buen sexo y un cigarrillo, es la muerte.

- Joder eres un adicto sin remedio - contesto ayudándolo a subir a la ambulancia que lo llevaría al hospital. Claro, los paramédicos le quitaron los cigarrillos y comenzaron a limpiar la sangre. Pero el kazajo sonreía feliz al rubio que tenía una expresión de dolor en el camino.

- ¿Duele mucho la leche gatito? ... pensé que te gustaban los rapidines. - dijo y los paramédicos se quedaron en silencio.

- Joder Otabek cállate – rió el rubio

- Hey chicos... - dijo el kazajo volteando a ver a los paramédicos - quiero que escriban que la razón por la que se me abrieron los puntos fue porque me lo cogía, si no, no quiero ni siquiera que me atiendan.

- Joder Otabek - rió el ruso acariciándole el cabello - me vengaré de esta vergüenza que me estás haciendo pasar, jodido idiota.

El kazajo miro al rubio y este le sonrió besándole la frente. Ya no podía escapar ni aunque quisiera de sus sentimientos, ni un poco.

- Te amo Yura.

- Te amo Beka - contesto besándole dulcemente.

7 semanas después... 

Ha pasado tanto tiempo, pero aun así creo que fue ayer. Me retiraron los puntos y al fin mi lesión sano. Pero es raro, ahora mismo observando mi cuerpo frente al espejo noto aquella cicatriz en mi costado, algo que no quisiera tener pero que quedara de por vida en mi cuerpo. No creo que tenga remedio en cubrir las marcas que mi cuerpo ahora lleva... Pero al menos, por ahora, ya no me importa.

Unos dulces brazos me acarician por detrás, pasando sus manos por mi abdomen y pecho. Ese dulce olor a esencias y suavidad de piel solo pueden pertenecer a mi actual pareja Yuri Plisetsky.

- ¿Que haces?

- Me veía al espejo.

- Eres jodidamente atractivo te veas en el o no.... solo vamos, el desayuno está listo amor.

- Voy. - conteste sonriente siguiéndole, quedándome en unos pantalones de dormir, dejando por primera vez que las marcas no fueran un impedimento para mi.

Pero.

No todo siempre es como quiero que sea.

Mi celular sonó cuando pasaba un bocado y conteste, solo para escuchar la voz de Leo diciendo una oración que me hizo hervir la sangre de nuevo.

"Nikiforov y Katsuki escaparon, están fuera, ten cuidado"

¡Malditos hijos de puta! 

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¡Holo!

Hola chicas, les vengo a informar que Lenzz sufrió una pequeña cirugía esta semana y ha estado de un humor que ni les cuento. Supongo que es normal porque siente dolor.  Así que me pidió que si podía subir y arreglar el borrador que ella ya tenia escrito de este cap al igual que publicar que el cap ya estaba en sus redes sociales... me lo dio desde el domingo y apenas me digne a hacerlo, perdonen :v. 

No es que ella este completamente incapacitada para hacerlo ella misma, sino que ocupa mas sus energías para enviar cosas de su trabajo, que estar en el fic. (Esperamos su comprensión) 

Otro punto es que, no se si ella quería que subiera las imágenes pero de todos modos las subí porque me parecían sexys. Ademas de que vi que ya tiene el borrador de el penúltimo... (La verdad me encanta esta historia y por eso ayude a esto, pero mi instinto me dijo que revisara lo demás y lo hice... JODER QUE SEXY 7U7!!!) es lo único que diré porque seguramente checará si cumplí mi palabra y ya lo subí  y me matara cuando vea que vi el borrador.

Lenzz de una vez te digo que perdón, pero pues la costumbre we :v ... si no chismeo en tus historias no seria yo. 

Y una disculpa de nuevo por no subir esto antes, pero es que la vdd me dio un poco de hueva. Era trabajar, cuidar a Lenzz (Que espero un agradecimiento por esto 7u7r ) y arreglar la historia... bueno solo poner cosillas y eso, yo solo ponía los separadores, ponía las neritas en los diálogos y cosas así.

Las que tengan a Lenzz en sus redes personales pueden preguntarle si quieren como sigue, o sino dejen su mensaje  pues por aquí, me aseguro  que los lea...  

Ella seguro leerá  seguro sus mensajes, solo que, probablemente no responda rápido como hace. Debido a que tiene que estar en reposo se queda dormida casi todo el día. Pero cuando despierta esta en su celular checando cosas así que seguro responde. :v   

Demuestrenle su amor :P 

Bueno eso era todo. 

Atentamente Paul. >:3 

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