No Regrets

  "I swear, from the bottom of my heart, I want to be healed. I want to be like other men, not this outcast who nobody wants." 

  E. M. Forster  
(Juro, desde el fondo de mi corazón, que quiero ser curado. Quiero ser como los demás hombres, no este marginado que nadie quiere.)  



Colores.

Mi madre solía decir que con la música podía ver diferentes colores en el ambiente. A veces, ella veía azul cuando su corazón se sentía triste, otras, cuando sentía peligro veía un rojo sangre.

Amarillo siempre era cuando se sentía feliz. Y por último, pero no menos importante, ella me confesó que cada vez que me veía, un lindo verde esmeralda me adornaba.

Y lo creí.

Creía que cuando viera verde esmeralda solo vería mi felicidad. Cuando viera amarillo me sentiría feliz. Rojo significaría siempre peligro y azul sería el reflejo de la tristeza.

- ¡Mamá el comandante Serik Altin!

- ¡Beka!

Me zafe de las manos de mamá para correr al rescate del comandante Serik. La primera regla de nuestro batallón era no dejar a ningún hombre atrás. Estoy seguro de que mamá entenderá una vez que le explique las circunstancias.

- ¿Estoy es tuyo? ....

Rojo.

Rojo Sangre.

Cuando esa persona puso al comandante Serik en mis manos lo único que pude ver es rojo. Tanto rojo que me atemorizaba, llego al punto en donde no soportaba el rojo, no soportaba ese color.

Así que decidí darle otro significado ese día, decidí que rojo no sería malo para mí, ahora significaría algo nuevo y que me gustara, porque no quería que el rojo me causara miedo.

- Tranquilo pequeño... no muerdo.

Rojo... Rojo sangre, esa voz me provocaba miedo...

¿Quien eras?

Esa voz...



Otabek, despierta...

Mi mente estaba viajando por interminables recuerdos que se habían quedado estancados en la más obscuras y recónditas esquinas de mi subconsciente... ¿Esto pasa cuando estas noqueado? Me preguntaba, al menos sabía que no estaba muerto, al menos no aún.

Otabek tienes que despertar...

Esa voz, la había escuchado antes... Tuve un recuerdo con una voz, ¿Es la misma? ... No lo sé, pero me dio el mismo miedo que cuando era pequeño y ese sujeto me dio al comandante Serik. ¿Quién era el sujeto?

Mi mente era como piezas de rompecabezas, un rompecabezas interminable lleno de hoyos, lleno de dolor. Memorias y momentos, actualidad y pasado, voces y sonidos... sonidos... ¿Esto es estar en el abismo?

Me encontraba perdido en el peor abismo que había tenido que vivir, mi propia mente. Tal vez los golpes, tal vez sea porque estoy a punto de morir, o tal vez sea porque simplemente tengo miedo y no quiero despertar. Pero si estoy aquí... es por algo.

Si estoy aquí es porque mi propia mente me está diciendo algo importante, algo que quiere que recuerde. ¿Qué quiero recordar?

Me estoy poniendo en un juicio donde el único que está siendo enjuiciado soy yo, donde el verdugo sigo siendo yo. ¿Qué quieres recordar Altin? He checado esas piezas de rompecabezas millones de veces, son 22 años checando las mismas piezas, pero nunca embonan no importa cuánto me esfuerce...

Es como volver a pensar en el abismo de una mente... Donde mi respuesta cuando me preguntaron sobre eso fue, "Miren los detalles"

¿Huh?

Detalles, estoy divagando como esas veces, Divagando en mis propios recuerdos...

Mi mente me está enviando a mis recuerdos por detalles, hay algo en específico que viví, como el primer recuerdo que tuve hace unos momentos, como los que he tenido a lo largo de este caso, siempre hay algo importante que no he visto.

Pero puede que lo haya visto y no lo sintiera como importante, debe ser eso... ¿Que es? ¡Que diablos es? ¡Vamos! recuerda, recuerda...

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-  

Escuchaba sus gemidos sin parar en mi oreja combinándose con el sonido del cuero que, con nuestro sudor, hacía que la piel se pegara a nosotros.

- ¡Hnggg ah! ¡Daddy!

Yura movía sus caderas en círculos tan deliciosamente que quería correrme solo disfrutando ese dulce placer que hace su trasero al apretarme y sacudirme de esa manera. Pero, aun así, tenía esa fracción dominante en mí que me hacía sostenerlo vigorosamente de las caderas, embistiendo a un ritmo que iba acelerando poco a poco.

Su interior me estaba apretando y sentía desde la punta de mi pene hasta mi cabeza que mi orgasmo estaba cerca.

Recuerdo que dijo que solo quería algo rápido, pero nos hemos dejado llevar por nuestra lujuria y quien sabe cuánto tiempo más nos sometamos a nuestros cuerpos insaciables.

Lo sentía en mi miembro, el orgasmo de Yura estaba cerca por cómo me apretaba y se movía tan desesperado, gimiendo ruidosamente y rasguñando mi pecho sin descanso.

Ah marcas, quedaran marcas... pero adoro sus marcas.

- Yura, voy a correrme Kitten... - Dije, embistiendo sin piedad su próstata mientras solo recibí gritos y gemidos acompañados de mi nombre.

Fueron unas 3 embestidas más y me separe de él corriéndome en su abdomen mientras Yura se corría en el mío.

- ¡HNGGG AAH! ¡BEKA!

Explotamos en un orgasmo, me abrace de Yura hundiendo mi rostro en su cuello, mordiéndolo un poco evitando gemir alto, pero maldición era imposible, eso se había sentido absolutamente exquisito.

Yura seguía abrazándome con sus piernas con una expresión que quisiera congelar y enmarcar para verla cada vez que tenga ganas de masturbarme. Ah joder, demasiado sensual.

Nuestras miradas al fin se cruzaron, entre jadeo y jadeo al fin notamos como habíamos hecho un desastre el uno con el otro.

Esmeralda... sus ojos son verde esmeralda, me hace feliz ese color.

Su piel pálida, su cabello rubio, sus labios levemente rosados, era una preciosidad y era mía, rotundamente y definitivamente mía.

- Beka... te amo.

Dijo sin parar de mirarme y sentí que mi corazón se llenaba de una enorme calidez a tal punto que solo quería quedarme abrazado de él.

- Yo también te amo Yura.

Conteste jalándolo y besándole. Aunque le amaba, aunque estaba completamente seguro de que lo amaba. Estaba esa parte hija de puta que no podía parar en ningún momento mis ganas de querer dominarle, de querer verle rogándome.

Ver como hace su cara de satisfacción y hacerlo un desastre más y más. Quería amarrarlo a mí, con cadena alrededor de todo su cuerpo. Era mío, no quiero perderte Yura, eres mío, no soportaría perderte.

- ¿Beka que pasa?

- ¿Huh?

No me di cuenta que estaba tan perdido en mis deseos que me quede estático durante el beso.

- Perdona.

- Descuida Soltó una leve risa que hizo mis piernas temblar, joder es un maldito ángel - ¿Que pensabas?

- En que no quiero perderte, no lo soportaría, eres mío...

- ¿Enserio nunca te iras?

- Lo juro.

- Eso me lo han jurado antes Beka... - suspiro y percibí dolor, ¿Yura? - Me dejaron solo.. La primera vez que me sentí enamorado me botaron y pensaba que nunca iba a poder recuperarme... hasta ahora.

- ¿Te dejaron? Yura, se que eres un hijo de puta, pero estas demasiado bueno, tu personalidad es genial y eres un maldito super modelo, ¿Quién en su sano juicio dejaría ir eso?

- Pues alguien lo hizo... Me cambiaron sin importar que, creo que eres la única persona a la que le gusto de esta manera. Ya sea trabajo o la vida personal, tengo ese don de nunca llenar las expectativas de nadie, ni siquiera de la persona a la que amaba.

- ¿De que hablas?

-...Prométeme que escucharas hasta el Final.

- Lo prometo.

- Cuando tenía quince años me...

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

¿Que pasa? ... vamos, me dijo algo importante allí... ¿No es así?

Vamos recuerda maldita sea Otabek.

Otabek... por favor despierta, va a regresar, ¡OTABEK!

Desperté.  

Mi piel se estremeció al sentir un frío del lugar, era húmedo, y olía a carne, ¿Carne? ... Debo estar alucinando.

Apenas mis ojos se enfocaban, primero vi sombras con luz, después vi borroso y al final pude definir a una persona enfrente agitándome. ¿Quién eres? Era castaño, lindo, aunque golpeado ¿Golpeado? ... Momento, yo he visto a este chico antes... solo que no recuerdo donde, vamos Otabek...

"Él es Guang Hong Ji, mi novio Otabek, espero lo trates con respeto"

Leo... oh claro, es el novio de Leo, nos lo presento en una de esas reuniones que hacíamos cada año. Es un profesor o algo así, no le puse mucha atención, solo sabía que era lindo y sabia como integrarse con los demás y ... sin mencionar ese accidente con un par de copas demás...

No Otabek, concéntrate.

- ¿Guang? ¿Que haces aquí?

- ¡Otabek! – dijo con el mismo entusiasmo y felicidad de una colegiala conociendo a su ídolo. Solo podía ver alegría en su mirada y la verdad no estamos en una situación para ser felices. – Otabek desperté aquí... No sé que pasa... pero se solo una cosa, debemos salir de aquí. - dijo zafando las sogas que me sujetaban a la silla en donde estaba. Comencé a escuchar pasos y decidí no sacar mis brazos de donde los tenía.

¡Rápido piensa Otabek!

¿Que es este lugar? Si deduzco bien, huele a podrido, pero eso no es lo importante, hace un frío de mierda aquí... ¿Es un... refrigerador? Uno de esos enormes donde almacenan carne. ¡Si tiene que serlo!  de esos enormes donde guardan la carne. Estábamos en un almacén a las afueras de la ciudad, me parecía extraño esa reunión, además, no todo el almacén era para la reunión era una parte. Así que la otra parte la ocupan para almacenar carne.

-Guang... Tienes que volver al lugar en el que estabas, finge que aun estas inconsciente, si te llega el momento de escapar, hazlo, no te preocupes por mi ¿ok? Seguro los modelos están fuera, pídeles ayuda, dile a Nikiforov que...

- No, Nikiforov no Otabek, el me trajo aquí.

- ¿Qué?

- El me trajo aquí... el probablemente nos metió a ambos aquí.

- Solo piensa en lo que te dije. Ahora vuelve a tu lugar.

Realmente hacia un frío de mierda allí, creo que cuando Guang se recostó en el suelo donde estaba, al fin mi mente se dio cuenta en que condiciones se encontraba el pequeño chino.

Boxers y una camiseta blanca manchada de sangre. Temblaba y sus dedos ya se veían azules al igual que sus labios, oh joder tengo que sacarlo lo más pronto posible de aquí.

Al menos yo traía mi chaqueta de cuero, el no tenía nada cubriéndolo en absoluto... Maldición.

Antes de pensar zafarme, la luz que nos alumbraba un poco se fue, y vi como la puerta se abrió mostrando una silueta de un hombre.

¿Quién eres? Inmediatamente el cerro tras de si y una luz se encendió encima mío. Iluminaba poco, solo la suficiente luz para mostrarme, pero poca para que yo pudiera ver más allá de un metro.

- Otabek Altin, gran detective de Nueva York, quien ha atrapado a Lucas Wellet acusado de 4 homicidios. John Dember, acusado de 6 homicidios y recientemente a Emil Nekola, acusado de 2 homicidios...
Realmente es un detective por el cual hay que quitarse el sombrero. Mas a su corta edad... Otabek Altin... detective y playboy, ¿Fue entrevistado no? Escuche que mojo a todas las personas en la audiencia, tanto hombres como mujeres... Estoy seguro que en la siguiente edición de "Personas con las que quieres follar" su nombre va a estar a un lado de actores famosos y modelos dentro del top 10.

- No creo que eso suceda, la gente no tiene tan malos gustos como para que les atraiga una mierda como yo. – sonreí, mirando prácticamente a la nada, no veía ni de coña - ¿Sabe de mi? Me ha investigado, ¿Le parezco interesante?

Una suave risa salio y después escuche un golpe... ¿Golpe? ¡Guang!

- ¿Creías que no notaba a tu pequeña mierda merodeando? ... vamos detective, ataque con algo mas que solo jugar a distraerme.

- ¡Otabek!

- ¡Guang!

Y después un silencio... escuche de pronto que algo caía y aventaron a mis pies un cuchillo ensangrentado... Guang...

- ¡TÚ MALDITO HIJO DE PUTA! ¡VOY A MATARTE!

De nuevo, una suave risa salió de la nada.

- Ah detective, no está muerto, se está desangrando...

- ¡Hijo de puta!

Me solté del leve amarre que tenia y me lancé a la nada, solo para acabar con un rodillazo certero al estómago. Me dejo sin aire tirándome al suelo y después otros dos. Joder, no veía ni una puta mierda... ¿Cómo se mueve?

- Eres igual a ella... escurridizo, rápido, dejas marcas, como un parásito. La sangre de Aiday en tus venas es como un maldito virus. Odiaba cada cosa de ella. – otro golpe esta vez a mi rostro cayo dejándome tendido en el suelo - ¿Porque Nikiforov la consideraba perfecta? Nunca entendí eso, menos lo entendí cuando supe que la quería como su esposa. La sangre de esa puta manchando el apellido Nikiforov... eso solo traería desgracias al negocio. Pensé que solo erradicarla sería suficiente, pero no... esa zorra tuvo que tener un parásito con la sangre Nikiforov... así que vengo a terminar el trabajo que no acabe hace 22 años.

- ¿Que? - dije tratando de ponerme de pie, pero solo otro golpe me fue dado en el abdomen, joder me están dando una paliza, de nuevo, y esta ve ni siquiera puedo verlo... pero esa voz... es voz... la conozco, joder la conozco. - ¿Que dijiste?

- Oh... - escuche su risa, esa voz la conozco, solo que parece estar en otro tono... ¿Modulador de voz? ... pude ser, y si tiene un modulador de voz eso solo quiere decir que te conozco, eres alguien que conozco. - ¿No lo sabes? ... Viktor Nikiforov es tu padre.

¿Qué? ... Sentí como un balde de agua fría y un nudo en el estómago. El aire me faltaba, pero no por los jodidos golpes... ¿Nikiforov? No imposible, mamá nunca estaría con alguien así, imposible, imposible, mamá es la persona más buena del mundo ella nunca se acercaría a una mierda como esa...

- Mientes... no es verdad, mientes.

- Se conocieron en Kazajistán, "Vengo de América" fue lo que le dijo a tu madre. Cosa que es cierta detective, Nikiforov vivía en América en ese entonces... - rió y me jalo amarrando mis manos a un tubo de agua que recorría por la pared, ¿Cómo coño puede ver? ¿Cómo mierda puede ver?, ¡yo no veo nada! - Detective, retomemos sus clases, ¿Que buscas cuando quieres saber más de una persona?

- ...

- ¿Le comió la lengua el gato, detective? – suspiro - ... ¿Ese gato se llama Yuri Plisetsky? Sabía que primero debía matarlo a él...

- ¡NO LO TOQUES MALDITA MIERDA! - gruñí furioso, digo, pueden hacerme mierda a mí, hacer mierda mis ideales, mi mente y juro que no me importaría... pero no toquen a ese dolor de culo.

- Que lindo es el amor juvenil... Lleno de hormonas y sensaciones, ¿Qué mejor cuando ambos son adictos a follarse el uno con el otro? - de nuevo una risa soltó - ¿No lo ha roto detective?

- Hijo de ... - una patada a la boca recibí, ah joder dolió demasiado. – tsk...

- No use malas palabras detective, o tendré que corregirlo... - suspiro – Y la respuesta a mi pregunta era, "El pasado" detective... - soltó una risa - Cuando se quiere saber de alguien... es el pasado lo que se busca.

- Maldito chupa ve... - otro golpe a la boca, ah joder... ¿Ya perdí mis dientes? Ah este punto ni siquiera lo sé.

- Tu madre no era más que una puta barata que acabo embarazada de Nikiforov. Cuando se dio cuenta que eso le traería mil y un desastres huyo de él para criarte. ¿Creías enserio que tu padre era un soldado o algo parecido?

- Hijo de puta...

- Ah ya me cansé de tanto golpe, su jerga de camionero es incorregible.

- Tsk – escupí el sabor metálico de mi boca, tratando de zafar mis manos.

- Tu madre... debiste verlo ese día, todo lo que le hice... - una leve risa de nuevo y quería matarlo - jugué con tu madre, le saque las entrañas mientras daba su ultimo respiro. Lo último que dijo fue tu nombre. - suspiro - Es curioso detective, si la zorra de tu madre nunca se hubiera acercado a Nikiforov, nada de esto le hubiera pasado, si esos modelos no se hubieran acercado a Nikiforov, de nuevo, nada les hubiera pasado... pero, tenían que acercarse a él.

- ... - trataba de zafarme, pero mi mente me advirtió de algo de pronto, sentí una punta de algo sobre mi abdomen... oh joder...

- ¿Sabe que es lo divertido detective? Que la reacción de su madre me hizo darme cuenta de algo importante, cuando las personas están más cerca de la muerte, a punto de su ultimo respiro... ellos están condenados en decir el nombre de la persona que más aman en el mundo. ¿Sabe que significa eso detective?

- Te matare maldita mierda.

- No detective, significa que me dan el nombre de la persona a la que tengo que matar después... me ponen en bandeja de oro su corazón. Así que detective, necesito saber, que nombre dirá usted...

- No diré nada, nunca he amado a nadie.

Conteste.

Y algo se clavó en un costado de mi abdomen que me mareo y me hizo sentir más el frío, tanto, no era dolor, solo era frío... joder...

- Diga el nombre detective.... acabe con esta incertidumbre, con esta maldita entropía que su mente le ha jugado, acabe con su sufrimiento...

Sentí más frío y mojado mi abdomen, joder me estaba mareando, como cuando se te va la presión del cuerpo. Un hilo de sangre escapo de mi boca, y como si de una película se tratara, comencé a ver diferentes escenas de mi vida, recordé a mi madre hablándome de historias que me hacían soñar. Recordé a Isabella y a Jean abrazándome en navidad junto con mis padres. Vi a Mila sirviéndome un trago de Whiskey a escondidas en la oficina mientras ambos reíamos... Vi a Leo fumando un cigarrillo conmigo en el techo mientras compartíamos fotos e historias.

Vi a la familia que había formado y nunca me había percatado de que tan perfecta era para mí.

- ¿Detective?

Entonces lo vi, ojos esmeraldas, como los de un soldado dispuesto a lo que sea, acompañados de una sonrisa de ángel... cabello dorado, tan perfecto, Yura... Yuri Plisetsky... joder me hubiera gustado decirte cuanto realmente te amo, pero estoy condenado a un infierno donde el amor no cabía en mi vida.

Perdona Yura, no quería abandonarte. No así.

Yuri Plisetsky... te amo Yura...

Sonreí.

- Detective... joder Altin, conteste...

"Estoy enamorado de ti y me enoja eso"

Nikiforov, mi madre... Modelos... te tengo.

Se quien eres...

Eso grito mi mente ante la incertidumbre del caso. Si algo aprendí bien es que la información vuela por todos lados, y eso solo hace que la mente se confunda y se aprisione en sus propios pensamientos sin darle libertad de salir. Pero, cuando uno va a morir, sus preocupaciones y bloqueos desaparecen, dejando una mente clara...

Te tengo...

Nunca lo hubiera descubierto, pero, tenías que repetir cierta palabra que me pareció impresionante que supieras sus bases... ¿Te lo dije no? Detalles, detalles...

- Bueno detective, si no piensa hablar, espero disfrute su muerte lenta y dolorosa.

Acto seguido, sentí un último golpe en donde estaba mi herida. La cual seguía derramando sangre.

A lo lejos escuche sus pasos y una puerta cerrándose.

¿Esto era todo? Puede que si.

No sabía cómo detener el sangrado y zafarme... pero al menos mi mente estaba tranquila. No me iría a la tumba sin saber quién era, ahora lo sé, tampoco me iría a la tumba sin decepcionar a Jean o a mamá... Oh, lo más importante... tampoco me iré a la tumba sin conocer a Yuri Plisetsky. 

"Otabek... sea lo que sea que quieras hacer con tu vida, ahora y en un futuro, solo recuerda a que no será fácil. Tienes que entender que cuando azotan tu cara contra el suelo, tendrás que romperle la mano a aquel que te quiere en el piso, si quieres algo no puedes solo pedirlo, tienes que sacrificar algo para mover las cosas a favor de ti. Como el rey que está dispuesto a sacrificar a su propia reina en ajedrez.

No debes darte por vencido Beka, tu sabrás que hacer en el momento que azoten tu cara... Consejo de mamá; No te rindas."

Abrí la boca escupiendo el sabor metálico que la invadía. Vale, bien madre, no lo haré... sacare a Guang de aquí, haré que me curen y meteré a ese hijo de puta en la cárcel.

Aproveche la adrenalina del momento que evitaba que el inerte dolor se siguiera propagando por todo mi cuerpo. Para zafarme ahora, tendría uno de mis brazos ser de goma y poder doblarse de tal forma en la que pudiera moverlo.

No soy elástico así que lamentablemente me tendré que dislocar un hombro para salir. Me engañé a mi mismo de que no dolería, así que, cuando mi subconsciente lo creyó y me dio luz verde, di un fuerte tirón de mi mano dislocándome el hombro. Grite de dolor fuertemente llenando la habitación, pero entre grito y grito, logre zafarme de la cuerda.

Mi mente estaba realmente tratando de parar el dolor.

Al quitar las cuerdas de mis manos, apreté la herida que tenía en un costado del torso. Hacia un frío de mil demonios aún y tenía que mantenerme caliente. Al menos tenía la chaqueta. Pero entonces lo vi, en el suelo cerca de donde estaba sentado, alumbrando un poco su cabello, Guang...

Me quite la chaqueta envolviéndolo como pude y note una herida similar a la mía. Rompí un pedazo de mi camisa haciendo presión y cargándolo con la mano que tenía buena.

- Guang, sé que sigues vivo, escucho tu respiración, vamos quédate conmigo, vamos...

- O.. Otabek...

- ¿Recuerdas cuando nos conocimos? ¿Lo recuerdas? Fue en el cumpleaños de Leo, hace seis años. Estabas nervioso y nosotros no parábamos de molestarte, eras adorable. Me acerque a ti ofreciéndote una copa y la aceptaste, me dijiste que era un grandísimo hijo de puta, pero que te caía bien...

- Eres... un grandísimo... hijo de puta... Leo me contó todo... lo que... - escupió sangre y trate de que su cuerpo hiciera presión en mi herida como el mío hacia presión en la de el - Hacían... eres... un maldito... Sátiro...

- Si lo soy, joder lo soy... al final de ese día acabamos en una maldita orgía por mi culpa... perdón. – dije desesperado pateando un tubo esperando que se rompiera – Perdón, no puedo controlarlo, me doy asco a mí mismo, no sé que pasa con mi cabeza... no sé porque sigo corriendo al sexo como una señal de amor, no lo sé Guang, no tengo ni puta idea.

- Otabek...

- Vergüenza... cada vez que acababa con el sexo solo sentía vergüenza... y tenía que vivir con ello porque sabía que a los 5 minutos buscaría más. – al fin logre romperlo y con esfuerzos lo tome.

- Todos estamos... podridos en algo... es un mundo bueno, pero con personas... malas... No tienes porque... lamentarte.

- Tengo que, oh no podría verme al espejo de nuevo.

- ¿Es tan malo... ser un adicto ... a algo?

- ¿De que hablas?

- Nos... perdemos en diferentes cosas... de la vida... deberíamos en lugar de ... avergonzarnos... solo a vivir.... Con ello y curarlo... sin necesidad de autocompadecerte...

- No lo sé. – dije apoyando el tubo en la puerta, utilizándolo para abrirla. Ya no tenía tantas fuerzas y Guang noto eso, soltándose de mi desliándose hasta el suelo mientras intentaba abrir la puerta.

- La orgía... fue divertida...

- Leo no nos dejó tocarte...

- Nunca los...dejaría... par de estúpidos ... - soltó una risa - Otabek...

- ¿Sí?

- No tienes que esforzarte... sé que es lo que viene... vamos... a morir... ya no siento mis dedos...

- No vamos a morir. No ahora... – dije metiendo más el tubo poniendo toda mi puta fuera en el

- Otabek... estas sangrando...

- Cállate, debo hacer esto... tengo que salir de aquí...

- Solo quería... sorprender a Leo...

- ¡Guang basta! Escúchame, saldremos de aquí - dije empujando con todas mis fuerzas- Joder saldremos de aquí y le dirás toda esa mierda romántica a Leo – jadeaba del esfuerzo - Saldremos de aquí y podrás cogértelo a tu gusto, casarte con él, que se yo, saldremos de aquí así que deja de decir mierda y solo por ultima vez en tu vida cree que sacaremos nuestro trasero de aquí.

- Bien... - una muy tenue sonrisa se dibujó en el mientras cerraba los ojos.

- ¡GUANG! – grite.

Y la puerta se abrió. 

Nikiforov abrió los ojos, confundido y mareado, solo para encontrarse en una ambulancia siendo atendido. El humo lo había dejado sin aire y acabo desmayándose. ¿Sirenas? ¿Policía? ¿Dónde estaba su gente? ...

Era la primera vez después de mucho tiempo que acababa en mano de personas ajenas. Siempre desde paramédicos, policías, ambulancias etc. Eran personas que estuvieran bajo su mando, ahora mismo, era extraño, podía sentirse vulnerable con solo estar allí.

Y eso lo estaba matando, la vulnerabilidad allí ahora lo estaba acorralando en un rincón, no tenía el control de nada.

- ... ¿Dónde está mi esposo?

- Señor Nikiforov, su esposo está siendo atendido en la ambulancia de a lado. Sera mejor que se quede con la máscara en lo que terminamos.

Nikiforov tosió comenzando a sentirse más nervioso, el oxígeno que le estaban dando no lo quería, era vulnerable sin su gente, ¿Dónde diablos esta su gente?

- Yuuri... - El ruso no lo pensó dos veces, se levantó quitándose las cosas que le habían puesto, bajando de la ambulancia y camino tosiendo hacia la otra para ver a su esposo jadeante siendo atendido. - Yuuri... ¿Estás bien amor?

- Vitya... - Le tomo la mano y una leve sonrisa se dibujó en el - Ahora...si.

- Yuuri... - El ruso se acercó y le abrazo pegando su frente con la de él - Yuuri, siento que mi alma regresa a mi cuerpo, sentía que no volvería...

- Viktor... tranquilo, estoy aquí.... ¿Dónde está Yuri?

- Yuri... ¡Yurio!

- Señor, su hijo está siendo atendido igualmente, tiene una herida pequeña en el brazo así que le están dando puntadas. Por favor no se despeguen de aquí, tenemos que llevarlos a una evaluación... Es peligroso que salgan, los bomberos aun no controlan el fuego.

Una vez calmado su corazón, el ruso decidió escuchar a los paramédicos y quedarse en ese lugar. Pero, como un rayo, su mente solo dibujo el rostro de aquel pequeño chino.

¿Dónde estaba su gente? ¿Se lo habían llevado cuando todo empezó? Por su seguridad deseaba que si, que no hubiera nada de él cerca...

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-  

Un fuerte estruendo de metal se escuchó y al fin Otabek Altin había conseguido abrir la puerta...

Su piel estaba pálida y sus pupilas dilatadas, la adrenalina poco a poco se estaba pasando. Camino unos tres pasos y recordó al pequeño chino. No duraría mucho, no en ese infierno que tenía enfrente. Todo se estaba incendiando, había cuerpos tirados en charcos de sangre, le imploraba a cualquier dios arriba que no fuera ninguno de ellos Plisetsky.

"Peleamos..."

Tomo el cuerpo inconsciente del chino con las únicas fuerzas que le quedaban, apretando como podía ambas heridas. El camino parecía difuminado para él, pero él sabía que los caminos a una salvación nunca eran fáciles. Solo había una cosa que hacer y eso era seguir, solo seguir.

"Tienes dos opciones a como lo veo Otabek, siempre hay dos opciones, vivir o morir... morir es fácil, vivir es lo difícil... así que personas como nosotros pelean"

El kazajo daba pasos tratando de no perder el equilibro, una de sus manos no funcionaba, la otra estaba sujetando a Guang mientras sus piernas trataban de mantener el paso y seguir. Como si fuera una señal, a lo lejos pudo divisar una tenue luz. Como pudo, cubrió a Guang del humo.

"Cuando te azotan la cara en el suelo, peleamos... porque siempre van a querer a personas como nosotros en el suelo para establecer su statu quo,... peleamos Beka..."

Sentía dolor en sus pulmones y como se quedaba sin fuerzas, atravesó como pudo unos maderos y sintió las luces de las patrullas, bomberos y ambulancias alumbrándole, respiro una suave brisa de aire y la sintió como el aire más puro que ha respirado en su vida.

"Solo...No quiero desechar esa oportunidad, sea lo que sea, peleamos para estar juntos y mantenernos en alto, porque luchamos por algo más importante de lo que ellos lo hacen, luchamos con un corazón... luchamos por cada segundo en el que podemos estar juntos, no importa si hoy o mañana morimos. Luchamos por los segundos que podemos estar aquí y ahora..."

Se escucho un grito de alguien y el cuerpo del kazajo dejo caer al chino, antes de que pudiera reaccionar, su cuerpo azoto en el suelo. Pero, como un milagro, logro escuchar un simple grito, una voz, solo una voz...

"¡Beka!"



Cuando mis ojos se abrieron solo podía ver una luz potente, me cegaba. A medida en el que parpadeaba pude notar la habitación.

Era una habitación de hospital, me toco una grande y privada. Sentía algo en mi hombro y note que estaba todo vendado, al igual que un dolor intenso a un costado. Recordé que me habían atacado allí, recordé lo que me habían dicho, recordé a Guang... Joder espero este bien.

"Se quien eres"

Impacto en mi cabeza de golpe, sabía lo que significaba eso, yo había ganado, ¿Porque no me siento así? ...

Me acomode en la cama poniendo los cojines detrás de mí, sentándome un poco. Había estado ya más de una vez en el hospital, pero ahora se sentía tan vacío. No estaba Isabella o Jean para sonreírme cuando despierto. No escucho el teléfono para escuchar la voz de mamá. No veo a Mila o Leo parados, aliviados de que este bien.

¿Había perdido a todos en este proceso? Me preguntaba, supongo que lo había perdido, este estúpido caso me los había quitado y tenía que aceptarlo.

Me estaba dando ansiedad así que decidí levantarme, tuve que tener cuidado con todos esos cables y cosas conectadas en mí. Cuando me puse de pie sentía que de nuevo tenía el control. Para mi desgracia, mi mente primitiva solo quería un cigarrillo en ese momento.

Escuche una puerta y gire mi cabeza para verlo.

Estaba allí, saliendo del baño con los ojos hinchados, cuando me miro de pie cubrió su boca corriendo hacia mi abrazándome. Yuri Plisetsky, siempre me muestras la calidez que siempre busque.

- Yura... Oh dios Yura 

Dije aliviado fundiéndome con él, en un jodido beso que deseaba más que respirar. Estaba hecho mierda, pero eso no me iba a impedir que degustará esos dulces labios que tanto había deseado al momento de mi cercana muerte.

- Otabek – sollozo interrumpiendo el beso, pero sin dejar de abrazarme - no despertabas, no jodidamente despertabas pensé que...

- ¿Que? - estaba confundido -

- Ha pasado 5 días desde el Torbet... Beka, no habías despertado, no completamente, a veces solo abrías los ojos y volvías a dormir de golpe. Me dijeron que perdiste mucha sangre... A negativo. Te dije que éramos compatibles, tenemos el mismo jodido tipo de sangre... espero te haya ayudado.

- ¿Donaste sangre?

- Si, era el único idiota que quería que un hijo de puta como tú viviera...

- Yura... – reí.

- Además, sin sangre tu polla no funciona, así que espero tu agradecimiento después de esto.

No pude evitar soltar una carcajada, de la cual me arrepentí segundos después cuando un fuerte dolor me hizo doblarme. Nota mental, no reír cuando tienes puntadas a un lado del estómago.

- Gracias – sonreí besándole la frente – te debo una Kitten.

- Me debes muchas – dijo jalándome para otro beso y me rendir ante sus peticiones. – Tuve que llamar a tu casa, le dije a Jean que estabas bien. Después de todo el revuelo que se armó en los medios, Jean quería venir, pero le dije que no era lo mejor.

- ¿Por qué?

- Otabek, hay un asesino allá fuera que te quiere matar, ¿Realmente quieres que traiga a Jean y se exponga a todo esto? Es tu corazón, nunca dejaría que te dañaran así.

- Tú eres mi corazón Yura.

El silencio inundó la habitación y su mirada se clavó en mí, lo único que pude hacer era cubrirme el rostro hecho un tomate, maldición

¿Tú eres mi corazón? ¿Desde cuando eres tan malditamente cursi Otabek? ¡Maldición Plisetsky! Eres un maldito dolor en el culo solo por hacerme soltar un montón de estupideces románticas.

Sentí sus labios besándome de repente rompiendo mis pensamientos confusos. Los labios de Yura eran oro puro, era besar a un ángel en el paraíso. Yura, eres lo mejor que tengo y espero nunca perderte.

Escuche un jadeo y los labios de Yura alejándose de mí. Abrí los ojos para preguntarle que pasaba, pero me respondí solo cuando vi que Nikiforov tenía sujetado a Yura de la boca y me miraba fijo.

Verlo me provocaba nauseas, como un golpe en el estómago solo al recordar aquellas palabras "Tu padre es Viktor Nikiforov"

Nikiforov lucia tenso y cansado, nunca lo había visto así, pero eso no importaba ahora, por la manera en la que Yura no se mueve y Viktor me mira, supongo que está a punto de amenazarme.

- Necesito a Guang Hong Ji... Escuche que aún no despierta. Si quieres a Yurio vivo, llévalo con mis hombres.

- ...

- Hablo enserio, llévalo o mato a Yurio y en su proceso te mato a ti, aquí y ahora.

Estaba desesperado, cuando tratas con una persona así y que también esta armada, lo más estúpido seria retarlas.

- ... ¿Dónde quieres que lo lleve?

- Prive Drive #34, utiliza la camioneta que dejare para ti en el estacionamiento. Después de entregar al chino, mis hombres te dirán una dirección en donde podrás encontrar a mi hermoso hijo.

- ¿Que me asegura que no le harás nada?

- Yuuri estará con él, tú sabes que él nunca lastimaría a Yurio, y hablando de Yuuri, procura no comentarle nada de esto, de que estoy apuntándole a mi hijo por detrás.

- ... Bien...

- Bien - Nikiforov de verdad estaba desesperado, jodidamente desesperado - bien, me lo llevare por ahora. Vamos.

- B-Beka...

- Estarás bien, iré por ti ¿ok? ... lo prometo.

Joder ahora que se suponía que haría. El nivel de desesperación en Viktor es enorme, si hago un movimiento y lo nota, entrara en pánico y lastimara a Yura... joder, joder... 



Leo de la Iglesia descansaba a lado de la cama de su amado. Aún no había despertado y eso le preocupaba. El mismo no había dormido absolutamente para nada desde que le llamaron avisándole que Guang estaba aquí. Se la pasaba el día, acariciando la mano de Guang, dándole dulces besos en la frente, checar que estuviera abrigado, acariciarle las mejillas, todo.

No había salido de esa habitación desde que llego.

Pero ahora el cansancio le estaba pasando factura, tenía tanto sueño. Decidió recargarse solo por un momento y quedo profundamente dormido de golpe.

Así pasaron las horas hasta que unos pequeños ojos se abrieron levemente y miraron a aquel latino durmiendo. Una sonrisa se formó en el chino que acababa de despertar, decidió que no debía molestar a su novio y miro por primera vez su alrededor. Nunca en su vida había sentido tanto alivio en amanecer dentro de un hospital.

Suspiro mirando al Latino dormir, tenía tantas ganas de despertarlo, de lanzarse a sus brazos, besarle sin parar, pero, parecía cansado así que era mejor no hacerlo.

Oh eso pensó, sintió sus piernas temblar cuando noto una cajita en la pequeña mesa de a lado, era una caja de joyería... no, él lo sabía, sabía específicamente que contenía esa caja.

- Leo... Leo despierta. - dijo moviendo su mano con suavidad tocándole la mejilla al moreno que de inmediato abrió los ojos. Antes de que pudiera hacer algo, decirle algo, el chino lo interrumpió - ¿Eso es para mí?

- Guang...

El latino no dijo nada más, sus ojos expresaban todo. Lagrimas salían de ambos y con sus manos temblorosas tomo la caja para después solo abrirla arrodillándose.

- ¿Te casarías conmigo? - apenas pudo pronunciar con una voz temblorosa.

- Si... - contesto el chino sonriéndole.

De la Iglesia no aguanto más y apenas puso el anillo, se lanzó a los labios del contrario.

Sin darle tregua siguió besándole por un rato, incluso cuando el chino pedía por favor aire en medio de una suave risa.

- Leo, estoy aquí, tranquilo, no me comas antes de la Luna de Miel.

- Perdona bebé es que... Yo... - comenzó a soltar un sinfín de lágrimas.

- Lo sé... Leo no quiero hablar de eso ahora, nos tenemos el uno al otro, hay que pensar en ello.

- Cierto.

El moreno se acurruco con el chino, claro, sin molestar ni hacer sentir incomodo a su pareja, quería ser maduro y evitar las molestias pero no podía, quería estar exageradamente pegado a él, no quería separarse para nada, absolutamente nada.

- Leo...

- ¿Hm?

- Idiota déjalo descansar.

Esa voz la conocía bien, alzo la mirada y vio a un Otabek en bata mirándolo, brindándole una leve sonrisa recargado en el marco de la puerta. Leo quería lanzarse a sus brazos y agradecerle besándole los pies, pero su ego puede más ahora 

- ¿Como estas Guang?

- No tan sexy como tú, ¿Como puedes estar de pie?

- Cuando era pequeño estaba acostumbrado a las golpizas, igual en la secundaria, preparatoria y en universidad... ¿no es así Leo?

- ¿Estas con el culo al aire? - Pregunto el latino viéndolo.

- Si, estoy desnudo bajo esta bata y ahora mismo le estoy dando un espectáculo a las enfermeras que pasan detrás de mí. Creo que una apretó mi trasero hace poco, ¿Quieres comprobarlo?

- Oh dios no... - Aunque el latino sabía, que una parte de él rogaba por ver.  - Hermano ... - Se levanto parándose enfrente de el - Gracias por lo que hiciste por Guang, nunca en la vida voy a poder pagarte por ello.

- No lo digas, tu hubieras hecho lo mismo por mi... Sabes, todo esto me hizo ver que realmente tu no tuviste la culpa de nada. Así que solo dejémoslo como esta – suspiro – Esto es difícil de decir, así que solo lo diré una vez. Eres mi amigo, desde hace mucho y... Te quiero Leo.

El moreno no pudo evitar abrir los ojos de par en par. ¿Otabek Altin estaba expresando sentimientos a alguien que no fuera Jean? Joder donde estaba su cámara. Sonrió ante el kazajo y le dio una palmadita en el hombro.

- Te quiero igual

- Oh por dios ya bésense... - rió Guang divertido ante la escena.

Ambos morenos rieron, aunque el más fornido sostuvo su costado, podía ser un hueso duro de roer, pero aun así lo habían atravesado con un cuchillo, afortunadamente para él, en ningún lado vital.

Entre risa y risa, Otabek recordó lo que había vivido hace unas horas, aun tenia las palabras del ruso en su mente "Tráelo" ...

- Leo, hay algo que tenemos que hacer... y esta vez espero que confíes en mí.

- ¿De que hablas?

- De que estoy a punto de atrapar a una rata menos para liberar la alcantarilla.

- Te escucho...



¿Que es lo que nos hace personas?

Esa es la pregunta que ahora me hago. Acababa de engañar a Leo, haciendo que Guang subiera a ese vehículo, dejándolo allí con esos tipos. ¿Que me hace a mi como persona eso? Hay muchas cosas que ha este punto desearía cambiar en mi persona.

¿Que hubiera pasado si hubiera seguido en Psicología? ¿Que hubiera pasado si hubiera permanecido junto a Jean en la banda? ¿Que hubiera pasado si me hubiera quedado en Kazajistán? ... Son muchas cosas de mi vida que me gustaría cambiar.

A este punto cualquiera de estas personas, que caminan a mi lado con sus celulares sin ninguna preocupación, podrían mirarme directamente a los ojos y decirme. "Viejo, parece que te han dejado en la mierda, has perdido todo" ... sigo preguntándome en mi vacío subconsciente si lo he perdido todo, si este es mi fin... Hasta ahora lo único que me puedo responder es un simple; Aún no.

Porque lo han captado mal, lo han captado malditamente mal desde el inicio, la razón por la que acepte este caso fue porque mi ego, mi orgullo, mi necesidad de hacerlos caer, estaban obstinadamente empeñándome a no perder en absolutamente nada, como un caparazón, en donde podía dañarlos y ellos no podían dañarme.

Pero ahora como lo veo, el que ha derramado más sangre soy yo, el que ha perdido más soy yo, y el que probablemente siga perdiendo incluso ahora soy yo.

Puede que este sea mi fin, y mi única imagen de compañía sea este enorme edificio, con un Penthouse en la punta, donde esta aquel chico que me quitó el aliento, y donde una muerte paliada me aguarda con una sonrisa.

Yo Otabek Altin, en el último uso de mis facultades decreto que entre por mi propio pie. Con un brazo inservible, con una herida al costado, con una espalda destrozada, con tantos golpes que apenas puedo contar.

Yo Otabek Altin entre por mi propio pie a una muerte segura... Y lo hice porque era demasiado hijo de puta como para acobardarme ahora.

Si la muerte me llama, bueno pues, podemos fumarnos unos cigarrillos e irnos juntos.

Suspire un momento en el lobby, tenía unas botas, unos jeans y camiseta blanca abajo, solo un abrigo me cubría de las frías tardes en Nueva York... oh Nueva York... nunca pensé que te odiaría.

Camine al elevador y me quede allí. Suspire un poco, un brazo inservible, una herida con dolor aún. Si, Nikiforov me atravesará una bala entre ceja y ceja, oh vamos... esto es casi tan jodido que me provoca risa.

Solté una leve risa mirando las puertas y como se abrirán.

"Pelea"

Suspiré recordando las palabras de mi madre adentrándome en ese Penthouse. Los hombres de Nikiforov estaban como estatuas en el pasillo, suponía que estaba al fondo.

- ¿Esta... Nikiforov? - Pregunte.

- Al fondo Daddy... - tanto mi expresión como la de ese tipo fue una completa pokerface - S-señor Altin, al fondo.

Me le quede viendo unos instantes más, ¿Pero que mierda? ¿Cómo me ha llamado este tipo?

- Seeh... claro - Joder ¿Que mierda fue eso? ... Eso definitivamente me saco de la mentalidad que traía. Ahora solo quiero reírme en su cara, pero mejor no, solo flojo y cooperando para poder sacar a Yuri y esperando a que me maten rápido.

- Otabek

Nunca en la vida había escuchado mi nombre con ese tono de desesperación, ese tono que el ruso uso cuando me vio entrar. Nikiforov estaba hecho un desastre, estaba en pánico y ansioso, con el cabello despeinado y ojos rojos de no dormir.

- ¿Despertó?

- Si

- ¿Y?

- Lo deje donde me dijiste... ¿Dónde está Yuri?

- Si Yurio... amm.. yo..

- Yuri, dame a Yuri Plisetsky.

- ¡Cállate Joder! ... ¡Yuuri! - las manos de Viktor temblaban sujetando su cabeza y un preocupado Katsuki entro corriendo tomando las manos de su esposo sobándolas.

- Tranquilo, estoy aquí tranquilo... ¿Tomaste la medicina amor? tranquilo ok bebé, estoy aquí.

- Yuuri... - Katsuki no espero más y rápido tomo un tubo con unas pastillas "Alprazolam" decía la etiqueta... momento ¿Alprazolam? ese medicamento pertenece a las benzodiacepinas de alta potencia... y se usa para tratar... joder, ¿Enserio? ...

- ¿Ansiedad? - dije mirándolo.

- Mi esposo sufre de esto desde que era joven. - dijo fulminándome con la mirada - Podría no mencionarlo.

Me quede viendo como Nikiforov pasaba esas pastillas. Supongo que tuvo un ataque con todo esto que esta pasando. Perdió al tipo que vio su cara, murieron la mayoría de sus modelos, su esposo casi muere al igual que su hijo y el. Ha perdido millones y además está a un pelo de rana de que todos sepan quien realmente es.

Debí suponerlo por como reaccionaba, la forma de sus cambios de humor... vaya que vida padre, al menos compartimos algo en común y esos son los traumas.

- ¿Podría ayudarme señor Altin? - dijo Katsuki sosteniendo a Viktor.

- Ok. - Dije ayudándolo con la única mano buena que tengo a sentar a Viktor en el sofá. - listo.

- Vitya... - Yuuri peino su cabello y arreglo su ropa mientras Viktor no dejaba de temblar.

- Señor Katsuki... lamento lo de su esposo.

- Por favor no lo mencione, Viktor se pondrá mejor, solo es un episodio.

Suspire y vi como Katsuki dejaba que Viktor se relajara un poco, lo mire tan preocupado que por primera vez entendí, que si se amaban. Al principio pensé que era sumisión y sexo.

Ahora parece que realmente es amor, no me equivoco, es jodido amor. Por la forma en la que Viktor miraba a Yuuri y Yuuri le devolvía la mirada a Viktor, supe que se amaban, completamente se amaban...

- ¿Haría cualquier cosa por el señor Nikiforov?

- Siempre, le entregaría mi vida en cualquier universo alterno y en cualquier otra vida.

- Señor Katsuki... creo que realmente el señor Nikiforov no se merece todo esto.

- Me halaga detective....

- No, hablo enserio, no se merece todo esto y lo que va a saber. 

Dije jalándolo por el cabello y encajando mi rodilla en el abdomen de Katsuki con todas las fuerzas que podía haciéndolo escupir sangre. No pare allí, hice lo mismo otras tres veces hasta que se desplomó como saco de papas en el suelo.

Antes de que Nikiforov reaccionara, estrelle la cara de Katsuki con el suelo de nuevo, sometiéndolo con mis piernas y saque una pistola apuntándole a Viktor.

- Mira Viktor, si gritas le meto una bala en la cabeza a este hijo de puta- Dije aplastando la cabeza de Katsuki - ¿Porqué no te vuelves a sentar...?

- ¿¡Que demonios!?

- ¿Querías que atrapara al asesino no? eso es lo que estoy haciendo... Viktor Nikiforov, te presento a Yuuri Katsuki, el tipo que ha estado matando a todos.

- Imposible... Yuuri nunca mataría a nuestros modelos.

- ¡Viktor no es verdad! - grito Katsuki, pero con mi pierna volví a azotarlo contra el suelo.

- Él lo hizo, no dejes que te engañe con esa cara... es muy bueno haciendo diferentes caras... al igual que voces. Ahora, vas a salir conmigo y con este tipo y te entregaras, se acabó Viktor, se acabó.

- ¿¡Otabek!?

Maldita sea... mire a mi izquierda y allí estaba Yura, mirándome con una expresión de horror. Joder, ¿Que se suponía que debería decir ahora? Tengo a tus padres sometidos y quiero destrozarlos, pero sin resentimientos ¿verdad? ... Joder tengo la peor puta suerte del jodido planeta.

- ¿¡Que diablos haces!?

- Yura... tu madre es el causante de todas estas muertes y ... entregare a tu padre para que seas libre. Se que no puedes comprenderlo ahora, pero este maldito hijo de puta - dije mirando a Katsuki que sangraba por la nariz y boca - mato a mi madre, a Michele, a Isabella y a todos los modelos durante el incendio, ¡Así es hijo de puta! te descubrí.

Escuché el sonido de un arma quitando el seguro y lo vi, allí entre lágrimas apuntándome con una pistola mientras ponía a Nikiforov, que estaba tieso y tembloroso por la ansiedad, detrás de él.

Diablos, ¿Así se sentía cuando rompían tu corazón? ... joder siento que mis piernas van a flaquear. Yura, mi Yura... no por favor créeme.

- Baja tu maldita arma Otabek, no le harás nada a mis padres...

- Yura ellos...

- ¡Que bajes tu puta arma! ¡Que la bajes joder! ¡Rápido entren! - estaba llamando a los guardias y nadie entro - ¿¡Que mierda!?

- ... Dije que todo estaba rodeado... tus guardias debieron ver esto y salieron a proteger...

- ¡Eres un maldito hijo de puta! ¡Mis padres no fueron! ¡Joder si no bajas tu arma yo...!

- Dispara... vamos. - dije mirándolo y apuntándole, joder no... - No pienso moverme. Al fin lo tengo, al fin después de 22 años buscándolo lo tengo... no pienso dejarlo ir, así que será mejor que jales el gatillo y me atravieses la cabeza porque no puedo.

- No voy a dejar que toques a mis padres, son lo único que tengo... no quiero estar solo, no puedes... – sollozo.

Viktor comenzó a gritar que disparara la jodida arma y Yura seguía sin apartar su vista y apuntarme a la cabeza, ¿Qué estas esperando Yura?

- ¡Dispara maldito, si tienes los huevos para venir a mi casa y romperme así, porque no jodidamente lo haces y vemos que bala atraviesa primero a quien...!

- ... Yura...

- ¡Dispara Otabek! ¡Dispara! 

- No puedo...

Baje mi arma, oh dios estoy sintiendo asco por mi persona. Si no lo amara le hubiera atravesado una bala por el hombro dándole a Nikiforov y someter a los tres. Ahora me matara... ¿Eso hace el amor no? Te mata... que jodida forma de morir.

- ¡Aléjate de mi madre!

- No puedo...

- ¡OTABEK!

- No puedo...

- ¡Dispara Yurio! - grito Nikiforov

Yurio soltó un grito y disparo.

Sentí frío cuando la bala rozo mi mejilla e impacto en la pared detrás mío. Escuche mi corazón latir y mi mirada conectarse con la de él... Un silencio de segundos, y lo único que pude decir fue

  "Tranquilo"

Las puertas azotaron de pronto y el equipo entro apuntándole a los tres, en especial a Yura quien fue sometido con esposas. Tomaron a Katsuki al igual que llevándose a Nikiforov. Pero eso no me importaba, no me importaba ahora... Yura.

Lo miré, vi su cara cuando se los llevaron, entonces vi el inicio de su trauma. A diferencia de mí, donde mi trauma es perder, el de Yuri se deriva de la soledad. Si se siente solo entra en un estado donde busca sexo desesperadamente, donde hace cualquier estupidez. Yuri era un reflejo de mí y yo era un reflejo de él...

- No te dejare solo - dije tomando su cara con mi mano - Escuchaste idiota, iras allá, iré en la patrulla contigo, te encerraran y estaré allí contigo. Les explicare que no sabías nada y que solo defendías a tus padres. Estaré todo el tiempo contigo y cuando te dejen salir estaré contigo. Nunca en mi maldita vida te dejare solo, no tienes que preocuparte, no te dejare solo Plisetsky... Así que tú no me dejes solo.

Yura no respondió nada, solo me miro con los ojos llorosos y asintió.

¿Que nos hace humanos? ... supongo que las sensaciones... y el dolor, y toda esa mierda que tenemos que experimentar antes de tocar un poco de felicidad.





Solté un suave suspiro mientras caminaba por ese frío pasillo. Sabia a donde me dirija, sabía que solo tenía una oportunidad para ordenar el rompecabezas.

Hay demasiados abogados, hay demasiados periodistas fuera, hay miembros enojados y miembros felices del FBI. Era como estar en un gran jurado, donde ahora tenía que explicar la historia... donde una equivocación en la deducción mandaría a este par libre, y no solo eso, perdería a Yura para siempre.

Solté de nuevo un suspiro antes de abrir la puerta del interrogatorio.

Gire la manija y entre, se encontraba Viktor y Katsuki esposados. Mire de reojo al cristal, donde sabía que estaban todos con pistolas en sus ojos, esperando a que sentenciará o me equivocará. Diablos... era demasiada presión.

- Al fin nos volvemos a encontrar como en el inicio. - dije sentándome enfrente - ¿Te intriga como es que lo descubrí Katsuki?

- YO.NO.MATE.A.LOS.MODELOS. – respondió con una mirada intensa mirándome, joder si las miradas mataran ya estaría hecho trizas.

- Mataste a mi madre... a Isabella, a todos. - lo mire con odio, joder quisiera arrancarle los ojos - ¿Todo empezó por Viktor cierto? ...

- ¿Que?

- Todo, mi madre y tú, los modelos... todo siempre ha sido por Viktor... verdad... ¿Kitten?

Los ojos de Katsuki se abrieron como platos y Viktor estaba confundido.

- ¿Qué diablos dice Yuuri?

- ... - el japonés solo se dedicó a mírame más, y de pronto esa risa, la misma risa que había escuchado en ese almacén.

- Ahora que al fin arme el rompecabezas, es tiempo de que cuente como es que todo esto paso... 

------------------------------------------------------------------

¡Waah!

¡Al fin sabemos quien es el asesino de Aiday y todo eso bla bla bla :v

 Pero esto aún no acaba, aún falta que se responda porque Yuuri es el asesino. 

La verdadera pregunta detectives, ¿Que es lo que va a decir Beka como evidencia de que es Yuuri? ... si tienen una idea de lo que viene en el próximo cap, déjenlo aquí :D 

De una vez anuncio que el próximo capitulo es el Antepenúltimo de la historia... :o! 

¡Como siempre muchas gracias por su apoyo aquí y en facebook, son las mejores, me encorazonan todas y cada una de ustedes!

  ¡Llegamos a los mil votos! muchas gracias por su apoyo, las amo :'v... me gustaría hacer eso de cambio de portada o de separadores. Pero la neta soy un asco en eso unu. xd
Como compensación amm... les dejare al final un dato curioso de la historia :B 

¡Nos acercamos al final!

 .. comienza la cuenta regresiva... 10...9...8...7... 

Por cierto, la personita (Perdón no recuerdo tu nombre de usuario :$ )  que me recomendó SHAME, quiero decirte que ya la vi, y la ame <3 joder es tan buena... tenias razón, me recuerda a Otabek <3 

Dato curioso de la historia...

Durante sus comienzos, Otabek y Leo eran asignados a casos menores, como Otabek los resolvía en un dos por tres siempre lo cargaban mas de trabajo, haciendo que trabajara en casa. Jean solía molestarlo cuando estaba trabajando como "super detective", aunque la verdad solo quería llamar la atención del kazajo.
Ah Otabek siempre le molestaba que Jean leyera sus cosas y se la pasara fastidiando... Generalmente cuando Jean hacia esto, acababa en sexo duro como castigo de parte del kazajo.  



Lenzz fuera :3 











Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top