Jealousy

Desperté con el suave aroma de comida, parece que mamá consiguió algo para mi. Corrí con todas mis fuerzas al comedor y la vi. Una larga cabellera negra, una piel morena suave como la mía, una belleza singular, mamá tenia 19 años y cuidaba de mi. Mamá nunca le importo cuidarme, decía que me volvía mas adorable con el paso del tiempo, decía que era lo mas hermoso que ha tenido en su vida. Incluso con cuatro años ahora, mamá no planea dejarme. Tome mis muñecos de palos, mamá los hizo para mi, eran de abatelenguas y tenían una cara dibujada al final, me gustaban, todo lo que me diera mamá me gustaba. 

- Ota, deja al comandante Serik Altin de lado y come, mamá es muy lista y pudo conseguir pescado, así que, vamos a disfrutarlo, estoy segura que el comandante puede esperar un momento. - sonrió - 

Mamá era hermosa, incluso con los moretones que a veces llegaban a su rostro, odiaba que mamá saliera, solo regresaba así, con uno o dos mas, lloraba mientras tomaba una ducha pero, un día ayudare a mamá a salir de esto y cuidare de ella siempre. Aunque, me pregunto algo... 

- Mamá, ¿Cuando va a venir papá? 

Mamá bajo la mirada y acaricio mi cabello mientras comía. 

- Tu papá vive lejos, y es un comandante como Serik, no se si volverá pronto amor... de seguro debe estar salvando al mundo. 

-Entonces si papá salva al mundo... ¡Cuando crezca yo salvaré a mamá! - sonreí mientras ella acariciaba mi rostro. 

- Yo se que si... - se levanto a servirme agua - que suerte que solo te pareces a mi y no a el...- susurro para si. 

El ruso veía las reacciones del Kazajo, había pasado del tipo mas sexy y dominante del mundo ah... alguien común de golpe, bueno, no exactamente común, sino a alguien muy asustado. Aún así supo que necesitaba ayudarlo, no tenia idea de porque el detective se había puesto así por un camión de bomberos, la nota tampoco le parecía fuera de lo común, muchos diseñadores usan las palabras, "te encontré" pero al leer mas detalladamente vio la firma.. "Mr. Murderer". 

Antes de que el ruso pudiera hacer algo el Kazajo se levanto de golpe tomando el camión, viendo cada parte de ese juguete viejo y desgastado. Checo cada borde, cada parte hasta que vio que la parte inferior, donde van las pilas, tenia algo fuera de lo común. La tapa que cubría las baterías no tenia su tornillo, así que se podría desprender fácil. Dejó el camión en la caja y buscó algo, unos guantes, una bolsa, lo que fuera. 

El ruso se dio un poco de cuenta de lo que trataba de hacer así que busco una bolsa de plástico, y al encontrarla se la dio al detective. Por su parte Otabek abrió la tapa para encontrarse un mechón rubio amarrado con una cinta blanca y con rastros de sangre impregnados en las puntas. El mechón de nuevo, se encontraba en perfectas condiciones, cabello perfectamente cuidado y sedoso pero, en esta ocasión, tenia gotas de sangre en las puntas. 

El kazajo miro a Plisetsky y este se encogió de hombros, la mirada penetrante del tipo le hacia temblar, aunque eso lo hacia jodidamente atractivo también lo ponía alerta. El tipo no era para bromear, era alguien que desconocía por completo y además, que no parece un típico detective que ve en la tele, sino alguien mas lejos de la ley que cerca. 

- Yuri... ¿Eres uno de los supermodelos mas famosos que tiene Milan últimamente no? 

- ¿Qué?

- Me refiero, a que eres famoso no solo por modelar, sino tu personalidad, todo de ti. Has aparecido en anuncios, películas y videoclips de bandas famosas. Eres una celebridad ¿No es así? 

- Supongo que si lo dices así, pues... si creo. 

- He visto que los fans compran lo que sea en subastas, realmente lo que sea, un ves estuve trabajando en un simple caso y había un tipo obsesionado con Jean Leroy. Tenia todo de el, todos sus discos, incluso pañuelos usados, ropa interior, su basura... Incluso cuando el caso no trataba de un acoso en contra de Jean, me di cuenta de lo que los fans de alguien pueden llegar a tener sobre sus ídolos... - Lo tome por los hombros - Tu tenias antes el cabello jodidamente largo, te llegaba hasta esta cadera - No pude controlar mis impulsos así que posicione mis manos al rededor de él jalándolo a mi - ¿Alguien puso en subasta tu cabello ?

El ruso sentía una gota de sudor recorrer su cien, estaba jodidamente intimidado, ese tipo no dejaba de mirarlo con esos ojos chocolate, serios y a la vez ardientes, se sentía a los pies del tipo sin razón, no sabia que era lo que le impulsaba mas, si el miedo o la tentación de provocarlo mas. 

- Mi mánager, subastamos mi cola de caballo en un evento de mis fans, el dinero lo dimos a la caridad después... 

- Jodido idiota... 

Conteste soltándolo, agh, bueno al menos sabemos de donde saco el cabello de Plisetsky, y ahora se un poco mas de ti Mr. Murderer... Cerré mis ojos por un momento, tenia que recordar mas, unir mis pensamientos. Bien, sabemos que el asesinato de Crispino  fue efectuado en la noche, su cuerpo estaba desmembrado pero esa no fue la causa de muerte, el murió debido a que le atravesaron una bala en la cabeza y después desmembraron su cuerpo. En el caso de mi madre, murió por ser golpeada y después desmembraron su cuerpo, si unimos similaridades, solo puedo destacar que el desmembramiento es lo que hace este asesino, pero, tanto mi madre como Crispino no tienen ninguna unión de similaridad, ni siquiera un parecido físico. Entonces, ¿Es el mismo asesino? ¿O me estoy enfrentando a 2 asesinos con un similar modus operandi? ...

- ¿Otabek? 

- Ven conmigo - dije tomando la caja y tomando la muñeca de Plisetsky conmigo. 

Ahora, una rosa, la rosa aún no tiene explicación.  Lo único de unión de eso, con lo que hemos visto, es el color blanco. Rosa blanca, listón blanco envuelto al rededor del cabello de Plisetsky,  caja blanca. Como teoría, digamos que aceptamos que son dos asesinos.  ¿La caja blanca es mera coincidencia entonces? O en su caso, el asesino de mi madre sabe que estoy persiguiendo a alguien? ... Caso dos, digamos que es el mismo asesino, si es el mismo asesino, no veo porque matar a Crispino. El y mi madre nunca se conocieron, no son similares y ni siquiera son del mismo país... nada de las pistas concuerda para que sea un solo asesino, pero no puedo descartar la idea hasta que tenga las evidencias.

Ahora, el cabello de Plisetsky, en el asesinato de Crispino, claramente me mostraban las pistas  que tal vez Plisetsky era el siguiente, pero ahora, en el asesinato de mi madre, ahora que mi camión ha aparecido y este tipo también, ¿Porque hay cabello de Plisetsky? No recuerdo que este tipo sea parte de mi vida, o lo conociera de antes, bueno lo había visto antes pero nada mas, como cualquiera ve a un modelo en un espectacular... 

Estoy jodidamente confundido y perdido... 

Cuando al fin logro ver a De la Iglesia me acerco con Plisetsky, antes de que pueda decirme que rayos estaba haciendo allá arriba le doy la caja. Al abrirla se confunde con lo que hay. 

- Tenemos que hablar, y rápido. - dije jalándolo. 

Cuando le explique a Leo, este estaba jodidamente furioso de que estuviera trabajando aparte. Leo y yo siempre hemos tenido problemas, cuando me designaron a mi como jefe, yo rechace al instante el puesto dado que eso no me permitiría salir como lo hacia, ir a bares, ir a los conciertos de Jean, sino que me tendría atado a mi trabajo y no quería eso. Por lo mismo le dieron el trabajo a quien seguía de mi en méritos, y ese era Leo, pero... siempre hemos tenido problemas de rivalidades... 

- Déjame ver si entiendo Otabek - dijo sobando sus cienes - Sabias antes de este caso que los demás, no contaste la información que conoces, pero ahora que ha salido esto, has decidido confesar porque quieres que cuidemos a los implicados... ¿Esto podría quitarte tu placa sabes? 

- No la necesito, necesito que me ayudes y salves vidas. - conteste mirándolo - Si quieres encargarte de mi, bien, hazlo, pero primero mueve el culo y después te encargas de hundirme. 

Leo me miraba como si estuviera a punto de sacar su arma y apuntarme para darme un disparo preciso entre ceja y ceja, pero como siempre, yo, Otabek Altin, tengo la terrible, terrible costumbre de querer bajar los humos de todos así que sonreí ante su mirada. 

- Necesito archivos de tu vida, toda tu información... si estamos detrás de este, "segundo asesino" tienes que soltar todo de ti. 

- Te puedo hacer un resumen - conteste - Mi madre me tuvo a los 15 años, su nombre era Aiday Ercesh. 

- Para... ¿Qué? - me miro confundido y rodé los ojos - pero tu eres...

- ¿Me dejaras terminar o no? - conteste encendiendo un cigarrillo poniéndolo en mi boca - 

- Adelante... 

- Su apellido era Ercesh porque un tipo la tomo a los trece años casandole con el, sabes, en Kazajistan aún hay una estúpida costumbre de secuestrar mujeres y casarse con ellas. Así que ese apellido se le quedo... Total, mi madre quedo embarazada pero no del tipo que la secuestro, así que este casi la mata, pero logro escapar. Mi abuelo, que nunca conocí, tenia una vieja cabaña a las afueras de un pueblo, allí era donde mi madre me tuvo. Me nombro Otabek Altin, me dio su apellido original. Fui creciendo normalmente, mi madre hacia de todo para mantenerme alimentado a salvo y con vida. Siempre repetía que me parecía mucho a ella, que no me parecía a nada a mi padre. - Sentí mi espalda estremecerse cuando Plisetsky clavo sus esmeraldas en mi preocupado - Mi madre era una prostituta. - termine tensando la mandíbula - supe que lo era a los cuatro años, pero digamos que aún así no entendía el concepto. Mi madre haría lo que fuera por mi, y por eso no me interesa, seguía siendo la mujer mas hermosa para mi... 

- ¿Descubriste quien era tu padre? - dijo Leo mirándome y baje la mirada. 

- Solo se que era blanco - conteste. - Bueno cuando digo blanco no me refiero a tes clara sino que un día mi madre dijo que venia de América o trabajaba en América algo así.  - suspire - a los cuatro años, en diciembre, la asesinaron a sangre fría. Me desmaye cuando me oculte de el tipo, estaba demasiado asustado y a esa edad no sabia nada de lo que pasaba. No salí de mi escondite hasta horas después solo para encontrarla descuartizada en el suelo. Después de ello la policía llego y como no tenia familia me enviaron a un orfanato... Del cual recuerdo las duras golpizas. 

- Otabek... - dijo Yuri y de pronto  mis puños apretados de ira, poco a poco dejaron de hacerlo, su voz me calmaba. 

- Cuando huí de allí, me dedique a vagar por las calles hasta toparme con un niño que no se porque o como le agrade, decía que estaba de vacaciones visitando Kazajistán. Fue un puto de problema la comunicación con el porque en ese tiempo no sabia hablar ingles, así que solo lo veía hacer miles de expresiones y me quedaba en blanco. - reí - encontramos una forma de comunicarnos mediante señales y el se aseguraba de llevarme comida y ropa siempre. Cuando acabo el tiempo de sus vacaciones el me llevo con sus padres, no se como logro convencerlos... aún no logro entender como una pareja pensó que seria buena idea tomar algo como yo y criarlo... 

- Altin... - dijo Leo - ¿Hablas de tu familia, la familia Leroy? 

- Exacto. - conteste mirándolo - de allí viaje a Canadá, aprendí ingles, estudie, todo... hasta llegar aquí, contigo. 

- ¿Que dijeron del caso de tu madre?... me refiero a los policías implicados en el caso 

- ... 

Apreté mis puños y de pronto me recordé a mi sentado en la sala de espera de esa estación de policía. Recuerdo traer el suéter de mi madre envuelto en mi con una chamarra policíaca encima. Recuerdo ver a policías pasar enfrente de mi, mirándome como si fuera nada. Aún así, sabia que ellos me ayudarían a encontrar al responsable, los admiraba, a todos, era como esos casos de la tele, pronto sabrían que hacer pero... 

" Era una prostituta, seguramente no hizo bien su servicio y su chulo la mando a matar... no tiene familia así que envíen a su bastardo a un orfanato, firmen los papeles, no hay caso en seguir con esto. Díganle a los medios que fue su proxeneta quien lo hizo y oculten al niño... Tiene diferente apellido así que déjenlo así..."

Mire a Leo tomando mi cigarrillo apagándolo en la palma de mi mano. Este me miro preocupado y sonreí. 

- Dijeron que una puta no merece un trabajo de investigación en pocas palabras - conteste - Así que nunca en su puta vida harían algo. El caso se olvido, se olvidaron de ello, de mi, pero... ese tipo no, ni yo de el, así que haré lo que sea y capturare al hijo de puta porque le prometí a mi madre que... 

- Con eso es suficiente, sabe suficiente de su vida - dijo Plisetsky rápidamente tomando mi mano - Habrá una fiesta privada en el hotel San Pedro Montesenior. Los modelos que señalo Otabek estarán allí, les conseguiré los pases a sus policías, pero tienen que ir encubiertos dado que en es una fiesta privada y hay muchas personas poderosas allí. No puedo llevar a policías como si nada. 

- ¿Estas dispuesto a cooperar Plisetsky? - dijo Leo mirándole, levantándose de su asiento. 

- O les ayudo o el tipo me corta el cuello, creo que es muy obvio elegir que parte quiero. - contesto ese maldito gatito. 

- Bien... los espero acabando el show a ambos enfrente del edificio, solo llevare a 5 personas mas, Otabek supongo que ya tiene pase así que solo 5 mas. 

- Entendido - dijo Plisetsky sin soltarme . 

- Con permiso... - se retiro Leo llevándose la evidencia, pero se detuvo en la puerta - Encontraremos al asesino de tu madre Otabek, no importa si es un perro o persona, lo hacemos porque pensamos que todas las vidas importan tanto como la nuestra... al menos ambos creemos en ello. 

- Lo se, por eso eramos compañeros al inicio, cuando eramos simples policías... - dije e incluso cuando se que no pude ver su rostro, seguramente, no, estoy seguro que lo hice sonreír con eso... Pero dejando esto de lado,  es hora de poner manos a la obra con el caso. No puedo dejar algo así se me escape de las manos, tengo que hablar con cada uno de los participantes en esta cosa de las rosas y rápido. Camine a la puerta hasta que sentí un jalón en mi mano - ... ¿Porque... sigues sosteniéndome? 

- Porque parece que lo necesitas. - contesto mirándome. 

- Deja de joder con eso, tengo a dos asesinos y ambos tienen que ser capturados. 

- ¿Que hay de nosotros? 

- tsk... ¿Acaso no escuchaste nada de lo que pasa? - me frote las cienes - Hay tipos matando personas y lo único que te interesa es sobre lo que pasa entre nosotros... Necesitas replantear tus prioridades. 

- Me interesa, porque si tengo que replantear mis prioridades pondré siempre primero las cosas que me gustan antes que los problemas... si alguien me esta amenazando de muerte tenlo por seguro que lo primero que haré es disfrutar mi maldita vida. 

- Tsk... - sostuve su rostro entre mi mano delicadamente - No me importa una mierda tus sentimientos, estoy en mi trabajo, la única razón por la que tenemos interacción es por ello. Lo admito, estoy enormemente atraído por ti, porque creo que eres demasiado sensual, de allí en fuera, no veo algo para mi. 

Las esmeraldas de Yuri se clavaron en mi completamente, sentí que me iba a matar con esa mirada, pude sentir una pizca de miedo pero antes de que pudiera seguir con mis pensamientos, sus labios se postraron con los míos, salvaje y rápidamente, dejándome sin aliento. 

- Repítete eso hasta que te lo creas detective... 

Este maldito ruso... sabe jugar demasiado bien sus cartas. 

 Ya en la fiesta, me di cuenta que he pasado los últimos cinco años sin asistir a una. La ultima a la que había ido era con Jean, después de un concierto, y acabe en una orgía con el, Isabella y unas cuantas fans. Me sonroje solo un poco en pensarlo, pero bueno debía dejar esa cosas de lado. 

La fiesta era lo mas lujoso y excéntrico que había visto en mi vida, era un enorme salón privado dentro de un hotel, en el cual había una enorme terraza con una maldita piscina, donde chicas en bikini nadaban. Por otro lado, estaba una decoración de neón y el lugar tenia poca luz, quiero decir que parecía que estaba entrando a una casa de lujuria pura, juro por mi vida que había alguien cogiendo en una esquina sin ser notado, o si era notado, parecía a nadie importarle. 

- Plisetsky, no te alejes de mi. Tengo que hablar con los demás y... 

- ¿!HAAH!? - dijo mirándome - Lo siento detective esta fiesta es mía, y dado que a usted no le intereso yo, me iré a divertir. 

- Mira idiota, esta en peligro y...

- Y no saldré de este lugar - contesto interrumpiendo - puede ir a conocer a los demás y le prometo no salir de aquí. - soltó dejándome y caminando directamente a la piscina. 

Ah maldito idiota... pero un idiota que me esta haciendo caer a sus pies como esclavo pidiendo por agua.. carajo. 

Decidí que lo mejor en ese momento seria concentrarme, mire a mi alrededor mientras caminaba, tuve que rechazar a las personas que se me acercaban, estaba puesto en una meta y eso era encontrar a los modelos, al primero que vi fue a Christophe Giacometti, quien hablaba con un tipo  mientras este le acariciaba suavemente uno de sus brazos. 

- ¿Christophe Giacometti? - dije acercándome atrayendo la mirada de ambos. 

- ¿Si? - dijo mirándome, sus ojos eran intensos y era un modelo con un rostro de rasgos mas masculinos que Plisetsky, era atractivo. - Oh tu eres el nuevo modelo. 

- Algo así, ¿Puedo hablar contigo en privado? 

- Oh cariño para "hablar" conmigo en privado necesitas mas que eso - contesto sonriéndome. 

- Me refiero a que si puedo hablar con usted con respecto a Michele Crispino. - conteste mirándole y este dijo un par de cosas al otro hombre quien se retiro. 

- ¿Eres policía? - me miro dejando su trago de lado. Los ojos de Giacometti eran intensos, pero no con una mirada fuerte como la de Plisetsky, sino, que tenían un toque especial. No era alguien con quien meterse. 

- Así es. - conteste - estamos siguiendo el caso de Crispino. 

- ¿Que quieres saber guapo? - me miro - Michele era muy reservado con nosotros. 

- El día de su muerte fue después de esta fiesta tras el final del Fashion Week, ¿Había algo extraño en el? 

- Había millones de cosas extrañas en el, pero ninguna de ellas hacia que mereciera morir. - contesto - Esa noche nos drogamos de sobremanera, alguien puso éxtasis en las bebidas y acabamos en una enorme orgía en un cuarto. Pero Michele fue sacado de esa fiesta de lujuria por su amante, Emil Nekola. Cuando logro rescatar a Michele se sentaron en la terraza. Michele estaba llorando diciéndole cosas, o eso es lo que podía apreciar desde mi lugar. Después de esto Emil lo abrazo y permanecieron juntos como siguió la fiesta. Emil fue por agua dejando a Michele sentado, su hermana Sara se acerco a el cuidándolo pero Michele parecía decirle algo, ambos parecían discutir, después de eso detective no tengo idea que ocurrió. Pero si recuerdo que antes de esa fiesta durante el Fashion Week, todos recibimos una rosa blanca, muy hermosa. Oh al menos los que la recibimos fuimos yo, Plisetsky, Los Crispino, Isabella Yang y Seung Gil lee. 

- ¿A nadie le pareció extraño la rosa? 

- No, por supuesto que no, recibimos diversos regalos o presentes, la rosa nos pareció un toque delicado, creíamos que venia de un diseñador. Yuuri Katsuki mando a tomarnos fotos con ellas porque Viktor pensó que esa rosa seria un buen toque para nuestro book de fotos. Todos posamos con nuestro estilo con las rosas y las fotos fueron expuestas durante el Fashion Week. 

- Ya veo - al menos esto que dice Giacometti me ayuda a ir armando los eventos antes del homicidio - una ultima pregunta, ¿No logro nada de lo que escucho decir Mikey? Cualquier mínima cosa ayuda. 

- ¡Hombre estaba drogado! - dijo riendo -  no estoy seguro de lo que vi o llegue a oír ese día, pero de las cosas que recuerdo o logro poner en mi mente, diría que Michele le confesaba a Emil algo, logre escuchar "Sexo" así que supongo detective que ambos pensamos lo mismo y parece que Michele hablaba de un engaño. 

- Puede ser, de cualquier forma, tenga demasiado cuidado fuera, le daré mi numero privado, por favor si cualquier cosa es ta fuera de lugar no dude en llamar. - dije entregándole una tarjeta con mis datos. 

- No lo dudare, mas con un policía tan atractivo como usted... su cara me parece familiar detective. 

- Tal vez me haya visto en periódicos - conteste - mucha gracias por su tiempo e información. 

Al retirarme ya tenia un marco de investigación mejor. El evento que desencadeno todo fue durante el Fashion Week, digamos, como una hipótesis, si Michele realmente hablaba de un engaño, puede que su muerte sea en una venganza o celos. De cualquier forma, necesitamos entrevistar de nuevo a Emil Nekola. Ahora, si ponemos eso en jaque, podemos entender que la muerte de Michele tal vez no se trate de un asesino en serie sino de un homicidio. Pero, eso no explicaría en su totalidad el cabello encontrado de Plisetsky ni el porque de esas rosas. Lo que se tiene que hacer ahora, es hablar con Emil, analizar el cabello, hablar con el o la mánager de Plisetsky y recolectar datos de esa subasta. Tenemos que saber quien compro el cabello. 

Seguí buscando hasta toparme con Sara Crispino quien estaba recargada en una esquina mientras era acompañada por Mila, que parecía que ya estaba echando manos a la obra. 

- ¿Señorita Sara Crispino? - pregunte mirándola. 

- Otabek estoy en medio de... 

- Necesito hablar con usted - dije interrumpiendo a Mila que me asesinaba con la mirada. - Mila podrías por favor cuidar a Plisetsky no se mueva de la piscina. 

- ¿Porque lo haría? - dijo mirándome - Soy solo tu compañera de trabajo y la que te abre... - cubrí su boca jalándola.

- ¿Que diablos te sucede? 

- ¿Que diablos me sucede a mi? Eres un jodido idiota que no puede aceptar que no es perfecto. Solo quería ayudarte maldita sea y me tratas como basura. - antes de que pudiera responder una enorme cachetada llego a mi rostro - Idiota. 

- tsk... Okey lo acepto, fui la peor mierda en ese momento, pero no sabia como reaccionar, nadie nunca había preguntado de mi madre así, me asuste y no quería recordar lo que había pasado... Lo lamento mucho Mila, pero ahora estamos trabajando así que solo cuida a ese tipo en lo que sigo recolectando información, por favor... 

La mire como la única forma que la podía mirar, arrepentido de todo, porque lo que había dicho era verdad, me había asustado de repente, soy muy duro en dejar que personas entren en mi vida como si nada, porque muy en el fondo tengo miedo de que acaben dejándome solo... 

- Solo esta vez - dijo caminando con Plisetsky. 

Suspire y me acerque de nuevo con Sara, quien parecía ya estar en la décima copa, esta chica tomaba peor que un camionero. Trate de poner mi mejor cara y me le acerque. 

- Señorita Crispino, ¿Puedo realizarle algunas preguntas? Soy Otabek Altin, detective - dije mostrando mi placa -  estoy investigando el caso de su hermano. 

- Mikey... - dijo mirándome - ¿Que quiere saber? ¿Mas de su vida?, sus policías han estado yendo día y noche sin dejarme descansar de esto, no me han dejado velar por mi hermano correctamente. 

- Lo lamento Sara, ¿Puedo llamarla así? 

- Como sea, no es que me importe como me llame usted - dijo y note un suave sonrojo en sus mejillas. 

- Sara, necesito saber que paso durante la fiesta VIP después del Fashion Week... Su hermano no se encontraba en mejores condiciones, ¿Me diría que paso? 

- Mikey se encontraba muy mal, no paraba de decir que se arrepentía en haberse acostado con quien sabe quien. Cuando comenzamos nuestra carrera fue muy difícil. - dijo y asentí, sabia que hacían para volverse famosos - bueno pues, debido a eso, decía que no recordaba nada como fue las primeras veces, pero que se arrepentía de todo, de ser tan sucio y aún así dejar que alguien como Emil lo amara... trate de tranquilizarlo ese día, pero Emil llego con agua y las drogas - tomo su cabeza - no me dejaban concentrarme, no me di cuenta cuando me fui de allí y ... - apretó sus puños - y acabaron conmigo - comenzó a reír poniendo sus manos sobre mi pecho - ¿Soy una puta por ello detective? - dijo mirándome - acabe en la cama con cuatro hombres que  en mi vida había conocido, y al siguiente mes era la modelo de Valentino.... ¿Que dice eso de mi? 

- Lo veo como mas un abuso a su persona... Sara, no fue tu culpa, los drogaron a todos - dije levantandole la barbilla delicadamente - sea lo que sea que te paso en esa fiesta, no fue decidido por ti, te ultrajaron.  Si decides hablar, te apoyare a encarcelar a los que te hicieron eso... pero no puedo hacer nada si ninguno de ustedes hace algo. 

- Usted es un buen hombre... - dijo acariciando mi rostro - Usted entiende a las mujeres zorras como yo - siguió enredando sus brazos en mi cuello, pegando su cuerpo escultural a mi - ¿Como es que alguien como usted existe y es tan... varonil y perfecto...? 

- Sara... tranquilízate... - dije sosteniendo sus caderas, apartándola suavemente de mi - Ninguna persona, sea hombre o mujer se merece tener que pasar por esto como ustedes lo hicieron. 

- Otabek - dijo enredándose en mi. 

Los labios de Sara Crispino eran pequeños y suaves, tenían el sabor a vino, su cabellera negra me embriagaba y al mismo tiempo me hacia sentir intimidado. La tome por el cuello siguiendo el beso hasta que en mi mente aparecieron imágenes de unos ojos verdes que necesitaba... Pero en mi reluctante subconsciente, seguí besándola, todo de ella era delicado. Las manos de la modelo se deslizaron desde mi pecho hasta mi abdomen, entre jadeos, la empuje mas contra la pared mientras su mano se deslizo a mi sexo, comenzando a sobarlo suavemente por encima de los pantalones negros que traía. Solté un jadeo y deslice mis manos por su bello pecho, pequeño, cada uno de sus pechos cabía perfectamente en mi mano , era una delicia de mujer, era.... 

"El deseo que hay entre nosotros"

Desperté de la lujuria apartándome y Sara me miraba con pasión en los ojos, ¿Que diablos era? No no, de nuevo, caigo en mi propia adicción al sexo cuando menos lo quiero... esto solo hace que arruine todo, pero, ¿Cual es mi origen en esta adicción..? 

- Lo lamento señorita Crispino por mi atrevimiento, seguiré investigando, por favor no salga sola y asegúrese que alguien de confianza para usted la lleve a su cuarto de hotel. - rápidamente saque una de mis tarjetas - es mi numero, si siente algo fuera de lugar, por favor asegúrese de llamarme. 

Me retire de allí sintiéndome mas mierda de lo que me había sentido ya, esta maldita adicción arruina mi profesionalismo a tal punto donde salgo de mis casillas y olvido todo por lo que he estado trabajando. Esta adicción acabara conmigo incluso antes de que pueda encontrar al culpable, ¿Que es lo que tengo? Porque diablos me volví un ninfómano de primera. 

- ¿Otabek? ¡Otabek! - dijo alguien que me envolvió en sus brazos - Dios hermano estas aquí, sabia que estarías aquí, te vi desfilar, no sabes lo atraído que estoy hacia ti ahora. - dijo besándome rápido, Jean, siempre estas cuando te necesito. 

- Jean - lo abrace - tengo que explicarte eso, pero, no sabia que...venias a estas fiestas. 

- Claro que lo hago, siempre cuido a Isabella - dijo enredando sus dedos con los míos jalandome a el - Y ahora que te tengo a ti también... ¿No quieres subir y acompañarme en la cama? 

- Jean estoy trabajando y ... ¿Donde esta Isabella? 

- Aquí Ota - dijo apareciendo con unos tragos - Perdón por tardar pero Plisetsky no dejaba de besarse con ese tipo enfrente de las bebidas, se fueron a una habitación y ya pude hacerlo. 

- ¿Que? ... ¿Cuanto hace de eso? 

- Como diez minutos... me quede platicando con Mila en lo que Jean te buscaba, perdona. 

Nunca en mi vida, había sentido tanta rabia. No después de lo que dijo ese policía de mi madre, nunca en mi vida había sentido tanta rabia como la siento ahora, solté la mano de Jean y tome a Isabella por los hombros, dios, ese maldito ruso, ¿Como se atreve a hacer esto? Lo voy a amarrar a mi propia cama si es necesario para mantenerlo quieto.. 

- ¿Donde esta? - dije serio, mirándola y la sentí estremecerse. 

- E-esta en la habitación tres, la de la puerta naranja - dijo - ¿Ota estas bien? 

- Quédense aquí y déjenme trabajar.  - Dije caminando a esos cuartos. 

- ¡Otabek! ¡hey, vamos para tu casa! 

- ¡si si hagan lo que quieran! - grite.

Sentía una rabia enorme, una que me consumía a tal punto que no me dejaba respirar, me hacia hacer crujir mis dientes y apretar mis puños, estaba fúrico, quería ver a Plisetsky, lo necesitaba conmigo, ya, ahora, ese estúpido gato malcriado tenia que sucumbir ante mi. 

Abrí la puerta de golpe y me encontré a Plisetsky abierto de piernas ante un tipo que en mi vida había visto, estaba jadeante y gemía mas cuando vio mi llegada. ¿De esto se trata? ¿De acostarte con quien sea mientras no estoy? ¿Que diablos quieres de mi cuando no estoy? jodido, maldito hijo de puta... ¿Donde diablos esta Mila?  ¿Te deshiciste de ella? ... Mi furia era enorme así que tome al tipo alejándolo de Yuri y arrojándolo contra la pared, después me acerque a el, jalándolo de su corbata desalineada, haciendo que me mirara. 

- Lo vuelves a tocar y te mato. - dije empujándolo y tomando a Plisetsky conmigo. 

Saliendo de allí metí a Plisetsky a otra habitación, este me  miraba mientras acomodaba sus ropa y yo quería estallar. 

- ¿Estas demente idiota? - dije mirándolo - Esta pasando todo esto y lo único que pasa por tu cabeza es cojer...? ¿Que diablos piensas? ¿Que malditamente diablos piensas? Tengo que cuidarte, te dije que no te alejes de mi, ni conoces al tipo, ese tipo podría ser el estúpido asesino y tu estarías muerto si no fuera porque Isabella me dijo que estabas con el y vine corriendo porque...

- Estabas celoso... es mas ahora mismo te estas muriendo de celos. - Dijo y me sonrió. 

- ... 

... Esperen... ¿Que?.... ¿Celos?
 



--------------------------------------------

¡Waah!

Uff chicas ha estado pesada la semana y la historia tiene capítulos enormes. Aquí me dedique mas ha hablar de caso y darles material para que vayan formando teorías. También quise hablar de la madre de Otabek, porque es parte importante de Otabek y explica mas o menos su personalidad de como es y porque. 

Me gustaría actualizar diario pero tengo dedos perezosos y mucho trabajo y a veces llego muerta :'v Pero prometo no tardar en cada actualización. 

¡muchas gracias por sus estrellitas y comentarios, les juro que leo todos, y trato de responderles a todos hehe!

¡Nos vemos en la próxima actualización!  

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top