Entrevista a @Denise_83 (Parte 2/2)
—Un desnudista —suelto, riendo—. Le he regalado la capa, pero dudo que se haya puesto calzones. LordAdvocado —pronuncio y él se voltea. En efecto, no lleva nada más que la capa—. ¿Dónde están los boxers que le di?
—Me estorban —dice muy tranquilo. De frente es un aguacate partido por la mitad. Su estómago es una pepa café que sobresale como una gran panza, sus ojos y boca son dos hendiduras en la pulpa de la fruta, que se abren y cierran con parsimonia—. ¿Quién es la señorita? —pregunta señalando a Denise con sus brazos delgados de piel de aguacate.
—Es una gran admiradora suya, Lord, y ha venido a declararle su amor. —Me inclino hacia Denise que se ve muy incómoda y le susurro—. Tu reto es declararle tu amor al aguacate. No te rajes o el salón nos engullirá vivos.
Denise asiente, no tiene opción, y da un paso hacia el lord.
—Es un poco incómodo, pero bueno, es lo que hay —dice con un suspiro—. Te sigo desde hace poco, pero re stalkeo tus comentarios y me caés muy bien. De hecho, creo que me gustás. Solamente quería que lo supieras.
El aguacate no parece sorprendido o será porque no tiene cejas.
—No te preocupes por eso, no es nada incómodo —responde con naturalidad—. Ya me han hecho saber, y de formas aún más extrañas, que le caía bien a la gente por mis comentarios. Aunque parezca algo raro, a mí me emociona que me digan cosillas de estas, así que muchas gracias, me alegras la velada.
Sonríe y se voltea, haciendo volar la capa que deja a la vista su trasero de aguacate. Murmura entre dientes mientras sigue sirviéndose cereales y las paredes se hinchan en respuesta.
—¡Fue muy incómodo! —se queja Denise.
—¿Será el comienzo de un idilio de amor? —digo con una risita, guiándola hacia el siguiente salón.
—Estoy en pareja, gil — suelta y de nuevo se ve sorprendida por lo que nos espera—. ¿Y esto qué es?
Hemos llegado al salón negro. Llamas crepitan contra los ventanales rojos proyectando sombras siniestras. Hay una caja en medio del salón, iluminada por antorchas. Denise la examina, pero no comenta nada. Yo sonrío. He traído una tortura desde Corea.
—Espero no te salga ahora lo peor de ese humor retorcido que tenés —dice.
—Siempre se me sale, no puedo evitarlo. Es mi maldición.
Jalo una palanca. La caja que está en medio del salón asciende revelando a un par de coreanos. Son Jeon Jung-kook (Kookie) y Taehyung del grupo BTS. Al verse expuestos, nos gritan en coreano.
—Aquí tengo —digo sacando mi teléfono— un fanfic sobre este par. No esperes calidad, es un fanfic moja bragas. Tu reto es comentar como si fueras una fan, una army como las llaman por ahí. Tus comentarios se subirán mágicamente a Wattpad, así que tus seguidores y amigos los verán. ¿Quieres hacerlo? Por cuestiones legales tengo que recordarte que tienes comodines.
A Denise le gusta la calidad, así que espero que sufra con este reto. Sin embargo, por primera vez la veo emocionada. Se truena los dedos.
—¡Challenge accepted! —exclama.
—¡Con que te gustan los fanfics de este tipo! Quién lo diría...
—¡No! —parece avergonzada—. Por un lado los detesto, pienso que son fantasías un poco nocivas. O sea, siento que son un reflejo de ciertos aspectos de la cultura que estamos tratando de erradicar, y esto muestra que estamos muy lejos de lograrlo porque los perpetua. Y por otro lado, pienso que a lo mejor es solamente una etapa y que eventualmente las autoras van a madurar y no los tomo tan en serio.
—Pues esto tal vez te traume un... poquito.
—Ehh... —mira a los coreanos que siguen tratando de llamar nuestra atención—. ¡No me hagas dudar!
—Es que creo que no has entendido la mecánica del asunto. Cuando comience a leer, los coreanitos actuarán lo que diga aunque no lo quieran. Esa jaula dónde están encerrados fue construida por enanos y tiene poderes especiales. No puedes apartar la vista, pase lo que pase, o quien ocupará el lugar de ellos serás tú. ¿Preparada?
Asiente, ya no tan convencida. La veo tragar saliva y comienzo a leer.
—¡Hyung no! ¡Esto está mal —digo y uno de los coreanos lo repite en su idioma con voz temblorosa. Lo siguiente es relatar lo que harán y que lo repitan—: (Kokkie cierra sus ojos con fuerza para no ver la cara perversa que ha puesto el otro).
—Shh —digo y lo replica el rubio—. Has silencio Kookie o te pueden oír. (Kookie siente claramente como cada uno de los vellos de su virginal cuerpo se levantan por la repentina y exquisita sensación prohibida, que le está brindando el otro tocándole por encima del pantalón).
—Que difícil tomar esto en serio —dice Denise con una risita—. Pero supongo que ese cuerpo va a dejar de ser virginal.
Prosigo con una sonrisa lasciva.
—Pero no toques ahí —hago que diga Kookie en voz suave—. Por favor. No es correcto. (Detiene la mano de Taehyung para parar el contacto que poco a poco le está haciendo perder la cordura, con la cual no ha sido muy bendecido que se diga.)
—¡Dale, Tae, alza la manito! —exclama Denise.
—Te gustará, Kookie —hago que diga Tae tratando de convencerlo—. (Ta le besa el cuello) Te gusta, ¿verdad? Vamos, solo déjame continuar. Puedo hacer esto mismo en otras zonas más sensibles...
—No puedo —dice Denise—. ¡No puedo! No hay comentarios serios para esto. ¿Por qué las adolescentes cachondas se lo toman en serio y yo no? ¿Eh? ¿Eh?
—No me decepciones, caray, pero si ya estábamos a punto de llegar a lo mejor —suelto con un puchero.
Los coreanos regresan a mirarnos, recelosos. La mano de uno todavía sobre los pantalones del otro.
—¿Por qué me miran así? —les espeto—. No es culpa mía que los usen en fantasías perversas. —Ruedo los ojos—. Bueno Denise, has fallado.
—Es lo más que puedo dar en mi estado mental —dice, encogiéndose de hombros.
—La Muerte Roja reavivará tu estado mental, te lo aseguro.
Con un chasquido se abre una trampilla bajo los pies de Denisse y cae por el agujero. Se escucha su grito a lo lejos. Doy un paso y me dejo caer. El viaje es tranquilo, los enanos han logrado hacer un buen tobogán.
—¡Pero si es mi querida Muerte! —digo cuando me incorporo en un calabozo cuyas paredes están manchadas de sangre—. ¿Cómo la estás pasando? ¿Te gusta el lugar? ¿Los enanos te tratan bien? ¿Te trajeron los tequilitas que pediste?
No es una muerte muy conversadora, tal vez por la máscara de calavera o por el sudario que la envuelve, pero sigue siendo bastante expresiva y mueve su mano de un lado a otro como diciendo "más o menos".
Denise la mira temerosa desde un rincón.
—Todavía tienes una manera de salvarte —le digo y me estoy divirtiendo—. Tendrás que decirme tu experiencia más bochornosa y ser sincera. De lo contrario te dejaré a solas con la Muerte y suele ser muy creativa cuando se trata de sacar información.
La Muerte Roja asiente y se pasa una mano enguantada por el lugar donde debería estar su garganta, como diciendo "te cortaré la garganta".
—Está bien —dice Denise—. Te contaré algo que preferiría olvidar. Cuando tenía 16 años, estaba en una clase donde había un chico precioso, el más lindo que vi en mi vida. Me gustaba muchísimo, pero yo era muy tímida. Resulta que el aula era chica y las bancas molestaban mucho para pasar. Tenía que correrlas para salir al recreo. Pero yo, la genia que siempre busca el atajo que al final resulta más difícil que hacer las cosas bien, me subí para saltar. Y me caí con silla y todo. Y todos me vieron. Creo que al profesor casi le da un infarto. Me preguntó si estaba bien y le dije que sí, me levanté de un salto y me fui corriendo al baño, que era a donde quería ir en primer lugar. Después volví como si nada, pero qué bronca me dio, el chico que me gustaba estaba ahí y había visto todo
—¿Solo eso? —digo decepcionado. La Muerte mueve la cabeza de un lado a otro, tampoco le ha gustado—. ¿Qué dices Muerte, la dejarás vivir o qué pex?
Voltea los pulgares hacia abajo.
—Te dije que era una chica tranquila —dice Denise como si fuera una excusa y agrega—: Y es el Día de Madre, solo a vos se te ocurre citarme en un día así.
—Día de la Madre o no, sigo insatisfecho —resoplo—. Pues bien, creo que dejaré que la Muerte se encargue de ti. De todas formas, le hace falta jugar un poco o se aburre. ¿Verdad mi Muertecita Roja? —Asiente y se restriega las manos—. Te quitaré esa máscara para que Denise entienda qué es lo opuesto a estar tranquilo. —Deslizo la máscara y espero encontrar una energía violenta que no halla forma tangible, pero no sucede—. ¿Pero quién es usted, viejo lesbiano? —le digo al hombre que he desenmascarado—. ¿Qué ha hecho con mi amiga?
—La he liberrado —acota tranquilo con acento marcado—. Señorrita, puede marrcharse. —Le dice a Denise y un portal aparece de la nada, solo que no es obra de los enanos. Es un portal hacia otro mundo, nuestro mundo, son las calles de una ciudad, tal vez Buenos Aires. Denise se marcha sin pensarlo dos veces.
Estoy boquiabierto, hace tiempo que no veía esa clase de magia, pero entonces espabilo.
—¡Pinche viejo! ¡La diversión estaba por comenzar!
El portal se cierra cuando trato de ir tras Denise.
—Nos diverrtirremos tú y yo —acota.
—Pero no lo conozco de nada, no sea baboso. Soy un crío y usted...
—Soy el padrre de alguien a quien hass deshonrrado con prreguntas incómodas.
—Pues mi profesión va de deshonrar, así que sea más específico.
—¿Recuerrdas a Lady Andrada Moisa?
Trago saliva, asustado.
—No me diga que usted...
—Soy Lord Moisa. —Su voz es tranquila, pero su expresión es feroz.
—¿Ha venido a matarme? Porque le aseguro que si pide un rescate le saldría más rentable. Estoy forrado en dinero.
—Te he oído decirr que tu situación financierra no anda bien. Ademáss, aunque te mate, Lord Rothfuss te traerrá de vuelta, ¿no es así?
Siento un escalofrío.
—Así que sabe... —murmuro.
—Sé que tu amigo perrtenece a cierrta familia que la historia de la magia prretende olvidarr. Sé lo qué erres tú y por qué los expulsarron. Lo sé todo y quiero prroponerrte un trato que te redimirrá.
—¿Qué trato?
Mueve la mano y aparece un portal.
—Lo discutirremos en mis tierras, stai liniştit. Es algo que tiene que verr con tu libertad. N-am să-ți fac nimic încă.
Mi libertad. Mi anhelada libertad.
Trago saliva y lo sigo.
*
Denise_83 logró escapar justo a tiempo, pero no escapó de la vergüenza de dejar sus comentarios en cierto fanfic mojabragas. Un fanfic que por cierto, después de que Denise comentara, desapareció de Wattpad junto a su autora. (¿Por qué desapareció? ¿Conocemos a alguien que tenga una cuenta alterna de fanfics por ahí?) Saquen sus propias conclusiones.
Les dejo un poco de reto y algunas preguntas:
¿Qué hicimos para que nos expulsaran de Hogwats?
¿Qué es Fox? ¿De qué habla cuando habla de libertad?
¿Qué piensan que va a ocurrir en la boda? ¿Quiénes se casan?
¿Por qué LordAdvocado es un aguacate que come cereales desnudo?
¿Por qué hago tantas preguntas?
Bueno, ya, tengo que ir por mi smoking.
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