Un mal reencuentro
–¡¡GANAMOS!!.-grito el equipo con fuerza mientras festejaban su victoria.
Habían ganado la semi final, todos estaban felices y entusiasmados por el momento, su esfuerzo valió la pena.
Todos entraron a los vestidores a cambiarse y seguir festejando, una pelirosa se encontraba en la esquina de los casilleros sentada en un pequeño banco con los ojos vendados.
Ya se estaba acostumbrando, Mephiles se acercó a hablarle al azabache cuando notó un pequeño dibujo en su casillero, la curiosidad lo invadió y decidió preguntar.
–¿Y ese dibujo?.-toco su hombro para llamar su atención, en cambio el azabache abrazó a su amigo como si no hubiera mañana, lo soltó y el erizo quedó impresionado, nunca se imaginó a shadow abrazarlo de esa forma.
–¡Ganamos Mephiles!, Y el dibujo, bueno lo hizo Amaya en la mañana,¿no es lindo?.-agarra el dibujo y se lo mostró mientras se daba vuelta para cambiarse.
–Si,es lindo, incluso tiene las "X" y las "O" es acaso alguna estrategia?.-pregunto divertido observando mejor el dibujo.
–No, son besos y abrazos.-contesto el azabache sin notar lo que dijo.
–Okey..besos y abrazos, me parece bien.-devolvió el dibujo a su lugar y se alejó del azabache con una sonrisa mientas pensaba, ¿Quién era ese shadow?. Definitivamente no era el mismo, había cambiado y para bien, al erizo le alegraba ver así a su mejor amigo.
–¿Donde está mi coreback favorito?, ¡Aquí estás!, No sabes cuánto me alegra verte.-entro una vampiresa hacercandose al azabache con una gran sonrisa en sus labios.
–Rouge,¡hemos llegado a las finales!.-le hablo emocionado aún por su victoria.
–Puede que seas el mejor coreback del mundo, pero yo soy la mejor representante.-agrego mientras se cruzaba de brazos con una sonrisa de superioridad.
–Ve al grano, ¿Qué sucede?.-pregunto con curiosidad.
–Lo único que tienes que hacer es ganar la final, mirar hacia las cámaras y decir "Me voy a burger Fanny's", y ganarás veinticinco millónes!.-explico orgullosa.
El erizo sonrió de lado y se miro en el espejo repitiendo las palabras de la vampiresa con felicidad y orgullo.
–Mi madre dice que las hamburguesas de Fanny's le hacen mucho daño a los niños y que tienen demaciada grasa.-hablo la pelirosa desde la esquina.
–¡Cierra la boca o te pongo otra venda en la boca!.-amenazó la vampiresa a la pelirosa y ella le saco la lengua de manera infantil.
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–¡Buenos días señorita Vainilla!.-entro corriendo una pequeña pelirosa al estudio de bailé.
–Buenos días Amaya, ¿qué sucede?.-se acercó a la menor algo mientras su pequeña hija se acercaba a saludar a su amiga.
–Bueno, yo y Shadow queríamos invitarlas a ambas a comer.-sonrió con amabilidad esperando respuesta.
–Queriamos darte las gracias por haber aceptado a Amaya en tu escuela y además por invitarnos a bailar el sábado.-hablo el azabache desde el marco de la entrada, a quién quería engañar, tal vez el momento fue vergonzoso, pero los recuerdos con su hija no se olvidarán.
–No, gracias a ustedes, nos la hemos pasado muy bien, y sobre la comida nos encantaría ir.-la coneja miro a ambos erizos y hizo una pequeña reverencia la cual la eriza correspondió de la misma manera.
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–¡Hey shadow!,Espero que estés listo para el fin de semana no los dejaremos ganar tan fácilmente.-saludó un cocodrilo al azabache mientras pasaban cerca de su mesa, ya habían llegado al pequeño restaurante y obviamente encontrarse a Shadow el jugador estrella era una gran suerte.
–¡Asi es!.-le devolvió el saludo al cocodrilo y volvía a tomar de su café.
La coneja soltó una pequeña risa acompañada de su hija y de la pelirosa, parecían bastante emocionados.
–¿Asi es todo el tiempo? ó ¿Se acerca algo grande?.-pregunto confusa la coneja con una sonrisa amigable en el rostro.
–¡Van a ir a las finales!,¡Es este sábado!.-hablo la pelirosa emocionada hacia la coneja dándole a entender que hablaban sobre el juego.
–Es increíble que una niña de ocho años como tú pueda asistir a ver el juego, y en las mejores filas,¡me alegro mucho por ti!.-le hablo emocionada la coneja mientras cream felicitaba a su amiga.
–Si bueno, Amaya no podrá quedarse, su madre vendrá por ella en dos días.-hablo el azabache, lo cual causó sorpresa a la pelirosa, no se había dado cuenta de cuánto tiempo había pasado.
–¿Y no puede quedarse hasta el fin de semana?.-le pregunto al azabache.
–No puedo, tengo que volver a casa antes que ella.-contesto la pelirosa sin pensarlo, lo cual se arrepintió totalmente, todos en la mesa la habían escuchado.
–Espera..¿Tu madre no iba a venir por ti?.-El semblante de shadow se volvió serio, Amaya nunca le había mencionado ese detalle, no podía ser posible que Rose la dejara irse sola.
Algo estaba pasando, y el azabache comenzó a sospechar de la pelirosa.
–¡Wow!,Pero que bonita está mi rebanada de pastel no creen? ¡Se ve genial ya quiero comerlo!.-agarro su tenedor y le dió una pequeña probada a su pastel para intentar cambiar de tema, lo cual no funcionó.
–Amaya, di la verdad, no andes con rodeos.-le hablo con frialdad a la pelirosa causando algo de sorpresa en las tres, nunca lo habían visto de esa forma.
–¡Es una historia muy graciosa shadow!, No me la vas a creer.-reia nerviosamente mientras comía un poco más de su pastel.
–Dime la verdad, ahora.-el azabache alzó un poco la voz llamando la atención de algunos clientes.
–En serio no queria que supieras Shadow, pero se supone que estoy en un intercambió de escuela de ballet, pero decidí venir a conocerte así que me escapé y tengo que volver antes de que mi madre regrese de su viaje pero sabía que te ibas a enojar!.-le explicó con miedo al azabache mientras el se había quedado en shock y con los ojos como platos, su seño se frunció al instante, eso no era bueno.
–¡¿Que te escapaste?!,¡¡Pero que idiotez es esta!!, Cómo se te puede ocurrir tal idiotez Amaya,¡esto no es un juego!.-le grito le erizo causando la atención entera del restaurante.
La coneja no sabía que hacer, pero hacer un escándalo no era la mejor idea, sabía que no tenía por que meterse pero tenía que hacer algo.
–¡Espera! Tiene que haber alguna solución no tienes por qué alterarte, tienes que tranquilizarte shadow.-hablo la coneja mientras colocaba una mano en el hombro de la pelirosa.
–¡¿Tranquilizarme?!,¿Estas loca?,¡La prensa va a comerme vivo!,¿Que van a decir ahora?, Y todo es por tu culpa!.-señalo a Amaya con su seño fruncido, la pelirosa bajo sus orejas tristemente.–¡Hoy mismo te devuelvo a tu casa me escuchaste!.-
Derrepente, la pelirosa comenzó a respirar rápidamente y sus labios comenzaron a incharse, parecía no poder respirar, la coneja se percató y se asustó un poco.
–¡Shadow!, Algo le ocurre a Amaya, linda ¿eres alérgica a algo?.-le pregunto mientras revisaba el pastel.
–Soy alérgica a las nueces.-hablo con sinceridad, no se había dado cuenta de que el pastel estaba echo con nueces cuando lo comió.
–Déjala es una excelente actriz,la última vez que intente dejarla con mi vecina finjia tener alergia y todo era una mentira para quedarse conmigo!.-ignoro a la pelirosa mientras volvía a tomar de su café, creía que la menor solo intentaba evitar el tema con sus inútiles intentos.
–Pues creo que es una excelente actriz,¡por que sus labios se están inchando!.- la pelirosa empezó a sudar y suponerse colorada intentaba respirar.
Shadow se dió cuenta de lo que ocurria y comenzó a alterarse,¿Qué debía hacer?.
–Tienes que llevarla aún hospital, ¡Rápido!.-le grito al azabache sacándolo de sus pensamientos, sin perder tiempo, cargo a la pelirosa entre sus brazos y agarró su suéter.
Los cuatro salieron del restaurante y se quedaron en la banqueta, la coneja buscaba las llaves de su auto, shadow miraba por ambas partes de la carretera, no sabía que tenía lejos quedaba el hospital, pero no debían perder el tiempo o sería el fin.
–¡Shadow el hospital más cercano queda cruzando el puente!.-le grito al erizo para llamar su atención, se veía bastante preocupado y perdido no sabía que hacer hasta que escucho a la coneja.
Sin pensarlo dos veces, se alejó de ellas corriendo con la pelirosa entre sus brazos en dirección al hospital, la coneja lo miro alejarse y le gritó que regresara pero no hizo caso a sus palabras y corrió con todas sus fuerzas.
La vida de su hija dependía de el y no iba a perderla, la gente se apartaba cuando le veía pasar, notando quién era, faltaban solo una calle para llegar al hospital, no se había percatado de la señal del semáforo en rojo para los peatones y un vehículo se acercaba a gran velocidad.
El azabache cruzó la calle sin percatarse, logro escuchar el sonido de un claxon acercándose sin poder frenar, el azabache sintió una corriente de aire pasar detrás de él.
Había logrado cruzar la calle por poco, se quedó unos segundos mirando la calle y volvió a correr.
Cuando llegó a las puertas del hospital comenzó a gritar desesperadamente que alguien lo ayudará, su hija estaba grave y aún la tenía entre sus brazos.
Un par de enfermeros llegaron con una camilla y sostuvieron a la pequeña, sin perder más tiempo la llevaron a urgencias para tratarla con rapidez, el azabache intentó cruzar con ellos pero una enfermera lo detuvo, hizo todo lo que podía, ahora era momento de dejar que ellos se encargarán.
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Esperando en una pequeña sala, acompañado por la coneja y su hija, junto con todo el equipo de fútbol, esperaban noticias sobre la pelirosa, había salido en las noticias y los periódicos se vendían rápidamente "La hija de Shadow sufre un terrible ataque de alergia".
El azabache estaba perdido entre sus pensamientos, jalaba de sus púas algo frustrado por lo que pasó, vainilla le daba algunas palmadas en la espalda en manera de apoyo.
Lo único que el necesitaba era saber sobre su hija,¿qué pasaría si la perdiera para siempre?, ¿Que haría sin ella?, unas inmensas ganas de llorar aparecieron en el,pero no debía, tenía que ser fuerte.
–¿Familiares de Amaya Rose?.-una doctora había entrado a la sala con una lista en sus manos, todos los presentes se levantaron preocupados, la doctora no sabía a quien mirar o dar las noticias.
–Yo soy el padre, por favor...¿Cómo se encuentra mi hija?.-se acercó el azabache con preocupación mientras esperaba respuesta de ela doctora, sus ojos estaban obscuros y solo demostraban vacío.
–Se encuentra estable,tiene suerte de llegar a tiempo señor Dark, pero debe quedarse por lo menos dos días para que pueda mejorarse.-coloco una mano en su hombro para tranquilizarlo, ya que el azabache al escuchar las palabras dejó escapar un suspiro de alivio.
Los compañeros de shadow se alegraron y se relajaron, estaban algo tensos y obtener buenas noticias era lo mejor, ya que todos se habían encariñado con la pequeña.
–¡¿DONDE ESTA?!,¡¿Donde esta mi hija?!.-se escuchó una voz familiar, shadow paro en seco, conocía muy bien aquella voz chillona.
La mujer, entró a la sala acompañada de una mujer igual a ella que intentaba tranquilizarla,miraba a las personas hasta encontrarse con la espalda del azabache.
El erizo..con miedo se dió la vuelta lentamente hasta encontrarse con sus ojos, Esmeraldas y Rubíes,se miraban por unos segundos hasta que los esmeraldas se llenaron de lágrimas.
Observó su rostro completo, lágrimas caían de sus mejillas,en su mano traía varias revistas y periódicos con la noticia de Amaya en primera plana, su cabello estaba más corto y se veía mas jóven,estaba tan metido en sus pensamientos que no notó cuando la pelirosa se había acercado, hasta que sintió un dolor en su mejilla izquierda y la marca de su mano se notaba.
–¡¿Qué tanto me miras?!, bajé de mi avión y iba camino a tu departamento, y me encuentro con que mi hija sufrió un accidente de alergia y que podria perder la vida?!.-se acercó mostrándole los periódicos y los lanzó a su pecho, el azabache retrocedió un poco y los sostuvo.
–Amy, tranquila, la doctora me dijo que estaba bien.-la eriza que la acompañaba colocó su mano en el hombro de su hermana, shadow se quedó aún más impactado.
–Rosalya..crei que estabas muerta..Amaya me dijo que tú..-hablo confundido y sentía como si no pudiera formular una sola palabra.
–Te informo que estoy más que viva shadow,no se lo que Amaya te haya contado, pero creeme que arreglaran esto después.-hablo mirando a ambos erizos, no era momento para una pelea.
–Los padres pueden entrar a verla.-entró la doctora y esperaba a ambos para indicar la habitación.
La pelirosa le dedicó una última mirada al azabache, se dió la vuelta y siguió a la doctora, lo que más le preocupaba era su hija, el erizo no se quedó atrás y decidió seguirlas manteniendo distancia, no era un buen momento para hablar con ella.
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