Sr.Rose
–Me alegra mucho que se encuentre con nosotros, no sabe cuanto agradecemos de su ayuda.- una mujer de la tercera edad se encontraba abrazando a una eriza, la ayuda que ella les había brindado era una bendición para ellos.
–No hay de que agradecer señora, en verdad me gusta ayudar a las personas, es mi trabajo.- agarró las manos de la señora mientras intentaba despedirse de todos.
Llevaba varios días en África, su viaje había comenzado hace algunas semanas antes, esperaba poder volver a su hogar con su hija, su familia la esperaba.
Como parte de su trabajo tenía que ayudar a personas con bajos recursos además de tener un enorme corazón y ayudar a las personas que más la necesiten.
–Sr.Rose, ¿Quién es esta niña?.- pregunto un niño que sostenía la foto de una pequeña eriza en su mano, la mostraba ante la mujer.
–Verdad que es linda?.- observó la foto y pregunto al menor, echaba de menos a su hija y siempre cargaba una foto de ella en todos sus viajes.
–Si que lo es.- afirmó el niño observando la foto detenidamente.
Se quedaron mirando la foto por algunos segundos, la mujer la miraba con nostalgia.
–Sr.Rose!,Estamos casi listos para partir, si gusta podemos quedarnos un poco más.- un castor, compañero de la mujer llegó corriendo para informarle, al estar cerca de ambos observando al niño y a la mujer, una foto en sus manos captó su atención.
–Entendido, me gustaría tomar algunas fotos del paisaje y luego marcharnos te parece?.- preguntó al castor, la mujer al no recibir respuesta por parte de el, notó que este miraba la foto de su hija.
—¿Pasa algo?.-
–¿Esa niña no es hija de shadow the Dark?, Cómo es que usted tiene esa foto, esa niña es muy conocida! Desde que shadow la olvidó en su club nocturno aparece en todos lados!.-el castor miraba la foto y recordaba lo sucedido.
–Espera, como que la olvidó en un club?!, Eso es imposible ella es mi hija!.- grito enojada y se sentía confundida, era imposible que Amaya se encontrará con su padre, no podía ser posible.
–¿No lo había notado?, Si salió en todos los periódicos, un amigo mío me mandó una foto de lo ocurrido en New York.-el castor saco de su bolsillo un celular, se acercó a la eriza y le mostró una foto del periódico que explicaba la situación.
Efectivamente, la menor se encontraba al final de dicho reporte abrazada de su padre.
La eriza, furiosa, frunció su seño y sin intención rompió el lente de la cámara por la fuerza que hacía en sus manos, iba a volver, pero su llegada no sería nada linda.
Mando acomodar las cosas para partir, no había tiempo que perder, se despidió de todos a los que ayudó rápidamente y subió a su avión, jalaba al castor del cuello para que entrara.
El seguía sin entender la situación, todo había ocurrido demaciado rápido.
La peli-rosa tuvo una idea y no dudó en contactar a la única persona que podría ayudarle en esos momentos.
Buscaba algún celular pero no encontraba ni el suyo ni el del avión, observó a un conejo utilizando su celular y lo arrebató de sus manos, se disculpo por la molestia pero era ahora o nunca, marcaba un número con rapidez, estaba tan enojada y angustiada en ese momento que ninguno de sus compañeros se quería acercar a preguntar.
–Habla Rosalya, ¿con quién hablo?.- se podía escuchar a una mujer por la otra línea, fantástico no?, El avión donde viajaban permitía las llamadas, la empresa de trabajo de Amy necesitaba hacer llamadas casi todo el tiempo.
Pero para la pelirosa, poder llamar a su hija era casi imposible, no le dejaban mucho tiempo y casi siempre estaba ocupada.
–Rosalya, soy Amelia, siento mucho llamarte en estos momentos pero, necesito tu ayuda urgentemente!.-hablo rápidamente confundiendo y a la vez, alegrando a la otra mujer(?.
–Oh, bueno es un gusto volver a escucharte Amy, si me da gusto que estés bien yo también lo estoy gracias por preguntar.-usaba un tono de voz exageradamente sarcástico, le encantaba que su hermana menor solo la buscará por trabajo, pero a la vez le molestaba que nunca le preguntará nada más.
–No es momento para eso! Escucha se que te he dejado de hablar en algún tiempo pero, tienes que escucharme...necesito que viajes a New York!.-hablo alterada.
–Primero que nada, tranquilízate mujer! Por que tanta urgencia? Según yo, tu estabas en África no?, Po cierto, ¿cómo está mi pequeña sobrina?, No contesta ninguna de mis llamadas por si querías saberlo, supuse que estaba contigo.-pregunto dudosa, era cierto, la mujer intentaba comunicarse con su sobrina pero las llamadas nunca fueron contestadas.
–De eso se trata!, Amaya está con shadow en este momento!! Michael me enseñó una foto de un periódico, en la portada salen ambos, Rosalya el la olvidó en un club nocturno!.-grito tristemente, sentía ganas de llorar, cómo era posible que su pequeña hija estuviera con ese sujeto.
–¡¿Qué?!¡¿Shadow y Amaya?!, Okey, okey, esto es muy malo, pero como no me enteré! Oh, es cierto estoy de vacaciones.-miraba el lugar donde se encontraba, estaba acostada en una silla disfrutando de la vista del mar.
–No me interesa que estés de vacaciones! Tienes que ir por mi hija...te lo pido Rosalya, por favor..-rogaba la eriza aferrándose del celular.
Silencio se escucho del otro lado, su hermana no sabía que decir, también estaba preocupada, pero también estaba algo lejos y sus vacaciones no se repetirían.
(...)
–Esta bien..voy a hacer lo posible para conseguir un vuelo a New York hoy en la tarde te parece?, Cuando llegue traeré a Amaya conmigo y tú vendrás a mi casa de acuerdo?.-explico su hermana a la peli-rosa.
–Te lo agradezco tanto Rosalya! No sabes cuanto me alegra escucharlo, te debo una.-un suspiro de alivio salió de sus labios acompañado de una increíble tranquilidad que sentía desprenderse de sus hombros.
–Lo se, me debes está y muchas otras Amelia, pero te lo advierto, no me pienso contener cuando vea a ese rufián! Me las pagará caro por haberla olvidado!.-grito enojada recordando a aquel azabache, ellos dos nunca se calleron bien.
Incluso cuando su hermana salía con el, el siempre olvidaba su nombre y sus peleas siempre fueron constantes.
–Y no te contengas! Ese erizo se merece eso y mucho más por haber olvidado a mi Amaya!, No se te olvide decirme cuándo la encuentres, creo que la dirección de shadow ya es diferente...lamento no poder ayudar.-
–No te preocupes por eso linda, yo tengo mis contactos.-se levantó de la silla y se quitó los lentes de sol que llevaba puestos.
–Esta bien, cuida de mi hija Rosalya, te hablaré después.-concluyo la llamada.
La eriza de cabello rosado igual al de su hermana pero con ojos color avellana, se dirigía dentro de su hotel, cancelaba las noches que tenía reservadas y llamaba a los aeropuertos buscando algún vuelo esa misma noche a New York.
Termino encontrando un solo vuelo, la suerte estaba de su lado, guardaba su ropa en enormes maletas, parecía necesitar aún más para poder llevar todo lo que había comprado.
Decidió llamar a Amaya una última vez para comprobar alguna sospecha, encendió su computadora y marcó al número con su celular.
La hermana de Amelia era conocida como una mujer especializada en rastreó de personas o conocida mejor como una agente del gobierno, aunque a veces la necesitaban para encontrar desaparecidos ella podía utilizar sus habilidades buscando a cualquiera que ella quisiera.
Oprimía miles de teclas esperando la llamada y preparando lo necesario para encontrarla, hasta que el sonido de su celular captó su atención.
–Hola tia! Lo siento si no podía contestarte, estaba mucho tiempo con las prácticas de ballet.- la llamada había sido aceptada, la menor hablaba en voz baja temiendo a que su padre la escuchará.
No sabía que todo era una trampa para descubrir su ubicación.
–No te preocupes linda, te entiendo, dime estás en casa ahora mismo?.-pregunto normalmente, quería asegurarse de que el lugar donde estará fuera el correcto además tenía que ganar algo de tiempo para que se cargará la localización.
–Si, solo que la señora Kate no deja de roncar.-hablaba algo nerviosa y reía por lo bajo.
La señora Kate era su niñera, su madre la había contratado para que la cuidara.
–Si claro, la señora Kate..-hablo en voz baja la eriza mayor evitando que la menor la escuchará, unos segundos después su computadora había encontrado a la menor.
–Tia, espero no te moleste pero de verdad estoy algo cansada, podemos hablar después?.-pregunto dudosa, y simulaba un bostezo, pasos se acercaban a su nueva recámara y obviamente ya sabía de quién eran.
–Claro cariño, no se te olvide mandarme fotos, bai bai!.-colgó la llamada, la localización fue completada, sabía que esa niña era astuta pero no esperaba tanto de ella.
Escapar de su hogar y mentirle a casi todo mundo para ir en busca de su padre, un padre que la olvidó en un club nocturno y un padre que le enseñaría lo incorrecto.
Guardo la información en su celular y apago su computadora, su vuelo salía en media hora y tenía muy poco tiempo.
Sin más, salió de la recámara y dejo las llaves en la recepción.
–Pequeña niña, ¿en que te has metido ahora?.-se preguntaba la peli-rosa mirando el taxi acercarse a ella.
Subió dentro de este y le entrego la dirección del aeropuerto.
Saco su celular y comenzó a buscar alguna información sobre shadow, había pasado tanto tiempo, y por que no darle una buena lección y seguro dejandolo sin lo que de seguro el mas apreciaba, su riqueza y su fama.
Cómo lo haría? Solo ella sabía la respuesta, una risa maliciosa se formó en sus labios y sus ojos avellana mostraban venganza.
Reía por lo bajo maléfica mente, o eso intentaba, el taxista solo la miraba por el retrovisor algo austado y decidió ignorarla y seguir el trayecto.
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