Nuestro Entrenamiento
–Atención!.-grito shadow a sus compañeros, rápidamente todos se juntaron formando un circulo.–Nos aseguran que nos darán vacaciones, ¿¿pero quiénes irán a jugar golf??.-
–¡ELLOS!.-grito su equipo con ánimo.
–¿¿Quienes irán de pesca??.-grito de igual manera el azabache.
–¡ELLOS!.-
–¿¿Quienes ganarán el campeonato??.-
–¡ELLOS!.-grito un erizo azul con emoción.
Sus compañeros con caras serías, incluyendo un erizo albino que llevó su mano a su frente apenado por la estupidez de su mejor amigo.
–¿Nosotros?..-dijo el azulado con vergüenza y confusión, esperando no ser regañado por todos.
–¡NOSOTROS!.-gritaron sintiéndose orgullosos y se dispersaron dejando solo al azul.
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Los compañeros de shadow corrían yardas y daban saltos verticales y de longitud
Knuckles movía una colcha color rojo que se mantenía de pie, el objetivo era empujarla tan lejos como pudieras, te ayudaba a practicar al momento de empujar a la persona del equipo contrario.
La colocó delante de él y la empujó sin mucha fuerza, llegó donde la pequeña pelirosa los miraba entrenar.
–Bueno, es tu turno.-le hablo a la pelirosa que lo miraba confundida pero al final se colocó enfrente de la colcha lista para empujarla.
–Esta bien!.-uso sus manos y empujó, utilizaba su espalda e intentaba moverlo con todo lo que tenía pero le era imposible, no logro moverlo ni un centímetro.
Bajo sus orejas tristemente y se acercó al echidna algo decepcionada, de verdad quería lograrlo.
–No puedo hacerlo, mis brazos son demaciado débiles.-
–Eso no es cierto.-se agachó el echidna hasta estar a la misma altura que la pequeña.
–La fuerza está aquí, tienes que creer en ti misma.-señalo su corazón.- intentaba animar a la pelirosa y darle esperanzas.
La pequeña levantó sus orejas felizmente, Mephiles pinto unas líneas negras en las mejillas de la pelirosa, las utilizaban en los juegos, y para darle más ánimo a la pequeña decidieron dibujarselas.
–¿Estas lista Amaya?.-pregunto mephiles.
–Estoy lista!.-grito con energía y juntaba toda su fuerza empujando la colcha, la colcha se movió de lugar y la pelirosa no dejaba de empujar, no podía creerlo, realmente la estaba empujando.
Derrepente pasaron a un lado de donde se encontraba el azabache explicando la futura jugada del equipo.
–¡Shadow!¡lo logre!.-empujaba felizmente mientras le gritaba a su padre para obtener su atención.
El azabache volteó y la miro empujar la colcha, le dedicó una sonrisa de felicidad y se volteó de nuevo con sus compañeros, después de dos segundos volvió a mirar a la pequeña empujando a sus compañeros que no lo dejaban ver correctamente.
Lo había imaginado o realmente la pelirosa?...
Un erizo albino y otro color azul saludaban a Shadow que se encontraban jalando la colcha con unas sogas mientras la pequeña seguía empujando.
Shadow solo se alegró y les dedicó una sonrisa a ambos tambien, le alegro el gesto que hicieron por su hija.
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El azabache levantaba un par de pesas desde una máquina de ejercicios, miraba el televisor y se miraba en un comercial que había echo hace tiempo.
Esta vez no se alegró como siempre lo hacía, más bien quería poder cambiar el canal y no verse en la televisión por un tiempo.
De pronto, apareció Amaya con un rociador de agua y mojo la cara de su padre.
El azabache limpio el agua y se levantó siguiendo a la pequeña, la pelirosa corría divertida siendo perseguida por su padre hasta llegar a un cuarto con casilleros y bancas para sentarse y descansar un rato.
–No podrás escapar Amaya!.-grito felizmente el azabache mientras entraba al cuarto, la pelirosa se escondió detrás de una banco y Shadow se acercó a ella.
De la nada apareció el echidna con una pistola de agua y le lanzó agua a shadow gritando "Sorpresa!" derrepente el erizo azul y el albino aparecieron detrás de unas bancas junto con otros compañeros incluyendo mephiles.
Varios tenían pistolas llenas de agua y listas para ser disparar, algunos traían globos de agua lanzandole al azabache.
Por más que intentaba cubrirse pero era inútil y termino mojado de pies a cabeza, pronto todos incluyéndose comenzaron a reír sin parar, habian logrado tener un momento divertido.
Varios compañeros que estaban fuera del cuarto de habían acercado a observar y no podían controlar la risa, luego de unos segundos de risa el azabache cambio drásticamente sus emociones mirando a todos con seriedad y demostrando su enojó.
Sus compañeros miraron la cara del azbache, no podía significar algo bueno.
Todos dejaron de reír y salieron rápidamente del lugar, incluyendo los que estaban fuera de dispersaron dejando solos al azabache y a la pelirosa.
La pequeña miraba a su padre y sonrió nerviosamente, el azabache se le acercó y ella mojo su rostro por última vez con el rociador.
El azabache cerró los ojos y atrapó a la pequeña en un fuerte abrazo mojandola también.
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En la escuela de ballet la coneja color crema intentaba enseñarle los pasos de baile al azabache, el cual no lograba.
Intentaban coordinar los pasos y que levantará a algunas niñas incluyendo a su hija también siendo una parte esencial en el baile.
La coneja quería rendirse, el azabache no lo hacía nada bien iba de mal en peor, logro que dos niñas chocarán con el y cayeran al suelo desorganizado el baile y la formación.
Pero no tenía que rendirse, tenía que lograrlo a toda costa, pasaron toda la tarde practicando con el azabache.
El azabache, se levantaba sosteniendo las barras fuertemente, sudaba como nunca e intentaba tomar agua aunque fuera difícil, sus piernas estaban casi muertas, no podía pararse en puntas, era demaciado difícil para el.
La coneja con una sonrisa burlona se acercó hasta el y se paró de puntas sosteniéndose de las barras como si el trabajo que hizo shadow ella lo hubiera mostrado de una manera tan fácil.
El azabache se molestó por la acción y solo giró su cabeza molesto.
–Escucha shadow, se que te molesta la idea de bailar ballet junto a nosotras, pero te lo mereces, además creo que a Amaya le fascina la idea de bailar junto a ti.-dirigía su mirada a la eriza practicando sus giros y sus saltos mientras se miraba en el espejo.
El erizo volteó en la misma dirección observando a la menor, parecía toda una profesional.
–Puede llegar a ser una gran bailarina si se lo propone, ser toda una profesional, pero necesita no sólo practicar, también te necesita, y si aún tienes la idea de dejarla ir, espero que lo pienses de nuevo.-se alejó del azabache dejándolo solo.
Poco después ambos erizos, incluyendo las dos conejas se marcharon del lugar tomando caminos diferentes en dirección a sus hogares.
El erizo se quedó con esas palabras en su mente, quería lo mejor para Amaya, pero estar con el realmente ayudaría en algo?, No estaba seguro, pero aunque intentará negarlo era inevitable que se había encariñado con la pelirosa y que no quería que se fuera.
No quería volver a estar solo en ese gran departamento.
Al llegar, cada quien se dió una relajante ducha y se despidieron dando las buenas noches, estaban agotados por todo el entrenamiento de ese día...y ese solo había sido el primero no querían ni imaginar los siguientes.
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–Los encontré!.-grito una pelirosa desde su cuarto de hotel, tenía una computadora frente a ella que señalaba la dirección del hogar de ese par de erizos.
Estaba feliz de haber encontrado a su sobrina y a su cuñado, ahora faltaba comunicarle a su hermana, paro en seco cuando iba a tomar el celular, se supone que intervendría cuando los encontrará..pero y si en realidad Amaya se estaba divirtiendo con su padre?.
Quería asegurarse y prefirió guardar la úbicacion por si acaso, intentaría seguirlos de cerca, busco en internet y encontró la escuela de ballet donde había estado Amaya esta semana, notó una invitación a la presentación de ballet el sábado.
Sabía que su sobrina no podía negarse a esa invitación y aún más si ella tenía que bailar, compro una entrada por internet.
Quería ver a ese par desde las sombras, estaba ansiosa y quería prepararse de una vez, solo quedaba un día para ir a ese bailé.
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