35: Una encantadora imagen

Asthur

Busco a Alice por la casa, hasta que al fin la encuentro. Este lugar es un terrible laberinto y juraría que hay algo sobrenatural que bloquea mi olfato, evitándome percibir su deleitante aroma. Aunque su figura me encandila todavía más.

Enarco una ceja. Alice tiene un vestido blanco pegado al cuerpo, su bordado es de flores y la terminación de este termina en unos flecos. Además, se ha puesto un tul y está peinada en una forma que la hace ver más bella. Su pelo hace unas ondas y lo tiene muy leve recogido. Sin contar que... no voy a hablar de su escote, porque la hermosa imagen tiene que ser inmaculada.

Deja de observar el espejo y se gira a mirarme, entonces se enfada, sonrojándose, así que me río.

—¡¡No puedes ver!! —chilla.

Camino hasta ella, luego la agarro de la cintura, por lo tanto, hace otro jadeo más, cuando la aproximo hasta mi cuerpo.

—Te encanta.

Gira su vista para un costado.

—¿Qué cosa? —murmura.

—La idea de casarte, aunque... —Mi dedo se forma en garra y pasa por la piel de su espalda hasta las tiras que atan el vestido—. Me pone un poco celoso.

—¿Celoso de qué?

—Compraste muchos vestidos para cuando te casaras con Tenorio. Dime, ¿este es uno de ellos? —Gruño en su oído y ella hace otro gemido—. Porque me irrita mucho.

—Es solo un vestido, no lo hice pensando en nadie. ¡Oh! —expresa lo último cuando mi mano se va a su muslo—. Este no... —finalmente contesta—. Este me lo regaló mi madre —expresa, extasiada, porque ya me puse a jugar debajo de la falda—. ¡Oye! —se queja al yo alejar mi mano de su parte íntima—. ¡¿Por qué siempre haces eso?! Me dejas con las ganas, ¿te burlas de mí?

Me río.

—Un poco.

Sostiene con fuerza mi chaqueta, así que no puedo alejarme. Me observa fija, atentamente, con una mirada penetrante. Se ve amenazadora.

—Termina lo que empezaste —advierte.

Me aproximo a su boca, así que respira agitada, casi que la rozo.

—No.

—¿Cómo qué no? —Sus mejillas son como un volcán en erupción.

—No voy a arruinar tu imagen toda pura y hermosa.

—No digas estupideces, solo mira mi piel. —Gira su vista a sus cicatrices, las cuales están en cada rincón de sus pálidos poros, luego vuelve a mis ojos—. No hay nada puro en mí.

—Para mí sí.

—No me hagas enfadar más. —Bufa, acto seguido, recorro su espalda y ella tirita—. Asthur...

—Te arrancaré este vestido luego de la ceremonia, mientras déjame mantener esta encantadora imagen en mi mente.

Me aproximo un poco más y ahora sí, uno sus labios con los míos. Me corresponde enseguida, entonces se abraza a mi cuello cuando el beso se intensifica. Nuestras bocas se mueven, así que me deleito con su tacto. Tomamos un momento para respirar, luego volvemos a unir nuestros labios. Mis brazos se aferran fuerte a ese cuerpecito, y nada ni nadie me hará soltarla ahora. Huele tan bien, es deliciosa. Estoy tan encantado.

Alice

Me mantengo sentada en el sillón, perdida en mis pensamientos. Hace un rato nada más, me besé toda romántica con Asthur. Creo que estoy perdiendo los estribos, pero de una buena manera. Parezco hipnotizada, aunque de una forma feliz. Espero no sea tonto lo que hago. Sonrío como boba, permaneciendo quieta en la pequeña habitación. Toco mis labios, recordando.

El encanto se pierde, cuando visualizo una sombra pasar por la puerta que dejé entreabierta, así que doy un respingo. Me levanto, despacio. No tengo idea si estoy en peligro, pues desde que llegué aquí, mi ojo titila de modo incesante. Abro, aunque como es de esperarse, no veo nada. Siempre es lo mismo, así que debería dejar de asustarme.

Camino por los pasillos, entonces avanzo hasta salir de la mansión. Me encuentro con Asthur, el cual está de espaldas hacia mí. Al girarse me sonríe. Eternamente de traje, lo hace ver tan bien. En esta ocasión, tiene unas pequeñas flores lilas en el bolsillo de decoración. No sé si todos los demonios serán guapos, pero para mí, él es muy atractivo. Me le acerco, y le devuelvo el gesto, sonriente. Me regala una de sus florecillas.

—Gracias —susurro.

—Estás hermosa.

—Ya me lo dijiste. —Hago una risa leve.

Se pone serio.

—Antes de continuar, necesito preguntarte algo.

—Dime.

—Yo lo sé, pero preciso oírlo de tu boca, porque no creo poder proseguir con esta ceremonia si no lo aceptas. —Se genera una pausa—. ¿Tienes sentimientos por mí?

Suspiro, luego bajo la vista, pensativa. Mis mejillas arden, segundo después, mojo mis labios antes de hablar.

—Sé que te dije de hacer esto porque estaba enojada. —Formo otro silencio—. Pero...

No continúo.

—Está confirmadísimo que nos casaremos ahora, así que no hace falta dudar. Recuerda que soy tuyo, sin importar qué.

Alzo la vista, rápido, mirándolo a sus ojos oscuros.

—Sí, tengo sentimientos por ti. —Mis ojos se humedecen.

Asthur pasa su dedo por mi mejilla, para limpiar una lágrima que se me escapa. Mis párpados se cierran, sintiendo su tacto. Acto seguido, noto sus labios, así que le correspondo y me abrazo a su cuello. La flor que tenía en mi mano se cae, entonces abro mi visión al sentir un fuerte viento, así que me separo de él. Hay más sombras en el bosque, pero mi acompañante se ríe.

—Tendremos un casorio delante de la mansión embrujada, qué divertido.

Su risa se me contagia.

—¿No debería haber un cura?

—Esto es mitad ceremonia humana y mitad norshalba, así que no involucremos a nadie más. —Mantiene una sonrisa amplia—. A menos que quieras invitar a alguien, yo solo te necesito a ti. —Me agarra de la cintura.

—Reviví como una condenada, tampoco requiero de otros, estoy bien así.

Hace una reverencia y me ofrece su mano.

—Entonces, princesa, déjeme escoltarla.

—Gracias, cazador.

Tomo su mano, luego caminamos en medio de un sendero de velas, perfectamente acomodadas, y así es como iniciamos la ceremonia.

Solo somos Asthur, yo y las estrellas. 

Ellos son los más lindos de toda esta saga 💘

Me sorprende que nadie esté diciendo: "Está todo muy tranquilo, va a pasar algo malo" 😂

Saludos, Vivi.

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