13: Un deseo de felicidad

Alice

Hay una leve brisa en el bosque. El viento sopla despacio en frente de la cabaña de Asthur. Me quedo tirada en el pasto, mirando las nubes pasar. Hace un tiempo atrás ni me hubiera imaginado esto. El aroma silvestre debe ser la esencia de la libertad. Es curioso, Asthur está en la casa, pero no ha salido ni un segundo a revisar si sigo aquí. No es malo, ya que ahora estoy por mi propia voluntad, pero se siente tan extraño. Podría largarme, pero me siento muy segura. Además, Asthur me aclaró que nadie sabe la ubicación exacta de esta zona, exceptuando el demonio que vino la otra vez. Ese tal Zijo, pero que no me debería preocupar por él, ya que se encargaría.

¿Y ahora qué? Tengo un lugar donde quedarme y completa libertad sobre mis decisiones. Nunca he tenido tanto en toda mi vida. Quiero llorar, pero de felicidad, entonces lo hago, dejo caen mis lágrimas. Puedo sentir el alivio.

Diría que necesito buscar un hobby, algo que estudiar o un trabajo, pero es tanto por procesar, que solo puedo deleitarme con el cielo. ¿Será una afición mirar nubes? Me siento como una niña buscando formas, es tan relajante.

¿Qué hay de Asthur? No quiero ni pensarlo, me traicionó, pero luego dijo tantas cosas bonitas. Las palabras se las lleva el viento, pero estar aquí, me reconforta. Eso es mucha ayuda, ¿pero debería creerle? Es mi único aliado y vino por mí.

Me duele la cabeza y en mi pecho siento mucha presión, prefiero volver a mirar las nubes. Son demasiadas cosas que pensar y necesito descansar, mi cabeza es un torbellino de ideas.

Al menos son reales, no estoy loca.

Asthur

Debo asegurarme de que Zijo mantenga la boca cerrada. No lo puedo matar, es mi intermediario. Aunque quizás tenga suerte y se murió en mi ataque al clan Trido. Si sobrevivió por morder a Alice, lo cortaré en carne viva. Ella no me aclaró cuáles de todos la atacaron, pero los que se levantaron, participaron en aquella tortura.

Los cazaré a uno por uno.

Si no muerden a Alice otra vez, no se levantarán de nuevo, y eso nunca más va a pasar, porque yo la protegeré.

Sueno tan romántico que vomitaré y aunque ya lo admití, no pienso decírselo a ella. La mantuve cautiva por mucho tiempo, será mejor que me guarde estos sentimientos para mí. Estará bien ser amigos, eso es todo.

Salgo de la cabaña, Alice sigue en el pasto, contemplando el cielo, pero sus emociones están tan tranquilas, así que sonrío. Me despido de ella, entonces me dirijo al pueblo. Una vez allí, encuentro al estúpido de Zijo. Golpeo su cabeza con fuerza en la pared de un callejón. Se aguanta de transformarse, pues sabe que, si yo lo hago, lo puedo envenenar con cualquiera de mis tres aguijones. Es mi habilidad de demonio. Cada uno tiene alguna especialidad, esa es la mía.

Doblo su brazo con mi garra y me pongo detrás.

―Más te vale que no cuentes nada ―le advierto.

―Oye, amigo, te necesito, somos un equipo. ¡Ay! ―chilla cuando presiono―. Tenemos negocios, no le pronunciaré ni una palabra a Maguer.

―No te creo. ―Entrecierro los ojos―. ¿Quién dice que si él te tortura no vas a confesar?

―¡¡Juro que no me lo cruzaré!! Sabes que los Trido son un peligro. Solo eran clientes, volveré a mi clan y estaré seguro. Lo prometo. ―Lo suelto, así que chilla, luego se gira a mirarme―. Ay, por todos los infiernos. Un día tienes un gran negocio y lo pierdes por comida podrida, qué asco.

―No hay nada entre Alice y yo, solo amistad ―recalco―. Y te recuerdo que teníamos un trato. Yo te la entregué, que la recuperara es otro tema, así que sigue fingiendo y no vuelvas a hablar de sentimientos.

―Bien. ―Refunfuña.

―¿Qué hay para hoy? ―Me acomodo las mangas.

Sonríe.

―Volvemos al trabajo.

―Obvio.

Una vez que hablamos de negocios, él se retira del callejón, luego yo. Camino por el pueblo y hay una tienda. Visualizo un papelito con talleres. Me quedo pensativo, entonces lo arranco de la vidriera.

Vuelvo a la casa, Alice sigue en el pasto. Se levanta, entonces se me aproxima. Observa el papel en mis manos.

―¿Qué es? ―consulta.

Se lo entrego.

―Son cursos, pensé que te interesaría la cerámica.

Las mejillas de ella se ruborizan y mira el papel.

―¿Cerámica?

―Esa se rompe fácilmente, queda fragmentada como tu cerebro. ―En mi cabeza eso sonaba mejor―. Quiero decir... hay otros cursos también ahí, el arte puede ayudarte con tus problemas, sin inyecciones ni cosas raras.

Qué bruto soy, debo callarme.

―No... ―murmura y alza la vista a observarme de forma profunda, el color miel en sus ojos tira a un verde más intenso con la luz que refleja el sol, entonces me sonríe―. Cerámica está bien, gracias.

Sonrío también.

―Eh... está cerca, unos cuantos árboles hacia allí. ―Señalo el camino―. Hay un sendero, pienso que es seguro.

¿Por qué mi voz suena tan estúpida?

―Gracias ―repite

¿Por qué es tan bonita aunque sea reiterativa?

Sigue oliendo tan bien. Creo que mandarme a la zona de amigos tan rápido ha sido precipitado, pero sigue siendo lo correcto. Aunque me duela. Nada más, mírenla ahí, con esa bella sonrisa. Lo único que quiero es que continúe así. Deseo su felicidad. 

Después de tantos capítulos tan fuertes, hasta me parece extraño escribir algo tan dulce, pero no me arrepiento, qué lindo todo 💖

Saludos, Vivi.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top