Juego de Gemelos

Esa mañana, Marinette se había sentido muy rara, y no era porque despertó antes de que sonara su alarma ni porque, como nunca, llegó a tiempo y sin olvidarse nada; sino porque algo dentro de ella le indicaba que ese día iban a tratar de enloquecerla. Y como si hubiera tenido una premonición, vio entrar a los primos Agreste, vistiendo igual, con camisa negra y jean azul. No se notaba la diferencia.

Suspiró. Iba a ser una larga jornada o tal vez.... No.

...

Mansión Agreste. Una hora antes.

—¡Vamos, Adrien! —protestó Felix —¿A poco no quieres comprobar si tus amigos son tan leales como dices?

—No los engañarás —dijo aburrido, mientras ordenaba su bolso.

—Ya los engañé una vez por si no lo recuerdas —respondió con una sonrisa ladeada, apoyado contra la repisa de trofeos donde encontró una imagen de Ladybug, aumentando el tamaño de su sonrisa —. Y casi me como a tu crush... Es bonita, después de todo —ante aquello, Adrien tomó la fotografía de la mano de su primo y la guardó.

—Ya no tengo un crush por ella —protestó.

—Ahora lo tienes por la presidenta, ¿verdad? —al percatarse de su incomodidad, se cruzó de brazos. Su primo desconocía que aquella chica lo quería, o que en su tiempo lo quiso. Podría divertirse con eso— ¡Ya sé!

—¿Y ahora qué? —preguntó Adrien, ofuscado por la insistencia de su primo.

—¡Si nadie cree que soy Adrien, tomo el tren a Londres hoy mismo y te cuento algo interesante que sé de tu amiga, Marinette! Y si caen...

—Y si caen, nada. No lo harán —respondió decidido, y Felix festejó internamente. Su primo era tan fácil de manejar...

Cuando ambos decidieron que prendas usar, Felix se fue a su habitación mientras Adrien se cambiaba.

—Esto huele a podrido y no son mis quesos —protestó el Kwami de la destrucción, flotando frente a su portador.

—Tranquilo, Plagg —dijo, decidido —. Confío en los chicos... Mínimo, Nino podrá darse cuenta quien soy yo en realidad... ¡Es mi mejor amigo!

—No lo sé —dijo el ser oscuro, aburrido —. Sigo teniendo una mala corazonada de todo esto.

...

Y dicho y hecho. Cuando llegaron al colegio, Felix miró divertido a su primo antes de acercarse a Nino. El chico de lentes los miró un par de segundos y cuando Adrien pensó que iba a darse cuenta, realizaron ese juego de manos que habían implementado como saludo, como si realmente fuera él. ¡Se sentía totalmente traicionado por su mejor amigo!

Tras sentir un gran dolor en su pecho por la traición, observó a Chloé entrar al patio del colegio. La chica iba a saludarlo, pero se detuvo a medio camino al notar que tanto él como su primo vestían igual. Los miró de arriba a abajo a ambos y, tras negar con su cabeza, se fue de ahí dejando a Adrien con el saludo suspendido en el aire.

Felix se acercó divertido hasta Adrien quien tenía los hombros caídos pues, después de todo, ya tenía al mejor amigo de su primo y a la insoportable de Chloé dándole frutos. Iba a comentarle algo en forma de burla, cuando sintió que alguien le tomaba el brazo. Si no mal recordaba era la Pinocho de la sala, por lo que sonrió amablemente como haría Adrien.

—Hoy te noto diferente —ante aquella frase, Adrien sintió algo de esperanza—. Estás mucho más guapo —y aquella esperanza se apagó más rápido que Plagg resistiendo un queso.

—Eh, sí —dijo Felix, incómodo —. Hoy me levanté con el pie derecho.

—¡Y me encanta! —dijo Lila, apegándose más a él.

Ok, si lamentaba lo de Nino y lo de Chloé, esto lo disfrutaba. ¡Podrían ser una buena pareja de villanos! Esperen... No quería a Lila metida en su familia.

—¡Lila! —protestó Adrien, haciendo que ésta lo suelte—. Déjalo en paz.

—¡Eres tan irritable, Felix! —dijo la de ojos verdes, separándose de Felix —. Nos vemos Adrien... —y tras lanzarle un beso, se fue escaleras arriba hacia la sala.

Felix movió los hombros por tener una nueva victoria en su haber, y mientras observaba como la supuesta italiana subía las escaleras, su mirada verde chocó con la celeste de la presidenta de la clase. Era tan divertido molestarla, que estaba ansioso de hacerla caer a ella también. Adrien ante aquello, se adelantó, acercándose a su amiga antes de tiempo.

—¡Marinette! —dijo, con su clásica sonrisa de amabilidad.

—Agreste —respondió, con ambas manos tomadas tras ella, y miró a Felix que también trataba de imitar la sonrisa amable del rubio —... Y Agreste.

—Te noto algo hostil —preguntó Adrien, tratando de acercarse—. ¿Te encuentras bien?

—Sí —afirmó—, mejor que nunca. Y ustedes ¿A qué juegan?

—¿Viste juego de gemelas? —Marinette afirmó con la cabeza —. Bueno, a eso —la pobre chica tembló en su pose de seriedad ante la escena que vino a su mente tras aquella frase de Adrien, y miró a Felix que, aunque trataba de hacerse el amable, no podía esconder esa mirada desafiante que no tenía problema en reconocer.

—Bien —Marinette sonrió y se acercó a los primos para darles una palmeada en la espalda a cada uno— Buena suerte enloqueciendo a la gente, porque a mí... —los miró a ambos —... no me van a enloquecer.

Y tras aquello, giró sobre sus pies para subir a la sala, dejando a ambos chicos confundidos. ¿En realidad los había descubierto o se estaba haciendo la fuerte?

Como sea, subieron a la sala. Adrien le cedió su asiento a Felix porque no quería sentarse junto a Nino y se fue al último asiento de la sala. La profesora Bustier entró con una enorme sonrisa. ¡Tendrían examen sorpresa!

Sin duda, aquella era una prueba que ambos rubios iban a reprobar con tal de perjudicar al otro.

Cuando las horas de clases terminaron, la profesora sostuvo una conversación seria con ambos primos. Luego de eso, tuvieron que quedarse todo el receso repitiendo la prueba porque más les valía no volver a cometer esa infracción o llamarían a Gabriel Agreste; y lidiar con el sermón de ese personaje, era algo que ninguno de los dos quería.

Tras deshacerse del examen, los chicos bajaron al patio, dispuestos a seguir probando a sus compañeros, pero curiosamente ninguno cayó en aquel juego de primos. Lo único que vieron fue a la chica de coletas, sentada en la escalera, mirándolos muerta de la risa. ¿Qué había hecho?

Felix estaba realmente enojado, pero Adrien ¡Quería ir y llenar de besos a su amiga! Espera ¿qué? Como sea, sacudió su cabeza y le dio alcance a su primo que se disponía a hacerle frente a la presidenta.

—¿De qué te ríes? —Marinette llevó ambas manos a sus rodillas y se adelantó un poco hacia Felix.

—Me río de ustedes.

—Marinette —exclamó Adrien, sorprendido de la osadía de su amiga, pues ella no solía ser así. ¡Juntarse con Felix en los últimos días, había sido una perdición para ella! ¡Tenía que meter a Felix en ese tren, hoy mismo! —¿Qué hiciste?

—Adrien, Adrien —dijo mirando a su amigo con una sonrisa— ¿Sabías que la creación es mi habilidad? —el chico, creyendo que se refería a su talento creativo, afirmó con la cabeza —. Bien, por ese don es que cuando ustedes fueron, yo ya volví —movió ambas manos—. ¿Por qué no giran y se miran las espaldas? —ante la sonrisa, Felix empezó a tratar de revisarse la espalda con ambas manos, encontrando una nota roja que decía la palabra «Demonio» mientras que Adrien, sacó de su espalda un papel que decía «Ángel»

—¡Marinette! —ante el tono de voz grave que sacó Felix de algún lado de su ser, ésta se puso de pie rápidamente, algo asustada, pero cuando el tipo la miró quedó confundida— ¡Eres una pequeña astuta, presidenta! ¡Me encantas!

La de coletas parpadeó un par de veces, sintiendo que sus mejillas se coloreaban de rojo. Adrien vio la escena y frunciendo el ceño, puso un pie en el escalón para ponerse frente a Marinette.

—Ah no, viejo, consíguete la tuya —y tras terminar de decir la frase, estaba tan sorprendido de ellas como los que lo habían escuchado.

Felix sonrió, divertido.

—Oh, pero ya te lo había dicho, Adrien. Ella no tiene que dejar de ser tu amiga para ser mi esposa —le guiñó el ojo a la chica que aun estaba perturbada por los comentarios de ambos locos que tenía enfrente.

—Ella no... —y no pudo seguir hablando, teniendo que morderse la lengua ante la cara de burla de Felix. ¿qué demonios estaba tratando de hacer?

—Como sea.. —Marinette se abrió paso de Adrien, dándole un suave, pero nada cuidadoso empujón hacia un lado, y se acercó a Felix—. Llámame cuando madurez —y tras guiñarle el ojo, se alejó dejándolo ahora a él, confundido y a Adrien aún más molesto.

—Marinette hizo que todos descubrieran quién era quién, así que debes cumplir tu palabra —dijo Adrien a su primo y éste solo puso sus ojos en blanco. Claro que se iría, pero volvería por más tiempo, sin duda.

...

A la salida, Felix detuvo a Marinette de la muñeca, haciendo que ésta casi le diera otro golpe en medio de la cara. Tenía buenos reflejos para ser tan pequeñita.

—¿Qué quieres? —dijo soltándose, por el actuar poco sutil del clon malévolo de Adrien.

—Es que quería despedirme. Hice una apuesta con Adrien y perdí.

—¡Pero solo has estado una semana! —exclamó, sorprendida, porque el que estuviera en su salón le hizo pensar que estaría más tiempo. Al parecer, tenía el mismo problema que Lila y no le gustaba mucho estar en clases.

—Lo sé, preciosa, pero tengo que irme.

—Oh, entonces —respondió, algo pensativa, observando al chico frente a ella, y cuando desvió un poco la mirada, vio a Adrien venir rápidamente hacia ellos. ¿Otra vez su celos de "amigo"? Ya estaba fastidiándola —¿Qué te parece una fiesta de despedida en mi casa?

—¿Qué? —dijeron ambos rubios.

—Eso —dijo, ignorando a Adrien —. No puedes irte sin probar las delicias de mis padres.

—¿Eso es una invitación indecente? —preguntó, tratando de acercarse a la chica, pero antes de que pudiera tocarla, Marinette le apresó los dedos con su mano derecha.

—No te pases de listo —Felix soltó un grito mudo y se liberó, sacudiendo sus dedos. A pesar de ser muy bueno en karate, esta chica lo superaba —¿Vienes o no?

—¡Por supuesto! —le dio una palmada en el hombro a Adrien —. Nos vemos primito.

Ambos se encaminaron hacia la panadería y cuando entraron Sabine los recibió con una enorme sonrisa.

—Marinette, ¿viniste con amigos hoy?

—¿Amigos? —preguntó, confundida, y al mirar a atrás, notó que Adrien también se había autoinvitado a su casa.

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Recuerden, nada de lo que pasa aquí tiene un justificativo como tal, es un fic comedia xD No esperen logica ;)

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Besitos!

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Aquatic

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24 de Noviembre de 2019

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