4

Toda la semana había sido muy difícil para Jimin, se había negado a salir mucho del cuarto, no sabía cómo comportarse con los chicos y apenas y había comido.
Fue así que se dio cuenta de que estaba acostumbrado a no comer, a pesar de comer tan poco no se sentía mal y posteriormente encontró en su cuarto un diario de comida que decidió seguir. Comprendió perfectamente como era que cabía en ropa de diseñador.
Sin embargo, aquel día se había levantado de buenas y con una canción en la mente.
Se despertó antes que todos y se puso a cocinar algo que se le había antojado, lo tomaría como su día de trampa en la dieta que estaba siguiendo.
Comenzó a tararear la canción mientras cocinaba y poco a poco salió la letra de aquella canción.

" Ahora prométeme, oh, oh
Aunque sientas la soledad, oh, oh
Varias veces al día oh oh
No te deshagas de ti, oh, oh
Oh, oh, oh, oh, espera aquí un momento
Enlaza nuestros dedos meñiques
Y prométeme ahora, oh, oh, oh, oh"

Terminó de cantar al mismo tiempo que de cocinar, puso su comida en el plato y volteó para dirigirse a la mesa.
Seis pares de ojos lo estaban viendo fijamente, JK tenía la boca abierta por la impresión y Yoongi finalmente aplaudió con una sonrisa.
Jimin de sonrojó un poco.
— Gracias – dijo mientras finalmente se sentaba — No estoy seguro de dónde saqué esa canción... Sólo vino a mi mente esta mañana – les contó.
Yoongi se sentó a su lado y aún sonriendo contestó.
— Minnie, esa canción la escribiste tú hace unos dos años –
— Oh... Tiene sentido – dijo Jimin riendo un poco.
Todos comenzaron a hacer su comida y se sentaron después al lado de Jimin.
El ambiente era muy bueno y por primera vez se sentaban a platicar juntos.
Intentaron no hablar sobre cualquier cosa que pudiera incomodar a Jimin y todo había salido muy natural.
Al final del almuerzo Jimin decidió hacer algo que pensó mucho.
— Lo siento... – dijo viendo la mesa para no encontrarse con la mirada de los chicos.
— No tienes nada de que disculparte – contestó Jin.
— Sí, si tengo que hacerlo... Los he estado haciendo a un lado cuando ustedes me quieren ayudar – insistió Jimin
— Está bien, está siendo un momento difícil para todos. Sólo llevas una semana aquí, poco a poco Jimin – siguió RM.
Sonrió y asintió.
— Gracias, por seguir conmigo – fue lo último que dijo.
Todos se pararon e hicieron que también él se levantara para darle un abrazo grupal.
Aquel día había sido bueno, Jimin se sintió más en paz con él aunque aún no recordaba.
Pudo dormir fácilmente aquel día, sin embargo un sueño, o más bien dicho un recuerdo, comenzó a reproducirse en su mente.
Se encontraba en una habitación diferente a la suya, sentado en una silla frente al computador. Unas manos lo rodeaban tiernamente y aquella persona le daba un beso en la mejilla.
Jimin había reído de nervios.
— Hyung... Cada vez que haces eso me haces sonrojar – había dicho sonriendo.
— Ese es el punto, Minnie – había contestado la otra persona.
Entonces se había acercado más a él y lo besó tiernamente.
Jimin despertó de golpe enderezandose. Había comenzado a llorar sin comprender nada.
¿Había dicho Hyung? Eso significaba que era un chico con el que salía, lo cual no le sorprendía demasiado pero le preocupaba algo más : ¿Estaba saliendo con alguno de los chicos?
Si era así... Significaba que durante el tiempo que estuvo inconciente y la semana que había pasado sin darse cuenta estaba rompiendo el corazón de alguno de ellos.
Se secó las lágrimas, aquello era realmente frustrante.
Decidió ir por un vaso de agua.
Con mucho cuidado de no despertar a alguien se dirigió a la cocina, tomó un vaso y suspiró mientras lo llenaba.
Un olor a cigarro llamó su atención y decidió seguirlo.
P

rovenía del balcón, Min Yoongi se encontraba ahí fumando.
— Fumar no es bueno, hyung – dijo para llamar su atención.
Yoongi sorbió por la nariz y con la mano con la que sostenía el cigarro se secó las lágrimas con el dorso de la mano.
— No sé cuántas veces he escuchado eso viniendo de ti, Minnie – contestó con voz un poco gangosa debido a que se encontraba llorando.
— Entonces deberías hacerme caso –
— Lo hice un tiempo, pero últimamente no he podido... La ansiedad y depresión me han ganado – explicó Yoongi tomando una gran calada al cigarrillo.
Jimin sintió una gran necesidad de consolar a aquel chico, por lo que se dejó llevar y tomó la mano con la que no sostenía el cigarro.
Bajó la mirada a sus manos entrelazadas para no ver la reacción de Yoongi.
Su sorpresa fue grande cuando notó las uñas mordidas de aquel chico, recorrió más allá de sus manos con la mirada y su sorpresa fue aún mayor.
Su brazo estaba lleno de quemadas y cortes ¿habían estado ahí desde la mañana? ¿Cómo no lo había notado antes? 
Automáticamente le quitó el cigarro de la otra mano tirándolo al suelo y apagandolo.
Yoongi no dijo nada, solo intentó no voltear a verlo.
Jimin lo abrazó fuertemente y Yoongi le regresó el abrazo.
— Perdón... – dijo Jimin pero no recibió respuesta alguna así que decidió continuar — Perdón por no recordar nada... Por ser tan egoísta y pensar que solo yo estaba pasándola mal... –
Fue entonces que Yoongi se desmoronó por completo y se puso a llorar fuertemente.
Jimin siguió abrazándolo y acariciando su cabello hasta que finalmente Yoongi se calmó.
— No tardes en recordarme... – fue lo último que le dijo Yoongi antes de irse.
Jimin suspiró.
Realmente era él el de sus recuerdos ¿cierto? Aún así... No sabía que hacer al respecto, no podía decirle algo hasta estar 100% seguro... Sobre Yoongi y sobre lo que quería.
Se agarró la cabeza frustrado.
Sería mejor volver a dormir con la esperanza de recordar algo más.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top