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Desde aquella noche, Crystal no había recuperado la conciencia, sólo sentia Flashbacks de personas rápidamente, oía voces a lo lejos que no podía entender. Tenía frío, un intenso frío que desmayada la hizo temblar nuevamente. Sentía que alguien le tocaba el rostro, sudaba, luego sentía que caía agua sobre ella, el frío pasaba, pero por momentos volvía, y era insoportable.

-Crystal... Por favor reacciona- esa voz... Esa voz le transmitía calma, le transmitía paz, una paz que la instó a volver a perder el sentido, ya sin frío, solo quieta, tranquila.
...

Tras una luz molesta, la castaña despierta a duras penas, cuando de repente siente unos labios besar los suyos. Tenía miedo de que fuera un espejismo a causa de estar en el desierto porque sabía perfectamente quien la estaba besando, Bucky Barnes. Se separaron por la falta de aire y el pelinegro besó sus mejillas para luego apartarse.

-Que manera de despertar...- murmura adormilada.

-Estábamos preocupados por ti, les informé a todos lo que pasó y luego Medusa te encontró en el desierto. Tenías una intensa fiebre y mucha deshidratación- responde el pelinegro acariciando su mejilla- ¿Cómo te sientes, cariño?- pregunta tomando su mano.

-Con mucho sueño y sed- el hombre rápidamente la ayuda a incorporarse despacio en la cama mientras toma un vaso junto con un popote para llenarlo de agua.

-Con cuidado- pide mientras la chica bebe el líquido vital con ganas.

-¿Cuánto tiempo dormí?- pregunta mientras le entrega el vaso vacío.

-Dos días- se sienta y acaricia sus mejillas.

-¿Dejaron pasar los tres días?- pregunta alarmada.

-Si, Medusa me llamó angustiada porque fui la última persona que viste antes de desaparecer y le conté todo- responde- ¿Cómo te sientes?- pregunta tomando su mano.

-Aún cansada y con sueño, pero creo que no voy a poder dormir otra vez- murmura recostada.

-Llamaré a Melina, para que venga a revisarte- le roba un beso- Ya vuelvo, no me extrañes- sonríe yendo

-No te extraño- murmura despreocupada volviéndose a acostar.

-Mientes- responde divertido antes de cerrar la puerta.

...

-Muy bien Crystal, tu piel está recuperando tonalidad y vas recuperando fuerzas. El suero ayudó bastante- informa Melina a la chica- Si mañana amaneces más favorable, el suero te será retirado- sonríe- Ahora descansa, que ya es muy tarde- pide.

-Lo intentaré- responde.

-Ustedes dos, traten de no pelear. Bucky, cuídala- pide la médica.

-Como usted ordene, doctora- responde el hombre intentando parecer despreocupado, aunque por dentro estaba complacido por ello.

-Bien, los dejo. Debo ir a revisar a Medusa, quiso verte y no se lo permití, sufrió un desmayo y todo parecería que se convertirá en tía, majestad- la castaña sonríe.

-Wow... Eso es una gran noticia- sonríe- Espero y se trate de un bebé. Mi hermana sufrió mucho, y merece ser feliz- sonríe.

-Así es, alteza. Me retiro- la doctora sale del cuarto y al cabo de unos minutos el pelinegro le coloca seguro a la puerta para luego sentarse cerca de ella.

-No creo que pueda dormir más, me siento algo...Tensa- se incorpora en la cama a duras penas debido a que su brazo seguía conectado por el suero.

-Déjame hacerte un masaje- pide el pelinegro y este se sienta detrás de ella- No pienses en nada más, mañana los chicos estarán aqui- dice empezando a masajear lentamente sus hombros.

-Eso me pone mucho más tensa. ¿Que pasa si te ven?- pregunta preocupada.

-Bueno, fingí que no me importaba y hice que Steve me "obligara" a venir. En otra vida creo que fui actor porque se creyó toda la mentira- responde y sigue masajeando sus hombros con cuidado- ¿Así está bien?- la chica asiente en silencio.

-Bucky... Tenía miedo en ese desierto, creí que no me encontrarían. Pensé en mi familia, en el equipo, en todos- Bucky se detiene y se sienta frente a ella para mirarla y tomarla de sus mejillas.

-Encanto, ya no pienses en eso, te encontramos, en pésimas condiciones pero lo hicimos, estás en tu casa, con tu familia, estás conmigo- la chica lo mira triste.

-¿No te volverás a ir, verdad?- pregunta temerosa.

-Nunca más, cariño- le roba un beso en sus labios y vuelve a sentarse detrás de ella. -Conozco un método de relajación más infalible que el masaje...- el hombre sigue masajeando sus hombros.

-¿Que método?- pregunta curiosa.

-Abre las piernas, preciosa- pide y la chica obedece. El hombre pasa su mano humana bajo la manta y acaricia uno de los muslos de la chica, que echa su cabeza para atrás recostándose sobre el hombro del ex soldado.

-Bucky...- él la interrumpe con un pequeño beso.

-No hagas ruido, muñeca, que todos han de estar durmiendo- el hombre sin dar más vueltas comienza a tocar y masajear su feminidad suavemente-Mmm no llevas ropa interior- el hombre realiza movimientos suaves en la zona íntima de la chica que empezaba a gemir bajito- Estás empapada...- murmura masajeando con intensidad- ¿Te gusta, preciosa? ¿Te gusta como mi mano toca tu suave y mojado sexo?- pregunta y esta gime extasiada.

-Si...- murmura excitada al sentir uno de sus dedos en su interior.

-Solo te correrás cuando yo lo ordene. ¿Está bien?- la chica asiente- Responde- ordena.

-Si, Bucky- responde entre jadeos.

-Buena chica. No muevas mucho el brazo donde te conectaron el suero- la chica gime extasiada y el pelinegro se detiene- Lo lamento pero tengo que probarte- responde destapandola y se acuesta rápidamente para comenzar a succionar su sexo con frenesí.

La chica era todo jadeos y gemidos por doquier, no le importaba ser descubierta por su hermana y marido, no le importaba ser descubierta por Melina, ese miedo a ser descubiertos infraganti era lo que la excitaba mucho más, se tapó la boca al sentir la lengua del ex soldado dentro de su ser una y otra y otra vez.
La princesa de Attilan estaba al borde de caer al abismo de la lujuria. Tomó la cabeza del soldado para impedir que se detuviera y siguiera dándole placer.

-Dame más, por favor más- gime con más intensidad al sentir nuevamente su dedo dentro, pero no el derecho, si no el de metal.

El sargento murmuró algo inaudible y siguió su trabajo, hasta que la chica no pudo contenerse más y empezó a derramar lágrimas de placer.

-Córrete para mi, muñeca- ordena y sin esperarlo un segundo siquiera la chica llegó a la cima del placer jadeando y gritando el nombre del ex soldado retorcerse en la cama mientras el hombre comenzó a succionar su sexo sin desperdiciar el orgasmo de su amante.

Cuando la chica comenzó a recuperar su respiración el pelinegro deja un beso en su feminidad para luego levantarse, volverla a recostar y cubrirla con la manta. La chica luchaba por no quedarse dormida tan pronto pero la sesión de sexo oral junto con el cansancio que tenía terminaron haciendo mella.

-Bucky, tengo sueño- murmura con los ojos cerrados.

-Descansa, cariño. Aquí estoy- la besa tiernamente arropándola y deja un beso en su frente- Buenas noches, princesa- la chica ya no respondió, pues había caído completamente rendida en los brazos de Morfeo. Bucky aprovechando que Crystal estaba ya dormida se aleja en silencio para ir al baño, específicamente a la ducha de la castaña. Necesitaba una buena ducha con agua fría, para bajar la inmensa erección que tenía y que ya empezaba a dolerle.