Capitulo VII Entenderte...
"...Las cosas simples de nuestra vida...o la mas difíciles..., son las enormes y maravillosas pruebas que nos da la vida...obteniendo un camino a la felicidad..."
-te contare toda la verdad...-prosiguió el peli plateado a su lado recostado en su cama, ella en tanto se acomodo para escucharlo con mayor atención, reía internamente ya que con la experiencia anterior se sentía como si estuviera haciendo una travesura, además se sentía como una chica normal, sin duda Sesshomaru le hacia sentir como una mujer en todos los sentidos posibles, él le acariciaba su cabello con ternura y dedicación, frunciendo el ceño de repente, no era por Rin, si no por un momento dudo en contarle todo su pasado ¿será lo correcto? ¿ella huira de mi? ¿Cómo podre vivir sin ella? Se preguntaba así mismo- ¿desde cuando Rin era tan importante en su vida? ¿desde que la conoció? ¿desde que escucho su melodía? –Rin...yo...
-¿Por qué huyes de tu familia?-pregunto la azabache directamente haciendo detener las caricias en su cabello
-por orgullo
-¿orgullo?-pregunto confusa-¿Qué sucedió? Me dijiste que eras un hombre de negocios, acaso ¿hiciste un fraude? ¿o vendiste acciones que no te correspondían?
-no Rin, no es eso, te lo diré...-ella asintió tomando mas seria la situación
-Rin...yo...-comenzó a contarle toda la verdad, de quien era en la gran ciudad, su relación con la mujer llamada Kikyo, y sobre todo el alejamiento de sus padres, tras una larga charla que solo ella lograba limitarse a escuchar, sentía que al fin lo comprendía de algún modo, de alguna manera aquel hombre sin rostro busco un refugio en si mismo, y no la "compasión" de seres cercanos como su familia, prefería mil veces estar solo antes de cuestionamientos de familiares en momentos de crisis, y resolver sus cosas solo-se que piensas que lo que estoy contando y mis decisiones fueron estúpidas, pero, no me arrepiento
-no creo que sean estúpidas Sessh...-le susurro ella, buscando su mejilla para acariciarla-porque haría lo que tu hiciste..., pero...después los hubiera buscado...
-hmp
-al menos eso yo haría..., deben estar muy preocupados por ti ¿no crees?
-no lo se, mi padre siempre con sus negocios y mi madre una interesada de primera-dijo con algo de sarcasmo
-me encantaría conocerlos-comento ella animada-aunque a la vez me daría miedo ¿creen que me aceptaran así ciega?-pregunto lo ultimo con preocupación
-si-dijo seguro aunque no lo estaba- y si es lo contrario-reflexiono-no me importa...-la beso en medio de la oscuridad de la noche
Mientras tanto, en el departamento del peli plateado y tal como lo había imaginado él, lo habían encontrado, gracias a algunos contactos dentro de la policía, pudieron hallar en medio de algunas infracciones menores el hogar de su hijo desaparecido por mas de tres meses, al llegar al enorme edificio Irasue fue la primera en descender del lujoso vehículo que conducía su marido, quien bajaba con mas calma que ella, hablando con el conserje con el fin de que le dijera el numero exacto del departamento del primogénito de la familia, pero este se negaba rotundamente sin antes recibir una autorización por parte del propietario desaparecido, sin embargo no se darían por vencidos tan fácilmente y con una rápida e improvisada orden judicial, el trabajador del edificio no tuvo mas opción de mostrarle la morada del joven, subiendo por el ascensor hasta el piso 25 abriendo el departamento numero diez, encendiendo las luces hallándolo vacio, aun así, la elegante madre del joven, sonriera satisfactoriamente, ya que entro indiscretamente al baño encontrándolo con detalles que solo una madre puede saber
-tiene una cita
-¿Cómo lo sabes?-pregunto Inu no confuso mientras veía salir a la mujer de la sala de baño con una sonrisa victoriosa en su rostro
-los hombres son muy predecibles querido-dijo mostrándole un perfume extravagante y artículos muy personales, además de algunos dibujos de la propia mano del peli plateado referente a la chica que se encontraba con él- vaya es muy bonita...me pregunto de donde la conoció
-mujer ¿acaso no puedes dejarlo en paz?-cuestiono su esposo-ya lo encontramos, esta aquí, volverá y sobre esa chica hay que dejarla al margen de esto
-pues no Inu no, sabes que en un par de meses debe cumplir el contrato con aquella empresa o nos veremos como unos empresarios irresponsables-le grito ella
-pensaba que estabas preocupada por él y no por el estúpido negocio con esa empresa
-si me preocupa él, pero también, tiene que medir las consecuencias de sus actos, no debió huir, dejo todo por la borda
-yo también lo hubiera hecho, tu siendo su madre no lo entiendes y ni si quiera lo apoyas-volteo dándole la espalda para dejarla sola
-espero que vuelva pronto...-dijo mirando por casualidad el departamento de al frente encontrándolo totalmente oscuro-tal vez en ese departamento me pueden dar alguna información-pensó con rapidez la mujer de melena plateada
Por otra parte, Rin se acomodaba sobre el pecho del peli plateado, escuchando los melodiosos sonidos del corazón de Sesshomaru, cerrando sus ojos perdida en sus propias fantasías
-Rin...
-dime...-contesto ella en medio de un suspiro
-¿puedo dormir esta noche aquí? –le pregunto
-si me prometes que te portaras bien ¿de acuerdo?
-hmp!-sabes que yo...
-lo se-le contesto rápidamente-aun así quería decírtelo-termino de decir con una carcajada haciéndolo sonreír levemente
-descansa Rin...
-buenas noches Sesshomaru...
A la mañana siguiente, Rin se despertó extrañada, al sentir un par de brazos envolviéndola asustándose un poco, para luego recordar que la noche pasada le había permitido a Sesshomaru dormir a su lado, ni si quiera se habían arropado, bueno solo con una delgada sabana y nada mas, presiono el despertador pronunciando la hora como siempre- nueve de la mañana...-se levanto lentamente para no despertarlo y con mucho cuidado se dirigió hacia la puerta, ya conocía el recorrido, solo que al momento de girar la cerradura, un sentimiento angustioso cruzo por su cabeza, volteando levemente hacia la dirección donde se encontraba aquel hombre que la hacia sentir como si fuese normal, pero..., ella no lo veía como tal, era una silueta como todas las demás, entristeciéndola un poco -¿Cómo se vera Sessh durmiendo? De seguro debe verse muy guapo...-suspiro para si misma y salir, sin darse cuenta que él la había escuchado
-Rin...
Mientras tanto, ella ponía todo su empeño para prepararle un delicioso desayuno a su novio a modo de sorpresa, sacaba el jugo del refrigerador, sumados a unos huevos y también fruta, tomando su tiempo acomodando todo en una bandeja que siempre preparaba para épocas especiales, estaba muy feliz, hasta que el timbre de su puerta se dejo escuchar-¿Quién será?-se pregunto extrañada acercándose a la puerta con algo de dificultad, abriendo a la puerta
-hola Rin-aquella voz la hizo estremecerse, no pudiendo creer lo que el destino le tenia preparado
-¿Kohaku?
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Holaaa espero que les guste este capitulo, muchas gracias por seguir esta historia, perdon las faltas de ortografia, abrazos!!!
en minutos otro capitulo: Capitulo VIII Una declaración inesperada...
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