7 ♡

Me reí cuando Anton toqueteó la puerta principal, mi espalda presionada contra la madera mientras su cuerpo me empujaba. Besándome bruscamente, jadeé cuando la puerta detrás de mí cedió y mis piernas tropezaron hacia atrás. Anton dejó escapar un ruido divertido y cuando su mano ya estaba alrededor de mi cintura me apretó más fuerte, levantándome un poco del suelo. Mis pies rozaron el piso de madera de su casa y con los brazos colgando de su cuello nuestros pechos se juntaban con cada respiración. El más alto me sonrió con sus ojos brillantes.  

—¿Estás bien? —preguntó y yo asentí aflojando su agarre. Mis pies encontraron el suelo nuevamente pero mis brazos no dejaron su cuello, Anton sonrió un poco. Inclinándose de nuevo y presionando otro beso en mis labios, suspiré derritiéndome en el calor del momento.  

—¿No están tus padres? —susurré sin aliento. Anton sólo soltó un "no" gutural en respuesta y me llevó arriba, decidiendo cargarme para que no tuviéramos que separarnos. Envolviendo mis piernas alrededor de su cintura y con mis dedos enredados en su cabello, Anton tiró de mi camisa mientras caminábamos hacia el umbral de su habitación. Dejándome de pie, levanté los brazos cuando Anton me quitó la prenda y sus ojos grabaron la extensión de mi piel recién expuesta. Me sentí un poco incómodo bajo su mirada acalorada, por lo que cubrí mi estómago con mis brazos ligeramente con la cabeza caída. Anton se rió un poco de nuevo pero con ternura, haciéndome levantar la vista para observarlo tirar de su propia camisa sobre su cabeza. Mi boca se humedeció mientras observaba su torso musculoso y aquellos abdominales que proyectaban sombras en su piel.  

Observé con asombro cómo Anton se quitaba los zapatos y mis pies lo seguían de alguna manera junto con sus acciones lentas y tentadoras. Salté cuando Anton tiró uno de sus zapatos en mi dirección, la bota me golpeó justo al lado. Levanté una de mis cejas y le arrojé uno de mis propios zapatos de vuelta, el otro apartándose del camino antes del golpe. Los cordones del zapato se engancharon en la manija de la puerta, balanceándose de un lado a otro mientras Anton sonreía y caminaba hacia mí otra vez para capturar mi rostro entre sus manos y besarme de forma hambrienta.  

Cuando suspiré, su lengua encontró la oportunidad de deslizarse entre mis labios separados, acariciando mi zona bucal. Gemí cuando nuestras lenguas se encontraron, se enredaron y comenzaron una lucha interna entre sí por ver cuál dominaba a la otra, mis dientes a menudo tiraban de su piercing haciéndolo gemir en mi boca.

"¿Así se suponía que se sentía un beso?"

No me sentí así cuando besé chicas (una sola, si queríamos ser específicos). Tal vez fue sólo una cuestión de experiencia, quiero decir, éramos más jóvenes en ese entonces. ¿O tal vez fue porque eran chicas? La idea no me asustaría tanto si no estuviera sobrio. Saliendo de mis pensamientos, sentí el duro cuerpo de Anton apretado contra el mío, sus labios reclamando los míos y eso se sintió... realmente emocionante. Libertador. Peligroso.  

Se sintió correcto.  

Pronto me encontré acostado sobre la cama con Anton encima de mí. Sus brazos aprisionando mi cabeza, sus músculos capturando mis piernas... y yo me quedé parpadeando hacia Anton mientras él me miraba con los ojos llenos de algo que no podía identificar. La mirada desapareció en un momento o tal vez simplemente la ignoré cuando los dedos grandes contrarios apartaron mi cabello desordenado de mi cara y éstos me hormiguearon la piel. Su mano se movió hacia abajo para ahuecar mi mejilla, yo giré mi cabeza para presionar un beso descuidado en su palma y luego mi lengua se sacudió suavemente cuando Anton gruñó.  

Seguido de aquello, Anton se quitó de su posición encorvada con las manos tirando de su cinturón, abriendo el botón y deslizando la cremallera hacia abajo. Tragué saliva mientras él se quitaba los jeans, quedando sólo en ropa interior y dejando a la vista lo que estaba envuelto dentro de su bóxer. Su evidente bulto me hizo ser dolorosamente consciente del mío que estaba luchando contra mis pantalones. Anton miró mi entrepierna haciéndome sonrojar cuando yo también comencé a desabrocharme los pantalones. Mis dedos imprecisos y torpes hicieron que Anton alejara mis manos de la tela que se tensaba y que sus propios dedos rápidamente trabajaran para liberarme. Me relajé contra la cama con la cabeza hacia atrás cuando Anton me ordenó levantar mis caderas para así deslizar mis pantalones alrededor de la curva de mi trasero.                                      

Escuché el sonido de los pantalones siendo lanzados a un lado, y luego el cuerpo de Anton estaba tendido sobre el mío, nuestros pechos uno contra el otro. Era pesado, caliente y muy duro. Solté un grito de sorpresa cuando sus caderas se movieron, causando que su erección rozase con la mía, la tela entre nosotros frotándose. Anton sonrió ante el gemido que solté, descansando sobre sus codos para besarme, sus labios descuidados cuando se movían desde mi barbilla hasta mis clavículas. Estiré el cuello hacia un lado para darle mayor acceso, una de mis manos agarrando las sábanas mientras la otra tiraba suavemente de su castaño cabello, los labios de Anton mordisqueaban y chupaban la curva de mi hombro.  

—Tu piel es tan dulce. —murmuró contra mi dermis con el aliento caliente mientras yo temblaba avergonzado. —No está nada mal.

—Oh cállate. —respondí débilmente. Anton rió a la vez que sus labios se movían hacia mi pecho, usando sus dientes, labios y lengua para dejar pesadas ronchas rojas por la zona y chupar levemente mis pezones. Temblé de anticipación mientras él se movía más y más, hasta que sus dientes rozaron la cintura elástica de mi ropa interior. Mirándome a través de sus pestañas oscuras, pude notar esos ojos hambrientos y yo me encontré asintiendo y con las caderas en alto. Como antes, la tela se deslizó de mi cuerpo fácilmente y apenas tuve tiempo para darme cuenta de que ahora estaba completamente desnudo frente a él mientras su boca se cerraba alrededor de mi miembro ya duro.  

—Joder. —gemí echando mi cabeza hacia atrás cuando Anton dejó escapar un zumbido, la vibración me hizo jadear. Con la mano volando hacia abajo para acariciar la parte posterior de su cabeza, me mordí el labio para reprimir otro gemido cuando sus mejillas se ahuecaron y su lengua me recorrió. La lengua de Anton iba a todas partes y en cualquier lugar mientras su piercing chocaba fríamente contra mi piel palpitante.  

—A-Anton, estoy- mierda ahg. —solté, las palabras me fallaron cuando sentí la presión acumularse en mi abdomen, mis ojos se cerraron mientras temblaba y Anton procedió a sacar mi miembro de su boca para luego posicionarse encima de mí. Mi semen caliente salió de mi polla disparado manchando el estómago contrario. Miré a Anton sorprendido, ya que éste sólo sonrió y se limpió un poco del semen de su estómago con un dedo y se lo metió en la boca. Sentí que mi pene se despertaba con la vista, temblando ligeramente cuando Anton sacó su dedo brillante y húmedo. Mis ojos estaban pesados ​​cuando vi a Anton moverse, sus manos agarrando su ropa interior para sacarla rápidamente de su cuerpo. Sentí mi propio estremecimiento cuando su erección se liberó y chocó contra su abdomen bajo, yo me tensé por la excitación.  

—Esta es mi primera vez con un chico. —comentó Anton con voz ronca y baja mientras yo miraba sus ojos. Tragué saliva cuando él se levantó para alcanzar una botella de lubricante en su mesita de noche. Abrió la tapa, sacó una porción y frotó el líquido transparente sobre sus dedos, mis manos se apretaron en las sábanas cuando éstos rozaron la curva de mi trasero, moviéndose lentamente hacia adentro. Me ericé cuando su dedo rozó mi culo y mis caderas se alzaron reflexivamente. Mirándome expectante, los dedos de Anton se detuvieron en mi entrada.  

—Está bien. —le di permiso con mis ojos fijos en él. —Estoy bien. —Con eso Anton empujó suavemente un dedo dentro de mí haciéndome respirar profundamente con una mueca.

Deteniéndose de nuevo, Anton me volvió a mirar, su otra mano se alzó hacia mi cara para rozar mi mejilla, el pulgar descansando contra mis labios que estaban fuertemente apretados. Su toque me hizo relajarme un poco, mis labios se fueron separando conforme yo me acostumbraba lentamente a la sensación en mi trasero. El pulgar de Anton rozó mis labios mientras su otro dedo se movía dentro de mí. Jadeé cuando un sentimiento desconocido me atravesó, mis ojos se cerraron y mis dedos de los pies se curvaron.  

Lentamente, Anton insertó un segundo dedo, la mezcla de dolor y placer me abrumaba mientras gemía contra el pulgar que tenía sobre mi boca. Volví a gemir cuando sus dedos entraban y salían de mí. Me sacudí cuando éstos se curvaron un poco, rozando contra mis paredes y haciéndome llorar, las sábanas arrugándose entre mis palmas.  

—¿Estás bien? —susurró con voz ronca y gruesa, alejando su mano de mi cara sólo para besarme bruscamente. Gemí en su boca y esa era la única respuesta que necesitaba escuchar. —¿Puedo...

—Sí, por favor. —respondí desesperadamente. Anton sonrió coqueto contra mis labios a la vez que sacaba sus dedos de mí. Escuché cómo abría un condón y sentí mi estómago caer ante el repentino vacío pero pronto me mordí el labio cuando sentí la cabeza de su polla presionando contra mi entrada.

Anton me dio otra mirada ardiente, la cual yo se la regresé por completo.  

Y luego me penetró fuertemente.  

—O-Oh, joder. —jadeé con una mano agarrando las sábanas y la otra volando hacia el hombro contrario, mis dedos hundiéndose en su carne tensa. Anton también hizo una mueca pero no apartó mi mano de él mientras desaceleraba sus movimientos, esperando a que yo me relajara. La polla de Anton... mucho, mucho más gruesa que sus dedos, no había llegado tan lejos como éstos últimos y la piel que había sido tocada antes se erizó aún más. Me dolía pero era un dolor delicioso, excitante.  

Sintiéndome relajarme a su alrededor Anton empujó más adentro, un gemido escapó de sus labios cuando mi tensión se cerró alrededor de él. Jadeé cuando sentí su gran longitud en mí, nuestras caderas golpeando juntas.  

—Mierda, estás tan jodidamente apretado Bin. —gimió Anton, el sonido tenso de mi nombre en su boca me hizo olvidar el dolor y el ardor que sentía, además de hacerme gemir de la misma manera. Mis manos se movieron hacia arriba para tirar la cara de Anton hacia abajo y besarlo descuidadamente. Sus labios se movieron con los míos, los dos llenos de hambre el uno por el otro. —Quiero comerte completo, bonito. —Ambos gemimos en nuestras bocas con necesidad. Anton gruñó un poco a la vez que tiraba de sus caderas hacia atrás, cada golpe de su polla se ondulaba dentro de mi punto débil mientras todos mis sentidos se dirigían hacia abajo y mi espalda se arqueaba cada que se movía.  

—A-Anton... ¡Oh sí, Anton así! —Lloré cuando sus caderas se sacudieron y su polla entraba más y más dentro de mí, penetrándome más profundo y más fuerte. Sentí lágrimas brotar de mis ojos mientras él continuaba, sus jadeos en mi oído entretanto su torso descansaba contra el mío. Mis manos arañaron su ancha espalda y mi boca murmuraba palabras que no pude entender cuando el blanco explotó en mi mente mientras los movimientos de Anton se volvían erráticos. Anton mordisqueaba el lóbulo de mi oreja con respiraciones entrecortadas, moviéndose ahora suavemente dentro de mí hasta que ambos nos corrimos simultáneamente, él en mi interior y yo sobre mi abdomen. El cuerpo de Anton se derrumbó sobre el mío, más grande y más pesado pero aún así no intenté moverlo en absoluto.  

Los dos nos quedamos allí acostados por un momento, el crujido del ventilador latía rítmicamente junto con nuestras respiraciones agitadas. Pronto mis ojos empezaron a ponerse pesados y somnolientos, por lo que apenas registraron cuando el cuerpo de Anton finalmente se alejó del mío.  

Lo último que pude ver antes de caer en los brazos de morfeo fueron varios tatuajes oscuros que se cernían frente a mí mientras unas manos fuertes me cubrían el cuerpo delicadamente con una manta.  

Las sábanas estaban calientes.  

Fin del flashback 

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Hasta aquí el capítulo, espero que les haya gustado!!

Pd: Me encantó que Anton fuera de cierta forma lindo y cuidadoso con Wonbin a pesar de que no eran tan cercanos en ese momento, además de que no parecía tan borracho que digamos. 😼

En fin, si ven algún error no duden en comentar o escribirme. Besitos.

Key

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