Se encontraba hablando con sus amigos como todos los días, pero hoy justamente estaba donde yo debía pasar, sentía nervios y ansias, cuando pase frente a el, nos miramos, esas miradas que para los demás son fugaces pero para las personas que lo experimentan son eternas.

Mi corazón latía a mil por segundo cada vez que nos tropezábamos o nos tocaba juntos en alguna clase, mi mala suerte era tan imprescindible, que el destino no desaprovechaba una oportunidad para ponernos frente a frente.

Descubrí algo que jamás había sentido, los nervios que sentía en mi estomago, resultaron ser las famosas mariposas, de las que los libros de romance hablan.

Me levantaba a la secundaria solo por verlo, siempre que pisaba la entrada del edificio estudiantil, mi ánimo pasaba de dragón a princesa.

Siempre teníamos esos momentos en los que todos parecían desaparecer y solo éramos nosotros, no podía evitar sonrojarme cuando me hacía algún cumplido o simplemente recordaba algo que le había comentado en alguna de nuestras tantas conversaciones pasajeras.

El chico de ojos marrones y cabello oscuro, soñaba con el día tras día, era mi primer año en la secundaria y ya había alguien que se había robado todos mis suspiros.

Mi primer amor como muchos le llaman, empezamos a hacernos más cercanos, salíamos juntos de clases, hablábamos de cada cosa, el tiempo parecía jamás pasar estando juntos, pero que les puedo decir así nos sentimos cuando descubrimos el sentimiento llamado: amor.

¿Le dije cómo me sentía? Pues no, tenía miedo a que él no se sintiera de la misma forma, no pude armarme de valor para decirle: Me gustas y mucho, el miedo pudo más que mi amor por el.

Solía obsérvalo "discretamente", más de una vez logró atraparme haciéndolo, yo suponía que el me miraba también, lo llegué a agarrar con las manos en la masa, pero mi mente sólo decía: No te ilusiones, sólo son cosas que imaginas.

Pasaron los años y yo sin confesarle la forma en la que me hacía sentir, el tuvo un par de noviazgos, al igual que yo, sólo que a diferencia de él, no podía dejar de lado lo que mi corazón gritaba a los cuatro vientos.

Un día, ya éramos adultos, ninguno de los dos nos encontrábamos en una relación, sólo éramos un par de amigos, tomándose unas cuantas cervezas, un viernes por la noche, el alcohol comenzó a hacer efecto y entonces por primera vez en años, dijo lo que siempre quise escuchar, lo que siempre esperé que él dijera cuando teníamos 14 años.

"Es extraño como después de todo este tiempo sigues haciéndome sentir todas estas emociones sin darte cuenta, desde la primera mirada, te robaste el corazón de este simple chico."

Me confesó sentimientos que llevo guardados con el, casi toda la mitad de su vida, al igual que yo, por miedo a que yo no sintiese lo mismo o sólo me alejara de el.

Comenzamos una relación, la cual hasta el sol de hoy ha sido completamente estable, mi primer amor resultó ser mi último, hubiésemos sido felices antes pero nuestros miedos nos encarcelaron por años.

Holaa chicos!!
Estaré actualizando un día esta historia y otro día la otra, hasta que termine licántropia familiar y me quede completamente con esta, espero la estén disfrutando!!
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Los quiero mucho!! ❤️