Viejos enemigos

Una vez estando al otro lado, corrieron unos 10 metros y se adentraron hasta llegar a los arbustos que dan entrada a una especie de bosque y a lo lejos pudieron visualizar dos motos Ducati Panigale 1199 Senna. Uno de los hombres que conducían las motocicletas, al verlos encendió y apagó la luz delantera varias veces como señal para que Namjoon supiera que venían a recogerlos, uno de ellos era Eun Woo.

Tanto  Namjoon como su hermano sintieron un alivio enorme al ver que estaba allí esperándolos, corrieron hasta ellos y tomaron un poco de aire: estaban agotados a más no poder.

Eun Woo se había quitado el casco al verlos llegar, con una cálida sonrisa les avisó que se subieran de prisa, Namjoon quiso subir a una de ellas con Jungkook de parrillero, pero este le dio una mirada de rencor y se subió a la moto de Eun Woo.

El otro sujeto, quien vestía completamente de negro, excepto por sus tenis de color blanco, sin quitarse su casco le hizo una señal a Namjoon para que se subiera consigo, extendió su mano y le hizo entrega de otro casco, sin tardar mucho, se lo colocó y se subió a la parte trasera de la moto, y de inmediato ambos giraron el acelerador y salieron del lugar antes que se hiciera más tarde.

Recorrieron un largo camino, Eun Woo llevaba la delantera y el otro sujeto le seguía el paso, la expresión en el rostro de este bajo ese casco no era más que de preocupación y de ansiedad...

¿Por qué? ¿Quizá ocultaba algo?...

Al haber recorrido ya kilómetros, dio una vuelta brusca cerca en un camino montañoso y baldío, no era el camino que se supone debía tomar. ¿Qué pasaba? El sujeto en la otra moto tocó el claxon mientras le seguía, pero Eun Woo no se detuvo.

Al cabo de unos veinte minutos de camino llegaron a unos galpones al parecer abandonados y se detuvo bruscamente al fin, apagó su moto y bajó de la misma a la vez que se quitó el casco y lo tiro lejos.

Luego de dar unos cuantos pasos lejos del grupo sacó de entre su pantalón su arma, miró a todos, quienes lo veían más que confundidos obviamente, y corrió hacia uno de los cuatro enormes galpones abandonados.

"¿Qué más podía hacer? Era eso o que lo asesinaran al igual que había sucedido con su asistente". Si, su media hermana! A esta la degollarían sin titubear.

Los integrantes de la mafia Ctzu amenazaron de muerte a Eun Woo días después de que tuvo la charla en aquel restaurante con Jin.

No supo cómo demonios fue que estos pudieron enterarse de aquel encuentro, supuso que lo estaban vigilando o algo parecido, después de ese día, las cosas se pusieron muy feas y ahora estaba siendo obligado a traicionar a Namjoon y Jungkook.

Esto le trajo un fuerte estrés, noches sin dormir y ansiedad, Namjoon era un muy buen amigo y sabía que iba a hacer todo lo posible por escapar de aquella cárcel que era peor que el infierno.

Pero él tenía que rescatar a su media hermana. Esos mafiosos la habían secuestrado y llegaron al acuerdo de hacer un trueque, es decir, intercambiar a los hermanos Jeon por la vida de ella y la libertad de ambos, y no podía hacer nada más, ni siquiera pedir ayuda, así que, llegado el día, fue momento de actuar.

No hubo necesidad siquiera de entrar al galpón ya que los hombres de la mafia Ctzu los estaban esperando y supieron perfectamente que habían llegado.

Un grupo armado salió del galpón apuntándoles con armas de largo alcance y la presencia de San Tae no se hizo esperar. 

—¿Qué? —Musitó Namjoon al bajarse de la moto y verlo.

—Acá están, como acordamos. —Hablo Eun Woo en un tono desesperado. —Ahora cumple con tu parte del trato.

—Hiciste un buen trabajo, hombre, ve y busca a tu hermana, está en el galpón, ahora disfrutare acabar con este par de maricas.

—¿QUE ES TODA ESTA MIERDA, EUN WOO? —Grito Jungkook muy enojado ¿Acaso les tendió una trampa?,

—Lo siento. En verdad lo siento. —Dijo cabizbajo mientras se adentraba al galpón que uno de los mafiosos le señalo para ir en busca de su media hermana.

—Al fin se te puede ver la cara, maldito infeliz. —Gruñó entre dientes San Tae al tener a Namjoon a pocos metros de distancia.

—Esto es una broma, ¿cierto? —No se podía adivinar que pasaba por la mente de Namjoon pues como siempre su semblante era inexpresivo, y es que después de todos los acontecimientos del día, aquello parecia un puto chiste de mal gusto.

—¿Acaso te lo parece?! Este no es más que el dia de tu muerte, no creías que al asesinar al jefe, las cosas se quedarian asi para siempre ¿verdad? tú y tu maldito hermano pagarán por ello.

A Namjoon toda la situación se le antojāba surrealista y no pudo evitar descojonarse de la risa en ese instante. Escuchar a San Tae tan aparentemente dolido por la muerte de Sergei sí que le pareció gracioso, sobretodo porque lo conocía muy bien y sabía que era un tipo débil que nunca pudo superarse, se la vivía lamiéndole las botas al jefe y obviamente no era rival para Namjoon. 

—¿Después de todo este tiempo, es esta tu venganza? ¿Matarme por haber asesinado a ese idiota? —le cuestiono mientras se acercaba a él con pasos lentos, quedándose a una distancia prudente claro está.

—Escúchame bien, pedazo de mierda. No acabo de escapar de prisión para venir a escuchar tus jodidas tonterías, si alguien va a morir hoy serás tú para que te reúnes con tu estúpida zorra allá en el infierno. —Se cruzó de brazos y una sonrisa llena de malicia se le dibujó en el rostro, cosa que hizo enojar mas a San Tae.

—¡Serás imbécil!

Namjoon sacó rápidamente su arma y apuntó a la cabeza de San Tae, este hizo lo mismo y el grupo de mafiosos apuntó a su vez también le apuntaron.

Jungkook, por otra parte aprovechando que al parecer habían olvidado su presencia, también sacó su arma y sin mediar palabras le disparó a tres hombres, los otros tres dejaron de apuntarle a Namjoon para empezar a abrir fuego en dirección a él.

El sujeto en la moto se tiró al suelo aterrado por la situación, Jungkook si que era rápido con el arma y no tuvo problema en quitarle la vida a todos estos sin recibir ni el mínimo roce de una bala, Namjoon sonreía para sus adentros, aquello era pan comido pues San Tae no era rival para él y el experto tirador en que se había convertido su hermano con los años y él lo sabia, Jungkook era un tirador increíble, su puntería era exacta, como dicen donde ponía el ojo ponía la bala.

—Vayan por él, imbéciles —Gritó San Tae, pero, ¿a cuál de los dos se refería?

Un par de hombres que se escondían entre unos arbustos corrieron hasta donde se encontraba el sujeto que había transportado a Namjoon en la moto. Sí, el que estaba en el suelo, Jungkook no se percató de aquello así que no pudo hacer mucho para ayudarle, lo sujetaron de los brazos y lo arrastraron un poco lejos de allí, el hombre comenzó a gritar asustado, sabía que su vida corría peligro, otra vez.

Uno de los sujetos le quitó el casco y lo tiró lejos para luego apuntarle a la cabeza, justo en la sien, mientras se resistía el otro le apuntaba a las costillas. Sentir aquellas armas le helaron la piel. ¿Qué iba a hacer? ¿iba a morir allí? ¿Así terminaría todo? No se supone que iba a escapar?

Namjoon giro su rostro para ver lo que sucedía y palideció al ver a nada más y nada menos que a Seokjin siendo apuntado por aquello malditos. ¿Qué putas hacia el en ese lugar?

Sus miradas se encontraron y ambas permanecieron fijas por un par de segundos, Jin estaba asustado, Namjoon por otra parte, ¡estaba ardiendo de ira¡ ¿Cómo osaban apuntarlo de ese modo?!

—Dile a esos imbéciles que lo suelten ahora. —dijo entre dientes mientras le apuntaba a San Tae.

—Tú no das las órdenes aquí. Verás morir a ese perro como se supone debió pasar desde un principio. —Amenazó mientras sonreía, en su rostro se reflejaba la satisfacción al notar que las cosas iban a salir como él quería. O tal vez no...

—Nam —Gritó Jin desde su lugar mientras intentaba zafarse del agarre de aquellos hombres.

—¿Qué pasa Namjoon? Vas a salvar a tu princesa otra vez? Oh, espera... No, no puedes hacerlo.

—Quieres acabar conmigo, ¿no es así? —Habló después de suspirar profundamente y verlo a los ojos. —Deja libre a Jin  y a mi hermano y solo mátame a mí. 

—¿Qué mierda habla? —Gritó Jungkook desde lejos, ¿Estaba escuchando bien?.

—Vaya! ¿Quieres cambiar tu vida por la de ese par? ¡Qué conmovedor!

—Vamos, qué esperas. —Dijo Namjoon caminando hacia él y tirando su arma a lo lejos, estaba decidido a dar su vida por los seres que más quería.

—Nam, no lo hagas —¿acaso el precio a pagar por salir de prisión para Jungkook era perder a las dos personas que mas quería en un solo dia.

—Diles que liberen a Jin y mátame, es lo que quieres, ¿no? matame. ¿Qué esperas?

—¡No te acerques! —Le dijo apuntándole con el arma un poco nervioso. Esto sí que no se lo esperaba, se suponía que ese imbécil tenía que rogarle por su vida y la de ese par, no decirle eso.

—¿Por qué dudas tanto? ¿Acaso lo que querías no es asesinarme?

—Cállate! Obvio lo haré, hijo de puta. Te mataré con mis propias manos.

De repente, se escucho un grito. ¿Qué pasaba? Eun Woo se había acercado por detrás de aquellos tipos y apuñaló varias veces a uno de ellos por la espalda, sin darle tiempo a estos de que pudieran reaccionar.

El otro hombre ni se percató de su presencia, pues todo fue muy rápido, pero al hacerlo, empujó por inercia a Jin para apuntarle a Eun Woo y dispararle.

¿Pudo hacerlo?

La respuesta es, no.

Jungkook no le dio tiempo a reaccionar y ya le había disparado en el pecho segundos antes de que este apretara su arma, San Tae  bajó la guardia y observó sorprendido lo sucedido, cosa que Namjoon aprovechó para correr hacia él y abalanzársele encima.

De pronto en el aire se escuchó un disparo. Se oyó un disparo al momento en que Namjoon empujo a San Tae y ambos cayeron al suelo. Si, el maldito pudo dispararle pero, para alivio de los demás, paso sin siquiera rosarle ni hacerle daño.

Namjoon, sacó del bolsillo de su pantalón una navaja y deslizó la misma por la garganta de San Tae. Aquel abrió sus ojos de par en par al sentir el filo del arma atravesarle la piel y cortarle hasta lo más profundo, impidiéndole respirar.

De inmediato fue ahogándose con su propia sangre mientras que encima del él estaba Namjoon, observando detenidamente y con cierta sonrisa de satisfacción cómo perdía la vida,

A lo lejos, Seokjin gritó pues se asusto al escuchar el disparo. Su corazón latía a mil por hora. Y no es para menos. Sin embargo, respiro un tanto aliviado al ver a Namjoon ponerse de pie.

—¿Nam estás bien?. ¿Te paso algo? ¿No estas herido, verdad? —preguntó luego de correr hacia él.

—Estas sangrando. Tenemos que ir a un hospital, puede ser peligroso —Jin estaba tan nervioso y tan desesperado al ver la sangre que ni veía a la cara a Namjoon y tampoco se dio cuenta de que la sangre no era suya, así que sin mediar palabra, Namjoon le tomó el rostro con cuidado y le plantó un beso en los labios para callarlo y, claro, un beso que hace mucho tiempo quería darle.

Sin dudarlo comenzó a rozar su lengua con la ajena, sentía esa enorme necesidad de tener un contacto más íntimo con él, Jin a pesar de sorprenderse al momento, disfrutó cada segundo de aquel fogoso beso. También lo necesitaba, ambos añoraban ese momento.

—Tu herida —Dijo en voz baja contra los labios de este.

—Estoy bien, no te preocupes, la mayoría no es mi sangre —Respondió sin darle mucha importancia a aquello, aprovechando de morderle el labio inferior y halarlo un poco para luego continuar el beso.

—No, espera... —Suspiró levemente para separarse un poco.

—Tenemos que irnos de aquí, por favor.

Namjoon soltó un pequeña risa y abrazó a Jin al escucharle. A pesar de haber pasado por tanta mierda, se sentía realmente feliz de poder al fin tenerlo entre sus brazos.

—Tienes razón, vámonos de aquí. —Dijo luego de apartarse un poco de él para ambos irse del lugar pero ¿Cuál fue su sorpresa? 

—¿Qué carajos? —Musitó al ver a Jungkook golpeando a Eun Woo repetidas veces en el suelo.

—JUNGKOOK —Gritó mientras corría hacia su hermano.

—¡PAGARÁS CARO, HIJO DE PUTA POR POCO NOS MATAN! —le gritaba furioso mientras estampaba su puño en la quijada del otro. —De esta no te salvas, perro.

—No tenia opción, lo juro, estoy diciendo la verdad.

—Cállate. —Dijo sujetándolo bruscamente por el cuello de la camisa. —¡Querias matarnos!

—¡No es así, con un demonio!

—Jungkook, ya basta. —Le habló su hermano con voz firme al acercarse a este y sujetarlo por el brazo. 

—¿Cómo qué ya basta?! ¿Acaso no ves que este imbécil nos tendió una trampa?

—¡LO SIENTO! —Gritó nuevamente Eun Woo desde el suelo. No tenia opción, no podía pedir ayuda, ¡me tenían vigilado! Secuestraron a mi hermana y tuve que hacer lo que me pedía o la iban a matar!

—¡Hablas pura mierda! —Gruño Jungkook aún más furioso, estaba convencido de que todo eran mentiras para salvarse el pellejo.

—Estoy diciendo la verdad, maldita sea. Ella está allá, en uno de los galpones, aún está inconsciente pero... Mierda... ¡Esos cabrones la violaron! A pesar de cumplir con mi palabra ellos abusaron de ella... De verdad, lo siento, Nam me conoces, sabes que no miento, sabes bien que no haría algo que te perjudique. Solo... Estaba atrapado. Tenía que hacer lo que me pidieron... Era eso o la vida de mi hermana, sabes que ella es mi única familia.

—¡Serás cabrón!

—Con un demonio Jungkook, basta ya, no desquites tu dolor con él. —Le ordenó halándolo fuertemente del brazo y apartándolo, él le creía, estaba seguro que Eun Woo no sería capaz de tenderle una trampa a él solo porque si, tanto San Tae como su combo tenían todo planeado, eso era seguro.

—Nam —llamó Jin saliendo del galpón con una chica dopada en brazos, había escuchado lo que Eun Woo había dicho y luego corrió hasta aquel lugar para socorrer a la hermana de este, si es que decía la verdad y efectivamente, allí estaba ella. —A está chica la drogaron....

Eun Woo apretó su puño y se puso de pie, limpiando con el dorso de su mano la herida que le dejó Jungkook en el labio.

—Larguémonos de aquí, Y, Nam por favor, toma tu puesto como líder de los Ctzu enseñale a todos quien manda ahora, sabes muy bien que ya eres el jefe, no puedes huir para siempre de ello. —Dijo Eun Woo viéndolo a los ojos.

Namjoon soltó un suspiro y se pasó la mano hacia atrás por el cabello, sabía que tenía razón, así que debía tomar responsabilidad en el asunto.

—Oye Kook —Llamó a su hermano quien miraba hacia la nada y parecía estar perdido en sus propios pensamientos, con una mano dentro del bolsillo de su pantalón.

—¿Qué pasa?

—Ven acá —Le llamo para decirle algo al oído y él soltando un bufido se acercó. —Se que duele y se que no me lo perdonaras, pero fue su decisión, Taehyung me lo pidió, el quería verte bien y estando vivo seguirías atado a él, estando en constante peligro, afuera o adentro de Konapus serias el blanco de sus enemigos tan solo por ser su pareja.

—¡Esa no era su maldita decisión! Y tú, que buen hermano eres, te felicito me quitaste al amor de mi vida, la única razón por la que valía la pena respirar. —Había tanto dolor en sus palabras que incluso Namjoon flaqueo y un nudo comenzó a formarse en su garganta, razón por la cual decidió cambiar de tema, quizá el tiempo pueda curar las heridas de su hermano, aún era muy pronto, demasiado pronto.

—¿Tienes algo mejor que esta navaja? —carraspeó y le preguntó mientras le mostraba la misma navaja con que le quito la vida a San Tae, de igual forma Jungkook tosio para deshacer el nudo de su garganta y limpio con rabia las lágrimas que empapaban sus ojos antes de responder.

—No. Solo tengo esta arma —Le mostro su arma de fuego, —¿Por qué?

—¿Puedes arrancarle la cabeza a esa basura con esto? Dijo dejándole la navaja en la mano.

—Estás hablando conmigo, claro que puedo. —Le respondió con orgullo mientras sostenía la filosa navaja.

—Le cortaría la cabeza a alguien hasta con un mondadientes. Pero, ¿para qué la quieres?

—Tendremos una pequeña reunión y les mostrare a todos lo que les pasará si intentan algo estúpido en mi contra, la tuya o la de Jin, por eso quiero la cabeza de San Tae.

—Entendido. —Respondió sonriendo, luego se dirigió hasta el cuerpo del San Tae a hacer su trabajo.

Eun Woo corrió hasta donde estaba Jin para tomar a su hermana en brazos y llevarla hasta la moto, y Namjoon se acerco hasta ellos.

—Será mejor que vayas a tu hotel, tienes que darle atención a tu hermana y debemos volver a Seúl.

—Tú también necesitas atención médica, hay que suturar y limpiar esa herida en tu brazo. Vayamos a mi hotel y allá te atiendo, sabes que siempre tengo lo necesario para eso.

—Vale, vale. Esta bien.

—Oye Namjoon —Le hablo Jungkook mientras se acercaba sujetando de los cabellos la cabeza cercenada de San Tae.

—¿Como se supone que llevaremos esto...Dijo con énfasis y alzando la cabeza —¿sin que nadie lo note?

—Jin préstame tu chaqueta

—¿Mi... Chaqueta? —Pregunto confundido.

—Si, si. Tu chaqueta, dasela a Jungkook y ya larguémonos de este lugar lo antes posible, la policia seguramente está buscándonos.

Jin se quitó la chaqueta que traía puesta y se acercó a Jungkook para entregársela, este ya sabía qué hacer con ella, así que de inmediato la tomó y envolvió la cabeza cercenada de San Tae en ella, Jin pusó cara de asco y se dio media vuelta, estaba cansado de todo lo que estaba pasando, parecía que nada iba a terminar nunca pero... A pesar de eso, ya estaba con Namjoon y eso era lo que más quería.




Continuará...






2.

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