Te amo
Advertencia: Este capitulo contiene escenas de violencia física y muerte de un personaje principal.
Los tres reos esperaron por una hora afuera de la enfermería, mientras el doctor revisaba a Jimin, los minutos transcurrían tan lentamente que parecían llevar toda una eternidad esperando noticias. Momentos después, el médico al fin salió, su semblante estaba sumamente serio e inexpresivo, ¿acaso pasó algo malo o él estaría fuera de peligro?
—¿Cómo está Jimin?! ¿Dónde está? —Preguntó Yoongi una vez que corrió hasta el hombre, sin embargo, no recibió una inmediata respuesta.
—¡Oye, te estoy hablando! ¿Minnie está bien?
El médico respiró profundamente y después de secar el sudor de su frente al fin respondió.
—Hicimos lo que pudimos —pronunció en voz baja, con temor de la reacción que tendrían aquellos hombres, haciendo que Yoongi abriera sus ojos de par en par al escucharle. Esperen, ¿escuchó bien? ¿Acaso dijo hicimos lo que pudimos?
—¿Qué... Qué quieres decir con eso? —Dijo en un susurro, un tanto desorientado. En verdad, no entendía nada, su cerebro no podía, no quería procesar lo que estaba escuchando.
—El prisionero tenía una sobredosis, empezó a convulsionar, su presión sanguínea y ritmo cardíaco estaban súper elevados y no pudimos estabilizarle. Murió de un paro cardiorrespiratorio, lo siento.
—Mu-Murió? —Habló Jungkook al escuchar aquello, llevando las manos a su boca impresionado, pues no lo podía creer.
—¿Qué? —Musitó Yoongi que tampoco podía creer lo que el galeno acababa de decir. Eso tenía que ser una broma. Una jodida puta broma de muy mal gusto.
—¿Dónde está? —preguntó pasando a un lado del sujeto para adentrarse a la enfermería.
—Hey, espera! —Gritó el médico para tratar de detenerlo mientras lo sujetaba del brazo.
—¡NO ME PONGAS LAS MANOS ENCIMA, HIJO DE PUTA! —Gritó Yoongi enfurecido mientras se soltaba del agarre de este.
—¿Quiero ver a Jimin! ¿Dónde coño está!? —Dijo mientras continuaba caminando. Tanto Jungkook como Taehyung le seguían, no dijeron nada después de escuchar la noticia. ¿En verdad había muerto?
—No puede ser —Susurró Yoongi al ver a lo lejos a Jimin en la camilla.
De inmediato, caminó con pasos rápidos hasta donde se encontraba y, al ver el cuerpo inerte de este, soltó un leve jadeo por la impresión. El chico tenía que estar bromeando, no... Podía estar muerto, ¿verdad?
—¿Rubia? —susurró mientras sostenía su mano que estaba fría y aún sudorosa. —Oye Minnie, ya estuvo bueno de bromas, despierta, vamos. —Intentó darle unas muy leves palmadas en las mejillas para hacerlo reaccionar, pero fue inútil, pudo observar sus labios pálidos y algunos mechones de cabello rubios adheridos a su frente aún por el sudor. ¿Dónde estaba ese Jimin lleno de energía? El que estaba en esa puta camilla no era él. —Ya reacciona, deja de bromear, sabes que no me gustan las bromas pesadas.
—Yoongi —Le llamó Taehyung apoyando su mano en el hombro de su mejor amigo.
—¡No! —Se quejó aquél, estaba en negación y no quería escuchar la verdad. Jimin no estaba muerto. No, no y no.
—Ya no se puede hacer nada, Hyung.
—¡Cállate! Eso no es cierto, este idiota solo está bromeando. ¡Vamos! ¡Levántate de una puta vez, Jimin! —gritó sujetándolo por el hombro y dándole unas cuantas sacudidas, sus ojos empezaban a humedecerse. ¿Qué era esa extraña sensación en su pecho? ¿Por qué sentía una presión allí... Justo en el corazón?
—Minnie ya basta. —Dijo esta vez en un hilo de voz mientras apretaba sus puños con algo de fuerza y mordía la parte interna de su mejilla. No quería llorar, no iba a llorar, ese tonto rubio no podía hacerlo llorar... Maldita sea.
Sin poder contenerse más, soltó un suspiro y las lágrimas empezaron a brotar a borbotones de sus ojos y corrieron por sus mejillas cual cascadas de agua salada empapando así su rostro en cuestión de segundos.
Jungkook lo miró sintiendo mucha pena y algo de culpa, después de todo ya sospechaba que la droga había sido puesta en el famoso batido de coco, por tanto quien debía estar muerto era él y no Jimin, era la primera vez que veía a Yoongi de esa manera, era una imagen difícil de digerir. Al ver a un hombre tan aparentemente rudo, completamente roto, le dieron ganas de acercársele y consolarlo pero lo mejor era dejarlo llorar. Desahogarse siempre es bueno decían.
Yoongi posó su rostro en el pecho de Jimin y lloró amargamente como nunca antes en su vida había llorado, adoraba a ese chico más que a nada en su vida, este de una u otra manera lo hizo cambiar, le daba alegría a la vida que estaba llevando en esa pútrida prisión y ahora ¿ya no iba a estar?
Sujetó con fuerza la pequeña mano de Jimin y la poso en su pecho mientras que con su otro brazo rodeaba el cuello de aquel para apegarlo contra su rostro.
El cuello de Jimin estaba bañado en las lágrimas de Yoongi y este, aunque trataba, no conseguía una manera de detener su llanto, a Taehyung también le pareció penoso verlo de esa manera, nunca antes lo había visto así y algo adentro en su interior se removió con fuerza, había algo que tenía que hacer urgentemente antes de que fuera demasiado tarde, pero primero iría a aclarar todo este embrollo y a encontrar al culpable.
Molesto, dejó a Jungkook con él y se dirigió a donde se encontraba el médico y, sin mediar palabra, lo sujeto con fuerza por el cuello de la camisa de su uniforme y lo aventó contra la pared, aprisionando su antebrazo contra la garganta de este, impidiendo el correcto paso de aire a sus pulmones.
—¿Por qué mierda no hicieron nada para salvar a Jimin? —Gruñó furioso mientras lo miraba fijo a los ojos.
—Hi-Hicimos todo lo que pudimos, Kim —balbuceo mientras intentaba apartarse el brazo del reo de su garganta pues sentía que en cualquier momento se la iba a romper o peor aún moriría asfixiado. —Lo digo en serio... —El rey chasqueó su lengua, no le quedó de otra que dejarlo libre y, al hacerlo, el médico empezó a toser en un intento por tomar un poco de aire.
—¿Con qué droga fue la sobredosis?
—Aun... No se sabe-respondió mientras sujetaba su cuello con ambas manos para menguar el dolor que sentía. —Envíe una muestra de sangre para analizarla, en unos minutos me entregarán el resultado.
Taehyung suspiro y salió de la enfermería, en realidad le asqueaba lugares como hospitales, clínicas y etc, el olor a alcohol mezclado con desinfectante le producía náuseas, además de que, estar allí, a parte de asquearle hacía que momentos no muy gratos de su niñez invadieran su memoria.
Mientras tanto, Jungkook seguía a un lado de Yoongi e intentaba consolarlo dándole algunas palmadas en la espalda y diciéndole que lo sentía mucho pero que todo iba a pasar.
—¿Puedes... Dejarme solo un momento? —Habló él con su voz quebrada mientras limpiaba las lágrimas de sus ojos y cara.
—Claro. Si necesitas algo... Estaré afuera, con Taoki —Dijo y le dio un último apretón al hombro de este para luego salir de la enfermería. Yoongi, al verse solo con el cuerpo de Jimin, lo observo y soltó un profundo suspiro. ¿Qué iba a hacer ahora sin él? ¿Por qué estaba pasando todo esto?
Al salir de la enfermería Jungkook se encontró con Taehyung que estaba parado afuera esperando los resultados de los exámenes de sangre de Jimin, al verlo salir llegó hasta él y lo abrazo fuertemente y posteriormente lo beso, pero este no era un beso como los muchos que ya le había dado, era dulce, tierno, delicado, apenas si rozaba sus labios, Jungkook se encontró muy confundido ante aquel acto por parte de Taehyung, y se sorprendió aún más después de unos segundos al abrir los ojos y darse cuenta de que este estaba llorando, era la primera vez que lo veía llorar, y sinceramente la sensación que experimentó al verlo tan triste le desagradó demasiado y lo dejó sin saber que decirle en ese momento.
—Tae... yo.... —no pudo terminar la frase pues él lo interrumpió besándolo una vez más.
—Solo escucha conejito y no me interrumpas —susurro el rey para después alejarse, limpio todo rastro de llanto de sus ojos, se irguió de nuevo recuperando su imponente postura y habló de nuevo.
—Yo.... —Inspiró profundo y exhaló. —Yo te amo conejito, estoy muy enamorado de ti y no quiero que pase algo y después no tenga tiempo para decírtelo, tal como le pasó a Suga. —Hablo de corrido sin respirar, en un principio a Jungkook le costó escucharlo pero al final lo hizo, una sonrisa traviesa se dibujó entonces en su rostro y se acercó a Taehyung para abrazarlo.
—Si te atreves a repetir lo que te acabo de decir maldito mocoso lo negaré todo y voy a azotarte el culo hasta tu octava reencarnación. —Jungkook se rió y lo abrazo más fuerte, dándole pequeños besitos por su rostro.
—Tranquilo mi rey su secreto está a salvo conmigo, y yo también te amo. —Se besaron una vez más con todo el amor que sentían el uno por el otro en sus corazones.
—Me harás mucha falta. —Susurró Yoongi en un hilo de voz mientras pasaba con suavidad el dorso de su mano por la mejilla de Jimin, su piel estaba tan fría que daba escalofrío, sintió nuevamente esa opresión en su pecho al verle, estaba tan callado, tan pálido, tan frío y sin esa pizca de alegría que emanaba su sonrisa cada vez que reía.
—Quiero decirte algo, y siento mucho no haberlo dicho antes... Espero puedas perdonarme —Habló en voz baja mientras nuevas y cálidas lágrimas se escapaban de sus ojos sin su permiso.
—Debí haberlo dicho antes —apretó con fuerza sus puños.
—Te amo —Confesó.
—Te amo tanto que duele... No puedo creer esto que está pasando, necesito que me digas que es mentira, por favor amor te lo suplico, dime que no es cierto —sollozaba audiblemente mientras se tapaba el rostro con su mano derecha para intentar calmar el llanto.
—Averiguaré quién mierda fue el causante de todo esto, porque sé muy bien que tú odias las drogas, cuando sepa quién lo hizo, lo mataré —una gran ira comenzaba a invadirlo.
—Es una promesa —Dijo con voz firme y un poco más calmado.
—Te amo, mi hermoso Minnie. Adiós. —Tomó su mano y le dio un corto beso de despedida. Ahora, estaba decidió a buscar como sea al maldito que lo asesinó, porque eso fue lo que sucedió, estaba seguro de que a él lo asesinaron.
Salió de la enfermería más que furioso, sus ojos aún estaban rojos de tanto llorar pero ya pasaria. Taehyung y Jungkook voltearon a verlo cuando este se acercó a ellos.
—¿Me ayudarás a averiguar quien asesinó a Jimin? —Preguntó con voz firme a su líder, este asintió con su cabeza como respuesta y metió sus manos en los bolsillos de su pantalón.
—¿Tienes alguna idea de quién pudo haberlo hecho?
—No. Él no tenía enemigos ni tampoco consumía drogas... Así que no entiendo cómo es posible que muriese de una sobredosis.
—Ahí viene —señaló Jungkook al ver al médico acercarse con unos papeles en las manos, al parecer eran los resultados de los exámenes de laboratorio,
—Ya tengo el resultado de la muestra de sangre que le tomamos al prisionero. —Habló una vez que estuvo cerca de ellos. —Al parecer ingirió una alta dosis de cocaína y efectivamente ese fue el motivo por el cual murió.
—¿Cocaína? —Yoongi se veía un tanto extrañado por aquello. —El no pudo consumir eso, ¡no es un drogadicto!
—Pues eso no lo se, solo les estoy informando lo que indica el examen.
—¿Pero cómo pudo pasar? La cocaína se ingiere inyectándoselo o aspirando. Si alguien intentó inyectársela me lo habría dicho.
—¿Hace cuánto comenzó con los síntomas?
—Estábamos en el comedor y... Espera... ¿No será que pusieron droga en su comida? —Pero el único que nos da la comida es el encargado de la cocina. No es posible que él haya... —señaló Jungkook.
—Ese hijo de puta —Le interrumpió Yoongi, sentía su sangre hervir de la ira. Si ese maldito se atrevió a poner la cocaína en la comida de Jimin lo iba a lamentar. ¡lba a matar a ese cabrón!.
—Lo matare.
Dicho aquello, salió corriendo como volador sin palo hasta llegar a el comedor, aún habían reos en el lugar, pocos, pero habían, observó en dirección a la cocina y pudo localizar al encargado; las bandejas con alimentos se ponen en un pequeño mesón de cerámica, algo estrecho pero no demasiado, no hay ninguna reja como protección o algo por el estilo, así que le fue fácil dar un salto en este mesón y adentrarse a la cocina hasta caerle encima al encargado.
Aquel palideció al caer de culo al suelo por el empujón y ver a un reo encima de él, sujetándolo por el cuello de su camisa y dispuesto a propinarle un golpe con su puño en el rostro.
—¿Q-Qué...Q-Qué haces?! ¡Auxi...!
—¡Cállate! —Gruñó dándole un fuerte golpe en la quijada que lo aturdió antes de que este pudiera pedir ayuda.
El cocinero se quejó del dolor e intentó sujetarle las muñecas a ese furioso hombre.
—¿Por qué mataste a Jimin?! ¡Habla!
—¿Q-Qué? —Preguntó confundido. —¿De qué estas hablando? ¡Yo no maté a nadie, llamaré a los guardias!
—Gritas y te juro que te partiré el cuello, maldito hijo de puta-Le amenazó.
—No sé de qué estás hablando, en serio. —Dijo con desesperación.
—¿Entonces cómo explicas su muerte por una sobredosis justo después de comer?! él estaba muy bien hasta que terminó el almuerzo, ¡cabrón! —grito furioso y le estampo otro fuerte golpe en la mandíbula. —¡Confiesa que le pusiste droga al pollo, al jugo, a todo!
—¡N-No! —Dijo con su voz nerviosa. —¡¿Por qué haría eso?!
—Tú dímelo, hijo de puta. ¿O es que acaso alguien te pagó por hacerlo? ¡Habla ya!
—Estás equivocado! ¡No le puse ninguna droga en su comida y nadie me pagó para hacer algo así!
—¿Y piensas que te voy a creer? —Gruñó entre dientes. Si él no fue, no le importaba, de todas formas iba a asesinarlo, necesitaba encontrar un maldito culpable con quien desquitar su dolor, por lo tanto él pagaría. —De esta no sales vivo, puta mierda.
—¡Espera! ¡Por favor espera! Alguien más Alguien tuvo que hacer eso. Yo no tengo nada que ver.
—Eres el único en este lugar, maldito infeliz, claro que fuiste tú.
—No... Hay un error. ¡Alguien quiere inculparme!
—¿Ah, si? ¿Y cómo quién? —Soltó una pequeña risa al escuchar algo que le parecía tan estúpido.
—No lo sé... Pero alguien tuvo que haber planeado esto. Yo no lo hice, te lo juro por Dios.
—Claro, me dirás que vino don fantasma y puso la maldita cocaína en su batido de coco, su pollo o sus papas fritas ¿cierto? ¿Es lo que me dirás para salvar tu culo?!
—¿Batido... De coco? El batido era de Jung.
—¿La pelirroja?
—Si! Bueno, así era... Pero él llegó y me dijo que Jungkook habló con él y le dijo que quería cambiar su jugo con el suyo.
—¿Qué dices?
—¡Te juro por lo más sagrado que es la verdad!
—Claro. —Musitó. Empezaba a recordar mejor las cosas, Jungkook cambió su batido por la merengada de fresa de Jimin porque a este no le gustaba su sabor, hasta Taoki hizo un chiste de eso... Vamos, 2+2 son 4. Jungkook no pudo haber hablado con La pelirroja para hacer ese famoso intercambio de bebidas, eso sonaba ridículo, ya que ambos reos no cruzaban palabra y dudaba mucho que tuviera algo que ver con lo que estaba pasando, pero por si las moscas, para matar las dudas, le preguntaría directamente. El cocinero sí que tuvo suerte, Yoongi ya estaba a punto de partirle el cuello.
Una vez dicho aquello, soltó al cocinero y, antes de salir e irse por donde vino, se dirigió hasta una de las licuadoras que hay en la cocina y con brusquedad le arrancó el cable de la misma, para su suerte, ningún guardia estaba vigilando por esos lares así que pudo irse luego sin ningún problema.
Al salir del comedor, se fue a buscar a Jungkook, tenía que preguntarle un par de cosas y si llegaba a sospechar aunque sea una mínima cosa, sea como sea, lo mataría.
No tardó mucho en encontrarlo, estaba en uno de los pasillos de la prisión junto con Taoki, así que, al verlo, caminó hasta él.
—¡Yoongi! —Le llamó al ver a este acercarse. —¿Qué pasó? ¿Pudiste averiguar algo?
—Necesito preguntarte algo —hablo con voz firme —¿Acaso tú hablaste hoy con La pelirroja?
—¿Eh? —esa pregunta si que no se la esperaba y lo dejaba algo confundido.
—¡Como lo oyes! ¿Acaso tú hablaste con él y le pediste que intercambiaran sus jugos?
—¿Para qué haría eso? Yo no hablo con Hoseok, lo sabes —Respondió —¿Por qué preguntas esa barbaridad?
—El cocinero me dijo que él llegó y cambió su jugo por el tuyo ya que así se lo pediste.
—¿Qué?! ¡Eso no es cierto! ¿Será por eso que... Tenía yo un batido diferente al que pedí? Se supone que mi bebida y la de Taehyung eran iguales y terminé con un puto batido de coco. Fue por eso que... Jimin lo cambió con el mío —Dijo esto último como un susurro y pensando en la situación, eso quiere decir que si Hoseok tuvo algo que ver y pusó la droga en el batido, el que iba a morir era él y no Jimin como ya se lo temía. Mierda... murió por su culpa. O mejor dicho, ¿le salvó la vida?.
—No puede ser —Habló Yoongi sin poder creerlo. —La pelirroja... Él no pudo haber hecho eso. Él no pudo asesinar a Minnie.
—No iba a asesinar a Jimin, sino a Jungkook —intervino el rey después de atar cabos en su mente, cosa que era más que cierta.
—Maldita sea... ¡Maldito hijo de puta! —Gritó un furioso.
Minutos antes en la celda de Namjoon.
—¡NAAAAAAM! —Gritó Hoseok al entrar con desesperación a la celda de este.
—¿Qué quieres pelirroja? —preguntó molesto al ver a este entrar como siempre, sin permiso alguno.
—¡Por favor, tienes que ayudarme! —Pidió casi de rodillas a él. Había observado desde lejos todo el movimiento que había pasado después que salió del comedor, vio cuando los reos llevaron a Jimin a la enfermería, todo lo que esperaron hasta salir y luego vio a Yoongi como un demonio por los pasillos, sentía ese horrible y mal presentimiento de que a cualquier hora llegaría su fin así que, desesperado, pensó en pedir ayuda a Namjoon.
—¿Ayudarte? ¿Por qué o mejor dicho en qué? —Preguntó con el ceño fruncido.
—S-Solo ayúdame por favor... Protégeme. No dejes que algún reo me haga daño, te lo pido.
—¿Y por qué haría eso? ¿Para qué querría protegerte? —Dijo sonriendo con burla al ver el semblante de desesperación en la cara de Hoseok. ¿Por qué estaba tan asustado? ¿Quién iba a hacerle daño?.
—Nam, haré lo que tú quieras, puedo ser tu puta, follame las veces que quieras y como quieras pero por favor....
—Ya te lo he dicho. No quiero nada contigo —Le interrumpió. —Si has venido a mi es porque quieres, pero tu culo no lo quiero ni lo voy a follar nunca.
—¡Estoy en peligro! —Namjoon Bufó hastiado y llevó su mano hasta el puente de su nariz para sujetarlo, ya se estaba cansando de las quejas de este.
—Será mejor que te largues de aquí Jung. Pierdes tu tiempo.
—P-Pero...
—¡Jung Hoseok! ¡Sal donde quieras que estes! —Yoongi dio un grito sumamente agudo en los pasillos de la prisión, ese hombre estaba furioso y solo esperaba dar con el paradero de este para acabarlo.
Hoseok al escuchar su nombre palideció por completo y sintió sus piernas flaquear, soltó un jadeo del puro susto y cayó de rodillas al suelo, tapando sus oídos con ambas manos. Aquello... no podía estar pasando ¿cierto? Yoongi no pudo haberse enterado de lo que él hizo, ¿verdad?
—¡Jung! —Volvió a gritar esta vez más fuerte. Los ojos de la pelirroja se pusieron en blanco y comenzaron a humedecerse por las lágrimas, en un intento desesperado por ocultarse, se fue gateando hasta el pequeño lavabo y se quedó allí en posición fetal bajo este y volvió a tapar sus oídos con ambas manos.
Namjoon pudo ver el pánico en su rostro y se preguntaba qué putas estaba pasando. Sí, él se dio cuenta cuando Yoongi llevó a Jimin hasta la enfermería junto con Kim y su hermano. ¿Será que él tuvo algo que ver? ¿Pasó algo con la rubia? Eso sí que no lo sabía. Se levantó de la cama y, con las manos en los bolsillos, caminó hasta la salida de la celda, al salir, vio a Yoongi buscando como loco por cada una de ellas a La pelirroja. Aquél reo parecía una fiera, golpeaba y empujaba a cualquiera que se interpusiera en su camino, se quedó en la entrada de la celda y miró de reojo a Jung, quien estaba a punto de un infarto, le dio un poco de lástima aquel pobre diablo que, seguramente, iba a morir en minutos.
Poco a poco Yoongi se iba acercando hasta llegar a donde se encontraba Namjoon, una vez que se topó con este, miró dentro de la celda y lo vio. Si, allí estaba. Tratando de esconderse de su terrible final...
—¿Qué está haciendo él en tu celda? —Preguntó a Namjoon, pero este, con indiferencia, solo se encogió de hombros.
—Yoongi... Yoongi no lo hagas. —Habló bajito Hoseok desde su lugar al ver a este llegar a la celda. Yoongi pudo escucharle, así que giró su rostro nuevamente y sus miradas se encontraron.
—¿Por qué te escondes pelirroja? —preguntó adentrándose con pasos lentos a la celda. ¿Acaso Jung tenía miedo de algo?
—Yoongi ... Por favor...
—¿Por favor qué? —Le interrumpió. —¿De qué tienes miedo? Sabes lo que hiciste y por eso huyes, ¿verdad? ¿Creíste que nadie lo descubriría? ¿Lo creiste?!
—¡Lo siento, lo siento, lo siento! —Grito asustado y con lágrimas baja sus ojos al ver a Yoongi a pocos milímetros lejos de el. Este se había agachado para quedar a la altura de la pelirroja para poder verlo a los ojos, necesitaba verlo y convencerse de la maldita clase de basura que era. Por culpa de sus malditos celos cometió el peor error de su vida y ahora lo iba a pagar.
—¿Por qué lo hiciste, pelirroja? —Le habló en voz baja. —Dime por qué.
—Fue un error, lo juro! —Dijo con lágrimas en los ojos.
—Él no debió... Beberse el jugo de Jungkook, lo siento tanto... Por favor créeme. Yo no quería.
—Hijo de puta —Le interrumpió e inmediatamente le propinó un fuerte golpe con su puño cerrado en el centro de la cara, partiéndole el tabique y haciendo que la cabeza de Hoseok chocara contra la pared. Eso era todo lo que quería escuchar, el poco aprecio que sentía por él se fue al carajo en ese instante..
Lo sujetó con fuerza y brusquedad por sus cabellos y lo sacó a rastras de la celda, él imploraba por perdón y le pedía que no le hiciera daño pero este hizo caso omiso a sus súplicas. La pelirroja lloraba, intentaba con desesperación sujetarse de los barrotes y soltar la mano de Yoongi de su cabello, sentía que iba a arrancárselo cada vez que este lo jalaba con furia.
—¡QUITENSE DE MI CAMINO ESCORIAS! —Gritaba y empujaba a todo aquel que se encontraba en su camino mientras arrastraba por el suelo a Jung.
—¡Suéltame Suga! ¡Por favor, ayuda! —Imploraba con lágrimas en los ojos a la vez que pataleaba y le sostenía las muñecas a Yoongi.
—¡Lo siento, en serio lo siento!
—¡Cállate! No me importa que implores por tu vida ¡Te mataré!
—¡No! ¡N-No lo hagas por favor, te lo pido! ¡Fue un error!
Todas aquellas súplicas fue en vano. A Yoongi no le interesaban las lágrimas de este, su único fin era asesinarlo así como él lo hizo con Jimin...
Una vez que llegó a la celda de Hoseok, lo aventó dentro de la misma con toda su fuerza haciendo que impactara contra el pequeño lavabo y luego cayera el suelo con un gran dolor en su espalda, cerró la reja del lugar por si a aquel se le ocurría la estúpida y brillante idea de querer escapar, tiró en la cama el cable que llevaba en la mano y que nunca dejó caer para luego sacar del bolsillo derecho de su pantalón una manopla, acomodándose la misma entre sus dedos.
Se acercó con parsimonia hasta Hoseok, deleitándose con el horror que este mostraba con su llanto, pero eso no le interesaba, verlo llorar y suplicar no le tocaba ni una pizca de su ser. No sentía compasión, no sentía pena, no sentía nada al verlo, solo un odio que ni él mismo podía describir en ese momento.
—Suga... Te lo imploro. Por favor no me mates... Tu y yo hemos sido buenos amigos... ¿No significó nada para ti?
—¿Amigos? —Dijo agachándose hasta él para quedar a su altura y fijar su mirada con la suya —¿Crees que decirme eso te va a ayudar en algo?
—Yoongi.
—Mataste a Jimin, Hoseok. No me importa si fue un jodido error, lo hiciste y vas a pagarlo con tu vida.
—¡NOOOO! —Gritó e intentó desesperadamente escapar empujándolo por el pecho para apartarlo. Sí, lo pudo empujar y apartarlo, incluso salió gateando pero esto no fue suficiente.
—¿A dónde crees que vas? —Gruñó mientras lo sujetaba por las piernas para halarlo y darle la vuelta, posicionándose luego encima de él. —¿Crees que escaparás?! —le propinó un violento golpe en el rostro, seguido de tres o cuatro más, los golpes con la manopla le laceraron la piel de su mejilla y sangre comenzó a brotar por ella, no conforme con eso, volvió a golpearlo un par de veces más, partiéndole la ceja, el labio inferior y el tabique de su nariz más de lo que ya estaba.
Hoseok gritaba de dolor y por el pánico, sabía que iba a morir algún día pero... Nunca creyó que sería tan pronto.
—Yoongi...
—CALLATE! ¡NO DIGAS MI NOMBRE! —Gritó para luego sujetarlo por el cuello de la camisa y arrastrarlo hasta la reja de la celda y estampar su cara contra la misma. Fueron una, dos, tres, seis y siete las veces que golpeó su cara contundentemente contra los finos barrotes de hierro.
Ver el rostro desfigurado de Hoseok daba pavor... Pedazos de carne se le despegaban de la frente, sin contar la cantidad de sangre que brotaba de la misma, fue una golpiza brutal, le desfiguró la cara más no perdió la conciencia, Yoongi lo sujeto fuertemente de los cabellos manchados de sangre y lo tumbó nuevamente contra el piso, casi a un lado de la cama.
Hoseok se esforzaba por respirar, algunos dientes frontales se le aflojaron y tuvo que escupirlos, como pudo, trató de abrir los ojos y ver a Yoongi quien se acercaba para posicionarse encima de él, una vez arriba, tomó el cable de la licuadora que había tirado en la cama y sin ningún remordimiento lo envolvió en su cuello, sujetó con fuerza ambos extremos y los haló, apretando el cuello de Hoseok con la intención de asfixiarlo hasta que este diera su último aliento de vida.
La pelirroja intentó inútilmente meter sus dedos entre el cable para evitar la asfixia pero obviamente fue imposible... Yoongi no pensaba en nada, solo quería verlo morir, Hoseok luchaba por su vida, daba patadas contra el suelo, con fuerza y repetidamente pues sentía ya la falta de oxígeno, la desesperación invadía todo su cuerpo y Yoongi podía notarlo, con más fuerza halaba ambos extremos del cable y, de un momento a otro, La pelirroja poco a poco dejó de forcejear, lentamente sus piernas dejaron de moverse y sus manos cayeron a los costados de su cuerpo.
Yoongi soltó un suspiro acompañado de un suave jadeo al ver con cierto sentimiento de pena, satisfacción y dolor a la persona que él había considerado en algún tiempo su amigo, muerto debajo de él..
—Maldita sea. —Musitó apretando sus puños con fuerza y soltado el cable con el que lo asfixió, miró sus manos ensangrentadas y maldijo nuevamente a la vez que se apartaba del cuerpo, sin poder evitarlo, pequeñas lágrimas empezaron a correr por sus mejillas.
—Maldito imbécil —Dijo entre dientes mientras lo miraba.
—DEVUELVEME A MI Jiminnie, ¡DEVUELVEMELO! —Gritó y, como si fuese a ayudar en algo, volvió a golpearlo en el rostro. —Tú, hijo de puta, lo mataste! ¡Lo mataste! —Dijo ahogado en llanto.
—¿Por qué él...? ¿Por qué no a mí? El era un buen chico, joder... No pude hacer nada para ayudarlo. Maldito seas Jung Hoseok!
Yoongi se quedó al lado del cuerpo muerto de Hoseok mientras lloraba con dolor por la pérdida de su amado, él era fuerte, podía matar a cualquiera sin remordimiento, podía ver morir a otros y le era indiferente, pero ahora, la muerte de Jimin le tocó esa parte dentro de él que creia perdida. ¿Qué iba a hacer ahora? Asesinó a un amigo, su chico estaba muerto y a él... ¿Qué le quedaba a él? Nada.
Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top