La pelirroja

Una semana después. 

Ha pasado una semana desde que Jeon Namjoon salió de El Hueco, la convivencia de Jungkook con Taehyung ha sido principalmente de sexo cada vez que el mandamás se le antoja, que es casi a cada momento cabe destacar.

Jungkook se ha acostumbrado a tener que follar con ese hombre sin quejarse, pero bueno al final no le ha parecido algo tan malo tampoco, ya que también tiene días en que el hombre lo sorprende, como aquel dia en que estaba hablando con Jimin de lo mucho que extrañaba tomar te caliente en las tardes, y aunque Taehyung se había mostrado indiferente ante la conversación, ese mismo dia en la noche llego a la celda con un calentador de agua eléctrico y una canastita llena de pequeñas bolsas de té de diversos olores y sabores, del mismo modo le había cambiado el colchón, le consiguió un nuevo juego de sabanas y una cobija de lana para las noches frías, hasta cortinas del color favorito de Jungkook había puesto en la celda, según él para que se sintiera mas cálido el lugar y pudieran olvidarse al menos por un momento de que estaban en una cárcel. "le dará calor de hogar" fue lo único que había dicho cuando las estaba colgando.

Taehyung no daba explicaciones de sus actos ni decía nada, solo aparecia en la celda y le dejaba las cosas sobre la cama y de igual forma salía en silencio nuevamente, Jungkook tampoco le decía nada, ni le daba las gracias, pero a la llegada del rey después de un rato, era él quien iniciaba las sesiones de sexo y ya no se sentía tan utilizado, sino que comenzaba a sentirse quizá ¿un poco amado? La verdad no lo tenía muy claro, solo estaba seguro de que le gustaba aquella sensación cálida que le producía estar cerca del hombre recostado en su pecho.

A Namjoon le parecía vomitivo que su hermano sea el amante de ese sujeto y, a decir verdad, si se llegara a enterar de la verdadera razón por la que Jungkook comenzó a hacerlo, sin duda mataría a Taoki sin detenerse a pensárselo dos veces.

Aunque Namjoon fue claro con Hoseok al decirle que no quería volver a verlo en la celda, este no le hizo caso y siguió haciéndole visitas, pasaba a saludarlo, trataba de entablar una conversación o hacer cualquier otra cosa para agradarle, aunque le parecía una molestia la presencia de este, ya empezaba poco a poco a acostumbrarse a verlo, después de todo, no era tan malo tener con quien conversar en ese lugar.

Por otra parte, Yoongi y Jimin no la han pasado muy bien en estos días......

—¡Joder, Minnie. ¿Puedes parar ya con esto?! —le hablo Yoongi mientras trataba de seguirle el paso a Jimin quien caminaba apresuradamente hasta la entrada de su celda.

—¿Parar con qué? —Contestó con indiferencia a la vez que se tumbandose en la cama.

—Sabes bien de qué te hablo, ha pasado una puta semana y en serio empiezo a fastidiarme de lo mismo. No quieres hablarme, no hemos tenido sexo, simplemente te has dedicado a ignorarme y estás actuando como un maldito mocoso infantil. —Dijo un tanto enojado más no recibió ni la mínima respuesta por parte de Jimin, cosa que lo hizo enojar aun mas.

—¡¿Al menos me estás escuchando?! Dime de una puta vez, ¿Qué coño te pasa?

—Nada —Respondió encogiéndose de hombros.

—Bien. Como no quieres hablar y seguirás así hasta quien sabe cuánto tiempo más, iré a follarme el culo de algún otro reo hasta que se te quite la mierda que tienes en la cabeza.

—Claro, es más fácil follarte a otro y no decir que me amas. —Soltó al fin.

¿Así que eso era todo? ¿Por eso fue su enojo todo este tiempo?

—Espera... un momento... Me estás diciendo que todo este puto rollo fue por esa vez en que...

—¡Sí idiota! —Le interrumpió poniéndose de pie. —Estoy molesto por eso, en serio que lo estoy.

—Escúchame bien, maldito mocoso. Gruñó Yoongi mirándolo fijamente. —Eres mi pareja, lo sé, pero ni tu ni nadie me van a obligar a decir algo que aún no estoy preparado para decir ¿vale? Así que si vas a seguir molesto por esa mierda será mejor que terminemos con esta relación porque no te lo diré hoy, ni mañana, ni nunca.

Jimin puso sus ojos en blanco. ¿Terminar? A caso... ¿Yoongi quiere terminar con él? Joder, si solo quiere que su pareja le diga que lo ama.

¿Por qué es tan complicado de entender?

—¡Ahora si y lárgate de aquí y ve a follar a quien te de tu puta gana! —Gritó con un nudo empujándolo, tratando de sacarlo fuera de su celda, sin embargo, Yoongi le sujetó las muñecas e intentó girar su rostro, notando como este estaba rojo y unas pequeñas lágrimas bajaban por sus mejillas.

—¿En serio quieres eso? —Preguntó con voz suave— Jimin suspiro y
agacho más su rostro tratando de esconderlo.— Respóndeme Jimin. ¿Quieres eso?

—Que te importa. —Susurro.

—¡Claro que me importa, tonto! Se trata de ti, todo de ti me importa. —le hablo desesperándose por la actitud de su novio, mientras pegaba su cuerpo al suyo para luego abrazarlo. —Siento mucho no haberte respondido esa vez como tú querías, pero eso no significa que no sienta lo mismo por ti que tu por mi. Es solo que aún no estoy listo para decirlo, entiéndelo, es difícil para mi decirlo en voz alta, pero lo siento, te lo juro.

—¿Sientes lo mismo? —Preguntó subiendo su mirada hasta encontrarse con los ojos de Yoongi.

—Claro, tonto.

—Eres un idiota.

—Sí, pero soy tu idiota pequeño mocoso caprichoso.

—Te odio.

—Y yo más. —Sonreía y le sostenía con suavidad el mentón, luego le dio un cálido beso, que decía mas que mil palabras, porque hay sentimientos así, tan grandes que no caben en las palabras. —Ven acá... Tendrás que hacerte responsable de las consecuencias de hacerme sufrir tanto tiempo, pequeño idiota. —Lo tumbo en la cama y se posiciono encima de él.

—¿Hacerme re-responsable? —Preguntó con cierto nerviosismo ante la mirada llena de deseo en Yoongi, quien ya se estaba quitando la camisa.

—Obviamente —se acercó al cuello de Jimin para lamerlo y darle una profunda mordida. —No hemos tenido sexo en una semana, así que será mejor que te prepares. —Sonrió con morbo.

—O-Oye... Espera... ¿No será mejor que conversemos primero? No hemos hablado mucho últimamente.

—Cállate, tonto. No quiero hablar en este momento.

¿Hablar? ¿Quién le dijo a Jimin que Yoongi quería hablar? Ese hombre solo deseaba follarse a su tonta rubia hasta quedar seco. Después de todo, a tenido que quitarse las ganas solo con su amiga la Manuela y ya le iban a salir callos en los dedos de tanto jalarsela.

Después de una larga y exhaustiva sesión de sexo, para recuperar el tiempo perdido, quedó al fin satisfecho mientras que Jimin estaba a punto de sufrir un desmayo. ¡Le iba a costar levantarse de la cama! Ese pabellón de la cárcel de Konapus, necesitaba una donación de sillas de ruedas urgente, para los pobres presos que tenían que satisfacer los deseos de aquellas bestias sedientas de sexo que allí estaban recluidos.

Mientras tanto Namjoon, estaba recostado en su cama donde sus pensamientos comenzaban a jugarle sucio, estaba acostado recordando aquella vez que llevó a Jin a una cabaña y allí pasó con ese tonto un agradable momento. ¡Mierda! lo extrañaba tanto, tenía tantas ganas de volver a escuchar su voz, verlo a los ojos y tocar su cuerpo como aquella vez. El solo pensar en ese día en que hicieron el amor por primera vez, le daban ganas de volver a repetirlo. ¡Quería tener a ese hermoso hombre con él! Pero eso ya era imposible. ¿Cuándo volvería a verle? ¿Acaso estaría bien? Tonto Seokjin. Por su culpa ahora él no era el mismo, se incorporó de la cama y se sentó en el borde de la misma soltando un suspiro y llevando una de sus manos a la cabeza, removiendo sus largos cabellos, tenía que dejar de pensar en ese chico o sería cada vez mas difícil soportar la nostalgia de su ausencia.

—¿Te sucede algo? —Preguntó Hoseok quién había llegado en ese instante a la celda, sorprendiendolo mientras seguía sumergido en sus recuerdos.

—No, vete de aquí, ¿quieres?

—No seas asi, ya dime, ¿qué te pasa? —Preguntó mientras se acercaba, quedando de pie frente a él.

—Ya te dije que no es nada pelirroja, no molestes.

—Oye, si algo te molesta puedo hacértelo olvidar al menos por un rato.

—¿De qué hablas?

—Te enseñaré. —Respondió sonriendo ladino mientras se agachaba y se posicionaba entre las piernas de Namjoon.

—Joder, pelirroja. ¿Qué crees qué haces? —Gruñó tratando de apartarlo, sin embargo este no se dejó.

—¿Quieres saber por qué Taoki no deja que esté con otros reos? —Su voz tenia ese tono coqueto que hacia estremecer a cualquiera y casi sin que se percatara de ello, le acariciaba el miembro por encima del pantalón a la vez que sonriendo y fijando su miranda en los ojos de Namjoon, él lo observaba entre confundido y también con cierta curiosidad morbosa por saber que le haría exactamente. 

—Solo relájate y disfrútalo.

Hoseok metió su mano dentro del pantalón y bóxer de Namjoon y de inmediato sacó aquél grueso pene que engulliría gustoso dentro de pocos minutos. No pudo evitar relamerse los labios con morbo mientras comenzaba a masturbarlo con su mano, empezó con movimientos lentos pero poco a poco fue aumentando su velocidad logrando arrancar de la garganta de Namjoon leves gemidos.

Quería en verdad detenerlo pero... Carajo. ¿Cómo podía negarse si le iban a hacer una mamada después de tanto tiempo de abstención que llevaba?

Después de unos minutos, Hoseok al fin decidió llevar su boca hasta el pene de Namjoon y comenzó a pasar su lengua por toda la extensión de su miembro erecto, deleitándose por esos pequeños jadeos que se escapaban de la garganta del este, posó su mano libre en sus testículos para estimularlos un poco mientras le lamía y le daba pequeños besos, succionándole el glande del pene para nuevamente recorrer con su lengua toda la extensión de su miembro, haciéndolo gemir de satisfacción.

Después de un rato, Hoseok decidió abrir bien su boca para así engullirlo lo mas que podía, con movimientos lentos empezó a chuparle el pene, haciendo ciertos sonidos obscenos con su boca mientras iba aumentando la velocidad de ese vaivén que estaba por enloquecer a Namjoon quien soltaba leves gruñidos por la excitación.

Hoseok continuó sacando y metiendo el pene de Namjoon casi por completo dentro de su boca mientras continuaba estimulándole los testículos,  estaba al borde de la locura al sentir cómo su miembro era engullido por esa boca tan cálida. ¡Mierda! en verdad La pelirroja sabia hacer bien su trabajo. Ahora podía entender por qué Taehyung no dejaba que este estuviera con otros reos. ¡Su lengua había sido bendecida por los dioses del placer!

Namjoon sintió estar a punto de correrse, así que comenzó a arquear un poco sus caderas hacia adelante para así introducir su miembro aun más, para así llegar a lo mas profundo de la garganta de Hoseok quien estaba concentrado en respirar profundo por la nariz para no ahogarse. Llevó su mano derecha hasta la cabeza del pelirrojo y la sostuvo por el cabello, tirando de el con un poco mas de fuerza de la necesaria, haciendo que metiera su pene lo más profundo que le era posible en su garganta.

Después de unos cuantos minutos más, llegó al fin al orgasmo y se corrió en la boca de Hoseok soltando un gemido alto de satisfacción, mientras que aquél sentía cómo su esencia corría dentro de su boca y se deslizaba en su garganta, no dejó escapar ni una sola gota pues algo tan delicioso como eso no podía dejar que se derramara, ¡no señor! La esencia de Namjoon tenía un gusto agridulce, pero sin duda el hombre era tan varonil que Hoseok lo deseaba intensamente,  sacó el miembro de Namjoon de su boca y respiró satisfecho relamiéndose los labios y una pequeña sonrisa picaresca se le dibujaba en el rostro al ver con orgullo la expresión de éxtasis reflejada en el rostro de Namjoon.

Si ese hombre no caía rendido a sus pies, dejaría de llamarse Jung Hoseok.

Se puso de pie y sonrió ladino sin apartar la mirada de Namjoon quien lo observaba un tanto cohibido mientras metía su miembro ahora flácido, nuevamente en su lugar, dentro de sus pantalones. ¿Y ahora?! ¿Qué se supone qué iba a hacer con La pelirroja? ¡Eso no tenía porque haber pasado!

—¡Oye, pelirroja. Yo no...!

—No tienes que decir nada Nam —Le interrumpió. —Esto será nuestro pequeño secreto. —Guiño su ojo derecho y caminó hasta la salida de la celda.

Namjoon no pudo decirle nada más, ya había salido de la celda en un parpadeo y este se quedó más confundido que nunca. No debió dejar que ese tonto... Le hiciera esa mamada, joder. Si creía que por eso ahora iban a tener alguna especie de relación estaba muy equivocado, él no sentía esa necesidad de estar sentimentalmente con alguien a menos que ese alguien fuera cierto adorable hombre de nombre Kim Seokjin. Así que eso solo fue... Nada......

Hoseok, al salir de la celda, se fue camino hasta la oficina del alcaide, tenía que hablar con el viejo fuera como fuera y hoy era el momento apropiado.

Los guardias que custodian la oficina al verlo acercarse le impidieron el paso obviamente, aunque este les informo que tenia información importante que revelarle al alcaide referente a el causante de la muerte del guardia que fue encontrado muerto en una celda de El Hueco.

Uno de estos guardias le informo al alcaide sobre la presencia del reo Jung en su oficina y de la información que supuestamente venía a darle e inmediatamente lo hicieron pasar esposado de manos y con grilletes en los pies, tal y como era la norma del penal.

—Espero por tu propio bien que la información que dices que tienes, sea verdaderamente importante, prisionero o de lo contrario hoy dormirás en El Hueco, por hacerme perder mi valioso tiempo. —Sentenció el alcaide desde su asiento mientras observaba a este acercarse.

—Por supuesto que lo es, alcaide. —Respondió deteniendo el paso a dos metros de distancia del escritorio del viejo alcaide.

—¿Y bien? Habla ya.

—Sé quién fue el responsable de la muerte del guardia. —Dijo esbozando una sonrisa casi imperceptible en su rostro. —Pero te daré el nombre del culpable, solo con una condición.

—Sabía que algo ibas a pedir a cambio, maldito pedazo de mierda.Pero está bien, dime de una vez el nombre del que lo hizo y qué es lo que quieres a cambio de la información.

—Quiero que hagas algo específico con ese reo, quiero que primero que todo lo encierres en El Hueco y que mandes a alguno de tus guardias para que lo viole y luego de que se divierta con su culo, lo asesine. No quiero ver vivo a Jungkook más nunca, ¿Quedó claro?

—¿Jungkook?

—Si, Jeon Jungkook fue quien asesinó al guardia, yo mismo pude ver cómo ese infeliz lo apuñaló en el estómago en un celda, lo que no se es el por qué apareció su cuerpo en una celda de El Hueco. supongo que así lo ordeno Taoki, da igual, el punto es que fue Jungkook quien lo asesinó, estoy seguro de ello.

—¿Y cómo puedo estar yo seguro de eso?, eres un puto criminal y no es como que tu palabra tenga algún valor para mi.

—¡Joder, viejo! ¿Crees que habría venido hasta acá para decir algo que no es cierto y exponer mi vida? Vamos. Si no me crees por qué no lo interrogas o qué sé yo, haz tu trabajo, lo que te digo es cierto, lo creas o no. —Dijo un tanto molesto. El alcaide le escuchó con atención y soltó un largo suspiro mientras pensaba en lo que el reo le acababa de decir, llevó su mano hasta su barbilla y acarició su escasa barba mirando fijo a los ojos de Hoseok.

—Está bien, no se por qué, pero voy a creerte. Ya puedes irte.

—No olvides la condición de la que te hable. —Le recordó antes de darse la vuelta y disponerse a salir de aquella oficina.

Los guardias que custodiaban a Hoseok, sacaron a este del lugar, retirándole después de que estuvo lejos de la oficina del alcaide, las esposas y los grilletes, sin embargo el alcaide le ordenó a uno de ellos que se quedara.

—Avisa a dos guardias de los que están custodiando las celdas de confinamiento solitario, que vayan por el reo Jeon Jungkook. Que lo encierren, hagan lo que quieran con él y después lo maten mañana en la noche.

—Como ordene, alcaide. —Respondió el guardia, haciendo una pequeña reverencia para salir luego de la oficina, se iban a divertir de lo lindo profanando el culo de ese prisionero.

Continuará.......

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