Dicen que para cada persona se encuentra una alma gemela esa que estará contigo para toda tu vida. Pero aveces el destino se equivoca te pone a alguien en tu camino para que dañe tu corazón. Si existen las almas gemelas no diré que no, pero el destino se empeña de poner a alguien que esta unos días contigo y a las semanas ya no esta. Mi vida no ha sido de las mejores pero como dije de las almas gemelas, el destino a mi me preparo una, muy hermosa ella era la razón de mi ser, ella era mi musa, pasar tiempo con ella era de lo mejor.

Me senté en mi escritorio donde tenía mis materiales de pintura, amaba el dibujo. Vivía en un departamento en las afueras de Miami, todo acá era tranquilo, yo estaba tranquila viviendo acá, cuando me fui de mi vieja casa llevaba una meta en mi cabeza y era dejar todo lo malo atrás; malas experiencias, malos momentos, malos comentarios, todo lo que vive en ese lugar, quería empezar de nuevo, tener en que entretenerme.

Voltee mi mirada y la enfoque en una repisa cerca de mi cama, me acerque a esta y vi un libro, el mismo libro que cambiaría mi vida para siempre, aunque para muchos sea solo un libro con muchas hojas de papel con letras en el, para mí es más que eso, es un recuerdo hermoso, el único recuerdo que queda de mi vida anterior. Toque la portada de este y un suspiro salió de mis labios, al ver el nombre, en mi pecho sentí una pulsada.

--No otra vez... --

Tenía unas ganas inmensas de llorar, de desplomarme ahí mismo, pero no hoy, ya no, prometí ser fuerte. Lo abrí y comencé a leer un poco el inicio de el libro, y es que era simplemente perfecto no había más que decir de esta obra de arte. Una sonrisa con un sentimiento de tristeza se escapo de mis labios, como odiaba recordar mi pasado, pero en mi pasado debo aceptar hubieron momentos muy lindos y muy felices.

Me senté en el borde de la cama con el libro aún en mis manos, me había leído tres veces este libro y es que una promesa se debe cumplir, ¿verdad?, no me aburro de leer y releer el libro, puse el libro contra mi pecho y suspire, a mis 28 años no puedo dejar los recuerdos de pasado aún, siento que debo recordarlos aún, pues una parte, la mejor parte de mi la estoy olvidando y eso debe ser así.

Me levante y deje el libro en la mesa, esta ves lo leería nuevamente y recordaría esas hermosas palabras que algunas vez pude escuchar el la boca de un alma libre, sonreí. Dejé el libro y me encamine a darme una ducha, le di una última mirada a la mesa donde yacía el libro y lo leí su título.

--"Si me quedo"... Muy ingenioso el título --

Sonreí y esta vez mi sonrisa mostraba alegría, pues miles de momentos y recuerdos se vinieron a mi mente, hermosos momentos que daría cualquier cosa por repetir, quisiera viajar en el tiempo y llegar a ese momento donde empezó algo hermoso y a la vez interesante, me metí a la ducha y despegue un poco mi mente, esta noche será más larga que las anteriores.