Capítulo 40

Este día era igual que todos, no tan igual, ya que era un viernes sin nada que hacer, otro viernes triste sin hacer nada, otro viernes sin tener contacto con nadie... Otro viernes sin ella. Sin Camila. Sin la morena. Me quedé acostada unos momentos, eran las cuatro y algo de la tarde, no había echo nada toda la mañana solo mandarle unos diseños de dibujos a Ally para algunas portadas, la verdad era que no ganaba mal con ella, me alcanzaba para mis cosas. Para mi vestimenta, para la comida. Para mis drogas y mi bebidas. Ally se dios cuenta que ese dinero lo ocupaba para mis vicios, ella me dijo que seguía haciendo eso ya no me pagaría, que lo haría sería comprar la comida ella y me la daría y ella iría conmigo a comprar ropa que necesitaba o algo más. La amaba, pero no me gusta que se entrometan en mis asuntos. Se lo dije. Pero no hace caso, me dice que me ama y lo hace por mi bien, la entiendo pero... Necesito mi droga, es como mi pan de cada día. Es malo lo sé pero cada quien necesita algo para enternece ¿verdad?, mi entretenimiento son las drogas y el alcohol, no veo el porque de lo malo de eso.

Me levante, ya que el señor gato quería comida, este gato es peor que un bebé, él come, duerme, come duerme y también hace sus necesidades que por cierto me deja la casa con un olor único. Es literal, claro esta. Me acerque a la cocina, donde tenía la bolsa de alimento para gatos. El señor gato no dejaba de pasase por mis pies, no necesito tener un hijo, es suficiente con este gato loco y que cada minuto quería comida. Le dejé un poco de comida en su tazón y se lo deje en el lugar que le había asignado.

-Vaya gato loco... Ahora deja de molestar.

Un suspiro de cansancio salió de mis labios y me di cuenta que no tenía nada de comer este día, si tenía pero no quería cocinar, decidí ir por un poco de comida ligera, no era muy buena idea ya que es mala pero igual no quería cocinar. Me duche, luego de salir de la ducha me fui a mi habitación, donde debía ver que ponerme. Abrí mi armario y busque un poco de ropa, quería algo cómodo, elegí una camisa color azul con unos pantalones negros de cuero, y mis botas que no deben de faltar como mi chatea también, tome mi celular y camine a la sala, cuando llegue a la puerta tome las llaves de mi auto y la casa y salí. Afuera estaba muy tranquilo, no había demasiadas personas, aunque ya estábamos cerca de el día donde las familias se reúnen y celebran de día de navidad y toda esas tonterías. Entre a mi auto y deje mi mochila atrás, en la mochila llevaba mi libreta de dibujos que nunca debía faltarme, tal vez pasaría por el parque un rato. La carretera estaba un poco llena de autos, era normal en esta época y en la ciudad de Miama. Me quedé un momento esperando a que el semáforo cambiará y trate de poner un poco de música, pero no encontraba la indicada luego de ponerla, era Kiss me de Ed Sheraan. Mire a mi izquierda, había una señora en un auto reprendido a sus hijos, que ellos querían sacar sus cabezas por las ventanas y la verdad eso no era recomendable. Luego mire a la derecha donde había un local de vestidos para fiestas o algo así, de la nada de la puerta salió una señora, ya la había visto antes, la observe bien y casi se me salen los ojos, pues me sorprendió, que la señora no estaba sola y a lado suyo estaba una chica, una chica morena... Era Camila y la señora era su madre, me quedé viéndolas, la morena se miraba muy enojada o algo así, intente salir de mi auto pero los autos de atrás me pitaban diciendo que me moviera mire a el frente y el semáforo ya estaba en verde, rápidamente mire a la derecha donde estaba Camila, dijo estaba ya que no estaba más. La tenía tan cerca y a la vez tan lejos. Puse en marcha mi auto, no sin antes mirar a todos los lados para ver si ella andaba por ahí pero nada. Llegué a las dos horas a el local donde compraría la comida, entre y cuando observe todo el lugar este estaba lleno de personas, como era posible que este día todos decidieran venir a comer acá, Dios, suspire y me acerque a la chica que atendía.

-Buenas tardes, ¿en que puedo ayudarte?. - observe los carteles donde decía la comida que tenían y los precios.

-Si... Quiero dos amburguezas de pollo.

-Oh lo siento no tenemos amburguezas... - vaya que mierda, ¿como era posible?, claro habían como setenta personas en el local.

-Bueno ni modo, gracias.

Me di la vuelta y salí de ese miserable lugar que no tenían lo que yo quería. Prefiero tomarme un café muy cargado y un trozo de pastel o yo que se. Me subí al auto, fui directo a el parque donde recordaba que había una cafetería, aunque en esta trabajaba la loca de Lucy, pues ni modo. Esta chica siempre que salíamos con las demás siempre tenía que venir con nosotras, "era obvio", me decía Dinah "ella es mi amiga y puede estar con nosotras", y desde entonces no he querido salir con ellas, por que no se que tiene Lucy pero me transmite una inseguridad, aunque no debo juzgar a nadie antes de conocerlo, ¿verdad?. Cuando estaba cerca del parque observe que el local estaba frente a este, si había entrado ha este, pero nunca había visto a esa chica trabajar ahí. Estacione el auto y salí de este, tomando del asiento trasero mi mochila, cerré bien mi auto y camine hacia la entrada de él local, entre y camine hacia una mesa que estuviera en cerca de la ventana, era la única que estaba vacía. Me acerque y me senté a la mesa, puse mi mochila en la silla de a lado.

-¿Que desea beber?. - era la mesera pidiendo mi orden, yo mientras buscaba mi libreta.

-Pues quiero un frappucciono y...- levante mi mirada y frente mío estaba Lucy, ella al ver mi expresión sonrió. - Oh no...

-¿Que más se le ofrece, señorita? -- su risa me estaba estresando.

-Eres un tonta...

-No señorita, yo soy una mesera... ¿Que más se le ofrece? - suspire de la frustración.

-Solo eso por el momento...

-Bien, con gusto se lo traigo, me tardare unos minutos.

-Si, si, como sea.

Ella sonrió y negó con su cabeza. La vi alejarse de la mesa y llegó a donde hacían los pedidos, me enfoque en abrir mi libreta y buscar mi lápiz, pase las hojas y observaba los dibujos que había hecho, mayoría de ellos eran solo de los ojos de Camila, el rostro de Camila y los labios de ella, sonríe, era una sonrisa de tristeza, la extrañaba demasiado. Llegué a una página de papel en blanco y cerré mis ojos, quería recordar cada parte del rostro de la morena, quería plasmar nuevamente su rostro, cada uno de los detalles de este.

-Acá esta su pedido... - abrí mis ojos y observe a Lucy, ella me miraba, pero esta vez con un poco de tristeza y de curiosidad. Frunciendo el ceño tome el vaso que ella me había dado y le di un sorbo. Se alejo y de sus bolsillo sacó un trapo con el se dirigió a la mesa de a lado, comenzó a limpiar esta.

La observe detenidamente, ella estaba muy concentrada en eso. Sacudi mi cabeza dejando así de ponerle atención a ella y enfocarme en seguir dibujando la mejor dicho tratar de dibujo algo hermoso. Dibujar a Camila. Una imagen de sus ojos vinieron a mis pensamientos, pero esta vez sus ojos estaban tristes con lágrimas en estos, tomé el lápiz y comencé con trazos suaves y muy delicados, primero la líneas curvadas de sus ojos... No quería dibujarla así, no con sus ojitos tristes. Luego de terminar deje el lápiz a un lado y una gota de agua cayó en la hoja en el dibujo, no me había dado cuenta que estaba llorando, una lágrima salio de mi ojo. Traté de limpiar el dibujo, luego una mano con una servilleta estaba a mi vista.

-Toma... Limpiate tus ojos. - levante mi mirada y frente de mi estaba Lucy.

-Gracias... Pero no es necesario - la ignore y le di un sorbo a mi bebida, odiaba que las personas pensara que era débil.

-Solo te estoy ayudando... - dijo con voz un poco alegre y a la vez triste, supongo.

-No quiero ayuda...

-Hasta la princesa y el rey necesitan ayuda en algún momento, sabes... Toma la servilleta, Lauren. - ahí estaba esa tonta sonrisa. Con un gruñido tomé la servilleta. - Ves no es difícil...

-Gracias... - mire a mi alrededor y solo había dos personas y yo en el local.

-¿Me dirás que pasa?... - ella se sentó frente mío.

-No es importante...

-Si es de una chica morena de ojos marrones si que lo es - la mire y tenia una sonrisa, pero era de tranquilidad y de confianza.

-No es de ella... Solo me acorde de algo mientras dibujaba.

-Bueno... Sabes quisiera ver tus dibujos, todos... Y así yo te enseñaría los míos.

-Pues todos los tengo en mi casa...

-Igual yo... Eres muy buena en eso, sabes... - ella ojeaba mi dibujo.

-Gracias, supongo que tu igual.

-No lo creo... Yo no soy de esas que dibujan solo con un lápiz... Y tampoco las que dibujan árboles y eso. - la quede mirando. Ella era sincera, pero no entiendo a que se refería.

-Hummm... No entiendo...

-Dibujo a personas Lauren...

-Pero si yo igual las dibujo, ¿Cual es la diferencia? - su carcajada lleno todo el local, aunque no habían demasiadas personas siempre molestaba.

-Pero no personas desnudas... - me quedé observándola, vaya eso no me lo esperaba, ella no dejaba de reír y reía más con mis expresión. Como era posible.

-Eso no lo vi venir.

-Si, todos quedan así cuando les digo... Digamos que me gusta apreciar la anatomía humana... Más la femenina. - no dejaba de reír. Si que no había duda esta chica es agradable, pero es una completa loca. Me llamaba la atención ver sus dibujos, tal vez no eran tan buenos o quizá si. - Si quieres me esperas y te llevo a mi departamento y te los enseño... Claro si quieres. - la verdad si quería verlos, pues sería algo nuevo que vería, ese arte me llamaba la atención también.

-Esta bien... Me parece.

-Genial... Ya casi es la hora de mi salida.

-Te espero.

Ella se notaba feliz, supongo pero era quizá por que a nadie le gustaba ver eso. Me di cuenta que ella se había ido a seguir trabajando, las personas que quedaban poco a poco se estaban yendo, yo seguí dibujando y mejorando los trazos. Me terminé el frappuccino y vi como Lucy llegaba a mi lado, ella me dijo que nos podíamos ir. Salimos juntas del local y yo le dije que se subiera a mí auto ya que ella tomaba el metro, nos subíamos y nos dirigimos a su departamento que no quedaba tan lejos, ella no decía nada en todo el camino se notaba pensativa y muy nerviosa, ¿será que a nadie le había enseñado esos dibujos?, no, no era eso, ella misma me dijo que la misma expresión que puse pusieron los demás. Ella me indicaba por donde ir, para así llegar a su departamento, cruzamos una esquina luego otra y como a la media hora llegamos a un gran edificio.

Entramos a el edificio y nos dirigimos al ascensor, se notaba que este lugar era muy costoso y viendo bien a Lucy no se notaba que era de esas personas que tienen dinero hasta para regalar, ya dentro ella tocó el botón doce que nos llevaría a su piso, ella no se acercaba demasiado a mi, eso me estaba intrigando. Luego el ascensor se detuvo en el piso correspondiente. Las puertas se abrieron y salimos, caminamos por todo el pasillo, hasta llegar a una puerta que era la número cuarenta y dos, ella busco sus llaves y luego que las encontró abrió la puerta.

-Entra. - me dijo mientras se hacía a un lado para dejarme espacio.

Entre y observe todo el alrededor, todo era lindo, muy ordenado no tenía demasiadas cosas pero si tenia lo necesario. Su sala tenía dos sofás, frente al sofá grande tenía una mesita pequeña, luego enfrente de su mesa tenía una televisión, muy grande para mi gusto, y ahí pensé en que quizá no le alcanzó para nada más pues había comprado esa televisión.

-No es tan genial mi departamento pero es acogedor. - dijo con una sonrisa.

-Si me gusta.

-¿Quieres algo de beber?. - la mire.

-No, gracias... ¿Me enseñarás tus dibujos?.

-Oh si... Sígueme.

Quería ir al grano, no podía pensar en otra cosa que no fuera ese arte nuevo que ella hacía. Nos acercamos a un pequeño pasillo que mostraba tres habitaciones, la seguí en silencio y ella dejó que caminar al estar enfrente de la última habitación. Abrió la puerta y me dijo que entrará. Me quedé en shock, no podía creer lo que mis ojos miraban, era una habitación repleta de dibujos de personas desnudas, pero estaban bien dibujadas, me acerque a él primer dibujo, era un hombre, observe cada trazo era simplemente perfecto. En la habitación lo único aparte de los dibujos, había una cama y frente a esta un sofá con una mesa al lado, donde se encontraban los materiales para hacer el arte.

-Este es como mi estudio... - dijo ella, me acerque a otro dibujo que era una mujer. - Ella es una monga, es una locura lo se, pero el día que la encontré en el metro ella me dijo que quería hacer algo fuera de sus hábitos.

-Vaya... Que locura.

-Si lo se, cada dibujo tiene una historia diferente... Hay historias tristes, alegres y historias simplementes sin sentido.

-¿Recibes dinero por esto? - la observe, ella llevó su mano a su cabello donde lo ordenó.

-Si... La mayoría de estos dibujos fueron pagados con dinero.

Me quedé pensando en esas palabras, ¿de que otra forma le pagarían?. Ella se acerco a la mesa donde tomó un lápiz de color negro muy oscuro. Me acerque y observe más de cerca los materiales, todos estos eran nuevos para mi no podía saber con exactitud cuales era sus nombres.

-Mi mamá... Ella pintaba también... Gracias a ella se mucho sobre el dibujo y la pintura. - su sonrisa me transmitía tristeza. No quería preguntar, pues no era de mi incumbencia.

-Son materiales nuevos para mi... Pero son geniales... Me encantan tus dibujos... - ella tenía su miraba en la mesa, no decía nada solo sonreía, pero con tristeza. Me quedé observando nuestro alrededor un momento pues el silencio que había era un poco incomodo. Luego de un momento a otro ella levantó su mirada y se enfoco en la mía.

-¿Sabes por qué preguntaba por ti a Dinah?. - la observe. Pues si era cierto, Dinah me había dicho que había una chica que preguntaba por mi, luego de a los dias supe que era Lucy.

-Emmm... No...

-Pues por que siempre te miraba pasar con tu mochila... Yo sabia que siempre llegabas al parque donde dibujabas... Desde la cafetería te observaba... Me parecías muy interesante - me estoy asustando un poco a decir verdad. - Me acerque a Dinah y pregunte por ti...

-¿Pero por que?. - ella suspiro y miro su gran libreta donde supongo hacía sus dibujos. Ella tenía una sonrisa, la más grande que le había visto. Pasó unos minutos ella no decía nada, parecía que lo pensaba muy bien lo que diría.

-Lauren... Quisiera dibujarte desnuda... ¿Lo puedo hacer... Pintarte desnuda?.

Abrí mis ojos, estaba super sorprendida, vaya eso tampoco me lo esperaba, era raro que alguien que apenas conoces te diga eso, de que quiere verte desnuda. Ella estaba nerviosa, se notaba en sus movimientos de manos, ella jugaba con sus dedos, no sabía que decir era tantas las preguntas y los pensamientos que pasaban por mí cabeza, era difícil aceptar o no, pues nunca había pasado algo así, no en mi vida, me quedé un momento en silencio.

-Te pagaré cien mil dólares si aceptas...

Me sorprendí más al escuchar esas palabras, ella ¿me estaba pagando esa cantidad por pintarme?, vaya que sorpresa. A ella le pagaban y paga por prestar los cuerpos de las personas que están hoy en día en esta habitación. No sabía bien si aceptar o no, era una pregunta muy indecente, pues debía desnudarme frente a ella, a alguien que apenas conozco. Pero era demasiado dinero, dinero que podía ocupar en la inscripción de la universidad, tenía tanta confusión en estos momentos que no sabía que hacer. Por una extraña razón sentía que si aceptaba traicionaria a Camila.

-Creo que mejor me voy... Tus dibujos son geniales.

-¿Lo pensaras?. - la quede viendo, ella tenía una mirada de esperanza y preocupación.

-No lo sé... Adiós.

Sin decir nada más me fui de ese lugar, me subí al ascensor y puse el piso uno. Entre a mi auto y me fui, este día había sido muy raro. No sabía si sería buena idea aceptar tal cosa, era simplemente una locura, nunca había hecho eso y aunque me parecía curioso no creo aceptar, también había en juego mucho dinero, no se que haré.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top