Capítulo 48
Las semanas iban pasando demasiado rápidas, ya estaban en el mes de octubre, sólo faltaban dos días para que que la pequeña Kate cumpliera sus tres hermosos años. Ya estaba muy grande. Camila y Dinah estaban planeando hacer una fiesta para celebrarle los tres años a Kate. La polinesia lo estaba haciendo todo ya que no dejaba que la morena le ayudará. Camila estaba muy feliz al tener a su lado a personas muy lindas con ella, Normani se había echo muy buena amiga de la morena y esta le comentó que en el colegio ellas dos eran amigas también.
Lauren por otra parte estaba feliz pasando tiempo con la pequeña y hermosa Kate, simplemente era fantástico estar con ella y enseñarle el hábito de la pintura, a la morena no le molestaba que le inculcara tal hábito cómo lo era el arte de pintar en lienzo. Cada miércoles se la pasaba con ella en la sala de arte donde le entregaba a la pequeña un lienzo de un tamaño adecuado para su edad. Le había enseñado a como utilizar correctamente el pincel y también a cómo dar pinceladas firmes y suaves, a su edad ya podía coger bien el pincel, lo que aún no sabía era cómo pintar algo que se entendiera, era entendíble a su corta edad. Era miércoles y ellas ya estaban en la sala, Kate en su mesa de siempre y los demás jóvenes estaban recibiendo sus clases de arte normalmente. Ya estaban acostumbrados a la pequeña, la cual no hacía ningún ruido mientras pintaba.
—Bien chicos quiero para mañana ese lienzo ya terminado —termino de decir. Pues la clase ya había llegado a su fin.
—, mañana a primera hora lo revisare. Pueden retirarse
Todos los jóvenes ordenaron sus cosas y estaban saliendo uno por uno. No eran demasiados jóvenes, era una cantidad favorable para que Lauren tenga ganas de seguir enseñando lo hermoso que era el arte de pintar en lienzos. Ella guardo sus cosas en el maletín y luego camino con una sonrisa, hacía la mesa de Kate. La niña estaba muy afanada en lo que pintaba, su lengua estaba entre medio de sus pequeños no tan formados dientes. Ésta maña la tenía Camila cada vez que hacía algo y estaba muy concentrada.
—¿Cómo vas? —le preguntó mientras se sentaba frente a ella. La pequeña dejó de pintar.
—Aún no temino —su carita estaba un poco manchada de pintura roja.
—Debemos irnos, mañana lo podrás terminar.
—Iremos donde mamá, ¿veda?—la pequeña radiaba tanta ternura con su forma de hablar. Lauren esbozó una sonrisa.
—Si, iremos donde mamá.
La niña con rapidez metió sus pocas cosas en su mochila, no eran más que su juguetes y una sanwish de jamón que aún no había devorado por estar pintando. Ambas salieron del local y la ojiverde cerró con llave este y luego se subieron al auto. Irían a casa de la morena, esta tarde la había invitado a un almuerzo en la misma. Le colocó el cinturón de seguridad muy bien a la pequeña y luego lo hizo ella y encendió el auto.
Le encantaba la presencia de la pequeña, le recordaba a su buen amigo Matt, en muchas cosas se parecían ambos. Por ejemplo los ojos que los sacó de su padre, la forma de motivación para hacer las cosas y su sonrisa que se le notaba igual a Matt. Lauren lo extrañaba pero sabíauy bien que ahora no estaba sufriendo donde quiera que esté. No quería robarle la familia a su amigo, simplemente hacía lo que le había prometido la última vez que lo vio. Al llegar a la casa se dio cuenta que la morena ya estaba afuera esperándolas, esbozo otra sonrisa y estacionó su auto. Se bajó de éste y fue directo a sacar con cuidado a la hermosa y tierna pequeña que estaba muy ansioso por correr hacía su madre. La dejó en el suelo y la pequeña corrió hacía su madre la cual la cogió en brazos y le dio un beso en la frente. Mientras la morena sacaba las cosas de la pequeña y luego se reunió con las chicas. Le sonrió a la morena y luego entraron a la casa.
—Me la pase pintando, Mamá —le decía muy alegre.
—Es genial, cielo. —le dijo la morena mientras la dejaba en el suelo y ella iba por el almuerzo.
—Gracias por prestarmela —Lauren se acerco a la cocina donde la morena estaba.
—No hay problema, cuando quieras —la morena estaba sirviendo los platos. —, le encanta pasar tiempo contigo.
—A mi igual —dijo acercándose más a ella. —. E igual me encanta estar contigo. —le acaricio muy suave la cintura mientras se acercaba por detrás.
—, estás muy linda hoy.
—Oh, o sea que no lo estoy todos los días, gracias —dijo y no pudo evitar acercar su espalda a el cuerpo de la ojiverde.
—Claro que siempre lo estás. —le dejo un corto beso en la parte descubierta del cuello ganándose así un suspiro de la morena. No podía evitar hacer nada estando cerca de la hermosa morena y se disculpaba mentalmente con Matt. —. Tu olor a vainilla me vuelve loca.
—Lauren... Hummm... —la tensión subía entre ellas y lo notaban. —. Kate esta cerca.
—Está en su habitación jugando seguramente, Camz—le dejó otro beso y aspiró su aroma. —, es inevitable no besarte o abrazarte y lo sabes.
Camila lentamente se dio la vuelta quedando así a centímetros de él rostro hermoso de la ojiverde. La verdad era que ni ella misma podía hacer nada para alejar a Lauren, le encantaba tenerla así de cerca aunque su mente le decía que era stqba muy mal pero ella no hacía caso. Le dio una caricia a la mejilla de Lauren y ésta recostó la mejilla en la palma de la mano de la morena, le encantaba sentir sus caricias las cuales eran pocas. Camila no perdió tiempo y le dio un beso en la punta de la nariz a la ojiverde.
—La verdad es que ni yo puedo evitar estar cerca tuyo, Lolo—ambas esbozaron una hermosa sonrisa.
—Quiero hacerte tantas cosas en este momento —dijo colocando su nariz en el cuello de la morena donde aspiró su aroma nuevamente. —, pero sé que Kate puede entrar y vernos. —le dejó un corto mordisco en el cuello. —. Me conformo con un simple beso de ti, hermosa Camz.
—Eres muy pervertida Laur, no pierdes el tiempo. —paso sus brazos alrededor por el cuello de Lauren. —. Pero igual quiero probar nuevamente tus labios.
Con una sonrisa en ambos rostros se unieron en un hermoso y lento beso, el beso no llevaba demasiada prisa, simplemente era lento demostrando así que se extrañaban demasiado, los labios de ambas encajaban a la perfección, pues ya se conocían muy bien. Entre suspiros y sonrisas de ambas se separaron, Lauren se separo de la morena y le ayudo con los platos a llevarlos a la mesa. Ellas se aman demasiado y lo saben. Pero saben también que no sería justo para Matt que ella hicieran más que simples miradas y caricias leves, no lo debían ni pensar en hacer. Pero el amor de ambas era más fuerte y no podrán soportar demasiado tiempo. Quizá a Matt no le importa tanto que ellas hagan más cosas que unas simples miradas y unas simples caricias. Se sentaron y comenzaron a almorzar, se miraban cómo una hermosa y feliz familia que se sentaban en la mesa a almorzar. Pero a veces no todo de ser perfecto dicen.
A los minutos la pobre pequeña ya estaba en su habitación descansando. Lauren y Camila estaban en el sofá bebiendo un poco de vino, estaban hablando sobre los planes que tenían para la fiesta de cumpleaños que ya estaba próxima a pasar. Lauren tenía pensado en darle el mejor regalo de todos y es que quería quedar más que bien con la pequeña Kate, la quería demasiado y quería demostrarlo así. La morena no dejaba de verle los labios a Lauren mientras ésta hablaba de todos sus planes y es que el beso de antes la había dejado con ganas de más.
—La fiesta será genial... —la ojiverde se dio cuenta que Camila no le ponía atención a lo que decía y lo noto pues su mirada estaba en sus labios. —. ¿Te gusta lo que ves?.
—Si, mucho —la morena no soporto más y se lanzó hacía Lauren.
Se besaban con ternura pero a la vez con demasiada hambre, Camila se acercaba más a la ojiverde para tener más contacto y es que era una desesperación el tener a semejante mujer frente a ella y no poder tocarla cómo lo hizo alguna vez. Con cuidado la morena se sentó en el regazo de la otra y siguió besandola con anhelo y desesperación. Quería unirse más a ella esa tarde y lo quería demasiado que no le importaba que Kate la escuchara. Lauren metió su mano bajo la camisa blanca de la morena y acaricio lento y con ternura su abdomen un poco formado, su piel era tan suave y eso ya lo sabía muy bien la ojiverde.
—Me encanta estar así, Camz —Lauren mientras la besaba dejaba leves caricias que a este punto estaban enloqueciendo a la morena. —. Extrañaba tus labios.
—Yo igual lo hacía, Lolo.
Camila se acomodó mejor y profundizó el beso metiendo su lengua en la boca de la ojiverde. Sus lenguas bailaban entre ellas y a la ojiverde le sorprendió tal hambre de la morena y la verdad era que se sentía sola y quería sentir el contacto de alguien más. Lauren sin timidez chupo la lengua de la hermosa morena que suspiro en sus mismo labios, le encantaba que ella hiciera eso. Con cuidado le sacó la camisa a Camila y se quedó observando ese hermoso dorso que ella tenía, era simplemente hermoso y también un poco formado, el embarazo no había hecho que cambiará en algo. Beso su cuello y lo mordió un poco dejando una pequeña marca en éste, Camila estaba más que excitada con lo que le hacía la ojiverde, eran un montón de sentimientos en esos momentos, no sabía si estaba bien o mal lo que estaban por hacer. Lauren apretó un poco el pecho izquierdo de la morena, ganándose así un suspiro de la misma.
—Me encantas, Lolo —la morena no podía detener esas dos palabras más tiempo. Cosa que a Lauren le sorprendió un poco.
—Tú a mí igual, Camz—Lauren le beso la línea de sus pechos e iba a quitar el sujetador cuando una voz la interrumpió.
—Mamá —dijo una muy asustada Kate.
Con cuidado y a la vez con rapidez la morena se coloco su camisa y camino. Más bien corrió hacia la habitación de su hija la cual lloraba, había tenía un mal sueño, su madre se sentó con ella en la cama y le dio un pequeño abrazo para tranquilozarla. En el marco de la puerta estaba una ojiverde muy sonriente y acalorada por la situación de antes. Las amaba a ambas y eso no había y ni va a ver alguien que la separé de ellas. O eso era lo que se creía, la vida es muy inesperada. No todo será perfecto.
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