Capítulo 30


Desperté con el olor a café, estaba acostada en el sofá de Ally, me dolía un poco la cabeza. Me levante, frote mis ojos y un bostezo se asomó, luego Troy se sentó a mi lado, tenía una taza con café en su manos, le dio un corto sorbo y me sonrió.

—Me encanta el café negro por las mañanas ¿a ti no?.

—Emmm, si—se levanto, no sin antes dejar en la mesa su taza de café, luego regresó con una taza más y me la entregó.—. Gracias.

—De nada —él no dejaba de verme mientras bebía del su café. Lo mire con cara de confusión. —. Nunca te había tan ebria como lo estabas ayer.

—Pues si lo sé —le di un sorbo a mi café y busque mi teléfono el cual estaba apagado pues se había arruinado con el agua de la tina, mire el reloj de pared eran las once y media de la mañana. —, debo irme, ¿y Ally?.

—Pues se fue a trabajar.

—¿Y tú no trabajas? —él me sonrío.

—Si, yo trabajo desde casa, soy escritor Lauren.

—Bien entonces me voy —me levante y fui a la habitación de Ally donde ella había dejado mi ropa ya seca.

Al entrar busque mi ropa y me vestí, debería ir al local y ver que todo esté bien. No tengo asistente así que debo ir e inspeccionar todo. Me despedí de Troy y salí de su casa, me recordé que no tenía auto así que busque en mis bolsillos si tenía unos dolares y si solo tenía nada más cinco dolares, genial. Pedí un taxi y me subí, le indique la dirección del bar de ayer, pies debía ir por mi auto. Me quede observando mi teléfono, no encendía para nada, debía comprar otro, al llegar al bar le pague los cinco dólares y luego me subí a mi auto el cual estaba perfectamente como lo había dejado. Lo encendí y conduje hacia la tienda de celulares más cercana, debería salvar mis contactos ya que tenía contacto de socios muy importantes. Cuando llegue me baje de mi auto y entré.

Al entrar observe que estaba un poco repleto de personas buscando celulares. Me acerque a una estantería que estaba más cerca y busque uno perfecto, al final de buscar uno lo encontré, busque a un dependiente para que me ayudara encontré a una chica la cual iba pasando cerca de la estantería donde estaba me indico que la siguiera y así lo hice, le di mi celular viejo y le indique que quería salvar mi contactos ella me sonreí con cada palabra que le hacía, pero al final me ayudó y los pide salvar. Salí de la tienda y camine hacía la salida, entré nuevamente a mi auto, cuando encendí el nuevo teléfono comenzaron a llegar llamadas perdidas y también mensajes de texto, los revise uno por uno, tenía una llamada de Normani, dejé el teléfono en la guantera y conduje hacia el local, mientras conducía puse un poco de música de the neighbourhood, algunas canciones las iba tarareando.
A los minutos llegué al local y al entrar todos me saludaban como siempre, camine directo a mi oficina y me senté, la puerta de mi oficina se abrió mostrando así a una chica que supongo era mi empleada.

—Buenos días señorita Lauren —colocó la taza con café en mi escritorio. —. Esté día programo las entrevistas de trabajo para lo de la asistente.

—Si, es verdad —le di un vistazo a mi agenda y era cierto. —, bien, ¿hay alguien?.

—Si, ¿le dijo que pase?.—asentí —. Bien.

Salió de mi oficina, me quedé pensando en que les preguntaré o en qué buscaba en alguien para ser mi asistente. Odiaba a Halsey por dejarme así, aunque me lo merecía. A los pocos minutos tocaron a la puerta y les indique a que pasará, la puerta se abrió mostrando así a una chica de casi mi edad, ella se notaba nerviosa mucho. Le indique que se sentará frente de mi.

—Buenos días —dijo y ella dejó su hoja de vida en mi escritorio.

—Buenos días, señorita —leí el nombre en la hoja. —... Jessica.

Comencé a hacerle preguntas sin sentido, no me había convencido y así pase toda la mañana y la tarde entrevistando a chicas y a hombres que llegaban hasta mi oficina ninguno de los que habían llegado era lo que buscaba, la última estaba tardando en entrar, me estaba frustrando ya que era casi las dos de la tarde y debía verme con Matt, la los minutos alguien tocó a la puerta y di el aviso a que entrará la puerta se abrió mostrando a Normani, ella me sonrío, le indique que tomará asiento y así lo hizo.

—¿Vienes por el trabajo?.

—Si—sabía por Camila que ella y Dinah tenían un local de baile, por eso me extrañaba. —, el local de baile no da mucho así que necesito otro trabajo.

—Bien, entonces... —firme su hoja de vida y luego lo metí en un archivo. —, esta contratada señorita Hamilton.

—Si las entrevista de trabajo fueran así de fácil —comenzó a decir mientras reía. —, te aseguro que no hubieran muchos desempleados.

—Te explicaré como va esto...

Comencé a decirle sobre lo que tenía que hacer, debía tener los contactos de las empresas y de los socios que estaban asociados a nosotros, los copio en su teléfono, luego le dije que ella debía estar a primera hora en el local monitoriando y viendo que cada uno de los empleados estén en sus puestos. En fin, le indique todo lo que consiste ser asistente ella le quedó muy claro, luego de un rato ella se fue y quedamos en que mañana nos veríamos.

Salí de mi ofina y dejé a cargo a Normani y luego me fui a mi casa donde me tenia que vestir y darme una ducha para ir a verme con Matt, cuando llegue a mi casa me fui a mi habitación y me di una ducha muy fría, luego salí y me vestí con un pantalón negro de cuero y una camisa blanca y la misma chaqueta. Luego dejé un poco de comida a el señor gato y me fui, era verdad que no había comido nada, pero tal vez pueda comer algo en la cafetería. Mientras conducía me llegó un mensaje de Matt diciendo que ya estaba en la cafetería le envié una respuesta, diciendo que en quince me tenía ahí. Luego de cruzar la esquina llegué a la cafetería, me estacione y luego salí de auto, al entrar lo busque y lo vi en la mesa, era de las últimas mesas, me acerque a él, lo salude y me senté.

—Pensaba que no vendrías —dijo con una sonrisa algo tímida. La verdad era que siempre lo evitaba y por eso le extrañaba verme.

—Tengo un compromiso contigo —le sonreí, Matt es un gran tipo, me agradaba la verdad.

—Gracias. —la mesera se acerco a nuestra mesa y nos preguntó qué queríamos, hicimos nuestros pedidos y luego se fue. —. Bien Lauren, te quería decir que el lugar ya está alquilado y también todo esta listo.

—Bien, mis cuadros ya están listos también.

—Bien, hoy te enseñaré el lugar —le dio un sorbo a su café.

—Bien.

Nos quedamos unos minutos hablando de cosas sin sentido, mientras terminábamos de beber nuestros cafés, luego de unos minutos él me dijo que lo siguiera. Nos levantamos de la mesa y caminamos hacia la salida de la cafetería, él me dijo que dejará acá mi auto y que fuéramos en el suyo, nos subimos a su auto y él comenzó a conducir hacia el lugar donde sería la fiesta luego de la boda, él se notaba muy feliz po todo lo que haría. Matt es muy cariñoso y demasiado cursi con las cosas para Camila. Luego de un largo camino llegamos al lugar, este estaba cerca de la playa, nos bajamos y él me indico que lo siguiera, al llegar me quedé sorprendida, el lugar es simplemente perfecto, había unas mesas color blanco y todo el lugar estaba cubierto por un manta color blanco simulando el techo. Simplemente perfecto. Matt sonreía al ver mi cara de asombró, pues era muy lindo todo.

—Te gusta ¿verdad? —preguntó él con un sonrisa y una mirada de alivio y también de orgullo.

—Si, es perfecto —aún no dejaba de ver todo el lugar, estaba muy bien hecho y también las mesas estaban muy bien ubicadas.—¿Donde irían los cuadros?

—Pues estaba pensando en poner unas paredes simuladas con mantas blancas —no era mala idea, me quedé pensando en como se verían. —¿Tienes otra idea?.

—Pues en los laterales donde esta detenida la simulación de el techo —señale donde estaban, era una madera que las sostenía —, ahí los podemos poner.

—Si, es una buena idea —él se acerco a las maderas que estaban sosteniendo la manta blanca del techo. —, se nota que resistirán.

Nos quedamos unos minutos revisando como ubicaríamos los cuadros y como irían las demás cosas que él tenía pensado poner. Aquí estaba yo, ayudando a el prometido de Camila, la chica que sigo amando con locura, la cual se casará en menos de una semana, odiaba decir que me dolía, odiaba, pues quiero que ella sea feliz y eso está pasando, ella es feliz con él y ahora más por que tendrán un bebé.

Matt me dijo que todo estaba bien, salimos del lugar, luego él me invitó a su casa, quería hablar algo más conmigo, para no ser mala persona acepté. Ahora íbamos en su auto hacía la casa de él, en el camino él me decía que Camila estaba viviendo con él, pues que ya tendrían su bebé debía hacerse cargo de los dos. También me enteré que posiblemente la morena no estaría ya que anda con Ally para ver lo de la publicación de su nuevo libro. Ya habíamos llegado a la casa, Matt se estacionó y bajamos del auto. Él abrió la puerta y entramos, me indico que me sentará en el sofá mientras él traía un poco de vino tinto para los dos.

—Bien Laur—dijo mientras dejaba las copas en la mesita y se sentaba frente mió —, ¿te gustó el lugar?.

—Pues si, es hermoso —cogí mi copa y le di un trago y luego la dejé —. A Camila le gustará.

—Si, Dinah ya lo vio, y me dijo que a Cami le gustan esas cosas. —él reía y yo lo seguí con una sonrisa, luego se quedó en silencio y un poco serio, bebió de su copa y luego me vio —. Quería pedirte otro favor.

—Matt, somos amigos, puedes pedir lo que quieras —le di un trago a mi copa y me enfoque en él.

—Pues sabes que Camila se vino a vivir acá —afirmaba él con un poco de timidez, asentí y me quedé observándolo —, ella no puede hacer mucho esfuerzo y yo debo irme unos días a la ciudad de Miami y no tendré tiempo... —él jugaba con sus dedos, estaba nervioso, eso era lo quee agradaba de él, es un chico muy tímido y humilde, él no era co los demás hombres. Trago aire y luego continuó —, ella es todo lo que amo y...

—Matt, deja de divagar de una vez y dime.

—Bien, con Dinah ya habíamos pasado algunas cosas de Camila, pero aún quedan las de su estudio—él me observaba con una sonrisa tímida. —, quisiera que le ayudes a pasar sus demás cosas, si. —me quedé analizando sus palabras, era mi amigo claro pero no quería estar sola con la morena, sería más fácil no estar mucho tiempo a su lado ya que después me costaría olvidarla. —. Por favor, te pagaré.

—No Matt —él puso ojos tristes y agacho su rostro. —. No quiero dinero, claro que te ayudaré.

—¿En serio? —preguntó muy feliz.

—Si, lo haré.

—Gracias Laur, esta noche le diré... —la puerta de la casa se abrió, él no sonrío.

—Amor llegué.

—Estoy en la sala. —Camila se asomó a la sala y se quedó en shock al verme en el sofá. Habían pasado dos semanas desde que no me veía.

—Hola Camila —le dije y ella se acerco a Matt.

—Hola Lauren —se sentó al lado de Matt, él solo nos observaba con una enorme sonrisa.

—Amor Lauren te ayudará con las cosas de tu estudio—le dio a n corto beso en los labios y sonrío —¿no te molesta, verdad?.

—No, para nada —ella me dio un media sonrisa.

—Bien entonces yo mañana me iré a Miami—me quedé observándolo con el ceño un poco fruncido. —, si, pues debo ir a hacer unas cosas, Camila te dirá donde van las cosas.

Esto estaba mal, o sea que Camila y yo estaremos solas el día de mañana, esto debía ser una broma, pero cómo podría comenzar a olvidarla si apenas puedo mantenerme alejada teniendo a Matt como amigo, odio esto, odio todo. La morena parece que no le afecta en absoluto esa idea, pues tenía un sonrisa y no protesto a nada, bien entonces solo sería pasar las cosas y colocarlas en su lugar y luego irme, si eso haré, perfecto. Nos quedamos unos minutos más hablando de como serían las cosas el día de mañana, luego Matt me llevo hasta la cafetería donde estaba mi auto y me despedí y me fui a mi casa.

Al llegar a mi hermosa casa me senté en el sofá y saque un prolongado suspiro, estaba tan frustrada, debía olvidar las dos noches que pase junto a ella, junto a su cuerpo, debo olvidar mis sentimientos hacia ella, ella es una mujer prohibida. Lo peor es que es la mujer de mi amigo, el cual confía en mi y también le agrado. El señor gato se sentó en mi regazo y lo acaricie, todo sería más fácil si no hubiera estado cerca ni de la morena ni de Matt, menuda mierda en la que me metí.

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