Capítulo 22
Mi dolor de cabeza no se calmaba por nada en el mundo, me encontraba aún con Vero sentada en la cafetería, ella estaba hablando sobre tonterías que no le ponía atención ya me sentía mal y ella solo me daba más dolor de cabeza con sus bromas tan de mal gusto con la idea de que la morena puede que este embarazada, solo miraba a Vero mientras ella hablaba algo que solo entendía y escuchaba era 'Camila', solo eso ponía atención mientras ella hablaba y hablaba, no entiendo como hay personas en todo el mundo que les encanta hablar y hablar, si hubiera un trabajo de pasarse todo un día hablando de tonterías creo que cada persona con ese gusto ya serian multimillonarias.
—No me estas escuchando —Vero dijo con un poco de molestia mientras tenía sus brazos cruzados.
—Sabes que la idea de Camila este embarazada es una tontería, pero tu sigues hablando y bromeando.
—Vaya si que te lo tomas en serio, solo bromeo Laur—me dijo con sinceridad y con una sonrisa burlona. —bien, bien, solo te diré que no creo que solo por un mareo y por un malestar no lo creo.
Le di un sorbo a mi taza con café mientras Vero terminaba de hablar. En una parte tenía razón, no creo que solo por un malestar y un mareo signifique ella esté embarazada, pero tengo otra idea que comienza a rondar mi cabeza, no estoy con ella todos los días para saber cuando y cuantas veces ella tiene esos malestares o tiene mareos. Entonces estoy llegando a la conclusión de que puede que está tinta teoría que Halsey tiene puede ser cierta, o tal vez no. Vero pidió otro café, ella solo me daba una mirada, sabia que mientras estaba en silencio significaba que yo estaba pensando. La chica le llevó el café y Vero le dio un rápido sorbo.
—Te diré algo más, Laur—comenzó a decir Vero, mientras miraba el celular y luego lo guardo. —, no te creas todas esas mierdas que te digan, bueno. Me tengo que ir. —saco unos billetes y los dejó en la mesa mientras se levantaba y cogiendo la taza con café. —. Iré con Lucy a la casa de playa que tiene, deberías acompañarnos, de pasó te llevas a tú novia.
—Aún no es mi novia. Lo pensaré, tengo tú número yo te llamo.
—Bien, bye.
Se despidió y salió del local. Bien ahora estaba sola en la cafetería, me terminé el café, me levante no sin antes dejar una propina para la chica. Salí del local y camine hacia mi auto. Al llegar me subí y mientras me acomodaba me recordé que me faltaban dos lienzos nuevos y también unas acuarelas. Me dispuse a ir a la tienda más cercana que era 'Vinggeet', "donde todo es más barato", o eso decía el slogan. Y no, no me pagaban por estar publicitando... Pero esperen ¿con quien habló?, dejé de tonterías y me puse en marcha a la tienda.
Me detuve en un semáforo, pero mi sorpresa fue que al cambiar el semáforo no avanzaban los autos, se estaba haciendo un tráfico que me llevaría a estar una hora acá. Me quedé un momento esperando con mucho fastidio y dolor de cabeza, luego de unos minutos me dispuse a poner un poco de música, encendí el estéreo y puse la primera canción que era de the 1975 'chocolate', me encanta esa canción, la comencé a tararear, tratando así de olvidarme de él estrés del tráfico, lo bueno era que las ventanas iban cerradas así el sonido solo sería para mi, le di un poco más de volumen y luego de un tiempo pude pasar todos esos autos, me estacione ya llegando al local, el estacionamiento estaba frente a éste. Salí de mi auto y entré.
Lo primero que fui a buscar fueron los lienzos, era difícil ya que eran por tamaños, los tamaños los sabia que no sabia que tamaño serían mis nuevas pinturas, mientras pensaba un poco le daba un vistazo a los lienzos que estaban frente de mí, por inercia mi mirada se fue hacia el final del pasillo, más bien era el pasillo de las pinturas de interiores, había una chica que se me hacía demasiado familiar, tomé dos lienzos medianos y otros dos grandes. Camine un poco disimulada y llegué hasta donde estaba la chica, me sorprendí al ver quien era, era Dinah, sin pensar me di la vuelta y casi corrí hacia otro lado lejos de su vista, tenía tanto dolor de cabeza que no quería los gritos de ella, no hoy, si que me los merezco, pero hoy no.
Le pregunté a una chica que era una empreada del local, donde estaban las acuarelas, ella me indico donde y siguió atendiendo a los demás clientes. Camine hacia el pasillo que ella me indico, al encontrarla comencé a analizar las cajas de éstas, busqué la marca que siempre compraba, pero por alguna extraña razón no la encontraba, al final tomé una marca que nunca había utilizado, me encogi de hombros y lo coloque en mi canasta de compras, camine para salir del pasillo, al cruzar iba tan distraída que no me di cuenta que alguien venía y choque con esta persona, las cosas se deslizaron de sus manos.
—Oh no, lo siento en serio. —me agache y comencé a ayudarle con las cosas. Nos levantamos al mismo tiempo. —. En serio yo no...
—Lauren —me quede helada, estaba una chica de piel morena frente de mí, una chica la cual no veía hace mucho tiempo, era Normani. Ella estaba igual de sorprendida al verme acá.
—Yo... Debo irme —me di la vuelta y me disponía a irme pero una voz a mis espaldas me detuvo. La voz de Normani hablándome.
—Lauren no te vayas —me dijo, su voz sonaba muy enojada y a la vez un tanto nostálgica. —. No te vayas cómo lo hiciste hace ocho años atrás.
Me quedé ahí parada sin hacer nada, me quedé analizando esas fuertes palabras, ella tenía razón soy una cobarde de mierda lo sabía, ella se quedó en un silencio algo incómodo. Me sentía tan mal por ella, ella que años atrás se quería contactar conmigo por medio de Ally, también por mensajes de texto y también por llamadas, ningunas de esas tres formas hice caso, ¿por qué?, pues estaba perdida y muy ocupada con el alcohol y también con las drogas. Ella fue la única de todas las amigas que hice en el colegio la cual se preocupó por mi estado de ánimo. Sentí que se acercaba, me di la vuelta y la vi dejar las cosas en la canasta y ella se acerco tan rápido que no me dio tiempo de reaccionar al el golpe que me dio en toda mi mejilla, me dolió demasiado, seguramente estaba roja mi mejilla, me había dado una gran cachetada de las más dolosas que alguna vez me hayan dado antes. La mire y note que ella tenía una lágrima recién salida de su ojo izquierdo, no me dio tiempo nuevamente, ella ya estaba en mis brazos llorando y abrazada a mi muy fuerte.
—Te odio estúpida —ella lo decía entre sollozos, mis ojos estaban conteniendo las ganas de llorar. —. No te vuelvas a ir así, cobarde.
—Lo siento...
Fueron mis únicas palabras y me quebre entre sus brazos, de mis ojos salían lágrimas a más no poder, ella estaba igual. Las personas que estaban en la tienda supongo nos estaban viendo ya que escuchaba que comenzaban a hablar de nosotras, pero me daba igual. Acerque más el cuerpo de Mani y ella solo lloraba en el vuelco de mi cuello y yo en su hombro. Acaricie su espalda tratando de calmarla. A los minutos ella se alejo ya calmada, yo le limpie un poco las lágrimas y ella me dio una sonrisa un poco triste pero era de felicidad, le regrese el gesto.
—Mani, ya lo encon... —Mani se dio la vuelta y atrás de ella estaba Dinah con unos botes de pintura. Ella me miraba con mucho enojo, se le borro la sonrisa. —. ¿Nos vamos?.
—Debo irme Laur—ella me sonreía, tratando de mejorar la incomodidad del momento al llegar Dinah. —¿tienes el mismo número, verdad?.
—Si, es el mismo.
—Bien, yo te llamo. Bye.
Se acerco y me dio un abrazo y luego un beso en la mejilla. Se alejo y llegó hasta Dinah, la polinesia me miraba con enfado, yo solo evitaba su mirada no estaba en término para hacerle algún mal gesto ya que me merezco su odio. Camine hacia la caja donde pagaría mis compras, las pague y luego salí del local, me subí a mi auto y me quede un momento sin moverme y tampoco sin encender el auto. Me sentía extremadamente mal y a la feliz por haberme encontrado con Mani, habían pasado demasiados años.
Encendí el auto después de divagar demasiado tiempo y conduje hacia mi casa, las calles ya estaban desiertas, era mejor. Al llegar a mi casa, subí las cosas a mi habitación donde era mi estudio y dejé los lienzos y las acuarelas y luego salí. Tal vez debía salir con Vero, quizá así me despejaria mi mente. Me senté en el sofá y cogí mi móvil, cuando lo encendí me di cuenta que tenía un mensaje de Vero, preguntando si iría con ellas, le contesté que si, que solo le avisaria a Halsey. No estaría mal salir un poco. A los minutos Vero me mando la dirección y también un dato que ella no había mencionado, iríamos a la casa de playa de Lucy, y que estaríamos tres semanas en esta, esto no me lo esperaba en serio, lo pensé muy bien antes de llama a Halsey, decidí decirle. Le mandé un mensaje diciendo sobre la salida con Vero, ella tardo en contestar pero lo hizo, lo abrí y lo leí. "Bueno tengo que ordenar tu agenda, pero si, puedo ir y hacerlo en tú auto, si no te molesta", le di la hora y le dije que pasaría por ella en menos de quince minutos, me dijo que era muy poco tiempo pero que estaría lista.
Subí a mi habitación y arregle una mochila con cosas necesarias para las tres semanas que estaríamos ahí, puse lo necesario y lo típico que se llava a una playa. Me di una media ducha y me vestí rápido con algo muy cómodo. Cogí mis llaves, baje las escaleras y llegué hacia la cocina, dejé un poco de comida en el tazón de él señor gato, solo serán tres semanas no creo que le pase nada, le deje agua. Tome mi mochila y salí rumbo hacia la casa de Lucy.
Al llegar ella ya estaba lista y estaba en el porche esperándome, le abrí la puerta y entró, al entrar me saludo cómo costumbre, con un beso en los labios uno muy corto, ella llevaba dos mochilas una era de sus cosas y la otra eran los documentos y también mi agenda. Conduje hacia la dirección que Vero me había dado, Lucy iba en silencio mientras estaba ordenando mi agenda y llamando algunos clientes diciéndo que estaría fuera pero el local estaba abierto. Mientras ella hacía eso yo me enfocaba en el camino, no sabía como serían estas semanas estando lejos de la ciudad y también lejos de la morena. Al llegar me baje y camine hacia la otra puerta donde con mi ayuda Lucy bajo.
Habían sido más de tres horas en auto hasta la playa, sacamos nuestras cosas y observe la casa, estaba muy enorme y hermosa, yo no sabia que ella tenía esta casa, nunca me había dicho. Con Lucy caminamos hacia la entrada, de la casa salio Vero gritando cuando me vio y atrás de ella salió Lucy.
—Lauren, es genial. —me abrazo Vero y Lucy solo reía. —. Entren vengan.
Caminamos y con ayuda de ambas chicas entrando las maletas, entramos y vi que estaban pintando la cas por dentro, ya entiendo por que Vero quería que viniera y también con Halsey.
—Bien chicas ella es Halsey mi...
—Si si, tú novia ya.—dijo Vero y se acerco a Halsey y le dio la mano en forma de saludo. —, soy Verónica Iglesias, pero dime Vero. —está se dirigió a Lucy. —. Y esta hermosa chica es mi novia Lucy.
—Mucho gusto —dijo Halsey muy educada. Lucy le dio la mano.
—Lucy ¿que hago con estas...?.
De la puerta de atrás entraron Dinah y Normani con una caja de cosas que no entendía que eran. Lo que no entendía tanto era, qué hacían acá ellas también, mire a Vero con cara de querer explicación, esta solo se encogió de hombros, pero no estaba preparada para lo que venía después, entró una chica morena de la mano de un chico, eran Matt y Camila, los dos estaba acá también, pero que mierda es esta. Todos se miraban entre sí, queriendo explicacion alguna, entre Dinah y yo había una conexión muy incomoda y esto la morena lo notó, luego estaba la miraba de Camila hacia Halsey, estas tres semanas serán tan largas y también una mierda total.
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