Capítulo 18


Ya habían pasado cuatro días desde que fui a la reunión de compromiso de Camila y Matt, me sentía muy mal y a la vez bien ya que la morena sería feliz. El jueves fui a monte donde me encontre con Matt, me había dicho lo que quería para la fiesta eran cuadros con el rostro de la morena, para mi eso no sería nada difícil ya que casi todos mis cuadros eran sobre sus ojos y también su rostro, pero claro él no lo sabía. Él me dijo que me pagaría por eso, le dije que no que lo hacía con gusto pero él insistió.

En estos cuatro días he estado saliendo con Halsey, veo que sí funcionaría algo con ella, pues ella es tan buena y también es muy cariñosa pero simplemente no es la morena. El tiempo pasaba y aún no podía dejar de pensar en la morena, quisiera ser yo la que se case con ella, quisiera ser yo con la que tenga hijos. Llevaba tres horas revisando cada uno de los cuadros que había hecho para Matt estaban muy buenos, a Matt les gustara. Con él habíamos quedado en salir esta noche a la misma cafetería donde hablaríamos más sobre los detalles que estarían en el lugar de la fiesta, él aún no le había dicho nada a Camila, Matt era tan lindo con ella, sabía que cualquiera podría hacer tal cosa por alguien pero lo que veo es que él lo hace con tanto amor y ternura, a veces las acciones son mejores que solo decir y no hacer nada. Estaba ordenando un poco mi estudio ya que después de pasar dos horas pintando lo había dejado muy sucio.

Escuche un golpe en mi puerta, deje a un lado el trapo de tela con el que estaba limpiando y salí de mi estudio para ir a ver quieren era a estas horas. Llegué a la puerta y abrí, frente a mi estaba Halsey con una gran sonrisa, me abrazo muy fuerte y un suspiro un poco suave salio de sus labios. Me dio un beso en mis labios y luego entro a mi casa.

—Pensaba que no vendrías —le dije mientras cerraba la puerta a mis espaldas. Ella estaba sentada en el sofá.

—Si pues ni yo, ya sabes que tenia que ordenas algunos documentos para el evento que tendremos en menos de dos semanas. —no es un evento solo son unos cuadros que tenemos que poner en el local, son los nuevos cuadros que prometí.

—¿Quieres un café o cerveza?.

—Un café estaría bien, gracias.

Camine hacia la cocina y puse agua a calentar, desde el lugar que me encontraba podía ver a Halsey ella estaba entretenida con el señor gato, se notaban muy bien juntos. Sonreí y cogí dos taza para serví el café, a las tres de la tarde me vería con Matt para poder planear más lo de la fiesta, mi curiosidad me llevó a preguntarle que por qué él está organizando la fiesta si eso lo hace las madres, lo que me respondió fue muy sabio para mí parecer, "no precisamente por qué soy hombre signifique que no lo pueda ser. Además quiero que quede perfecto para mi Cami", Matt era todo un cursi, ya veo por qué hace libros de citas y ayuda a parejas. Estando cerca de Halsey deje las tazas con café en la mesa y me senté al lado de ella, la cual estaba jugando con mi gato.

—Tú lo tienes muy mimado —ella sonrió y me dio una mirada mientras acariciaba a el gato.

—Alguien lo debe se hacer ¿no crees?.

—Pero llegará a un punto en el que él haga lo que se de la gana —ella dejó de acariciarlo y se enfoco en su taza con café.

—Lo que te pasa es que estás celosa de él —reí a tal cosa que había dicho, no creo que lo esté.

—¿Cómo lo voy a estar?.

—Pues es lógico, ya que cuando vengo lo primero que hago es acariciarlo y besarlo —le dio un corto sorbo a su café y me miraba con ojos de tener la razón. Sonreí y pasemi mano por mi cabello.

—No puedo estar celosa de él ya que soy muy hermosa y no necesito cariño para saberlo.

—Eres muy humilde tú —se acerco y acaricio un poco mi mejilla con mucha suavidad. —que de verdad me llego a creer que lo eres.

Me acerque y la bese, fue un beso muy sincero y también lleno de cariño que estaba llegando a sentir hacia ella, sentí que ella se estaba subiendo a mi regazo, estaba tan metida en el beso que no me di cuenta de su ágil movimiento, ella tenía su mano bajo mi camisa la acariciaba muy lento y también con timidez. Me aleje de ella y suspire, esto no debe de pasar no aún. Le dejé con suavidad en su sitio en el sofá y luego le di un sorbo a mi taza con café, nos quedamos en un incomodo silencio, aún estaba preparada para esto, si que la quería pero no quería que esto pasará ya. Pocos minutos después ella acaricio mi mano que estaba encima de mi pierna.

—Sabes que me gustas mucho, Laur, sé que tienes algo en tú pasado que no te deja comenzar de nuevo —era primera vez que escuchaba de ella decir que gustaba de mí, le di una mirada y ella me sonrió con ternura. —. Se que no es fácil, pero quiero estar contigo, ser algo más que unas amigas que a veces se regalan besos fugaces.

—Lo sé, e intento hacerlo. También estoy llegando a sentir algo más por ti —mi mirada se quedo gacha un rato.

—Sigues enamorada de Camila, lo sé y creeme que he vivido con eso desde que te conocí —cuando la conocí ella me invitó a una cafetería cerca de la universidad, ahí nos conocimos mejor le comente sobre Camila, le dije todo, claro omitiendo lo de la muerte de Shawn. Pero si que sabía sobre la pérdida de memoria de ella.

—En serio lo siento Halsey.

—Desde que te vi ese día en la sala de arte me enamore de ti, y eso que no me gustaban las chicas—lo estaba diciendo con un media sonrisa un poco tímida y nerviosa —, pero llegaste e hiciste que mi pensar cambiará. Pero siempre pensaba que nunca te figarias en mí.

Nos quedamos en silencio, ahora tenía sentido las horas que pasábamos en la biblioteca intercambiando palabras de filósofos famosos, las horas que pasábamos en el campus de la universidad hablando sobre nosotras. Ella siempre a gustado de mi, era raro ya que nuca notaba esas señales de que alguien como ella podía estar sintiendo esos sentimientos hacia alguien como yo. Ella siempre quería estar a mi lado en cada materia que lográbamos compartir ella siempre se sentaba a mi lado, las sonrisas que me daba cada mañana.

—Por eso quise trabajar contigo en ese estudio que querías tener —estaba tan sorprendida por tal confesión de ella, nunca lo imagine, ¿seré muy lenta para notarlo? —. Siempre trataba de darte señales para que te dieras cuenta que me estaba enamorando de ti.

—Si, fui una lenta —la mire y le sonreí, siempre he sido tan tonta en situaciones así. —. El día que te vi me llamaste la atención, me gustaba tú forma de ser, de ver la vida tan positivamente, que hubo un tiempo que comenzaba a sentir algo por ti.

—Todos en la factutad de administración se daban cuenta de mi enamoramiento hacia ti.

—Que lenta soy, Dios. De seguro tomaste la carrera de bellas artes para estar conmigo ¿me equivoco? —la mire con ojos un poco achicados, sabía que esa era la explicación. Ella se sonrojo y luego se echo a reír. —. Lo sabía.

—Es que quería saber más de ti, quería llegar a que me vieras como algo más que una simple nerd come libros.

—No me importaba que fueras nerd o una come libros, así me agrada y me estabas gustando. —acaricie su mejilla y le di un corto beso en esta. —. Te juro Halsey que trataré de enfocarme en lo que estamos llevando tú y yo en estos días, trataré de darnos una oportunidad.

—Sería tan maravilloso que eso pasará, creeme que si —se tiro a mis brazos y me dio un fuerte abrazo.

Estaba feliz por conocer los sentimientos que ella tiene hacia mí, nunca me había imaginado que ella estaba enamorada de mi y además nunca imagine que pude hacer que ella dudará sobre su sexualidad. Pasamos unas cuentos minutos así abrazadas, escuchaba los suspiros suaves que ella sacaba por sus labios, sabía que ella estaba muy feliz de haber sacado lo que después de tantos años nunca había dicho y menos a mi me lo había dicho.

Habían pasado dos horas y Halsey seguía hablando sobre cómo la molestaban conmigo y que también se negaba a aceptar que ella sentía algo por mí, después de una tarde entre risas y recuerdos había llegado el momento de decir adiós, ella debía ir a una biblioteca y comprar nuevos libros. Me quedé nuevamente sola en casa, pero debía salir de esta a las tres, subí a mi habitación me di un ducha fría y luego me coloque ropa cómoda.

Ya eran las tres de la tarde y ya estaba en camino hacia la cafetería monet para verme por segunda vez de la semana con Matt, al llegar me baje del auto y camine hacia la entrada, cuando entré me puse a buscar a el chico, cuando lo divisé me saludo con su mano a lo lejos. Camine hacia la mesa y me senté frente a él, lo notaba un poco cansado.

—Hola Laur —una chica se acerco con dos tazas con café y dos trozos de pastel del chocolate. —, pedí café y pastel para tu también, ¿no... No te molesta, verdad?.

—No, todo bien. —le di un sorbo a mi taza con café y note que era negro como a mi me gustaba, me quedé viendo a Matt.

—El otro día me di cuenta que te gustaba el pastel de chocolate y también el café negro. —aparte de cursi este chico era muy observador.

—Bueno no te preocupes.

—Bien, lo que quería decirte que las fotos que me mandaste de los cuadros me encantaron —él tenía una sonrisa muy sincera y también una mirada de agradecimiento. —, quiero que todos esos cuadros estén en el lugar.

—No te preocupes, haré que los coloquen todos.

—Gracias Laur, en serio, me estas ayudando mucho. —puso su mano encima de la mía y me dio una sonrisa sincera y también con un poco de agradecimiento. —. Quiero que Camila tenga todo mientras yo esté vivo...

Me quede viéndolo con cara de no entender esas últimas palabras, ¿como que mientras este vivo?, tal vez lo dijo por decir, o sea como si quisiera aprovechar los minutos que podría con Camila, ya que no sabemos hasta cuando estaremos. Él no decía más nada solo le daba sorbos a su café y también comía muy poco de su pastel. Lo que me llamaba la atención era que se notaba muy mal no se si era mi imaginación pero lo notaba un poco mal, serán cosas mías.

—Si, debes disfrutar los momentos que pases con ella, ya que no sabes cuanto tienes —él asintió con la cabeza y limpio un poco sua labios.

—Si, lo sé bien, por eso quiero que esto sea en grande.

—Veo que amas mucho a Camila.

—Si, no hay duda, la amo demasiado, ella es simplemente hermosa y es mi todo. —sus ojos se iluminaron y sonreía después de decir esas palabras. —. Por eso quiero que me ayudes, quiero que este muy hermoso ese lugar.

—Lo sé, y con gusto lo haré, todo quedará perfecto.

Él me sonrió y siguió comiendo su pastel. Me dolía aceptar pero creo que Camila lo merece más que a mi, él la ama a más no poder, quizá eso sea lo que la vida quiere para mí, quedarme sin la morena y dejarla ser feliz. Hago todo para que mi hermosa no tan mía sea siempre feliz conmigo o sin mi.

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