Capítulo 7

Las clases pasaron con normalidad, todas aburridas y sin relevancia alguna, el timbre que marcaba el final de las clases sonó junto a los suspiros de alivio de los alumnos por poder regresar a sus hogares, el grupo de amigos se reunió fuera de la escuela, el ambiente entre ellos aún era algo incómodo pero era más ameno que en el receso, a pesar de que la rubia aún estaba molesta y no le dirigía ni la mirada al más alto, al cual no parecía importarle.

—Bueno chicos, yo me tengo que ir, nos vemos mañana —dijo el castaño sonriente a sus amigos, despidiéndose con un gesto de su mano pero Springtrap se apresuró a pararse a un lado suyo.

—¡Hey! Te acompaño a casa, Freddy —dijo el rapero sonriendo —Por allá hay una abuela que quiere que arregle su lavadora y me queda de paso tu casa —explicó con una sonrisa.

—De acuerdo —respondió Freddy con una sonrisa.

<<¡¿Pero qué crees que haces?! Tú te puedes ir solo Freddy>>

—Entonces vámonos ya Spring, ¡Hasta mañana chicos! —dijo el castaño ignorando olímpicamente a su contraparte que estaba furioso sin razón alguna (según el castaño) y se fue junto el chico de polera.

—Bueno, mi madre ya llegó, hasta luego —se despidió la sonriente rubia mientras subía al auto junto a su mamá, la rubia no se asomo por la ventana, ni se despidió de sus amigos como usualmente hacía.

—Hm... creo que aún está enojada —mencionó el peli-morado mientras veía el auto alejarse.

—Pff, no importa... Bueno Bonnie, ¿Que tú no tienes práctica con tu amigo ese? —preguntó el más alto sin importarle en lo más mínimo lo dicho por el más bajo antes.

—Sip, nos vemos mañana Fox —dijo el menor yéndose al parque con tranquilidad, tenía pensado hablar seriamente algo con su peli-turquesa amigo, porque si, era verdad que él era su mejor amigo y lo apreciaba mucho... Pero sentía que con ser amigos no era suficiente para él, lo quería mucho más, claro, al no saber cómo reaccionaria su amigo prefería mantener esos "extraños" sentimientos guardados solo para él.

También sabía y comprendía que eran rivales y una relación (en el extraño caso de que se volvieran pareja) molestaría en sobre manera a la chica albina del almuerzo y también a su rubia amiga, no le importaría mucho que su rubia amiga se enojara con él, pero en definitiva no le quería causar ningún tipo de problema al peli-turquesa.

Y así, entre pensamientos llegó a la banca donde ensayaba con su "maestro", se sentó y mientras pensaba también esperaba a su amigo el cual siempre llegaba tarde, aunque realmente no le importaba.

—¡Bonnie! — su amigo morocho llegó corriendo con la guitarra en su espalda —¡P-perdón por tardar! —dijo al llegar al lado del peli-morado, cansado, sudado y jadeando, Bonnie soltó suaves risas al verlo.

—No te preocupes maestro, mejor hay que empezar a practicar, ¿Te enteraste que el evento es la próxima semana?

—¡¿Que?! ¡Pero si Town dijo que era en tres semanas! —se quejó el de ojos verdes mientras ambos sacaban sus guitarra y se preparaban para empezar a tocar.

—Pues se supone que así iba a ser —decía el de cabello morado mientras se hacía su típica coleta y empezaba a afinar su preciada guitarra —Pero como muchos se quejaron porque el evento tardaría demasiado pues decidió adelantarlo unas semanas, lo avisó hoy en la primera hora de clase.

—Ah... Es que yo llegue tarde —dijo Bon riendo nervioso y rascándose la nuca un tanto apenado.

—¿Confundiste las esquinas de nuevo? —preguntó el más bajo divertido mientras reía suavemente.

—Este... Pues... Y-ya sabes... ¡B-bueno! Mejor empecemos, ¿viste la canción que te mandé de los comepapas?

—Oh sí, tenías razón, me encanta su solo de guitarra, está genial —dijo el de ojos rojos con emoción, Bon rió suavemente al notar el entusiasmo en la voz de Bonnie.

—Sabía que te gustaría, ¿Crees poder sacar sus acordes? —dijo el peli-turquesa retador, con una sonrisa desafiante para el más bajo.

—¡Claro que puedo!, Después de todo ¡soy el segundo mejor guitarrista del mundo! —dijo Bonnie orgulloso y devolviendo una sonrisa cómplice al de piel morena.

—¿Segundo? —dijo entre cortas risas el morocho.

—Claro, tú eres el primero —dijo Bonnie sonriente mientras al moreno se le subían los colores hasta las orejas.

—Ah... Eh... b-bueno comenzamos ya ¿Sí? —dijo Bon apenado tomando su guitarra y comenzando a imitar el solo de guitarra de la famosa banda, siendo seguido e igualado por el peli-morado.

Así se pasaron la tarde, tocando distintas canciones de sus bandas favoritas, de vez en cuando, cuando el peli-morado le insistía demasiado, el peli-turquesa cantaba, y si el peli-turquesa insistía, hacían un dueto con sus voces y guitarras, no habían pasado ni quince minutos, cuando se desató otra tormenta incluso más intensa que la del día anterior, alcanzaron a refugiarse en el quiosco que estaba en el centro del parque.

—Uff, por poco y se empapan las guitarras —dijo el de ojos verdes aliviado, guardando su preciada guitarra en su estuche.

—Sí... Ahora hay que esperar a que se pase la lluvia —dijo Bonnie mirando como las gotas de agua escurrían del techo y formaban charcos alrededor del quiosco.

—Pues supongo que sí.

—Oye... Dijiste que tenías algo importante que decirme ¿No? —preguntó el peli-morado mientras se quitaba su coleta y sacudía su cabello salpicando con unas gotitas el rostro moreno que estaba completamente rojo.

—Eh... Ah, sí sí, b-bueno e-es que yo... Ahm... —tartamudeo Bon completamente nervioso el peli-turquesa, suspiró y tomó su guitarra, sacándola nuevamente de su estuche —Bueno... Yo... Me aprendí los acordes de una canción y quería que... Quería dedicarte e-esa canción —tartamudeo el peli-turquesa extremadamente nervioso y sonrojado, respiró hondo y empezó a tocar.

Una vez que terminó, centro su vista en el sonrojado rostro de Bonnie, lo que solo lo puso aún más nervioso.

—B-Bonnie... Ahm... Yo quería pedirte... Bueno... Q-que si tú quieres.. ¿T-tu quieres ser mi novio? —dijo completamente rojo de la vergüenza —¡S-si no quieres está bien! Yo entiendo y... Y espero que sigamos siendo amigos —dijo el morocho mientras guardaba su guitarra apresurado.

—B-Bon —habló por fin el de menor estatura con los nervios y emoción a flor de piel.

—¿S-sí? Bonnie sé que probablemente no querrás volver a verme pero... Necesitaba decírtelo y... Solo... ¿Podemos seguir siendo... —empezó a hablar el de ojos verdes dando por hecho que el menor lo rechazaría.

—¡Bon! —gritó el menor emocionado, lanzándose sobre su amigo y cayendo ambos a los jardines del parque, empapándose por la tormenta que aún no tenía intenciones de parar —Yo sí quiero ser tu novio —dijo el peli-morado escondiendo su rostro en el pecho del mayor, sin importarle que ahora estaba completamente mojado.

—¿Eh? —el más alto se sonrojó fuertemente, sonrió enamorado y abrazó fuertemente al de ojos rojos.

Bonnie reía feliz mientras se aferraba fuertemente a la camisa del morocho, aunque la felicidad le duró poco al pensar en cómo habrían de decir la noticia a sus amigos.

—Bon, ¿Cómo se lo diremos a nuestros amigos? —preguntó preocupado separándose un poco del abrazo para mirar a su ahora novio.

—Hm... Buena pregunta, deberíamos esperar un poco, por ahora que sea secreto —le guiñó un ojo al peli-morado que se sonrojó ligeramente —Quizá cuando termine el evento toda la rivalidad desaparezca y se los podemos decir con calma —dijo el mas alto sonriente, aunque en el fondo le preocupaba la reacción de su sus dos amigas.

—Tienes razón —dijo sonriendo el menor más tranquilo y feliz, Bon lo miró detenidamente, detallando su rostro que era recorrido por las gotas de lluvia.

—Te quiero... Te quiero mucho, Bonnie —dijo el de ojos verdes juntando sus frentes sonriendo enamorado, mirándose y sonrojándose, poco les importaba estar bajo la lluvia, sus rostros se acercaron, poco a poco, sus alientos se mezclaron, cerraron sus ojos y el peli-turquesa terminó con la distancia entre sus labios, fue apenas un roce, corto y suave, pero se sintieron en la gloria.

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El rapero y el chico castaño se encontraban caminando tranquilos, platicando y riendo felices de la vida mientras cierto azabache no dejaba de quejarse en la mente del de ojos azules, aunque era olímpicamente ignorado por el mismo y esto hacia enfadar aún más al de ojos oscuros.

—Hm parece que va a llover de nuevo —comentó el de polera mientras miraba al cielo y veía las nubes grises amenazando con una tormenta.

—Mm tienes razón... Lo mejor sería apresurarnos ¿No lo crees? —dijo el menor que también miro las oscuras nubes las nubes.

<<Sí, ya vámonos para que este tipo pueda irse a su mugroso trabajo, vamos Freddy, ¡No hay tiempo que perder! ¿O acaso te quieres mojar?>> Se quejaba el azabache tratando de hacer entrar en razón al castaño para irse y por fin alejarse de Springtrap.

—Nah, qué va, un poco de agua no va a matarnos osito —dijo el rubio mientras ponía sus brazos detrás de su nuca, y con un ojo cerrado le sonreía.

—¡No me digas así! —le dijo el más bajo entre avergonzado y molesto.

—¿Prefieres que te diga pasiva? O quizás ¿El doctor manos sueltas? —dijo entre risas el de ojos grises haciendo enrojecer aún más al castaño, Spring ya sabía muy bien de dónde había salido ese apodo para el castaño.

—Eres malvado —se quejó Freddu con un aura depresiva, a lo que el rubio rió divertido.

—No llores osito, ¿Ves como es mejor que te diga así? —dijo con diversión el más alto.

—Cállate, estropajo —dijo el menor indignado y mirando hacia otro lado cuando una gota de agua cayó sobre su rostro, luego otra, y otra, seguidas de muchas más, no tardó mucho en desatarse un diluvio.

—¡Ven! —exclamó el rapero y sin esperar respuesta tomó la mano del de ojos azules y corrió a la saliente de un local cerrado junto a otras personas que también buscaban refugio de la lluvia —Uff ¡Mira! Estamos casi secos —dijo sonriente el rubio.

—¡¿Qué?! Pero si nos mojamos completamente —replicó el menor con un puchero, Springtrap rió al ver el puchero de Freddy.

—Como si ayer no lo hubiéramos hecho —le restó importancia el mayor —Ya no seas tan delicado osito —dijo burlón causando un suave gruñido en Freddy —Hm... Parece que la lluvia no parará en un laaaaargo rato —dijo mirando las gotas caer en la acera con fuerza.

—Mi madre me matará si llego tarde a casa —se lamentó el castaño desanimado, suspiró mientras el rubio reía por lo dicho.

<<¡¡No dejes que te tome la mano Freddy!!>> Dijo el azabache alterado, apesar de que hacía rato que se habían soltado.

<<Solo fue para escapar de la lluvia, no exageres>> le dijo el menor mentalmente.

<<Ese miserable vagabundo se aprovecha de tu inocencia Freddy>> le reprochó el de ojos oscuros.

<<Ajá, si tú lo dices>> le ignoró el de ojos azules como lo había hecho toda la tarde, haciendo que el azabache se enojara y siguiera quejándose, pero el castaño seguía ignorando lo que decía.

—Bueno, lo mejor es esperar a que la lluvia pase, seguro tu mamá lo entiende y solo te da con la chancla —dijo Spring burlón mientras comenzaba a reírse, Freddy sonrió divertido.

—No, así mejor que me mate —se quejó entre risas el de ojos azul cielo, estuvieron ahí un rato más y la lluvia no parecía querer parar, después de un rato la lluvia bajó su intensidad considerablemente y ambos chicos lo notaron.

—¡Al fin! —celebró el rubio exagerando su alivio —Andando o no llegarás nunca a casa pasiva —dijo el rubio divertido mientras se quitaba la sudadera, el castaño estaba por reclamar por el apodo, pero se quedó callado y extrañado por la acción del más alto.

—¿Por qué te quitas la chamarra estropajo? —preguntó el castaño inocente y confundido.

—Pues ya que eres taaan delicado será mejor que te cubras para no enfermarte así que... —le dijo mientras le ponía la chamarra encima —Te pondrás esto.

—Gra-gracias —dijo el menor sonriendo y dejando que el rubio le colara su chamarra encima a pesar de las protestas y quejas de Fred —Pero no soy tan delicado —se quejó Freddy con un puchero, Spring rió suavemente.

—Igual te puedes enfermar, así que ya no te quejes —dijo el rubio sin mucho interés y sonriéndole al castaño que correspondió con otra sonrisa.

Mientras tanto unas chicas que también andaban por ahí notaron el "romántico" gesto del chico rubio y sacaron sus teléfonos para tomar fotos mientras chillaban emocionadas, el rubio las miró con una mueca extrañado pero no le tomó importancia alguna.

—¿Listo? —preguntó el rubio a lo que el castaño asintió preparándose para la carrera que habrían de dar hasta su casa —Bien... ¡Andando! —gritó tomando la mano del menor y así salieron corriendo en dirección a la casa del de ojos azules bajo la lluvia, no tardaron mucho en llegar y refugiarse de inmediato dentro de la casa de Freddy; estaban recuperando el aliento cuando la lluvia intensificó afuera.

—Uff ¡Vaya suerte! Llegamos justo a tiempo pasiva —dijo el rubio sonriendo y sacudiendo su rubio cabello con las manos haciendo que algunas gotitas cayeran en el rostro del menor, Freddy solo rió un poco y se quitó la capucha de la chamarra del más alto.

—Sí, oye ¿Qué pasará con tu trabajo? —preguntó el menor preocupado luego de limpiar su rostro un poco.

—Pues de por sí a veces ni me pagan las abuelas así que puedo buscar otro o pedirle que me deje ir mañana y ya está —dijo tranquilo el rubio, estirándose un poco.

—Mm... bueno... —empezó a decir el castaño no tan convencido de lo dicho por Springtrap, pues no quería que su amigo perdiera dinero por acompañarlo a su casa.

—¿Freddy? ¿Eres tú? —preguntó una voz dulce que venía de la cocina, no tardó en salir una mujer alta y castaña, traía un mandil de cocina y era obvio que hace unos instantes estaba cocinando.

—Hola mamá —dijo el castaño sonriendo y saludando a su madre con un gesto de su mano —Él es Springtrap, es un amigo de la escuela —dijo el castaño con una alegre sonrisa señalando a su acompañante.

—Eh... Hola señora, un gusto —dijo el rubio un poco avergonzado por estar en casa ajena sin ser invitado —Bueno, ya está. Estás en tu casita, sano y salvo, y un poquito mojado —dijo el rubio riendo suavemente y centrando su atención en Freddy listo para despedirse y correr a su casa.

<<¡¿Un poquito?! ¡Mírate! Te vas a enfermar y me reiré de ti y no haré cambio contigo pa' que sufras solito>> empezó a quejarse el azabache, Freddy se merecía enfermarse por haberlo ignorado todo el maldito día.

—Oh, no importa, mamá, ¿Spring se puede quedar a dormir? Es que está lloviendo y- —Freddy ignoró a Fred y se centro en su mamá para pedirle permiso de que Spring se quedara con ellos ese día.

—¡No, no! Yo ya me voy a mi casa, no es necesario —interrumpió el rubio para no molestar a su amigo ni a la mamá de este.

—Claro que puede, está lloviendo querido, anda que la comida ya está lista, vayan a secarse y vienen a comer ¿Sí? —dijo la mujer con una amable sonrisa para ambos chicos.

—Uh... Pero yo no quiero causar molestias —dijo el rubio sonriendo nervioso y apenado.

—¡No es molestia! Vamos hay que ver si te puedo prestar ropa para que te cambies y no vayas a pescar un resfriado —dijo el castaño mientras tomaba la muñeca del mayor y lo conducía escaleras arriba, hacia su habitación.

<<¡Claro que es una molestia! Mira que aprovecharse de su buen corazón, ¡Este tipo es de los peor!>> Se quejaba sin parar el de ojos vacíos <<¡Freddy no lo lleves a nuestra habitación, se puede robar algo!>> dijo el azabache alarmado, tratando de detener inútilmente al castaño.

<<¡Cállate Fred! tú no lo conoces, es una buena persona, no se robara nada, ¡Ya déjame en paz!>> Contestó molesto el castaño mientras llegaba a su habitación con su rubio amigo y cerraba la puerta.

—Tu mamá es muy amable —comento el mayor que se recargó sobre el marco de la puerta de la habitación de Freddy.

—¿Eh? Ah sí, siempre es así, además, es la primera vez que traigo un amigo a casa —dijo el menor con emoción —Quizá también sea por eso —dijo sonriente el más bajo, el rubio rió al ver la emoción del castaño.

—Tú tambien estás muy feliz ¿No? —dijo acercándose al castaño y revolviendo su cabello amistosamente.

—Eh... Sí, un poco —dijo Freddy rascándose la nuca avergonzado, el rubio rió divertido por esa reacción.

—Bueno, hay que apurarnos para que bajemos con tu mamá ¿No crees? —le dijo el más alto sonriendo contento.

—¡Ah! Sí, sí —dijo el castaño dirigiéndose a su armario para buscar ropa que le quedará más grande y poder dársela al rubio para cambiarse.

Ese día sería la primera vez que un amigo suyo se quedaría en su casa, era imposible contener su emoción.

[Editado: 07/02/2021]

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