Capítulo 6

El pelirrojo estaba sumido en un profundo aburrimiento, estaba al fondo de la clase en su típica pose desinteresada, ignorando al profesor que explicaba algo sobre los radicales y esas cosas que le costaba comprender, estaba perdido en distintos pensamientos fugaces, entre ellos sus fantasías acerca de que llegará a ser un héroe, se veía a sí mismo defendiendo a sus amigos de monstruos, dragones y distintas criaturas malvadas; así se sentía cada vez que los defendía de abusivos como los nightmares. Entre pensamiento y pensamiento se sorprendió imaginando que salvaba a cierto peli-dorado de un enorme dragón, se sacudió la cabeza para no pensar en estupideces y en ese momento recordó que ese niño mimado estaba en su casa... Solo... Y no había nada de comer...

—Mierda —murmuró el pelirrojo, se lamentó el haber dejado así al rubio, pensó que quizás no debió ir a la escuela y estar con él, al menos por ese día, sin embargo estaba ahí... En la escuela y su rubio amigo estaba en su casa.

La clase se la pasó entre varios pensamientos al azar, de los cuales todos y cada uno terminaban con referencia al cantante. Desde que el trigo y su pelo se parecían, hasta comparar a una chica con la figura del famoso rubio; mentalmente admitió que el de ojos grises tenía un buen cuerpo y que además era guapo, por algo tenía tantas fans... Una sensación extraña le recorrió, una molestia que no supo explicar, y mucho menos sabía que la razón de esta era que no le gustaba ver al rubio con otras chicas porque... ¿Por qué? Bueno, la razón que terminó por darle fue que era porque el rubio le tenía que ser fiel a Chica (porque según él ambos la querían).

Fue el timbre que marcaba la hora del almuerzo lo que lo sacó de sus pensamientos haciendo que se levantara y saliera para ir con sus tres amigos.

—¿Saben qué día es hoy? —preguntó el pelirrojo con emoción.

—¡MARTES DE PUDÍN! —gritaron sus dos amigos, Bonnie y Freddy, yendo los tres con velocidad a la cafetería para poder alcanzar un poco.

—¡Hey chicos! —la voz del rapero los detuvo en su carrera y decidieron esperar a que los alcanzara junto con la rubia que también se había quedado atrás.

—¡Estropajo! Date prisa que se acaban —gritaba el más alto de los tres, retomando el camino a la cafetería con paso apresurado siendo seguido por sus dos amigos.

—¿Qué se acaba? —preguntó Springtrap mientras llegaban a la cafetería, no obtuvo respuesta. Sus tres amigos se habían lanzado a conseguir pudín entre la masa de estudiantes que también luchaba por conseguir uno, aunque la rubia solo se quedó a distancia mientras rodaba los ojos sonriente —¿Por qué están así, Chica?

—¡¿Cómo?! ¡¿No sabes?! —preguntó la rubia sorprendida —Bueno, hoy es martes de pudín y por eso se ponen tan- —empezó a decir la chica pero se calló de golpe al ver al rubio opaco tan emocionado —¿Tienes algo, Spring?

—¡Lo hubieras dicho antes! —dijo el rapero y se lanzó a por pudín. La chica rió divertida por la actitud de sus amigos, compró su desayuno y alcanzó algo de pudín y salió para esperar en una mesa a sus amigos.

—Ugh esto es difícil —se quejó el castaño tratando de agarrar un poco más de pudín pero con sus heridas y con los empujones de todos los amantes del pudín parecía algo imposible

<<Tsk, eres muy débil Freddy, déjamelo a mí>> dijo el azabache tomando el control del cuerpo del castaño sin recibir protestas.

—Bien, ahora sí vamos a divertirnos —dijo el castaño con los ojos oscuros y empezando a tomar todo el pudín que sus manos podían cargar, al tomar todo lo que pudo salió de entre el gentío para llegar junto a Chica.

—¡Freddy! Ven siéntate —le dijo su amiga sonriente mientras el castaño sonreía coqueto y se sentaba a su lado.

—Ahí es toda una carnicería ¿No lo crees, muñeca? —dijo coqueto el castaño con sus ojos y voz diferentes, aunque la rubia no lo notó.

—Eh... S-sí —dijo la rubia con risas nerviosas por la actitud de su amigo.

—Pensé que los otros ya estarían aquí —dijo admirando a los que aún "luchaban" por conseguir más pudín.

—Sí, pero se comportan como niños y... —el de ojos oscuros le dejó de poner atención y miró hacia la cafetería.

<<¡Oye Fred! ¡Devuélveme el control de MI cuerpo!>> habló por fin el de ojos azules, había estado callado porque el azabache le consiguió todo el pudín, pero ahora podía reclamar.

<<¡¿Que?! ¡Pero si ya es mi turno de usar el cuerpo Freddy!>> Le respondió mentalmente esperando a que el castaño cediera.

<<¡Agh!... Bien>> se quejó <<Pero no causes problemas... Y mucho menos andes coqueteando por ahí ¡¿Entendido?!>> Le dijo el de ojos color cielo.

<<Pff de acuerdo>> dijo con fastidio el que controlaba el cuerpo.

—Le quitas la diversión a todo —se quejó Fred en voz alta sin darse cuenta.

—¿Dijiste algo Freddy? —preguntó la rubia curiosa, el castaño parpadeo nervioso.

—¡No! Para nada, solo... dije lo bella que te ves hoy —dijo tomando el control de la situación y haciendo que la rubia se sonrojara por el cumplido y riera nerviosa.

<<¡Fred! ¡Deja de hacer eso! ¡Me vas a meter en problemas!>> Dijo el castaño alarmado por pensar que Fox podría molestarse.

<<Vamos Freddy~ relájate un poco>> dijo divertido el azabache por la preocupación del castaño, le gustaba coquetear con las chicas porque Freddy siempre se alarmaba y le reclamaba.

<<¡No! No puedes jugar con los sentimientos de las personas Fred>>

<<Yo ni siquiera lo que es un sentimiento>> dijo el de ojos oscuros restándole importancia.

<<Pues... Un sentimiento es... Uh...>> Mientras el castaño buscaba la manera de explicar lo que eran los sentimientos el de ojos negros vio como su amigo de anteojos se acercaba a ellos sonriente y también vio como un chico de peli-turquesa se le acercaba y empezaba a platicar con él, en ambos había un ligero sonrojo, hablaban de la práctica que tendrían después de clases, aunque claro, Fred no podía escucharlos solo verlos compartir sonrisas y miradas nerviosas.

—¡Ge-genial! Entonces nos vemos después de clases donde siempre —dijo sonriente el moreno —Además... Tenemos que hablar de... Algo importante —dijo Bon nervioso con un gran sonrojo en sus mejillas.

—¡Claro maestro! Nos vemos después —dijo Bonnie y se fue a la mesa con sus amigos, el peli-turquesa también se alejó para reunirse con sus dos amigas.

—¡Hey! ¡Bonnie! —el pelirrojo acompañado su rubio amigo se le acercaron sonrientes y con los brazos llenos de pudín, así los tres juntos llegaron a la mesa con sus demás amigos.

Así pasaron el recreo, hablando y bromeando, conociéndose un poco más, mientras disfrutaban de su almuerzo. El más alto guardó algo de pudín en su mochila para el rubio que se encontraba en su casa.

—¿Foxy? ¿Qué haces? —le preguntó la de ojos rosas confundida porque el pelirrojo no se acabara todo el pudín que traía.

—Uh... Bueno e-es que yo... —dijo un poco nervioso y con un ligero rubor en sus mejillas.

—¡Ah! Es para tu noviecito, el rubio ¿No? —le dijo con picardía el rapero para luego echarse a reír ruidosamente junto a sus amigos.

—¡No es eso! ¡Dejen de reírse bola de idiotas! ¡Como si me importará ese riquillo bueno para nada! —dijo cruzado de brazos, con un sonrojo aumentando a cada segundo en sus mejillas y un infantil puchero en el rostro.

—Claro, por eso te preocupas tanto por él que ahora están en la misma casa ¿No es así? —le dijo con burla el castaño con un tono de voz diferente al que siempre usaba.

—¡Yo no me preocupo por él! —dijo Foxy alterado.

—Entonces ¿Para qué guardas tanto pudín? —preguntó "inocentemente" el peli-morado.

—B-bueno eso es porque... ¡Lo guardo para comerlo más al rato! —dijo el pelirrojo alterado y sonrojado.

—Tu cara roja no opina lo mismo —dijo Fred sonriendo con superioridad mientras todos reían.

—¡Le haces honor a tu nombre rojo!dijo el rubio entre risas, pero mientras todos reían no pudieron sentir el aura asesina que rodeaba a una chica albina que se acercó furiosa a la mesa de los que aún reían divertidos por las reacciones del más alto.

—¡Tú! —la albina señaló enojada al rubio opaco que dejó de lado sus risas para prestarle atención.

—¿Meg? ¡Hola enana! —le saludó Springtrap sonriente, sin notar lo enojada que estaba la chica.

—¡¿Qué rayos haces aquí?! —dijo molesta mientras sus dos amigos se acercaban a ella con cautela para no alterarla más y tratar de no llamar la atención de los otros chicos que estaban en el comedor.

—Estudio aquí —obvió el rubio con tranquilidad, con un ojo cerrado y su sonrisa tranquila —¿Qué sucede Mangle? —preguntó confundido al verla tan molesta.

—¡¿Que qué sucede?! ¡Sucede que ahora mis dos "hermanos" están comiendo con la maldita competencia! —reclamó molesta, aunque realmente no era esa la razón, simplemente le molestaba en sobre manera ver a sus dos "brother's" con la rubia que tanto le irritaba.

—¿No puedo comer con mis amigos? —preguntó Spring confundido y un poco molesto.

—¡¿Amigos?! ¡Apenas los conoces! —le recordó la albina casi echando humo por las orejas.

—Mangle, estás llamando la atención de todos —le dijosu amiga de larga cabellera rubia claramente incómoda.

—Eso no me interesa —dijo relajando su postura solo un poco —¡¿Y ustedes que miran?! —les gritó enojada a todos los curiosos que miraban interesados la escena, pero los intimidó lo suficiente para que desviaran la vista o se fueran a sus salones para esperar el timbre que marcara el fin del receso.

—Mangle no tienes que- —empezó a decir el pelirrojo.

—¡Tú cállate! ¡Tú eres peor que él! —le interrumpió la albina molesta.

—¡¿What?! Ya va siendo hora de que aclaremos unas cosas, hermanita —dijo el pelirrojo ofendido por las palabras de la menor.

—¡No hay nada que aclarar! Ustedes par de... —empezó a decir Mangle roja de la rabia.

—Meg, es mejor que nos vayamos —dijo el único chico de los toy's presente, tomando el hombro de su amiga cuidadosamente.

—Tsk... —la albina desvió la mirada molesta y el de ojos verdes le tomó la mano para irse de ahí pero repentinamente un par de manos fuertes cortaron bruscamente el agarre haciendo que ambos chicos cayeran inevitablemente al suelo —¡Idiota! ¡¿Pero que rayos te sucede?! —rugió la albina mientras se levantaba con la ayuda de su rubia amiga, molesta por como el alto pelirrojo había separado el agarre con Bon.

—No, nada —dijo como si nada el más alto.

—Ay, ay, ay, ay —se quejaba el peli-turquesa desde el suelo, Bonnie se levantó y se acercó mientras le tendía la mano para ayudarlo, el morocho se sonrojó fuertemente, en cámara lenta tomó su mano y se empezó a levantar cuando el peli-turquesa fue alejado del moreno por el mismo alto pelirrojo, haciendo que el de ojos verdes volviera a caer al suelo, y poniendo al peli-morado detrás de él.

—¡Fox! —dijo el de cabellos morados entre molesto y sorprendido por la actitud del más alto.

—Bonnie, no tienes por qué ayudarlo... —le dijo serio para luego susurrar —Mangle se molestará déjalo así ¿De acuerdo? Luego le explicas a tu amigo —le susurró cómplice porque realmente no le molestaba la amistad entre esos dos, pero no quería que Mangle terminara atacando a Bonnie.

—¡Cierto, Bonnie! —intervino Chica enérgica y molesta —Son la competencia, no te les acerques con esa confianza —dijo sin entender bien lo que pasaba.

—¡Agh! Tú no te metas oxigenada —habló furiosa la albina.

—¡Meg! Creo que ya deberíamos irnos —dijo Joy apenada por el alboroto que estaban causando.

—Mangle... —quisieron hablar con ella sus dos "hermanos".

—¡Ja! Pues bien —dijo la albina ignorando a ambos chicos que la miraron entre molestos y dolidos por su actitud —Andando —dijo y se fue con sus dos amigos detrás, Joy y Bon se fueron disculpándose con sus miradas con la banda que aún estaba en la mesa.

Porque sí, eran competitivos y quizá algo arrogantes pero no les gustaba causar problemas de ese tipo, aunque bien sabían la actitud que se cargaba su amiga y líder.

—Ash, ¡¿Pero que se cree esa mujer?! Se siente el centro del universo la amargada esa —empezó a quejarse la única chica de la banda de los "animatrónicos", el rapero quería replicar por cómo estaba empezando a hablar de su amiga y casi hermana pero una voz seria y firme intervino antes.

—Tú no la conoces —dijo Foxy molesto —No hables de ella si no sabes nada, Chica —le reprochó serio, haciendo que la rubia se callara y se sintiera ofendida, el silencio se hizo en la mesa donde anteriormente reían alegres ese grupo de amigos, un silencio extremadamente incómodo... Hasta que...

...

......

.........

El timbre sonó. Haciendo que todos regresaran a clases en silencio y pensando en lo que acaban de presenciar, cada uno con sus propios pensamientos al respecto.

[Editado: 06/02/2021]

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