Capítulo 41
El molesto despertador sonó con fuerza a la hora acostumbrada, provocando quejas en la pareja que yacía dormida hace unos cuantos segundos atrás.
Foxy estiró su brazo con pereza, azotando el endemoniado aparato para que dejara de sonar, una vez que todo quedó en silencio se acomodó en la cama y volvió a abrazar a su pequeño novio que dormía sobre su pecho.
No pasaron ni siquiera diez minutos cuando su celular empezó a sonar insistente, gruñó molesto, agarró el aparato y medio abrió los ojos para ver quién mierda lo llamaba a esa hora.
Leyó el nombre de "Enana" y consideró contestar la llamada, pero el sueño le ganó, colgando y apagando el teléfono para volver a acomodarse, miró a su novio quien se removió un poco ante tanto ruido, hasta tenía sus cejas fruncidas, le acarició el cabello y se dispuso a volver a dormir.
Pero nuevamente volvió a sonar otro teléfono.
—¡Agh! —el pelirrojo se tapó la cabeza con una almohada para amortiguar el sonido. Su novio se despertó y entre quejas agarró su celular para responder la llamada.
A diferencia de Foxy, Golden no se fijó quién llamaba, ni siquiera había abierto los ojos cuando ya había contestado el celular.
—¿Sí?
—¡¿¡Por qué demonios el imbécil de Foxy apagó el maldito teléfono?!? —los gritos de Mangle terminaron de despertarlo de golpe, asustando al rubio y haciendo que se sentara como resorte en la cama. Mala idea. Un dolor insoportable en sus caderas lo azotó, provocando un fuerte siseo de dolor y quejas —¡Golden! ¡¿Están bien?! ¡Los dejó un día solos y-
—¡N-no Mangle, estamos bien! —interrumpió el rubio antes de recibir un regañó, aguantando el dolor con lágrimas en sus ojos.
La albina empezó a regañarlo por culpa del pelirrojo, ya que el mayor colgó y apagó su teléfono, acusándolos de flojos y de irresponsables, recordándoles que tenían escuela y que no iba a dejar que faltaran, que para eso les llamó tan temprano sabiendo que seguro aprovecharían que ella no estaba para quedarse en casa y no ir a la escuela.
Golden aguantó todo el regaño de Mangle, evitando llorar o quejarse por el dolor para no molestar más a su amiga/cuñada, tardó un buen rato en la llamada, mirando a Foxy con ganas de matarlo, en primera, porque él era el culpable del enojo incontrolable de Mangle, y en segunda, porque era el responsable del horrible dolor de caderas que tenía.
Una vez que la albina colgó el rubio miró con rencor a su novio, quién parecía seguir durmiendo muy quitado de la pena.
—¡Ya levántate maldito zorro flojo! —le gritó el menor mientras le daba almohadazos a su pareja, quién se levantó entre asustado y molesto.
—¡¿Pero qué te pasa maldito enano?! —dijo Foxy cubriendo su cara del ataque de su rubio.
—¡¡Mangle me regañó porque apagaste tu teléfono, genio!! —se quejó Golden con molestia.
—Pues para qué le contestas —dijo el pelirrojo rodando los ojos.
—Ni siquiera sabía que era ella —dijo Golden bufando molesto —Ya, debemos prepararnos para la escuela —dijo el menor dispuesto a levantarse.
—Ugh... Nooooooo —se quejó el más alto acostándose de nuevo y tapándose por completo en un berrinche.
Golden frunció el ceño, estaba de mal humor por la forma en que lo despertaron y por el dolor en su parte baja, se quitó las sábanas de encima y luego se dispuso a ponerse de pie, las piernas le temblaron mientras intentaba dar un paso hacia el baño y terminó cayendo de sentón al suelo, gritando un poco por el dolor que le causó la caída.
—¡Golden! ¡¿Estás bien?!
—Sí, sí, el piso estaba triste y le quise dar un abrazo —dijo el menor con enojo mientras se sobaba la espalda baja en un intento por mitigar el dolor.
Foxy soltó una carcajada por el comentario sarcástico de su novio, se levantó y se puso sus bóxers para luego ayudar a Golden, el rubio se negó al inicio, pero luego de un par de intentos inútiles por ponerse de pie, aceptó con vergüenza la ayuda del pelirrojo.
—¿En serio fui tan rudo anoche? —preguntó el de ojos ámbar sorprendido del dolor de su novio. Sabía que la primera vez sería dolorosa, pero no pensó que el rubio no podría caminar.
Golden lo miró mal y le pegó un manotazo en el pecho desnudo del más alto.
—Idiota —resopló el menor, Foxy rió por el puchero del rubio, le ayudó al menor a ponerse sus bóxers evitando verlo más de la cuenta, no quería una erección mañanera, gracias.
Golden le jaló la oreja en venganza por las risas del pelirrojo porque aún le temblaban las piernas.
—¡Auch! ¡Golden! —se quejó Foxy infantil.
—Te lo merecías —sentenció el menor, quién aún era sujetado por Foxy para mantenerse en pie.
Foxy bufó bajito y luego una idea, probablemente mala, cruzó su cabeza, sonrió burlón y Golden sintió que era un mal presagio.
Y no se equivocó.
El más alto cargó al bajito sobre su hombro cual saco de papas, aún cuando el rubio gritó de la sorpresa para luego quejarse y exigirle que lo baje.
—¡Foxy! —chilló el rubio golpeando la espalda de su pareja, quién siseo por el dolor —¡Bájame ya!
—¡Eso me dolió! —lloriqueo Foxy sin hacer caso a las exigencias de su rubio.
Golden pataleo un poco pero sus piernas las sentía entumecidas y mejor siguió golpeando la espalda del más alto.
—¡Ay! ¡Espera! —el pelirrojo pidió piedad, pues esos golpes, a pesar de que no iban con intención de lastimarlo realmente, le ardían porque su espalda estaba toda rasguñada.
—¡Pues bájame y ya!
El pelirrojo rodó los ojos y mejor siguió su camino al baño, aguantando las quejas y golpes de su novio.
Una vez en el baño, al fin, bajó a su novio para dejarlo en la bañera, quién se quejó de dolor al sentarse, pues sus caderas en serio le dolían. De haber sabido, no habría aceptado hacerlo con su novio... Al menos, no un día antes de ir a clases.
—La próxima vez, no dejaré que lo hagas un día antes de ir a clases —dijo Golden entre quejas por el dolor en su espalda baja.
—Así que ya andas pensando en una próxima vez, ¿Eh? —se burló el pelirrojo, divirtiéndose de lo lindo al ver lo rojo que se puso su novio.
—Cállate —regañó Golden molesto y avergonzado.
—Ya, ya, toma un baño y relájate —dijo Foxy abriendo la llave del agua caliente y luego la fría para hacer que la temperatura estuviera agradable para el rubio.
Golden se sobresalto un poco al sentir el agua acariciando su piel y poco a poco su cuerpo se relajó, se quitó los bóxers como pudo y esperó a que la tina se llenara un poco más. Foxy se dedicó a ayudarlo a bañarse, le lavó el cabello y le frotó la espalda mientras Golden se encargó del resto de su cuerpo, Foxy enjuagó el cabello de su novio mientras este quitaba el jabón del resto de su cuerpo.
Una vez limpio, con ayuda de Foxy se puso de pie y drenó el agua de la tina.
—Anda, ve a cambiarte en lo que me baño —dijo el pelirrojo mientras le pasaba una toalla.
Golden envolvió su cintura en la toalla y salió despacio del baño, Foxy sonrió al ver qué su novio caminaba chistoso pero se aguanto la risa, no vaya a ser que su novio le quiera pegar otra vez.
Dejó que el agua cayera sobre él, soltó un gruñido al sentir que los rasguños en su espalda ardían, pero no tardó en empezar a lavarse cómo debe ser bajo la regadera.
No tardó mucho en salir, para encontrar a su novio solo con bóxers y poniéndose una camisa de manga corta.
Golden volteó y le sonrió de medio lado a lo que Foxy también sonrió.
—Apúrate que se hará tarde —dijo el rubio mientras buscaba sus pantalones.
—Ya voy, mamá —se burló el mayor mientras buscaba ropa interior para ponerse.
Se apresuraron en estar listos para luego bajar a tomar un desayuno exprés, se lavaron los dientes y salieron hacia la escuela con calma, pues el tiempo les alcanzaba a la perfección para llegar.
Golden seguía caminando extraño, pero hacia el esfuerzo de que no se notara demasiado, aunque a Foxy le seguía causando gracia su forma de andar.
—Pareces pingüino —se burló en medio de fuertes risas —Un pingüino rubio —dijo burlón.
Golden bufó molesto y le pellizcó el brazo con fuerza, provocando una queja y un puchero del pelirrojo.
—¿De quién crees que es la culpa, salvaje?
—No vi que me quisieras detener ayer —dijo el pelirrojo rodando los ojos mientras sobaba la zona herida.
Golden se sonrojó pero no dijo nada más, mantendría su dignidad intacta y le haría la ley del hielo al idiota que tenía por novio.
El rubio siguió su camino sin mirar a su novio, haciéndose el digno, Foxy sonrió divertido al saber lo que Golden estaba haciendo, así que lo alcanzó con un par de pasos y buscó la mirada plateada del menor. Cómo esperaba, el rubio volteó el rostro de inmediato.
—¡Oh~ vamos! ¿Te has enojado conmigo, cariño? —preguntó el mayor mientras rodeaba la cintura de su novio con un brazo, el rubio quiso apartarse pero Foxy no lo dejó, además de que el dolor en sus caderas no ayudaba. Aún así el rubio no le dirigió la palabra —¿No me vas a hablar?
El camino a la escuela pasó mientras Foxy buscaba qué su novio le dirigiera la palabra de nuevo pero Golden no cedía a sus provocaciones, cosa que le parecía divertido al mayor.
Una vez en la escuela se encontraron con sus amigos esperándolos en la entrada, a unos minutos de que sonara el timbre del inicio de clases.
—¡Hasta que llegan! —Mangle fue la primera en darles una bienvenida poco amistosa.
—Perdón —se disculpó el rubio rascando su nuca con una sonrisa, Foxy jadeó ofendido al ver lo fácil que su novio hablaba con su hermana mientras que a él lo ignoraba, la traición, la decepción hermana.
—Hey, ¿Por qué caminas así? —preguntó Springtrap curioso, pues le fue fácil notar que el rubio cojeaba un poco, haciendo que los demás también se dieran cuenta.
—Eh... —Golden se quedó en blanco unos segundos mientras que él y su novio se pusieron rojos hasta las orejas.
—¿Estás bien Golden? —preguntó Freddy al ver qué su amigo estaba todo rojo —¿Tienen fiebre o algo ustedes dos? —preguntó al ver qué el pelirrojo estaba igual de rojo que el rubio.
—Estoy seguro que lo que tienen no es fiebre —se burló Fred con un brazo al rededor de su pareja —Así que, ¿Por qué caminas así, doradito? —preguntó el pelinegro divertido, sin hacerse una idea de qué había pasado entre ellos.
—Yo... ¿Me caí?... —dijo el rubio dudoso, Foxy rascó su nuca incómodo, haciendo la escena sospechosa para sus amigos.
—¿Nos estás preguntando? —dijo Bonnie confundido por la respuesta de su amigo.
—¡No! Yo... Me caí en las escaleras ayer... —explicó el rubio riendo nervioso.
—¿Qué? Foxy, ¿Tú dónde estabas o qué? —preguntó la albina mirando a su hermano que se puso aún más rojo.
—Yo estaba, eh...
—¡Estaba haciendo la cena! —interrumpió Golden al ver qué su novio estaba en blanco.
—Los dejó un día solos y Golden llega a la escuela cojeando, ¡Es increíble! —se quejó Mangle agarrándose la cara con frustración.
—Pe-pero estoy bien, no es nada grave —habló el rubio con una sonrisa nerviosa.
—¿Seguro? Una caída así puede ser peligrosa —habló Bon, recordando que un día el se cayó de las escaleras y se torció el tobillo, estuvo casi un mes sin poder caminar correctamente, usando hielo para aliviar la hinchazón y el dolor, para su suerte, no fue algo demasiado grave, así que se curó sin mayor problema.
—¡Sí, en serio! —dijo con una risa nerviosa.
—Vaya, están muy sospechosos —mencionó Bonnie con una sonrisa divertida.
—¿Qué? Nah, pff —dijo Foxy tratando de mostrarse lo más relajado posible.
Sus amigos los siguieron molestando por lo raros que se estaban comportando hasta que el timbre sonó y todos entraron a clases.
Golden siguió ignorando a Foxy y el pelirrojo no pudo hacer mucho durante las clases, eso hasta que llegó la hora del receso, dejó que sus amigos se adelantaran y cuando tuvo oportunidad arrastró a Golden hacia uno de los pasillos vacíos de la preparatoria.
—¡Foxy! Déjame ya, tengo hambre —se quejó el rubio intentando soltar sus manos del agarre del mayor. Terminaron en un pasillo vacío, detrás de unos casilleros, con Foxy acorralando a Golden en una pared.
—Bueno, entonces ya deja de ignorarme —pidió el más alto buscando la mirada de su pareja quién se volteaba para no caer ante la carita de borrego degollado del pelirrojo.
Foxy bufó al ver qué su novio se empeñaba en esquivar su mirada y decidió hacer algo que el menor no pudiera ignorar. Le dio un beso, obviamente el rubio se resistió al inicio, pero poco a poco se dejó llevar por los labios del más alto.
Una vez que el pelirrojo se separó de los labios ajenos sonrió orgulloso, pues Golden lo miraba con los labios entreabiertos y los ojos brillando, como si esperara que el mayor volviera a besarlo.
—¿Me vas a seguir ignorando, doradito? —preguntó juguetón, rozando sus labios con los del rubio para tentarlo.
Golden sonrió de lado, ese tonto lo volvía loco, en respuesta jaló a Foxy de la nuca para volver a besarse intensamente. Foxy se sorprendió por la acción pero luego correspondió el beso, segundos después se separaron jadeando.
—Ahí está tu respuesta —dijo el rubio con una sonrisa de lado, Foxy sonrió, adoraba el lado seductor y coqueto del rubio.
Para su buena suerte, nadie los vio, se dirigieron a la cafetería con Foxy abrazando al menor por los hombros. Una vez que tuvieron su comida se dirigieron a la enorme mesa donde estaban todos sus amigos. Era la mesa más grande de toda la cafetería donde ya estaban todos los demás disfrutando su almuerzo.
—¿Por qué tardaron tanto? —preguntó Mangle con el ceño fruncido al verlos llegar tan campantes.
—Fueron a hacer sus cochinadas seguro —dijo Springtrap divertido, recibiendo un pellizco de la albina a un lado suyo y provocando que los recién llegados se pusieran cuál tomates maduros —¡Ay! ¡¿Y eso por qué?! ¡Yo solo dije lo obvio! —se quejó Spring con lagrimitas fingidas y un puchero que a la líder de los toy's le pareció adorable.
—Ya los exhibiste estropajo —se burló Bonnie entre suaves risas.
—Deberían ser más discretos en la escuela primo —dijo Joy con una amable sonrisa hacia Golden, quién se moría de vergüenza.
—¡N-no fue eso, Joy! —contradijo el rubio mientras se sentaba a en medio de Fred y Foxy.
—Creo que nos perdimos de algo —dijo Town con una sonrisa confundida mientras miraba a Foxy y Golden completamente avergonzados.
—Ah, es que no estuvieron ayer —dijo Joy entre cortas risitas —Esos dos son pareja —dijo señalando a su primo y a su pareja con una sonrisa divertida.
—Sí, y esos dos, y esos dos —dijo Springtrap señalando a Fred y Freddy y luego a Bonnie y Bon.
Los mencionados se pusieron rojos hasta las orejas pero no negaron nada. Eak y Town los miraron sorprendidos. Lo que sucedía en un fin de semana.
—Felicidades entonces, a todos —dijo Town rascando su nuca, un poco abrumado por tanta información.
—Vaya, un fin de semana que no nos vemos y ya salieron con sus novios —dijo Eak con una sonrisa —Hey, ¿Dónde está la rubia? Esta.... ¡Chica! —dijo tronando los dedos al recordar su nombre —¿No vino a clases?
—Eh, no, no llegó —dijo Freddy con una mueca de preocupación.
—Ah... ¿Entonces irán a hablar con el director sin ella? —dijo Town, un poquito desconcertado por la repentina incomodidad en el ambiente. Los chicos ni siquiera recordaban que debían ir a hablar con el director respecto a lo del concurso de primavera, así que se miraron unos a otros con duda. ¿Sería correcto ir a hablar con el director sin su amiga?
—Pues sí wey, mientras el líder de su banda esté es más que suficiente, ya luego le pueden decir a la niña qué fue lo que hablaron con el director —dijo Eak restando importancia al asunto y aminorando la tensión en el ambiente.
El receso pasó sin muchos contratiempos, desayunaron y hablaron acerca del fin de semana, prometiendo que la próxima vez saldrían todos juntos, incluyendo a Eak y Towntrap, quienes no habían asistido a la última salida.
Se preguntarán, ¿Y Toddy, Owyn y Cami? Bueno, desde el evento de primavera Toddy había decidido dejar a los toy's, no se sentía cómoda con ellos y ella sabía, que aunque Bon hacia hasta lo imposible por incluirla no estaba funcionando, así que ella prefería ir a sentarse con Owyn y Cami, se llevaba de maravilla con el de trenza larga, y la chica de cabello lima no hablaba demasiado así que no tenían problemas entre ellas, además, de vez en cuando Onnie y Oxy les hacían compañía, así que ella prefería mantenerse alejada de los toy's, solamente hablaba con Bon y se llevaba bien con él porque sus padres eran viejos amigos, y gracias a eso, ellos se conocen desde que tienen memoria.
Eak y Town intentaron convencer a Cami de ir con ellos, pero la chica no estaba muy cómoda entre tanta gente, aún salía con esos dos pero prefería quedarse en un grupo pequeño de personas que no la criticaban por ser como es. Gracias al cielo, Owyn había sido muy amable con ella desde que el hombre morado desapareció, ¡Hasta se disculpó con ella por todo lo que había pasado! Y aunque no confiaba en él al cien por ciento, había decidido darse una oportunidad de conocerlo, al igual que con Toddy.
El receso pasó sin muchas cosas interesantes, los alumnos almorzaban y hablaban, había mucho ruido pero nada fuera de lo normal. Las clases pasaron y en un abrir y cerrar de ojos los animatrónicos ya estaban en la oficina del director para hablar acerca del premio del concurso.
—Bien, para empezar, muchas felicidades por haber ganado —dijo el hombre que estaba sentado en el escritorio con una pequeña sonrisa en el rostro. Los cinco chicos agradecieron a coro y luego el hombre se puso de pie —Como ya saben, el primer premio incluía esto —dijo el hombre mostrando instrumentos nuevos y de buena calidad, los chicos sonrieron emocionados y tomaron los instrumentos que ahora eran suyos —Espero les den un buen uso, ahora, hablemos de la presentación que tendrán este viernes —dijo el hombre mientras regresaba a su asiento y los chicos dejaban un poco su emoción para prestarle atención al director.
—Sí, Towntrap me comentó que sería en la plaza de las artes— dijo Freddy, el director asintió dándole la razón.
—Hemos conseguido un permiso por parte del ayuntamiento, así que podrán presentarse ese día por la tarde, después de sus actividades escolares normales —explicó —Su presentación está programada para las cinco de la tarde, y, después de haber hablado con algunos maestros, decidimos que el segundo y tercer lugar del evento también se presenten —dijo el hombre con una sonrisa —Hablamos con el comité que organizó nuestro evento de primavera y decidimos que lo mejor sería que ustedes se presenten al final, para dar un buen cierre a este evento, ¿Les parece bien?
El director preguntaba más por cortesía que por interés, pues los alumnos no tenían otra opción más que aceptar. Freddy, el líder de la banda asintió entusiasmado.
—Muy bien, el día viernes deben presentarse media hora antes, es decir, a las cuatro y media, les mostrarán el escenario y también les prestarán instrumentos para que no tengan la necesidad de cargar los propios. La presentación también es una recaudación de fondos en apoyo de nuestra escuela, así que espero lo mejor de ustedes —finalizó el hombre con tranquilidad, poniendo un poquito de presión sobre los chicos —Eso sería todo, pueden retirarse —los chicos se despidieron y salieron de la oficina del director.
Antes de que cada quién tomara camino a casa coincidieron en que debían arreglar las cosas con Chica lo antes posible, para ahorrarse problemas el día de la presentación en la plaza.
No hubo mucho más que hablar y cada quien se fue a casa. Fred ahora estaba viviendo con Freddy, pues el castaño había dicho a su mamá que el pelinegro no tenía donde quedarse (cosa que era cierta) y la mujer no se negó, tenía lo suficiente para mantener a ambos, Fred le parecía un buen muchacho y además estaba muy feliz de que su hijo tuviera un amigo tan cercano.
Foxy estaba más que contento de no tener a Fred en su casa. Una vez de regreso en su hogar Foxy se preparó para ir al trabajo, se despidió de su hermana y de su pareja y luego salió rumbo al taller.
El resto del día no hubo nada relevante para ninguno de nuestros personajes, lo único que tenían en claro los cinco chicos animatrónicos es que debían hacer las pases con su amiga rubia, y rápido.
[Editado: 26/02/2021]
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