Capítulo 39
—Deja de decir tonterías y vístete —se quejó Foxy aún con un prominente sonrojo cubriendo su rostro.
Golden gruñó y abrazó a su novio con más fuerza.
—Por favor~ —pidió el rubio mientras Foxy lo dejaba sentado en el borde de la cama. Foxy suspiró, no tenía tanta fuerza de voluntad como para negarse otra vez.
—Tsk, bien. Alza los brazos, enano —Golden obedeció, el pelirrojo le sacó su playera con lentitud, tratando de no tocar más de lo necesario la blanquecina piel del rubio —Se suponía que hoy me ibas a obedecer tú a mí, no al revés —dijo el pelirrojo intentando distraerse de la tentación de tocar la piel del menor.
—Te lo compensaré luego, lo prometo —dijo el rubio adormilado.
—Te tomaré la palabra —una vez que la playera del rubio estuvo fuera la lanzó a algún lado de la habitación y buscó alguna prenda que ponerle en su lugar —Ah... Debimos traer ropa para dormir —se lamentó el más alto al no encontrar algo que ponerle a su pareja. Al final, decidió quitarle los pantalones con el mismo cuidado que tuvo al quitar la playera del rubio.
El peli-dorado jadeó un poco al sentir las frías manos del mayor rozando sus piernas, pero no dijo nada y se dejó hacer.
Luego de que el rubio quedó en bóxers, el más alto prosiguió a quitarse su ropa, se quitó la playera y, luego de un pequeño debate interno, decidió ponerle la prenda al menor.
—Ponte eso enano, no quiero que te enfermes, con lo delicado que eres —habló Foxy mientras le ponía la playera al menor con cuidado, el rubio se dejó hacer, le gustaba usar la ropa de Foxy porque le quedaba enorme y era muy cómoda, además, tenía el aroma de Foxy, aspiró el olor que tanto le gustaba y se acostó a dormir, dejándole espacio al más alto a un lado de él.
El pelirrojo se sacó los pantalones, se acostó a un lado de su novio y se cubrieron con las mantas, el pelirrojo se acomodó de manera que su cabeza quedara en el pecho del rubio, podía escuchar los latidos acelerados del menor, Golden acaricio su cabello, y así se quedaron dormidos.
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Freddy se sentía un poco incómodo, el azabache con quién compartía habitación no dejaba de mirarlo con intensidad.
—¿Sucede algo Fred?
—¿Querías que Springtrap se quedara aquí? —preguntó Fred cambiando el tema, pues había descubierto que Freddy era capaz de leerlo con facilidad, no sabía cómo lo hacía, pero no quería que el castaño evidenciara sus celos de nuevo. Era malo para su orgullo. Aunque lo que dijo evidenciaba igualmente sus celos.
—Pues no tendría problema con eso... Aunque creo que a ti sí te molesta —dijo Freddy jugando con sus manos, para el castaño era obvio que a Fred le desagradaba el rapero.
—Aún tenemos cosas sin arreglar, cosas que debemos hablar a solas —dijo el pelinegro tratando de ser serio.
—Oh... Es eso...
—Freddy, yo no soy bueno con los sentimientos y no entiendo qué me pasa... Pero, me gusta tu compañía, me gusta estar contigo a solas, y siento que voy a vomitar cuando estás muy cerca... Me gusta pero a la vez me pone ansioso, y no me gusta que otras personas te toquen o se te acerquen demás... Me molesta —explicó el pelinegro sin saber bien cómo expresarse. Freddy sonrió con cariño, Fred era demasiado tierno sin darse cuenta.
El castaño se acercó a él mientras el pelinegro se seguía quejando acerca de que muchas personas se le acercaban demás y entonces él se sentía mal y así. El pelinegro se calló cuando notó que Freddy estaba a centímetros de él.
El de ojos azules abrazó a Fred con lentitud, un poco inseguro de lo que hacía. Escondió su rostro todo sonrojado en el pecho del más alto, escuchando los frenéticos latidos de Fred, sonrió al pensar que esos latidos los provocaba él.
—Fred, ¿Por qué crees que dejé que me dieras un beso? —preguntó el más bajo en un murmullo, alzando la mirada y apreciando la vista de un sonrojado Fred que no sabía qué hacer.
El pelinegro colocó sus brazos tras su nuca nervioso, no sabía si era correcto corresponder el abrazo, así que simplemente intentó no hacer contacto visual con el castaño y no abrazarlo por ahora.
—No lo sé, yo no sé de estas cosas.
Freddy rió por esa respuesta, el de piel más pálida lo miró con un puchero.
—¿Crees que voy besando a cualquiera que se me cruce enfrente? —preguntó el de ojos azules con diversión, el pelinegro hizo una mueca.
—No sé, jamás te vi besar a nadie antes... Pero le tocaste el pecho a Cami —se quejó Fred de manera disimulada —Y dejas que Springtrap te toque el cabello o te ande rodeando con un brazo —el mayor se siguió quejando, la suave risa del castaño que aún lo estaba abrazando interrumpió su larga lista de quejas —¿Qué? ¡No te burles de mí Freddy!
—Perdón, perdón. Es que creo que eres muy lindo —dijo el castaño sin pensarlo demasiado. Un segundo después los rostros de ambos estaban de un intenso color rojo.
—Lo sé, lo sé, soy hermoso —dijo Fred con una sonrisa arrogante —Pero eso no es el punto —dijo Fred en un puchero.
—Fred, creo que eres muy celoso —dijo el castaño escondiendo su rostro en el cuello del más alto. La piel de Fred se erizó al sentir la cálida respiración de Freddy en su cuello —Además, tú eres el que se la pasa coqueteando con la primera mujer que le pasa enfrente, no deberías reclamarme nada —se quejó el castaño con un puchero. Incluso para Fred, fue muy obvio que el castaño estaba celoso, por lo que el pelinegro rió divertido y por fin abrazó a Freddy rodeando su cintura y acercándolo más a él.
—Entonces también eres celoso, ¿Eh, Freddy? —susurró divertido, justo en el oído del castaño, Fred pudo apreciar como la piel del más bajo se erizaba.
—Cállate, idiota —se quejó el castaño apretando el abrazo que tenía con el pelinegro.
—Oye, Freddy... Eso quiere decir que... ¿Nos sentimos igual? —el castaño respiró profundo, porque él en serio quería pensar que sí... Pero eso dependía más de Fred que de él, porque el pelinegro no sabía lo que era enamorarse, y entonces, Fred podría estar confundiendo lo que sentía con simple amistad o algo así.
Él no quería acabar con el corazón roto, pero quería creer que Fred sabía lo que sentía, y que sí se querían de la misma manera.
—Quizás... —dijo inseguro, aspirando el aroma de Fred. Le gustaba mucho.
—¿Y eso... Eso nos hace pareja? —preguntó el más alto apretando su agarre en la cintura del de ojos azules. Freddy dejó de respirar por un momento, sintiendo su cara caliente, aflojó su agarre, y aunque estaba realmente nervioso se separó un poco del pelinegro para verlo a los ojos.
—¿Eso es...? —Freddy trató de sonreír con diversión, pero estaba demasiado emocionado, nervioso y avergonzado como para verse burlón, a ojos de Fred, Freddy se veía adorable —¿Eso es una proposición, Fred?
—Sí... En definitiva, quiero que seamos pareja —sentenció Fred, su mirada se desviaba a los labios entre abiertos del castaño. Quería, realmente quería besarlo, pero no quería arruinar la atmósfera que habían formado —Tú... Umh... ¿Tú quieres ser... Mi novio? —Fred no tenía ni una idea de cómo pedírselo a Freddy sin arruinar nada, el castaño soltó unas risas por los nervios de Fred, lo volvió a abrazar y escondió su rostro en el cuello del más alto.
—Claro que quiero, idiota —dijo alegre, soltando risas emocionadas.
—¡¿En serio?! ¡Sí! —Fred alzó los brazos victoriosos —Wow, es de las pocas veces que me dices que sí a algo —dijo el pelinegro emocionado y abrazando de nuevo a su novio por la cintura con fuerza.
Freddy rió, le causaba ternura la emoción de Fred, aunque él mismo se sentía explotar de felicidad.
—No te acostumbres —dijo el de ojos azules divertido, Fred rió un poco y le dio un sonoro beso en la mejilla.
—¿Puedo hacer eso? —preguntó Fred mientras juntaba sus frentes, clavando su profunda mirada oscura en los ojos azules de Freddy.
—Y-ya lo hiciste —sus voces eran apenas un susurro, pero la distancia era tan poca que no importaba. Fred sonrió, una sonrisa coqueta de medio lado, sus narices se rozaron y pronto el castaño terminó con los pocos centímetros que los separaban.
Un beso, un beso real, quizá inexperto, pero un beso que les hizo explotar un mar de sensaciones nuevas, Fred movía sus labios a un ritmo lento, permitiendo que encajaran con los del más bajo, Freddy se sintió en el cielo, dejando que Fred llevara el ritmo; el pelinegro delineó la cintura del castaño con sus manos, mordiendo ligeramente el labio inferior de Freddy, a quien se le escapó un pequeño jadeo, se miraron unos segundos y sonrieron tontamente.
Freddy jaló a Fred a la cama y terminaron acostados y abrazados. No tardaron mucho en dormirse con una imborrable sonrisa en sus rostros.
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A la mañana siguiente Bonnie fue el primero en despertar, sus padres estarían fuera hasta el martes, así que no debía preocuparse de arreglar la casa hoy, era domingo y estaba dispuesto a pasarlo con sus amigos y con su pareja. Sonrió aún medio dormido cuando vio a su novio.
La noche anterior había sido todo un caos cuando le dijo a Bon que dormirían en la misma cama. Al pobre casi le da un ataque.
De alguna manera, con un par de caricias y besos, Bonnie lo convenció, terminaron en pijama abrazados y acurrucados, ahora mismo Bonnie tenía su oído apegado al pecho del de piel morena, escuchando el tranquilo palpitar de su corazón, sintiéndolo como un arrullo, decidió levantarse con cuidado, logró soltarse de los brazos de su pareja que lo rodeaban desde que despertó, le dejó un suave beso en la frente y luego se dirigió al baño.
Se lavó la cara y los dientes, pues tenía esa sensación de "aliento matutino", luego de eso amarró su cabello en una descuidada coleta y bajó a la cocina, abrió el refrigerador y empezó a sacar lo necesario para hacer huevos revueltos. Se puso un mandil morado que era de su madre y empezó a cocinar. Unos momentos después escuchó la voz de su pareja y sus dos amigas en las escaleras, los tres chicos entraron a la cocina y saludaron al de coleta, se notaba que seguían con sueño.
—Buenos días chicos, vayan al comedor y ahorita les sirvo de desayunar —dijo Bonnie con una sonrisa, viendo como Joy y Mangle movían su cabeza en afirmación y Bon se acercaba él.
El peli-turquesa rodeó su cintura en un abrazo por la espalda, Bonnie rió con ternura y le dio un beso en el cachete a su pareja, Bon sonrió aún adormilado y dejó un suave beso sobre el hombro de Bonnie.
—Buenos días... —dijo el más alto arrastrando las palabras, el sueño se le podía notar a kilómetros —¿Te ayudo en algo?
—No es necesario, ve al comedor mejor —dijo el de ojos rojos dejando un momento el sartén para voltear a ver a su novio y dándole un casto beso, Bon hizo un sonido de afirmación, dejó otro beso en la mejilla de Bonnie y se fue en medio de un bostezó a sentarse con sus amigas.
Pasaron un rato hablando cuando Bonnie llegó a servir platos de huevo revuelto con jamón frente a ellos. Ofreciéndoles también jugo de naranja. Los tres empezaron a desayunar mientras Bonnie decidió ir a despertar a sus otros amigos.
Primero fue con Freddy y Fred, los encontró cómodamente abrazados, les tomó una foto y rió bajito al ver cómo Freddy babeaba sobre el cabello de Fred quién estaba usando de almohada el costado de Freddy. Les tomó una foto y decidió despertarlos.
—Chicos... El desayuno está listo —dijo Bonnie removiendo un poco el hombro del castaño, Freddy abrió sus ojos con calma. Miró a Bonnie y luego bajó su adormilada mirada hacia donde sentía un peso extra, viendo a Fred cómodamente dormido sobre él, sonrió con ternura y luego miró de nueva cuenta a Bonnie.
Pasaron cinco segundos en los que Freddy se hizo consciente de su situación, abrió sus ojos como platos y se levantó de golpe, dejando caer a Fred en la cama y provocando que se despertara de una manera poco agradable. Al castaño le importaron poco las quejas de su, ahora, novio.
—¡Bonnie!
—Buenos días, Freddy —dijo el de cabellos morados con diversión.
—¡N-no es lo que piensas!
—¿No estabas durmiendo abrazado a Fred? —preguntó el peli-morado con falsa inocencia mientras que Freddy deseaba que la tierra lo tragara y Fred se sentaba todo desorientado sobre la cama, sintiendo alguna cosa rara en su perfecto cabello.
—¡No! Bu-bueno sí, pero... —Freddy no sabía que excusa poner, estaba rojo de la vergüenza y su cerebro que recién había despertado no funcionaba al cien por ciento.
Las risas de Bonnie solo pusieron más nervioso al castaño.
—Está bien, no han hecho nada malo —dijo Bonnie con una sonrisa que intentaba tranquilizar al de ojos azules.
—¡Freddy~! —el mencionado se tensó al escuchar ese tono de molestia en la voz del pelinegro —¡¿Por qué me despertaste?! ¡Mi sueño de belleza no debe ser interrumpido! —Fred ni siquiera se dignó a abrir sus ojos, así no espantaría el sueño que aún tenía, ni siquiera era consiente de la presencia de Bonnie junto a la cama, él simplemente se abrazó al torso de Freddy, obligándolo a acostarse nuevamente mientras el pelinegro usaba su pecho de almohada.
—¡Fred! —el castaño se volvió a levantar, empujando al pelinegro fuera de la cama y logrando que esté cayera de cara al suelo, logrando, por fin, despertarlo completamente.
—¡¿Pero qué demonios te pasa?! —reclamó el de ojos oscuros levantándose con cara de molestia y con la frente y la nariz roja por el golpe. Hasta ese momento notó al chico de lentes riendo descarado ante la escena que se desarrollaba ante sus ojos.
—Buenos días, Fred —saludó el peli-morado entre risas divertidas.
—¿Qué tienen de buenos? —se quejó mientras se tocaba la frente, sintiendo esa área punzando al igual que su nariz —¿Qué manera de despertar a tu novio es esa, eh? —reclamó el más alto al castaño quién casi se ahoga con su propia saliva al escuchar las palabras del pelinegro.
—¡Cállate, idiota!
—¡¿Y ahora por qué me insultas?!
—¿Ya son novios? —preguntó Bonnie ligeramente sorprendido, es decir, se notaba que había algo entre ellos, pero pensaba que seguían en la etapa de negación en la que según ellos son heterosexuales. Justo como su novio y él quienes sí habían pasado por esa etapa de "no me gustas, solo eres mi amigo".
—Sí, desde ayer —dijo el pelinegro con orgullo, Freddy se limitó a cubrir su avergonzado rostro con sus manos.
—¡Cállate Fred!
—¿Qué tiene de malo decirle? Es nuestro amigo, además, así ya no se acerca de más a ti —dijo Fred como si fuera la mayor y más obvia justificación del mundo. Bonnie rió asintiendo, dándole silenciosamente la razón a Fred.
—Ugh... Olvídalo —dijo Freddy en un suspiro avergonzado.
—Bueno, venía a decirles que el desayuno ya está —dijo Bonnie, dispuesto a salir de la habitación, les dedico una última sonrisa y salió, inmediatamente escuchó los gritos de reclamo de Freddy y quejas de Fred, quién, aunque Bonnie no lo vio, había sido cruelmente atacado por un avergonzado Freddy que utilizaba una almohada como arma.
El peli-morado decidió ignorar eso y mejor fue a despertar a Springtrap, no hablaron mucho, se dieron los buenos días, unas cuantas bromas sobre el escándalo de Fred y Freddy, para que luego el rapero saliera entre bostezos hacia el comedor mientras Bonnie se diría a la habitación de sus dos amigos faltantes.
Entró con sigilo, encontrando que ambos seguían dormidos, les tomó una foto discretamente y luego se dispuso a despertar al rubio, pues suponía (y no se equivocaba) que Foxy tenía mal genio cuando lo despertaban. El bajito removió a Golden de un hombro esperando a que así se despertara.
El rubio se quejó entre sueños y poco a poco despertó, parpadeó un poco para acostumbrarse a la luz, y entonces vio a Bonnie, le tomó unos segundos recordar dónde estaba, luego de eso sintió un peso extra sobre su cuerpo, encontrándose con su novio que lo usaba como almohada, Golden rió al ver a su pelirrojo novio babeando sobre su pecho, luego devolvió su vista hacia el de lentes.
—Creo que te están usando de almohada —mencionó Bonnie divertido, Golden soltó unas suaves risas y se sentó, dejando a Foxy de lado mientras se tallaba un ojo para despertar completamente.
—Ugh... Es complicado dormir cuando te usan de colchón —dijo sobando su pecho, pues Foxy había estado acostado sobre él durante varias horas y ahora sentía su cuerpo un poco entumecido y adolorido.
Golden se estiró un poco y mientras rascaba su cabello el pelirrojo envolvió sus brazos alrededor de su cintura, apegando su rostro al abdomen del rubio.
—Creo que ese mastodonte que tienes por novio te necesita como oso de peluche —comentó Bonnie divertido, el rubio rió nervioso y empujó a Foxy lejos de él, este gruño pero no abrió sus ojos.
—Ya despierta, zorro tonto —dijo el rubio sacudiendo a su novio para que se despertara, este simplemente se quejó y se cubrió la cabeza con una almohada. Golden suspiró exasperado y le quitó la almohada, ya sabía que era difícil despertar al pelirrojo cuando este se ponía terco.
—Déjame dormir~ —exigió Foxy con la cara escondida en el colchón, el rubio rodó los ojos
—El desayuno está listo, suerte para levantarlo —dijo Bonnie mientras salía, le era divertida la discusión de esos dos, pero quería ir a desayunar con su novio y sus amigos.
—Vamos Foxy —dijo el menor en un suspiro, su pareja no le dio más respuesta que un gruñido. Golden frunció el ceño y se puso a horcajadas sobre la espalda baja de Foxy —Ya párate —dijo acercando su rostro al mayor, buscando que dejara de esconderse en el colchón. Foxy lo miró, apenas despegando sus ojos.
—¿Qué me darás a cambio? —preguntó con media sonrisa hecha. Ya estaba más que despierto desde que Golden lo empujó, pero igual quería molestar a su novio un poco, ¿Y por qué no aprovecharse un poquito de la situación para obtener algo?
—Ugh... No lo sé, ¿Qué quieres? —dijo el rubio sin ánimos de discutir con el más alto, se arrepintió un poco al escuchar la maliciosa risa del pelirrojo.
El más alto se sentó en la cama y miró a su novio divertido.
—Hoy, cuando volvamos a nuestra casa, harás todo lo que yo diga, y también el siguiente fin de semana, ¿Qué dices? —dijo el pelirrojo sonriendo con burla, Golden frunció el ceño.
—Es demasiado —dijo Golden negándose.
—Oh vamos, dijiste que me ibas a compensar lo de ayer, porque más de la mitad del día no me obedeciste —dijo con un puchero —Solo me hiciste el desayuno —se quejó el pelirrojo —Así que esta será mi compensación y lo que quiero que me des por hacerme levantar tan temprano.
Golden estrechó los ojos, mirando a Foxy con molestia, pero igual suspiro en resignación.
—Para empezar, ni siquiera es tan temprano, pero está bien, haré lo que tú digas cuando volvamos a casa —dijo el rubio rascando su nuca con frustración pero aceptando lo que estaba por venir.
Pero, Foxy sabía, que el rubio no sabía lo que estaba por venir.
[Editado: 18/02/2021]
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