Capítulo 34
—¿El jefe está en una cita? —Onnie miró a Oxy sorprendido, el más alto lo había llevado a un puesto de mariscos, pero el peli-azul no podía dejar de pensar en que Deuz estaba en una cita con alguien como Loon, bastante inesperado.
—¿Hm? No lo sé, tal vez —dijo Oxy encogiéndose de hombros y sentándose en la barra del pequeño puesto, Onnie frunció los labios y se sentó a su lado. Pronto ambos ordenaron su comida.
Ceviche de pescado para Onnie y un cóctel de camarones para Oxy.
Ambos empezaron a comer a prisa en cuanto les sirvieron. Algunas personas se les quedaban viendo raro, pero no podía importarles menos, reían aún con la boca llena y se la pasaban bastante bien, ningún mirón les iba arruinar su comida.
—¿Entonces no te molesta la cita del jefe? —preguntó Onnie chupando sus dedos, pues no se acomodaba mucho con los cubiertos y terminaba manchando sus manos.
—No realmente, puede hacer lo que quiera después de todo —dijo Oxy ya por acabar el cóctel —¿Qué? ¿A ti te molesta? —preguntó con la boca llena.
—No, el niño pecoso es agradable —dijo el peli-azul encogiéndose de hombros.
—No pensé que al jefe le gustara el arroz con popote —dijo el peli-naranja sin malas intenciones.
—Ni yo —Onnie eructo y tomó un palillo para sacar lo que hubiera quedado entre sus dientes —Pero está bien, ahora seremos los violines —dijo Onnie entre risas, dejaron el dinero de la cuenta y fueron a vagar por ahí —¿Qué hacemos ahora?
—Gastemos nuestro dinero en ese juego —dijo Oxy sonriendo al ver un juego para probar la fuerza, Onnie sonrió.
—Prepárate para perder pelos de zanahoria —dijo Onnie adelantándose hacia el juego.
—Oh, ya verás enano.
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—¿Nos estaban buscando? —Freddy sonrió a sus amigos nervioso, evitando lo más posible la mirada de Fred, el pelinegro no despegaba su vista de él y eso le ponía los nervios de punta.
—¡Sí! ¿Dónde está el estropajo? —preguntó Chica al no ver al rapero, Mangle frunció el ceño ligeramente, no estaba acostumbrada a que otras personas llamaran a Springtrap de esa manera.
—Eh... No lo sé, en realidad nos separamos hace rato porque Fred... Se sentía mal —explicó Freddy sin querer dar más detalles.
—¿Eh? ¿Te encuentras bien, Fred? —preguntó Golden ligeramente preocupado, Foxy frunció el ceño pero no dijo nada y todos le prestaron su atención al mencionado.
—Sí, sí, ya estoy bien, no te preocupes —dijo el pelinegro mirando brevemente a Golden antes de volver su vista al castaño.
—Ugh, pues vayamos a buscar al apestoso entonces —dijo Meg dispuesta a regresar hacia donde estaban los puestos.
El resto la siguió sin protestar, retomando la conversación que llevaban antes e incluyendo a Freddy, quién seguía nervioso, y a Fred, quién parecía más molesto que otra cosa.
Caminaron un rato y Mangle empezaba a fastidiarse por no encontrar al rubio opaco, ¿Dónde carajos se había metido?
Luego de un rato lo encontraron, estaba tranquilamente platicando con Bonbon y Maggie, se las había encontrado por ahí y se decidió por saludar a Maggie, y terminaron platicando.
—¡Springtrap! —Mangle se le acercó con el ceño fruncido —¿Dónde te habías metido, apestoso? —preguntó ignorando a las dos chicas que estaban ahí.
—¡Enana! Pues andaba por ahí y me encontré a Maggie y me presentó a Usagi de paso —se explicó Spring con una sonrisa y cruzando sus brazos tras su nuca.
—¡Hola, Meg! —saludó Bonbon entusiasmada, Mangle suspiró y le sonrió.
—Hola Bonbon —saludó Mangle con media sonrisa.
—¡Hola Bonbon! —Joy se acercó enérgica y con una enorme sonrisa a la de largas coletas azules.
—¡Felicidades! Estuvieron geniales, la próxima vez Loon y yo ganaremos —dijo Bonbon sonriendo desafiante, Mangle rió.
—Bueno, el segundo lugar no es malo, la próxima vez sacaremos a los animatronicos de la cima —sentenció la albina mirando a Chica, la rubia sonrió aceptando el reto.
—Eso ya se verá luego, ahora tenemos un asunto pendiente —recordó la rubia de mechas verdes, Mangle asintió y miró al rapero de nuevo.
—Spring, debemos hablar unas cosas, así que ven, nos vemos luego —Mangle tomó la muñeca del chico de chamarra verde olivo y lo arrastró hacia donde no había puestos ni gente, todos sus amigos los siguieron.
—Adiós chicas —Joy se despidió rápidamente y Chica solo hizo un gesto de su mano, dejando a ambas chicas solas de nuevo.
—Bueno, ¿Y qué quieres hacer?
—Ya te dije que no sé quién eres —respondió Maggie rodando los ojos.
—¡Oh vamos Maggie! ¡Estuvimos juntas en el campamento!
—No, no es cierto —Bonbon suspiró frustrada, ojalá Marionette estuviera ahí, así hablar con Maggie era más fácil.
—¡Hey! Hola chicas~
—¡Marionette! Tiempo sin verte Bonbon se acercó a saludar a la chica de pelo plateado y Maggie también lo hizo.
—Uy, ¿En serio? Las veo todos los días en la escuela —dijo la chica con una sonrisa extraña.
—Vaya, sigues igual de rara que siempre —dijo la chica nightmare sonriendo de lado y alzando una ceja.
Marionette solo le sonrió a Maggie y las tres se fueron a dar una vuelta por ahí.
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—¿Y? ¿Para qué soy bueno? —preguntó el rapero sonriendo a su albina amiga que lo había arrastrado hasta un lado apartado de los puestos y la gente.
—Te estábamos buscando para decirte que mañana iremos a comer helado, más bien, para decirles a todos que mañana iremos a comer helado —sentenció Mangle, Chica asintió dándole la razón a la albina.
—¡Será una celebración porque ganamos! Así que no pueden negarse —agregó la rubia de mechas verdes sonriente, los chicos pronto dijeron que les parecía bien
—¿A sí? ¿A qué hora?
—Pensábamos ir a eso de las cinco, ¿Pueden?
—¡Sí!
—Por supuesto.
—Claro, ¿Dónde nos vemos?
—En el parque de aquí enfrente.
—¡Sí, sí! Además, mañana es sábado, así que tenemos todo el tiempo libre —celebró Freddy.
—¡Podríamos hacer una pijamada! —propuso Chica con emoción.
—¡¡Sí!! ¿Quién pone su casa? —preguntó Joy emocionada.
Y se hizo el silencio.
Todos se hicieron locos, pensando en que llevar a todos a su casa sería motivo de desastre.
—No creo que mi mamá me deje llevar tanta gente a casa —se excusó Freddy rascando su nuca.
—Mh... Mi casa no es una buena opción —dijo Bon rascando su mejilla, sabiendo que su padre no querría a todos en la casa, mucho menos quería que cuando sus amigos estuvieran ahí su padre estuviera borracho o algo por el estilo.
—Yo no sé si mis padres quieran... —dijo Joy insegura.
—Mi casa es demasiado pequeña para todos —dijo Spring rascando su nuca con una sonrisa de lado.
—Umh... Creo que mis padres estarán este fin de semana así que mi casa no es una opción —dijo Bonnie encogiéndose de hombros.
—¿Por qué no hacemos un grupo de WhatsApp, vemos las opciones y ya luego decidimos dónde hacer la pijamada? —propuso Freddy al ver qué todos estaban inseguros respecto a dónde dormirían.
Los chicos aceptaron enérgicos y luego fueron todos a pasear por ahí, jugaron en algunos puestos y cuando ya empezaba a oscurecer intercambiaron números.
Cada quien se fue por su lado, Mangle, Springtrap, Foxy y Golden iban caminando tranquilamente a casa del pelirrojo. Iban platicando cosas sin sentido cuando a su hermana se le ocurrió preguntar.
—Hey, ¿Cuándo van a decirles a los demás sobre lo suyo? —preguntó curiosa, no es que quisiera presionarlos, pero pasando tiempo con Chica se había dado cuenta que la rubia estaba interesada en Golden, y creía que mientras más rápido se enterara de la relación de Foxy y el cantante, sería menos su desilusión.
—¿Y eso a ti qué te importa? —dijo el más alto frunciendo el ceño, ya había tenido suficiente de ese tema con la niña loca del dibujo y Bonnie.
—¿Disculpa? —la albina lo miró molesta.
—Fox —Golden le apretó la mano, el pelirrojo lo miró y simplemente soltó un bufido pero no dijo nada más, su novio suspiró —Pensamos que quizá sería buena idea decirles mañana, ya que vamos a estar todos.
—¡No es mala idea, doradito! —dijo Spring tratando de dispersar el ambiente tenso entre los dos hermanos.
—Solo espero que se lo tomen bien —dijo el rubio entre un suspiro.
—No te preocupes por eso, son nuestros amigos, no te van a decir nada hiriente —dijo la albina en un intento por hacer que Golden recuperara su ánimo, el rubio sonrió y asintió.
—Tienes razón.
Siguieron su camino a casa en platicas más amenas, una vez en casa de Golden, Mangle y Foxy, Springtrap se fue, pues tenía que alimentar a su mascota.
—Bueno, me voy, nos vemos mañana —dijo el rapero sonriendo.
—Te vas con cuidado apestoso —dijo Meg con una sonrisa hacia el rubio opaco, Springtrap le sonrió igual y la despeinó juguetón, provocando que la albina le empujara con un pequeño sonrojo en sus mejillas.
—Sí, sí, cuídense —dijo el rubio yéndose con calma hacia su casa.
Foxy no dijo nada, no notaba nada raro entre esos dos, siempre habían sido así entre ellos y no le importaba demasiado. Pero Golden era un caso diferente.
Claro que notó el aura entre esos dos, sonrió sugerente observando a Mangle, ella notó la mirada del peli-dorado sobre ella y su rostro enrojeció de vergüenza al entender lo que esa mirada significaba.
Sin embargo, agradeció que el cantante no mencionara nada frente a Foxy, simplemente se dedicaron en irse cada quien a su habitación, mientras Meg rezaba internamente porque Golden no le dijera nada a su hermano mayor.
Mientras tanto, Golden no mencionó nada, pues no sabía qué tipo de reacción tendría el pelirrojo si mencionaba algo acerca de que tal vez su hermana menor y su hermano postizo se gustaban, así que simplemente se puso unos boxer y una camisa de Foxy para acostarse junto a su pareja, quien ya estaba listo para dormir.
—Mañana tendrás que cumplir tu parte del trato —mencionó el más alto mientras abrazaba a su pareja por la cintura. Ya no podría dormir bien si el rubio no estaba con él.
—Sí, sí, aunque debería quitarte ese derecho luego de que te pusieras a discutir con Abby y luego con Bonnie —se quejó el rubio dejándose abrazar y acurrucando su cuerpo entre los brazos del pelirrojo, le gustaba hacer eso, era muy cálido entre los brazos de su novio, el mayor bufo haciendo una mueca.
—Ellos se lo buscaron —se defendió poniendo su barbilla sobre la cabellera rubia de su pareja, le gustaba mucho la suavidad de su cabello y el aroma que desprendía, como a vainilla. Golden soltó unas risas.
—Buscar bronca por cualquier problema no es una solución Fox —reprochó el menor disfrutando del aroma del pelirrojo, le gustaba, era como... Un olor parecido al del pudín.
—No puedes regañarme si tú intentaste arreglar ese problema con dinero —se defendió Foxy con un puchero, Golden rodó los ojos.
—¿Y qué es peor?
—Resolver las cosas con dinero, obvio —respondió Foxy de inmediato.
—Lo dices porque te conviene, idiota —se quejó Golden queriendo alzar la mirada para ver al pelirrojo este lo miró sonriendo con gracia por el enojo del menor.
—Hey, no insultes a tu sexy novio, doradito, eso es de mala educación —reprochó el más alto divertido.
—Pues si mi bobo novio no dijera tonterías para su conveniencia no tendría porqué insultarlo —respondió Golden con un puchero mirando a su novio, el pelirrojo sonrió enternecido y besó suavemente los labios del rubio, deshaciendo la pequeña mueca de molestia que tenía.
—Ninguna es peor, quedemos en que ambas fueron malas —dijo Foxy sonriendo al menor que ahora tenía el rostro sonrojado y asintió embobado.
Golden escondió su rostro en el pecho del mayor, enredaron sus piernas y poco a poco se quedaron dormidos. Ya en la mañana deberían de hablar acerca de cómo dar a conocer su relación a sus amigos.
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Recién estaba amaneciendo, la pareja aún descansaba plácidamente en su cama, abrazados y acurrucados, les gustaba esa sensación de calor y compañía que el otro les brindaba.
Golden despertó poco a poco, estaba abrazando al mayor y tenía su rostro metido entre el hombro y el cuello del más alto. Sonrió y lo miró dormir, su expresión tan tranquila le facilitaba apreciar sus facciones, tenía las cejas tupidas, con una pequeña cicatriz en la ceja izquierda, sus pestañas eran cortas y delgadas, de un color rojo más suave que el de su cabello, y aunque su cabello había sido cortado de una manera... Peculiar, a Golden le seguía gustando.
Su rostro era varonil, su piel, aunque casi no se notaba, tenía pequeñas pecas salpicadas, su nariz era respingada, y aunque ahora tenía sus ojos cerrados, sabía que tenían un hermoso color ambarino, le gustaba verlos, eran como del color del sol, labios finos, delgados, de un color rosado... Definitivamente Foxy era muy apuesto, aunque con la cara de matón que siempre cargaba alejaba a la mayoría de personas y llegaban a la errónea conclusión de que el mayor era un aprovechado como los nightmares.
A Golden le molestaba, pero sabía que al pelirrojo le resbalaba todo lo que pudieran pensar de él, además, si alguien más conocía al pelirrojo a profundidad seguramente caería enamorado, o al menos él estaba seguro de eso. Así que mejor así, si Foxy está bien, él también.
Estaba divagando entre pensamientos como esos y de repente se preguntó cómo iban reaccionar sus amigos cuando les dijeran que estaban saliendo, ¿Se sorprenderían? ¿Les daría asco? ¿Dirían que ya lo sabían? Esas preguntas le tenían agobiado, no sabía si él podría soportar el rechazo de sus amigos más cercanos, por eso estaba impaciente y ansioso.
Estaba tan perdido entre sus debates internos que no se dio cuenta de que su pareja empezó a despertar, no lo notó hasta que el pelirrojo depositó un suave beso en la frente del rubio.
—Deja de pensar en lo que sea que te esté preocupando niñito mimado —dijo arrastrando las palabras aún medio dormido, él solo vio a Golden desanimado, con la preocupación enmarcada en su rostro y decidió sacarlo de lo que sea que estuviera pensando.
El rubio lo miró sorprendido y luego sonrió al ver qué al pelirrojo le costaba mantener los ojos ligeramente abiertos.
—Es raro que te levantes tan temprano un sábado —dijo el peli-dorado queriendo desviar el tema.
—Bueno, tu preocupación me despertó —dijo Foxy abrazando al menor aún adormilado.
—¿Es eso posible? —dijo el rubio sonriendo divertido.
—Sí, así que mejor dime qué te preocupa niño bonito —dijo el pelirrojo mientras parpadeaba para espantar el sueño. Golden suspiró.
—Ayer dijiste que hoy les diríamos a los chicos de nuestra relación —el mayor puso toda su atención en su pareja —Pero, creo que estoy un poco preocupado de lo que puedan pensar.
Golden empezó a explicarse, y Foxy entendió que lo que el menor tenía era miedo, miedo al rechazo, miedo al qué dirán, miedo a perder a sus amigos. Miedo. Y era normal, él también tenía miedo, pero también era consciente de que no podían esconder su relación con Golden por siempre. Lo quería mucho y quería poder demostrarle su cariño frente a cualquier persona.
El rubio terminó de hablar, había bajado la mirada algo avergonzado pero Foxy le tomó del mentón y con suavidad le hizo mirarlo.
—Golden —la voz de Foxy era seria, sin rastros de sueño —Es normal tener miedo, también me preocupa la reacción de nuestros amigos, pero, yo no quiero esconder lo que siento, y no me importa lo que pase, estaré contigo, siempre, ya no vas a estar solo, enfrentaremos lo que venga juntos —el rubio lo miró, sintiendo un cosquilleo en su estómago, le sonrió y le dió un casto beso.
Todo estaría bien mientras estuvieran juntos.
[Editado: 18/02/2021]
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