Capítulo 33
—¡Oh! ¡Eres tú...! Uhm... —Onnie cerró los ojos, arrugó la nariz y sacó su lengua, un gesto que usaba cuando quería recordar algo —Agh... ¡El pequeñín del campamento! —dijo mirando a Oxy en busca de ayuda para recordar el nombre del pecoso, Loon se puso nervioso por la presencia de esos dos y se avergonzó porque Deuz no deshacía el abrazo.
—¡Ah! Ahm... ¿Look?
—¡No! —Onnie arrugó la nariz como disgustado e internamente Oxy le tomó una foto, se veía demasiado lindo y debía guardar esa imagen del peli-azul.
—Se llama Loon —se quejó Deuz rodando los ojos.
—¡Sí, eso! Ah... Lo tenía en la punta de la lengua —presumió Onnie poniendo sus manos en sus caderas.
—Mentiroso —dijo entre fuertes risas el más alto —Hey, dinos hola amiguito, no mordemos —se burló el peli-naranja con una sonrisa un poco intimidante, Loon se encogió un poco pero intentó sonreír.
—Ah... Ho-hola.
—Parece que aún nos tienes miedo pequeñín —dijo Onnie sonriendo "amigablemente" aunque sus dientes afilados eran bastante intimidantes para el más bajo.
—Ah... —Loon soltó unas risas nerviosas.
—¿Necesitaban algo? —Deuz miró a sus dos amigos y cómplices, ellos se miraron y luego volvieron a ver al moreno.
—No realmente —dijo el más alto encogiéndose de hombros.
—Estábamos buscando a Maggie pero parece que está con sus amigas, y luego te encontramos a ti —simplificó Onnie, Deuz suspiró.
—Pero bueno, no queremos molestarte, así que sigue con tu cita —Oxy arrastró al peli-azul hacia otro lado, donde estaban los puestos de comida, Deuz se había puesto rojo y ni qué decir de Loon, el pobre pecoso parecía un semáforo.
—Uh... Ah... ¿Q-quieres ir a otro lado? —preguntó el castaño oscuro con el sonrojo en sus mejillas, pero ni así quitaba su brazo de los hombros del menor.
—... S-sí... ¿A-a dónde? —murmuró Loon, tan bajo que Deuz casi no lo escucha, pero aún así sonrió.
—Hey, no te pongas tan nervioso —dijo el moreno sonriendo, Loon lo miró y se quedó prendado de esa sonrisa, le gustó mucho, por lo que muy en su interior guardó la imagen de Deuz sonriendo de lado solo para él.
El pequeño castaño sonrió, nervioso y sonrojado, dejando flechado una vez más al moreno.
—Es-está bien —dijo tímido pero sin borrar su sonrisa.
Deuz le sonrió de lado y soltó el abrazo para luego tomar la mano del más bajito y llevarlo a uno de los juegos. Loon se puso rojo cuál tómate y se dejó llevar por el más alto. Le gustaba la calidez de las manos del moreno.
Sus manos sudaban un poco y aunque podía sonar desagradable no quisieron soltar el agarre de sus manos.
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—No puedo creer que le dijeras que le ibas a pagar —se quejó Foxy indignado.
—Ya, al final no fue necesario.
—¡Pero ibas a hacerlo! —Golden rodó los ojos por el berrinche de su novio.
—¿Y qué querías que hiciera? ¿Que esto se quedara en la galería? —preguntó Golden sin alzar la voz, pero se escuchaba molesto, Foxy gruñó por lo bajo.
—Esa no es excusa, no puedes resolver todo con dinero.
—No resuelvo todo con dinero, esta vez era necesario, ¿O qué habrías hecho tú? —preguntó de malas el rubio.
—Obligarla a que me diera la jodida pintura —dijo el más alto molesto.
—No puedes resolver todo con violencia —se quejó Golden. Foxy bufó sonoramente pero no dijo nada más, respiró profundo y trató de calmarse, en el fondo sabía que Golden tenía razón, pero seguía enojado y tenía que descargarlo de algún modo, pero, lo que menos quería era descargar su molestia con el rubio, así que intentó relajarse.
—Como sea, ¿Qué haremos con eso? —dijo mirando el dibujo que Golden sostenía, el rubio miró el cuadro detenidamente, a decir verdad, el cuadro era realmente hermoso, quería conservarlo pero no sabía qué pensaría Foxy, quizá él prefería tirarlo.
—A mí me gusta —murmuró mirando cada detalle del cuadro. Foxy le miró, suspiró y sonrió, a él también le parecía un buen dibujo, aunque le hubo molestado en un principio deshacerse de él ahora casi le parecía un crimen.
—Pues podemos colgarlo en algún lado de la habitación, además, cuando la planta de arriba esté toda acabada en unos días podemos poner la pintura en nuestra nueva habitación —dijo el pelirrojo sonriendo, Golden le miró sorprendido y luego sonrió emocionado.
Foxy amaba las expresiones infantiles del rubio, casi no se mostraba así en público ¡Ni siquiera con sus amigos! Foxy se sentía privilegiado de poder verlo de esa manera mucho más que cualquier otra persona.
—¡Sí! —Foxy se rió ante la actitud infantil del rubio y Golden también sonrió.
—Bien, bien, podemos ir de una v-
—¡Fox! ¡Golden! —ambos chicos miraron hacia donde habían escuchado la voz, solo para ver cómo Bonnie corría hacia ellos, tenía un bonito peluche de un conejo azul en brazos y arrastraba al guitarrista de los toy's con él.
Foxy frunció un poco sus cejas, ¿No podía tener una cita tranquila con Golden? ¡Además! Por culpa de la foto de ese rarito habían terminado en un mini problema, sí, en definitiva no tenía porqué esconder su molestia con esa interrupción.
—Hola Bonnie, Bon —Golden sonrió tranquilo, con el semblante de siempre, Foxy, en cambio, los miró con una mueca de molestia.
—¿Tienen una cita? —preguntó Bonnie "inocente" haciendo que sus dos amigos se pusieran rojos hasta las orejas.
—¿A ti qué te importa rarito? —contestó Foxy un tanto molesto, Bon frunció el ceño apunto de decir algo pero se detuvo al escuchar las risas de Bonnie.
—No te enojes Brayan —dijo tranquilo, ya acostumbrado a la hostilidad de su pelirrojo amigo.
—Debería darte una paliza —se quejó Foxy, Golden le dio un buen golpe en las costillas por eso.
—¡Hey! No le hables así —se quejó Bon con una mueca, abrazando a su novio por los hombros, Foxy ni lo miró.
—¿Por? —preguntó Bonnie más confundido que asustado.
—¡¿Y todavía preguntas?!
—Fox, seguramente ellos no lo saben —dijo Golden tratando de calmar a su pareja. El pelirrojo lo miró, suspiró exasperado y no dijo nada más.
—¿Sucedió algo? —preguntó Bonnie aún confundido.
—Eh... Foxy está molesto por esto —explicó Golden mostrando el cuadro, Bonnie miró el dibujo y abrió sus ojos grandemente, luego contuvo la risa, pero no pudo hacerlo por mucho tiempo y empezó a reír.
—Apuesto a que es de Abby —dijo divertido el peli-morado al ver la firma de la pelirroja en una esquina del dibujo —Hm... Le quedó lindo —Foxy lo miró indignado.
—¡Están invadiendo nuestra privacidad! Esa foto ni siquiera tenía porqué haber acabado en manos de la loca esa, pero noooooo —dijo el más alto molesto y haciendo ademanes exagerados —Se la mandaste y ahora hizo esto y lo iba a exponer en una galería sin nuestro consentimiento. De no ser porque la vimos un montón de personas lo hubieran visto.
—A saber si alguien más la vio antes que nosotros —dijo Golden con un suspiro.
—¿Y qué con eso? —Foxy le tomó de la camisa molesto, aunque Bonnie no se asustó ni un poco.
—¿Disculpa? ¿Siquiera nos estás escuchando? —Golden lo tomó del antebrazo y Bon lo obligó a soltar a Bonnie, tomando a su novio firmemente por la cintura.
Foxy gruñó y Golden pellizcó su brazo.
—¡Ay! ¡¿Y eso por qué?! —se quejó Foxy sobando la zona cruelmente herida.
—Cálmate, tenemos un trato, ¿No? —Foxy balbuceo maldiciones pero ya no dijo nada. No iba a perder su oportunidad de poder mandar a Golden todo un día por una estupidez.
—¿Estás bien? —Bon miró a su novio preocupado y Bonnie le sonrió y asintió.
—Bonnie, no sé lo que tú pienses pero-
—No me mal entiendas Golden, sé que lo que Abby hizo estuvo mal, y también lo que yo hice... Pero no veo ningún problema en que otras personas sepan que ustedes son novios —Golden suspiró, y luego de procesar lo que Bonnie dijo lo miró con un poco de pánico, Foxy estaba tan ocupado murmurando maldiciones que ni siquiera escuchó lo que dijo Bonnie.
—¿Lo... Lo sabías? —preguntó el rubio todo sonrojado mirando hacia otro lado, Foxy tardó unos segundos en captar la conversación para luego sonrojarse y abrir la boca sin que ni una palabra saliera de ella.
—Bueno, era obvio y teóricamente ustedes acaban de confirmarlo —dijo el peli-morado encogiéndose de hombros, Foxy y Golden sintieron como la vergüenza los aplastaba lentamente.
—... No le vayas a decir a nadie, Bonnie —pidió Golden agarrándose la cara con vergüenza saliendo de sus poros.
—¿Por qué? Si ustedes se quieren es justo que los demás lo sepan —replicó el más bajito con un puchero.
—Sí pero...
—Nosotros debemos decidir a quién, cuándo y cómo dar a conocer nuestra relación —dijo Foxy cruzándose de brazos y aún con un prominente sonrojo en sus mejillas, el peli-morado suspiró y asintió, después de todo, tenían razón.
—Está bien, no diré nada, pero tampoco es que deban ocultarlo por mucho tiempo —dijo en una disimulada queja. El peli-dorado sonrió agradecido y el pelirrojo solo rodó los ojos.
—No lo haremos Bonnie.
—Como sea, ¿Ustedes no estaban en una cita o algo? —dijo Foxy en una pequeña indirecta para que esos dos los dejaran a él y su novio en paz.
—¿Quieres estar a solas con Golden? —preguntó Bonnie con una sonrisa inocente y sugerente al mismo tiempo, Foxy chasqueo la lengua y volteó su sonrojado rostro hacia otro lado, Golden rió por esa reacción.
—Bueno, si tanto quieren estar a solas noso-
—¡¡Chicos!! —los cuatro voltearon hacia la conocida voz de Chica, para verla acercándose a ellos con Mangle y Joy detrás —¡¿Dónde se habían metido ¡Desaparecieron de repente! —se quejó la de puntas teñidas de verde.
—Chica, no olvides a lo que venimos —intervino Joy con amabilidad para evitar que el regaño se extendiera.
—¡A sí, sí! Chicos —la rubia estaba por decir algo hasta que notó la ausencia de Freddy, Fred y Spring —¿Eh? ¿Dónde están los demás?
Ambas parejas se miraron entre sí y se encogieron de hombros, Chica hizo un puchero y suspiró.
—Vayamos a buscarlos, no quiero estar repitiendo lo mismo muchas veces —se quejó infantilmente, y así se fueron todos juntos a buscar a los mencionados entre platicas banales y bromas entre ellos.
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—Eh... Pues sí —Freddy se rascó la nuca un poco incómodo —Sí he tenido celos —dijo con una sonrisa nerviosa, Fred lo miró sorprendido y luego analizó la situación unos segundos.
—¿De quién? —preguntó un tanto temeroso de la respuesta, pero igual queriendo saber.
—¡No voy a decirte! —dijo Freddy con obviedad.
—¡¿Qué?! ¡¿Por qué no?! —se quejó Fred de inmediato.
—Porque no y ya —sentenció Freddy cruzándose de brazos y queriendo imponer autoridad, el pelinegro hizo un puchero y frunció el ceño.
—¡Eres muy injusto! —lloriqueo el más alto, Freddy lo miró raro, como si lo que acababa de decir no tuviera sentido.
—¿Por qué sería injusto?
—¡Porque tú sabes que yo estoy celoso por ti y yo no sé por quién te pones celoso! —explicó el pelinegro en un puchero sin ser realmente consiente de lo que acaba de confesar, Freddy soltó unas risas con un pequeño sonrojo en sus mejillas.
—¿Y por qué me celas, Fred? —dijo en un tono de voz más bajo, sonriendo con cariño al pelinegro que se quedó embobado en esa sonrisa.
—Eh... Uhm... —Fred se quedó sin palabras, miró los labios del castaño y la bonita sonrisa que formaban en ese momento, pasó saliva y regresó su mirada a los ojos de Freddy, sintió su corazón acelerado al ver esos ojos azules, brillantes y rebosantes de cariño —Es que yo... —"te quiero para mí" pensó Fred acercándose al rostro del castaño.
Freddy contuvo la respiración al ver cómo Fred se acercaba a su rostro, sintió el aliento del pelinegro sobre sus labios, miró los labios del azabache embelesado, impaciente por lo que fuera a hacer el más alto.
El pelinegro acaricio la mejilla de Freddy, apreciando su rostro, el castaño cerró sus ojos, dejándose llevar por esa atmósfera que se había creado entre ellos.
El pelinegro sintió que cuando Freddy cerró sus ojos, el castaño le estaba dando permiso de hacer lo que él quería, suspiró y con algo de miedo posó sus labios sobre los del castaño.
No movieron sus labios durante unos segundos, se quedaron quietos, sintiendo una explosión de sensaciones en sus estómagos, sus mejillas se colorearon y ambos desearon que el tiempo se detuviera, Fred se aventuró a mover sus labios, disfrutando de la suavidad de los labios de Freddy, el castaño se olvidó de todo y también movió sus propios labios, en un inexperto beso, su primer beso real.
Estaban conteniendo sus respiraciones, estaban tan nerviosos que se olvidaron que necesitaban de oxígeno para respirar, así que se tuvieron que separar para poder respirar.
Freddy tenía las mejillas rojas, tenía los ojos brillando y los labios húmedos por el reciente beso, sonrió al ver que Fred estaba en las mismas condiciones. El pelinegro miró a Freddy y tomó su mano.
—Freddy yo-
—¡¡Ahí están!! —el grito de Chica los asustó y el castaño se soltó del agarre de Fred —¡Los estábamos buscando! —Freddy miró a sus amigos, estaba hecho un manojo de nervios pero igual sonrió al ver que se acercaban a ellos, Fred los miró con una mueca, era el peor momento en el que pudieron haber aparecido.
[Editado: 18/02/2021]
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