Capítulo 24

Freddy abrió sus ojos de a poco, acostumbrándose a la luz que le dio directamente en el rostro, enfocó la vista, aún sentía el fuerte agarre de Fred en su mano, miró a su alrededor sin mucha atención y centró su vista en el azabache a su lado, estaba completamente serio, mirando al frente, miró en la misma dirección y lo vió.

Era el mismo hombre que con solo un movimiento los dejó inconscientes, ambos se pusieron de pie tambaleándose un poco, pero siguieron con la vista fija en el mayor.

—Vaya, de todos jamás pensé que serían los primeros, así que al fin eres libre —dijo mirando directamente a Fred —Estaba planeado que no salieras jamás, fenómeno.

—Pues ya ves que no te funcionó —dijo Fred aún con una mirada intensa y una sonrisa burlona.

—Estoy seguro que no me recuerdas —habló el de cabello morado oscuro, sonriendo con diversión.

—Y yo estoy seguro de que me importa una mierda —se burló el azabache, jalo suavemente a Freddy para colocarlo detrás de él discretamente.

—¡Ja! Pero si no has cambiado nada, ¿Y él qué? —dijo señalando con un movimiento de cabeza al castaño que se encontraba entre confundido y asustado.

—Con él no te metas —habló severamente el de ojos negros dejando de lado su tono burlón.

—Oh~ no me digas, ¿Te encariñarse con él? —al no obtener respuesta y ver la ira en el rostro del azabache soltó una carcajada —Vaya, el pobre chico debería odiarte —habló burlón el hombre.

—¿A usted qué le importa? —habló molesto el azabache.

—Hm~ que irrespetuoso, pues verás, yo me encargué de crearte, y dejarte con el pequeño bebé Freddy —habló mirando al castaño que sintió el miedo recorrerlo de pies a cabeza, por lo que se medio escondió detrás del azabache en busca de protección.

—¿Qué dices? —murmuró el de mirada oscura confundido.

—Digo que yo soy el que te dejó con Freddy, soy algo así como tú creador —dijo restándole importancia —Eras una mezcla de fuerzas malvadas que podría destruir lo que yo mandara, de no ser porque un grupo de idiotas te pudo deshabilitar, quedando solo unos restos de lo que algunas vez fuiste, pero no quise perder ese atisbo de esperanza, así que en un bebé recién nacido fue donde te encerré, y tomaste forma de una simple sombra que atormentaba al pequeño bebé Freddy, esperando que algún día pudieras materializarse para que obedezcas mis órdenes —dijo con sorna —Así que ya es hora de que cumplas lo que debes.

—No, aunque para eso haya sido creado no les haré daño —habló seriamente el azabache, cubriendo a Freddy con su cuerpo, buscando protegerlo.

—Oh, por favor —dijo con desdén el hombre —Claro que puedes, solo debes unirte a mí, darme todo tu poder, yo me encargaré de todo lo demás —sonrió ampliamente, haciendo que un escalofrío atravesara a Fred y a Freddy.

—Dije que no —el hombre peli-morado soltó un pesado suspiro.

—¿Será a las malas entonces?

—Quiero ver qué lo intentes —habló el azabache desafiante.

—Muy bien, no digas que no te di una oportunidad entonces —habló acercándose con una postura amenazante y un aura oscura lo empezó a rodear.

Fred estaba en posición de defensa, Freddy estaba tras él, sujetando fuertemente la camisa del más alto.

El hombre simplemente utilizó el violín que la pobre Cami dejó caer después de quedar inconsciente y con una melodía pudo hacer que Fred se doblara del dolor. Freddy asustado se agachó junto a él.

—¡Fred! ¡¿Qué tienes?! —el castaño estaba hincado junto al azabache que respiraba con dificultad, el de cabello morado no desaprovechó y se acercó a Freddy rápidamente, lo jaló y lo apartó del azabache.

—¡Sueltame! —el castaño estaba comenzando a forcejear para volver y ayudar a Fred pero el mayor solo apretó el agarre en sus hombros y se alejó del azabache.

—Deja de moverte o tú y él pagarán las consecuencias, no quieres que lo lastime, ¿O sí? —preguntó en una clara amenaza que dejó quieto al castaño que solo pudo observar como Fred se levantó con una mueca de dolor.

—¡Déjalo en paz! A él no lo metas en esto —habló el azabache levantándose de a poco aún aturdido por el repentino dolor que surgió de la boca de su estómago y se extendió hasta la punta de sus dedos.

—¿Quieres que lo deje en paz? —preguntó el de traje morado con burla, aún sosteniendo un firme agarre en los hombros de Freddy —¿Por qué no hacemos un trato?

—¡¿Qué es lo que quieres?! —preguntó enojado el azabache de pie mirando iracundo al hombre, jadeando tratando de recuperarse del dolor que poco a poco disminuía en su cuerpo.

—Me ayudarás a terminar mi plan, haremos que toda las fuerzas mágicas existentes sean mías —dijo el hombre con una retorcida sonrisa —Te unirás a mí y pronto podremos dominar toda la magia que existe.

—Si hago eso, dejarás en paz a todos estos chicos —habló el azabache con seriedad y no pudo evitar molestarse aún más al escuchar la sonora carcajada del hombre.

—Tú no pones condiciones aquí —habló el hombre malicioso —Lo más que puedes esperar es que este chico —sacudió ligeramente por los hombros Freddy, quién sentía sus ojos húmedos del miedo —No salga tan herido.

—¡No le harás daño! Eso es todo lo que pido —habló el azabache manteniendo un semblante serio.

—¡Espera Fred, no! —el castaño presentía que lo que le pasaría a Fred si aceptaba sería de lo peor y tampoco podía confiar en que saldría ileso de la situación, ¿Cómo confiar en ese sujeto?

—Dije que tú no pones condiciones, pero, consideraré el dejar al pobre tranquilo —habló interrumpiendo al castaño —Ya sufrió mucho después de todo esté tiempo que pasó contigo, ¿No crees?

—Solo déjalo tranquilo, haré lo que pidas —habló el pelinegro, el hombre sonrió extendiendo su mano hacia el pelinegro aún sosteniendo a Freddy con la otra mano.

—¡Déjalos en paz hijo de perra! —de un momento a otro el hombre había sido derrumbado al suelo por el chico alto y pelirrojo que acababa de salir junto a su pareja, al ver el miedo en Freddy y la amenazante aura del hombre dedujo que estaban en problemas y no dudó en quitar al tipo del camino, aunque eso hizo que el castaño se tambalear un poco casi cayendo al piso de no ser porque el azabache corrió a sujetarlo, alejándolo del hombre y de Foxy.

El pelirrojo y el peli-morado terminaron en el piso, el hombre estaba completamente aturdido y el pelirrojo aprovechó para inmovilizar al tipo y darle unos cuantos golpes.

—¡Eso es por haber herido a Golden! —dijo para después dar otro buen puñetazo al hombre debajo de él —¡Y ese por todo lo demás!

—¿Te hizo algo? ¿Te lastimó? —el azabache que tenía en brazos a Freddy lo revisó disimuladamente asegurándose que ese maldito no le hubiera hecho nada, a pesar de que en ningún momento vió al hombre herir al castaño.

—¡Fred! —el castaño simplemente se aferró al azabache negando con la cabeza a cada pregunta acerca de alguna herida —¡No vuelvas a hacer algo así, idiota! —exclamó con el rostro escondido en el pecho del mayor, asustado y pegándose todo lo que podía al más alto.

—No pasa nada, estoy bien —dijo tratando de calmar al de ojos azules correspondiendo el abrazo y dando torpes caricias al cabello del menor.

—Freddy, ¿Se encuentran bien? —el rubio se acercó a los chicos, aunque ni así se soltaron del abrazo, Freddy apenado solamente asintió.

—Gracias por venir a ayudarnos —habló el castaño con una pequeña sonrisa, separándose ligeramente del pecho de Fred.

—No hay problema.

—Me permiten un momento —el azabache se soltó del abrazo y se acercó al pelirrojo y el peli-morado que estaba siendo golpeado en el suelo, trataba de defenderse pero no le estaba sirviendo en absoluto, no esperaba un ataque tan de sorpresa.

El pelinegro se acercó y le dio una fuerte patada al costado del hombre, Foxy lo miró de reojo, sosteniendo del cuello al hombre para mantenerlo inmóvil.

—No vuelvas a amenazar a Freddy —sentenció con una voz severa que estremeció al hombre —No sé quién seas y tampoco me interesa nada de lo que digas, no vuelvas a molestarlo.

—Hay que atarlo o algo, no podemos dejar que se suelte —dijo el pelirrojo aún manteniendo su agarre en el de pelo morado.

—Iré a buscar algo para atarlo —dijo Fred volviendo donde estaban el castaño y el rubio, quienes avanzaban cautelosos hacia el hombre.

—Hey, buscaré algo para atarlo, no tardo —dijo el pelinegro dirigiéndose a Freddy quien solo asintió.

—Oye Freddy, ¿Quién es él? —preguntó el rubio viendo hacia donde se había ido el azabache y acercándose a su novio.

—Uh... Es... —el castaño miró a ambos, pensando en alguna mentira que pudiera darles pero luego de ver las miradas curiosas de ambos decidió que lo mejor sería decirles la verdad —Bueno, la verdad ni siquiera yo estoy seguro de qué es, pero... Umh... Lo he tenido desde, que tengo memoria en realidad...

—¿Cómo es eso? —preguntó el pelirrojo sosteniendo al inconsciente hombre en el suelo.

—Él... Antes estaba en mi mente, o algo así —dijo el menor inseguro —Era como... Una sombra, siempre me molestaba pero durante un tiempo estuvo tranquilo... Luego empezó a tomar el control de mi cuerpo —dijo narrando lo más resumido posible todo lo que había vivido con Fred —Hacía cosas cada vez peores, mi mamá me llevó a un médico y nos dieron unas pastillas para mantenerlo bajo control, pero aún así tuve que cambiarme varias veces de escuela... Luego del campamento y todo lo que pasó empezamos a llevarnos mejor, y también a compartir un solo cuerpo... Pero ahora, de alguna extraña manera, salió de mi mente y consiguió un cuerpo propio —dijo el menor haciendo ademanes raros para expresarse, era una historia tan poco creíble que estaba seguro que sus amigos no le creerían.

—¿Una sombra? —preguntó el pelirrojo recordando a las dos sombras con las que habían lidiado hace unos momentos.

—Pues sí... Me decía muchas cosas acerca de mis miedos y cosas así, aunque yo también le dije muchas cosas... —dijo bajando su volumen de voz y sintiéndose arrepentido por todas las cosas que alguna vez le dijo a Fred.

—Creo que eso del control del cuerpo es cuando te cambiaba la voz y los ojos, ¿No? —recordó Golden esos extraños momentos con el castaño, como la primera vez que lo escuchó cantar.

—Pues sí, eso era —dijo el castaño sonriendo nervioso.

—Y... ¿No es peligroso? —preguntó el pelirrojo recibiendo de inmediato un zape de su novio quien seguía de pie frente al castaño.

—¡Foxy! —regañó Golden molesto y con una mirada de reproche.

—¡No lo es! —dijo Freddy rápidamente —Puede ser molesto pero... Es muy lindo cuando quiere —dijo bajito sintiendo la vergüenza subir como color rojo a sus mejillas.

—Yo siempre soy lindo, osito —dijo el azabache llegando y abrazando por los hombros al pelinegro y acercando peligrosamente sus rostros.

—¡F-Fred! —el castaño su sonrojó mucho más al sentir la cercanía del más alto y lo empujó débilmente sin querer apartarlo realmente.

—Hey, ten poste —dijo tendiendo la cuerda al pelirrojo con la mano libre y aún abrazando al castaño con su otro brazo.

—Mira niño emo de-

—Foxy —interrumpió el rubio con un tono de advertencia.

—¡Él empezó Golden! —se defendió Foxy de inmediato.

—Pero que amaestrado te tiene ¡Ay! —dijo burlón el azabache, recibiendo un pellizco en un costado del de ojos azules.

—No seas grosero —reprochó el castaño mirándolo con un puchero.

Mientras el castaño y el azabache empezaban una mini discusión el pelirrojo amarró al hombre inconsciente y se quedó hincado junto a él, asegurándose de que ni de chiste pudiera hacer algo, incluso pudo amordazar al hombre con una chamarra que encontró por ahí.

—Foxy... —el rubio se acercó al chico y le tocó el hombro —Estás herido —dijo el rubio agachándose a su lado y mirando con preocupación al más alto.

—No, no, estoy bien —negó el pelirrojo sonriendo de lado para calmar al menor.

—No fue una pregunta, idiota, no estoy ciego, puedo ver qué estás herido —dijo con un puchero y levantándose junto al pelirrojo —Tenemos que tratar las heridas —habló tomando la mano del más alto dispuesto a ir a la enfermería pero sintió la resistencia de su pareja.

—Primero deberíamos despertar a todos —dijo el de ojos ámbar divertido en cuanto su pareja lo volteó a ver con confusión —Sé que me adoras y te preocupas más por mí que por nadie pero no seas tan egoísta brillitos —dijo el pelirrojo abrazando por los hombros al rubio que solo se sonrojo violentamente por la cercanía del otro y por la vergüenza de haber olvidado tan importante detalle.

—Hay que cantar —sugirió el azabache —Será más rápido despertar a todos con música.

—Hm, concuerdo con el paliducho —dijo Foxy sin soltar el abrazo en los hombros de Golden y asintiendo.

—¿Disculpa? ¿A quién llamas paliducho, pelo de menstruación? —dijo el azabache ligeramente molesto cuando sintió un pellizco en su brazo.

—Famtasma molesto —dijo el pelirrojo sacándole la lengua cuando sintió un tirón en su oreja.

Ambos voltearon a ver a sus agresores con una mirada que reclamaba una explicación.

—Dejen de discutir —dijeron Golden y Freddy prácticamente al unísono.

—Tan solo despertemos a todos —dijo el rubio desviando la mirada del adorable puchero de su pareja.

—¿Qué canción utilizaremos? —preguntó el castaño mirando al rubio para evitar también ese pequeño y lindo puchero en Fred.

—Canten ustedes dos —propuso el rubio sonriendo —Tienen muy buenas voces y nosotros les ayudaremos con los instrumentos —dijo anticipándose a alguna queja de parte del castaño.

—Me parece genial, entonces andando —habló el azabache tomando la mano del castaño y llevándolo por un par de micrófonos.

—Foxy, vamos por una guitarra y-

—Yo con el triángulo —dijo rápidamente.

—Oye ¿Por qué no intentas con la batería? —preguntó el rubio sonriendo levemente al mayor.

—No gracias —dijo casi de inmediato —No me gusta...

—¿Por qué no? Vamos, inténtalo —dijo el rubio tomando una guitarra y ofreciendo las baquetas al mayor.

—Golden... —el pelirrojo estaba apunto de negarse, pero al ver la expresión expectante del rubio, con esa linda sonrisa no pudo hacerlo —Ugh... Bien, de acuerdo —dijo tomando las baquetas y acercándose a la batería.

Pronto tenían todo acomodado y eligieron rápidamente una canción y empezaron a tocar.

De a poco cada estudiante fue despertando, confundidos y aturdidos lentamente se pusieron de pie al escuchar las voces, poco a poco unas luces de colores llenaron el lugar, tomando la forma de los objetos espirituales de cada uno de los alumnos e incluso profesores que estaban ahí, en cuanto la canción terminó esas lindas criaturas de luz se desvanecieron junto a sus respectivos dueños, despidiéndose y haciéndose uno con el cuerpo físico de sus portadores.

—Oh~ así que pudieron vencer al mal —habló una chica albina de larga trenza y un mechón color morado.

—Vaya, lo hicieron más rápido de lo que pensé —habló otra chica albina de cabello corto y bastante alta.

—¡Bien! Hora de llevar la basura a su lugar —habló la de cabello largo tomando al hombre de morado por las piernas, su hermana rió y levantó al hombre como costal de papas sobre uno de sus hombros.

—¿Puppet?

—¿Oh? ¡Hey! Chica, es bueno verte, bien hermana, hora de irnos —dijo la más alta mirando con una sonrisa gatuna a su hermana.

—¡Hey, hey! ¿A dónde lo llevarán? —preguntó el pelirrojo desconfiado ya estando muy cerca del grupo de chicas.

—Con la vieja loca, ella le quitará toooodaaaa la magia —respondió la de cabello largo con una sonrisa.

—No volverán a saber de él, ya no habrá problemas para nadie —aseguró Puppet igual de sonriente que su hermana.

—Entonces... ¿Todo acabo? —la albina de mechón rosa se acercó al grupo de chicos que interrogan a las hermanas que se hacía más grande.

—Seeep, buenooo~ nos tenemos que ir —dijo la chica más alta y empezó a avanzar junto a su hermana —No imaginé que lo vencería con solo golpes —dijo con risas divertidas.

—Siii~ eso fue más rápido de lo que pensé juju —se rió Marionette divertida para luego desaparecer por ahí entre risas.

[Editado: 15/02/2021]

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top