Capítulo 19
Después de un rato abrazados la albina carraspeo y ambos se separaron, un poco apenados.
Golden se disculpó varias veces por haberlos hecho pasar un mal momento pero ambos decían que lo único que importaba es que estaba a salvo, después de eso cada uno tomó su turno para bañarse y cenaron todos juntos, una de las mejoras de la casa sería tener un baño para cada quien en su propio cuarto, pero recientemente habían empezado y aún había mucho por hacer, ahora estaban trabajando en construir un segundo piso con las habitaciones de los tres, luego ampliarán la sala y el comedor del piso de abajo, además de que le agregarían otros detalles, eso es lo que habían acordado con el abuelo de Golden, y estaba cumpliendo con lo que prometió.
En fin, después de que cenaron Mangle les dio las buenas noches y se fue a su cuarto a dormir, Golden y Foxy decidieron que también debían ir a descansar, así que se fueron a la habitación del mayor, el ambiente entre ellos era algo tenso y eso les estaba molestando e incomodando, así que al acostarse se acomodaron para quedar de frente al otro.
—¿Por qué no regresaste para avisar que irías con tu abuelo? —preguntó el pelirrojo.
—Bueno... Te fuiste tan de repente que pensé que estabas enojado, así que imaginé que no importaría si regresaba más tarde —dijo el menor evitando la mirada del más alto.
—Lo siento —el rubio lo miró sorprendido —No debí irme así —dijo el mayor haciendo sonreír al rubio una vez que se le pasó la sorpresa inicial.
—Está bien, lo entiendo, quizá pienses que otra vez los voy a abandonar pero... Es que yo-
—No pienso eso —interrumpió el pelirrojo tomando la cintura del rubio y acercando sus cuerpos en un abrazo, el rubio no podía con la vergüenza —Creo que está bien, pero, si te vas de la banda... Pasaremos menos tiempo juntos, y... Bueno yo no quiero eso —admitió el pelirrojo con sinceridad, con un sonrojo en las mejillas que Golden no podía ver porque tenía la cara escondida en el pecho del pelirrojo y estaba lidiando con el rápido palpitar de su corazón.
—No digas esas cosas Foxy —pidió avergonzado y con un sonrojo que afortunadamente el otro no podía ver.
—Es que es la verdad —admitió el pelirrojo abrazando al rubio contra su cuerpo —Quiero pasar el mayor tiempo posible contigo, Golden —dijo separándose un poco del menor para verlo a los ojos, para que supiera que hablaba en serio.
—¿Eh? —el rubio lo miró confundido y avergonzado —¿P-por qué querrías eso? —preguntó nervioso, tenía unas fuertes ganas de salir corriendo.
—Porque... —¿Lo diría? Aún no tenía ni idea de cómo va a reaccionar Golden, además, no llevaban mucho tiempo siendo amigos, quizá lo tomaba como una broma, o le daba asco y se alejaba de él, pero Golden no era así, trataría de entenderlo aunque sea un poco ¿No?
—¿Porque...? —el rubio quería escuchar la respuesta, sabía que no tendría nada que ver con lo que él estaba pensando pero aún así, que Foxy lo considerara importante para decirle que quería que fueran amigos y que quería pasar el mayor tiempo posible con él era algo que iba a atesorar por siempre.
El pelirrojo se decidió, se supone que no le tiene miedo a nada, Golden es una persona a la que no le importan ese tipo de cosas, así que se lo diría, aunque lo rechazara sería un peso menos de encima, con uno de sus brazos rodeó la cintura del rubio con algo más de fuerza, apegándose a él lo más posible, sorprendiendo al rubio que se puso más que nervioso.
Golden alzó la vista y se encontró con los intensos ojos ámbar del mayor, el pelirrojo empezó a acercarse a él y el rubio solo abrió más sus ojos de la sorpresa, el pelirrojo estaba a centímetros de su rostro, sus respiraciones se mezclaron y apenas sus labios se rozaron el rubio se soltó del agarre, fue tan brusco su movimiento que se cayó de la cama.
—¡Golden! —el pelirrojo se levantó pero el rubio fue más rápido y salió de la habitación todo nervioso y avergonzado —¡Espera! —el pelirrojo no perdió el tiempo y fue detrás de él, el rubio ya había salido de la casa, estaba descalzo y parecía que pronto empezaría a llover, aún así, eso no le importaba estaba demasiado ocupado en tratar de respirar como debía.
Foxy lo iba a besar... ¡Le iba a dar un beso! ¡Sus labios se rozaron!... Golden debía sentirse feliz de poder sentir los labios del mayor y estar a poco de darse un beso, sí, el rubio podría explotar de felicidad, de no ser por un pequeño y simple detalle, Foxy tenía novia, y se supone que es su amiga, ¿Acaso el pelirrojo quería jugar con él? ¿O con Chica? Parecía que sí.
—Golden... —se brincó al escuchar esa voz y giro para ver al pelirrojo que venía en las mismas condiciones que él, descalzo y en pijama —Perdón, no quería incomodarte, es que yo-
—¿Por qué lo hiciste? —murmuró el rubio lo suficientemente alto para que el pelirrojo lo escuchara aunque no despegó su vista del suelo.
—B-bueno... Porque... Porque tú me gustas —dijo lentamente mirando al menor a los ojos, este mostró sorpresa y se volteó nuevamente para que no le viera el rostro.
—No mientas —dijo el menor con la mirada en el piso, sentía sus ojos húmedos, joder ¿Desde cuándo lloraba tanto? ¡Y en el mismo día!
—Yo no miento —aseguró el más alto acercándose al menor aunque este le daba la espalda —Entiendo si no sientes lo mismo, ya lo esperaba.
—Yo no puedo gustarte —dijo el menor cerrando los ojos y tratando de que su voz se escuchara normal pero aún así salió entrecortada.
—¿Por qué no? —el pelirrojo frunció ligeramente el ceño, ignorando el tono tristón que tenía la voz del menor —¿Te da asco acaso? ¿Es eso? —vió al rubio negar lentamente con la cabeza —¿Entonces? Me gustas, Golden, sólo eso.
—¡Tienes novia! —el rubio por fin lo volteó a ver, sus ojos llorosos y su rostro dolido sorprendieron a Foxy, el pelirrojo se sintió culpable.
—¡¿De qué hablas?! ¡Yo no tengo novia! —contradijo el mayor alterado al ver el dolor reflejado en el rostro de Golden.
—¡Claro que sí! No lo niegues, te escuché hablando con Chica y ella aceptó y luego le dijiste que lo mantendrían en secreto ¡Y que el que menos debía enterarse era yo! ¡¿Acaso quieres jugar conmigo o algo así?! —el rubio estaba aún más alterado, las lágrimas empezaron a correr por su rostro y trató de limpiarlas pero simplemente no paraban, estaba conteniendo la respiración porque no pensaba dejar salir ni un solo sollozo, todo eso ya era demasiada humillación.
—Golden... —el pelirrojo se acercó a él quedando a centímetros de su cuerpo.
—¡¿Qué?! Solo déjame en paz y- —no pudo seguir hablando cuando le pelirrojo lo abrazó, el shock le duró unos segundos, quedándose quieto, luego empezó a empujar al pelirrojo para separarse, pero Foxy tenía una fuerza mayor y no lo dejaba —¡Déjame!
—¡Escucha! Te estás confundiendo, Chica y yo no somos novios, ¡Yo estaba hablando con ella sobre otra cosa! —dijo el pelirrojo negándose a soltar al menor que hacía el intento de empujarlo pero simplemente no podía.
—¡¿Cómo de qué?! ¡¿Y por qué no querías que yo me enterara?! ¡Se supone que somos amigos! ¿Tan poco confías en mí? —preguntó el rubio dolido y deteniéndose un momento en su intento de escape, empezó a llorar con el mayor abrazándolo contra su pecho.
—Estaba hablando con ella sobre dejar ganar a los toy's mañana, no quería preocuparte con mis razones para pedir algo así, por eso le pedí que no dijera nada y también es la razón por la que me molestó que no me dijeras acerca de lo de tu abuelo —dijo el pelirrojo apretando al menor entre sus brazos que se había quedado quieto, procesando la nueva información —Perdón, sé que debí confiar en ti y decírtelo, pero no quería preocuparte, por eso decidí contarle solo a Chica y ella estuvo de acuerdo, claro, hasta que dijiste que te irías si no ganamos —dijo con pesadez, tenía miedo de que el rubio no le creyera pero no dejaría que el menor se fuera pensando que estaba jugando con él, porque estaba hablando en serio, era la primera vez que se sentía así con alguien y quería que el menor lo aceptara, que le diera una oportunidad, o que al menos no se alejara de su lado si se quedaban como amigos solamente.
—... —el rubio quedó en silencio pensando lo que había dicho el más alto, alzó el rostro aún con los rastros de lágrimas en sus mejillas, lo observó unos momentos en los que decidió que lo que había dicho era verdad, la vergüenza se apoderó de él y volvió a esconder su cara en el pecho del más alto —¿Entonces... Te gusto? —preguntó bajito sintiendo una sensación en el estómago que le recorría todo el cuerpo, decirlo le llenaba de felicidad.
—Hm, pensé que había quedado claro, enano —dijo abrazando al rubio y besando sus cabellos, después se separó un poco y tomó el mentón del menor para verlo a los ojos —Te quiero como no tienes idea —susurró con cariño y entonces vió brillar los ojos del rubio, decidió que no dejaría que ese brillo se apagara, besó su frente haciéndose la promesa interna de proteger esa inocencia que el menor tenía, el rubio sonrió avergonzado y rió levemente —Y quiero que seas mi novio —dijo con una sonrisa nerviosa.
—Solo esta vez... Cumpliré tus caprichos —dijo sonriendo y escondiendo su avergonzado rostro en el pecho del mayor.
—Hm, eso ya lo veremos —dijo sonriendo feliz y abrazando al menor —Ven, hay que entrar o te vas a enfermar, con lo delicado que eres —mencionó Foxy burlón recibiendo un suave golpe en su pecho.
—Si me enfermo será por tu culpa —dijo el rubio con un puchero.
—Tú fuiste el que se salió corriendo —acusó el pelirrojo con diversión.
—¿Y eso qué? ¡Fue por tu culpa! —dijo el menor un poco avergonzado mientras el pelirrojo abría la puerta y lo dejaba entrar.
—Yo no te obligué a salir —dijo el pelirrojo cerrando la puerta y cruzando los brazos.
—¡No pero... Sigue siendo tu culpa!
—Como digas, enano —dijo abrazando por los hombros al rubio y yendo a su habitación, el menor se avergonzó pero igual se apegó a él sintiendo el calor del pelirrojo y su aroma que lo tranquilizaba, entraron al cuarto y cerraron la puerta —Acuéstate, que mañana nos tenemos que levantar temprano —dijo el mayor empezando a acomodarse para dormir y el rubio hizo lo mismo —Ven aquí —dijo abrazando al menor por la cintura y apegándose a él, ya habían dormido así muchas veces y no podían dormir a gusto sin la presencia del otro, dormían muy juntos y cómodos.
—Foxy...
—¿Hm?
—T-te quiero —susurró Golden avergonzado, Foxy rió suavemente por lo tierno que resultaba ser el menor.
—Yo también, mi enano —dijo apretando el abrazo con el menor, así se quedaron dormidos, con sus corazones tranquilos, felices y sintiendo la cómoda presencia del otro.
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El molesto sonido del despertador lo sacó bruscamente del mundo de los sueños, con una mano le dió un golpe al aparato y este dejó de hacer su irritante sonido, se quedó acostado mientras terminaba de despertar, entonces sintió como la persona que tenía abrazada se removia entre sueños, sonrió y vió al rubio que dormía cómodamente entre sus brazos.
La verdad, aún no se creía que un pequeño malentendido haya sido el que terminó por unirlos, pero sentía una felicidad enorme de saber que se querían mutuamente y de que así seguiría, o al menos eso esperaba él, entre pensamientos empezó a acariciar el rostro del rubio que aún dormía, se veía tan tranquilo.
Y pensar que ya eran... ¿Novios? Vaya hasta la palabra le sonaba extraña, tendría que acostumbrarse a muchas cosas de ahora en adelante pero mientras pudiera estar con el rubio no le importaba. Al final, no resistió la tentación y besó la frente del menor, también su nariz y una de sus mejillas, sus manos acariciaron la cintura del rubio haciendo que Golden sonriera entre sueños.
—Golden, ya es hora de ir a la escuela —el menor solo balbuceó algo inentendible y se acurrucó un poco más entre los brazos del pelirrojo —Vamos a llegar tarde —dijo sacudiendo al menor levemente el cual empezó a abrir sus ojos con pesadez —Buenos días bello durmiente —dijo el pelirrojo son una sonrisa mientras miraba al menor que aún adormilado lo miraba embelesado, Foxy sonrió con ternura y le acarició el rostro —Ya hay que levantarnos o no llegaremos a clases.
—Mh no quiero ir —se quejó el menor acomodándose y abrazándose al mayor para volver a dormir.
—Tenemos que ir o Chica nos matará, hoy es el evento ¿Recuerdas? —dijo el pelirrojo sonriendo enternecido por la actitud del menor.
—Ugh... Ya voy —dijo el menor de mala gana mientras se sentaba sobre la cama, soltó un bostezo.
—Venga hay que apurarnos, o no nos dará tiempo de ver el capítulo de Naruto —dijo mientras se ponía de pie y se quitaba la playera que usaba para dormir dejando a la vista su abdomen levemente marcado y dejando ver sus delgados pero fuertes brazos, el rubio se le quedó viendo casi babeando y el pelirrojo lo notó rápidamente.
—¿Hm? ¿Te gusta lo que ves? —preguntó con una sonrisa traviesa haciendo avergonzar al pobre rubio que se volteó de inmediato con un enorme sonrojo en el rostro.
—Y-ya quisieras —dijo tratando de ocultar su sonrojo del más alto, aunque fue inútil pues el mayor ya lo había notado.
—Hm, eres un mentiroso —dijo acercándose a él, el menor evitaba su mirada pero el pelirrojo se acercó y tomó su mentón para que no siguiera huyendo, se miraron a los ojos durante unos eternos segundos, el de ojos ámbar se acercó aún más a su rostro, a centímetros de los delgados labios del menor, ambos empezaron a cerrar sus ojos y estaban a punto de darse un beso cuando unos estruendosos golpes se oyeron en la puerta haciendo que se separaran bruscamente.
—¡Ya despierten par de flojos o llegarán tarde! ¡Y hoy es demasiado importante como para que no vayan a la escuela! —el grito de la albina los hizo volver a la realidad, el menor se puso completamente rojo por lo que acababa de pasar y el mayor solo suspiró con resignación, lamentablemente su hermanita tenía razón.
—¡Ya vamos! —contestó el pelirrojo mientras buscaba su camisa y se la ponía —Apúrate si no quieres que Meg entre y empiece todo un drama enano —dijo el pelirrojo poniéndose el pantalón, el rubio se volteó para no ver al mayor mientras lo hacía, después de eso dio una mirada discreta y al ver que ya estaba vestido se levantó de la cama y se empezó a vestir.
Primero se quitó los shorts y se colocó sus pantalones habituales, desde que había hablado con su abuelo ya tenía mucha de su ropa en casa de Fox, después se quitó la camiseta de resaque y estaba por ponerse la camisa blanca de siempre cuando escuchó un silbido haciéndolo avergonzar.
—Sí que estás cómo quieres brillitos —dijo Foxy sonriendo con picardía haciendo que el rubio se pusiera cual tomate de Spring y se pusiera lo más rápido que podía su camiseta y que empezara a abotonarla lo más rápido que podía.
—¡Cállate! —dijo el rubio mientras luchaba con su camisa ¡¿Desde cuándo era tan difícil abotonar una camisa?! Escucho a Foxy reír divertido lo que solo lo hizo avergonzar más.
—Eres adorable enano —dijo el mayor acercándose al menor —Mira eso, ni siquiera puedes abotonar tu camisa —dijo divertido al ver la camisa mal abotonada y al rubio luchar para ponérsela correctamente —Déjamelo a mí —dijo acomodando la camisa y empezando a abotonar todo de nuevo, el rubio se dejó hacer sin reclamar, le agradaba la cercanía del más alto y la atención que le daba pero no por eso se le quitaba la vergüenza —Listo —anunció el mayor cuando terminó de acomodar la camisa.
—G-gracias —susurró el rubio sonrojado, haciendo sonreír al mayor.
—No es nada, brillitos —dijo mirando lo avergonzado que estaba el menor, se acercó a él y le dió un beso en la mejilla lo que sonrojó más al menor.
—¡¿Y eso por qué fue?! —preguntó el rubio avergonzado y cubriendo su cachete completamente sonrojado.
—Pues porque así lo quise —dijo el mayor encogiéndose de hombros y sonriendo enternecido por la reacción del rubio —Después de todo, somos novios, eso hacen los novios —el rubio lo miró sorprendido y luego bajó la mirada sonrojado, asintió lentamente y se terminó de vestir, rápidamente salieron del cuarto y fueron a desayunar, la albina estaba lavando su plato.
—Vaya, pensé que tendría que entrar por ustedes —dijo mientras secaba el plato y lo ponía en la alacena —El señor José ya llegó, están avanzando con la construcción así que hay que irnos pronto para dejarlos trabajar —dijo mientras tomaba su mochila —No vayan a tardar en llegar, hoy es importante y no pueden faltar, nos vemos —dijo saliendo de la casa y yendo directo a la casa de su mejor amiga.
—Anda enano tenemos que desayunar —dijo sacando los platos buenos y sirviendo cereal con leche —Toma —dijo poniendo un plato frente al rubio.
—Gracias —ambos empezaron a desayunar rápidamente, lavaron sus platos y se fueron juntos a la escuela, iban platicando de cosas banales cuando llegaron a la prepa, aún faltaba casi media hora para la primera clase, así que como siempre fueron a la biblioteca para ver un capítulo del anime que estaban viendo juntos, prácticamente el rubio casi se pone a llorar cuando vio que aparentemente Sasuke estaba muerto, luego de eso los corrieron de la biblioteca y fueron al salón con el menor todavía afectado por el capítulo.
—Ya tranquilo, era algo que tenía que pasar.
—¡Pero es que...! —dijo el menor a punto de llorar otra vez —Se murió en los brazos de Naruto y y... ¡Y le dijo que cumpliera su sueño!
—Pues son un muy buen equipo y prácticamente mejores amigos, se iban a cuidar a costa de su vida, además si eso no hubiera pasado, Naruto no hubiera sacado el poder del nueve colas —explicó el mayor con ternura, ya quería ver la cara del menor cuando viera que Sasuke seguía vivo.
—Bueno... Sí pero es que...
—Ya, no saques conclusiones apresuradas, anda cálmate —dijo con una sonrisa y acariciando la cabeza del menor, el rubio solo sonrió ante la caricia y asintió, ambos se sentaron en sus lugares, sacaron sus útiles de esa materia, al cabo de unos minutos vieron como entraban sus amigos y recordaron que se supone que se veían en la entrada para llegar todos juntos, sintieron un escalofrío cuando Chica les mandó una mirada amenazadora, Bonnie y Freddy solo les sonrieron y se fueron a sus lugares, el timbre sonó y el profesor entró con sus cosas se acomodó en el escritorio y empezó a hablar.
—Buenos días, chicos.
—Buenos días —fue la respuesta conjunta de todo el grupo.
—Antes de empezar la clase quiero decirles que el evento de primavera se llevará acabo en el auditorio de la escuela, empezaremos a las 4:30 de la tarde pero las bandas deben estar aquí antes, mínimo a las 4:00 para que se registren, si no llegan a esa hora serán descalificados, ¿Entendido? —luego de recibir una afirmativa sonrió —Bien, empecemos con la clase... —los alumnos corearon una nueva afirmación y empezaron las clases, los alumnos estaban ansiosos y se notaba cierto aire de tensión, parecía que todos estuvieran nerviosos por el evento, hace unos días que se decía que Owyn participaría en el concurso junto a una chica de intercambio, si mal no recordaban, iban en el salón, la famosa Cami que había tenido un acercamiento extraño con su amigo castaño.
El rubio estaba nervioso, pero no por eso se le quitaba la emoción de participar, ese día debían ponerse de acuerdo para ver la solución del problema acerca de quién sería el ganador, él bien podría decirle a su abuelo que ganaron y mostrar una foto con los premios del primer lugar y luego regresarlos a los verdaderos ganadores (es decir los toy's), eso sería mucho más sencillo y no tendrían ningún problema porque se supone que su abuelo no iría al evento, le diría a Fox y tal vez así se arregle ese asunto.
El timbre sonó sacando al rubio de sus pensamientos, miró al pelirrojo y éste se estaba poniendo de pie, el rubio lo imitó, el pelirrojo lo miró y sonrió, el rubio devolvió la sonrisa y ambos avanzaron a la puerta del salón, estaban por ir a la cafetería pero se detuvieron cuando escucharon una exclamación de indignación.
—¡¿No nos esperan?! —reclamó ofendida la rubia con sus otros dos amigos detrás de ella, la pareja se quedó congelada, recordando que se supone que siempre almuerzan todos juntos.
—Eh... Perdón —se disculpó el rubio dudoso y apenado por casi olvidar a sus amigos.
—¡Y tampoco nos esperaron en la entrada! —acusó la rubia.
—Ya, vámonos a almorzar —intervino el castaño para evitar que la rubia llamara más la atención, después de un par de reclamos más y una disculpa de la pareja se fueron a la cafetería, se sentaron junto a la banda de los toy's y estuvieron hablando tranquilamente, hasta que Chica decidió tocar un tema importante.
—Oigan... Respecto a lo de... Dejarlos ganar, tenemos un problema —dijo lo más bajo que pudo para que nadie ajeno los llegara a escuchar.
—¿Dejarlos ganar? —preguntó el castaño confundido —¿De qué estás hablando?
—Si nosotros ganamos será por nuestra cuenta —dijo el morocho confundido por el comentario de la rubia.
—¿Qué problema tienen? —preguntó la albina ignorando las caras de confusión de Bon y Joy.
—Bueno, el abuelo de Golden lo dejó participar con la condición de que tenía que ganar el primer lugar para poder quedarse en nuestra banda —dijo la rubia afligida por la situación en la que estaban.
—Ya veo... —dijo la albina entendiendo porque estaban dudando acerca del plan que habían hecho ella y el pelirrojo —No es necesario que ganemos, sino entregar el premio supongo —dijo Meg después de pensar un rato.
—Creo que me perdí en su conversación —comentó el peli-morado sin entender de lo que estaban hablando.
—¿Podrían explicar de lo que están hablando? —preguntó el morocho aún confundido y con las cejas fruncidas.
—Bueno, saben que tenemos que pagar la deuda a una persona ¿No? Y le tenemos que entregar el primer premio, por lo que acordamos que los animatronicos nos dejarían el primer lugar —explicó rápidamente la albina.
—Bueno, pero podríamos intentar ganar por nuestra cuenta —opinó la rubia de larga cabellera rubia.
—Es mejor estar seguros, pero con lo de Golden... Creo que la mejor solución es que ustedes ganen y nos den el premio.
—Espera, aquel tipo dijo que quería que ganaran, y que llevaran el premio como prueba ¿No? De algún modo pienso que tambien tratará de ver el evento para comprobar su victoria por él mismo —dijo el pelirrojo al meditar un poco la solución de su hermana.
—Pero tampoco pueden perder ustedes, Golden es parte de la banda y no creo que quieran que se vaya —dijo con obviedad la albina.
—Bueno, solo es necesario que lleve una foto o algo así, pueden ganar ustedes y prestarnos un momento el premio, después de tomar la foto se los devolvemos —propuso el rubio.
—¿Tu abuelo no vendrá al evento? —preguntó la albina desconfiada
—Lo dudo, tiene unos asuntos pendientes y dijo que no vendría —mencionó el rubio encogiéndose de hombros.
—Pero no puedes confiarte ¿Y si manda a alguien más para ver si ganan? —dijo su prima preocupada.
—Pero creo que es mejor a que queden con la deuda —replicó a su prima preocupado por lo que ellos podrían pasar.
—Pero tampoco queremos que dejes la banda, si eso pasa nosotros- —Spring empezó a hablar por primera vez en ese rato.
—No se preocupen por eso —interrumpió el rubio al rapero —Lo importante es que ustedes no queden con la deuda —dijo el rubio firmemente, no sabía de qué era la deuda ni nada así que solo le quedaba confiar en ellos; después de una breve discusión aceptaron el trato y decidieron que llevarían acabo el plan de Golden, luego de eso sonó el ruidoso timbre y tuvieron que regresar a sus salones, cada uno con sus propios pensamientos y preocupaciones pero con la firme idea de salir adelante después de esto.
Sin que ninguno supiera que alguien había escuchado el plan que había tomado, tendría que tomar medidas drásticas...
[Editado: 14/02/2021]
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