¿Quieres jugar?
La joven soltó un gran suspiro antes de quitarse la camisa dejándola en ropa interior de encaje color negro.
-Eres un tramposo - lo acusó.
-No es mi cumpla que seas mala jugadora.
La pareja llevaba horas en el departamento del azabache jugando. Esta mañana Shinobu llego temprano con la intención de ver una nueva serie con Tomioka pero por desgracia la serie los términos aburriendo desde el episodio uno y no quisieron seguir viendo más así que para no desperdiciar la tarde ella le sugirió a Giyū jugar algunos videojuegos cosa que tomo por sorpresa a su profesor porqué a la joven de puntas moradas no le interesaban nada los videojuegos.
A Shinobu no le gustaban nada los videojuegos por una simple razón, era una jugadora tóxica, de las pocas veces que si había jugado resultó ser muy competitiva y muy exigente al punto de gritar y maldecir a los jugadores y controles si no ganaba. Aquellas partidas de videojuegos no fueron nada divertidas para ambos. Tomioka puso juegos para competir entre si desde call of duity hasta gears por wars 3 y en todas perdió Shinobu, término por enojarse tanto que cambio a juegos de mesa y el resultado no fue muy diferente, en ajedrez gano 2 partidas de 5, armar un cubo rubic en el menor tiempo gano Giyū a los 45 segundos y luego Shinobu arrojo el suyo contra la pared, en dominó volvió a perder y así cada que elegían un nuevo juego Shinobu solo se desesperaba.
Al final Shinobu se decidió por jugar poker, una mala elección para jugar contra Giyū Tomioka y peor aun fue cuando agregó un castigo para el perdedor. -Por cada ronda que uno pierda deberá quitarse una prenda. Debió elegir mejores palabras o simplemente no agregar un castigo.
-Admite que eres mala perdedora y te dejare conservar la poca ropa que te queda.
-No necesitó la salida fácil, puedo vencerte -dijo segura de si misma.
-Solo admite que soy mejor judador.
-¡Jamás! Voy a ganarte a como de lugar.
-Shinobu, llevo la delantera y no has logrado quitarme ninguna prenda, ya rinde te.
-¡Quiero subir la apuesta!
Tomioka la miro dudoso sobre si debía aceptar o no, pero llevar la ventaja no había nada de que preocupara ¿cierto?
-¿Qué tienes pensado?
-Jugaremos a sacar la carta más alta, si yo gano te quitaras toda, toda la ropa - sonrió feliz.
-¿Y si gano yo? - Una breve idea paso por su cabeza al saber como podría recompensar a su amado e inevitablemente la cara se le puso muy roja, acto que no paso desapercibido por él.
-Acepto - hablo sin darle la oportunidad a Shinobu - pero dejaré mi premio para otra ocasión ¿estas lista?
Revolvieron las cartas y después las pusieron en medio de ambos, era momento de jugar.
-Te dejare tomar la primera carta - señalo Tomioka.
Estiro su mano con una sonrisa de oreja a oreja hasta tomar la carta superior, la tomo con cuidado y antes de levantarla puso un semblante tan serio y frio que casi rivalizaba con el de Tomioka.
-Tú turno Tomioka-san.
Fue una sorpresa que ella lo llamara Tomioka y no por su nombre como cuando están solos.
Giyū hizo lo mismo sin decir ni una palabra, ahora que cada uno tenia su carta era el momento de la verdad, fue Shinobu la que soltó un suspiro primero y luego de eso...
-¡Já! ¡10 de corazones! Supera eso.
Esa era una carta alta pero ¿Tomioka tendría una igual? ¿Una más alta? ¿Perdería?
El joven miro brevemente su carta y bajo la cabeza. - Bingo - pensó Shinobu.
-Supongo que se acabo.
-Nada de eso, hicimos un trato así que adiós a tú ropa.
-Si, pero no seré yo quien lo haga.
Basto una sonrisa para que la mariposa supiera que había perdido.
-Imposible
Tomioka revelo su carta siendo un Rey de picas.
Frustrada pero aceptando su derrota Shinobu se retiro el sujetador dejando expuestos sus pechos que solo eran apreciados por Giyū.
-No los mires tanto- hablo haciendo un puchero.
-Tengo derecho a mirarlos después de ganar.
-Eres un pervertido, seguro que quieres hace más que solo mirar ¿verdad? ¿Qué es lo quieres hacerles? ¿quieres tocarlos, saborearlos? pero a puesto a que deseas pasar tú pene entre mis pechos.
-Si sabe lo quiero.
Y claro que sabia que es lo que deseaba Tomioka en especial por la evidente erección en la entrepierna que deseaba y luchaba por salir y tomar el lugar que le corresponde.
Las cosas a veces eran así entre los dos, a veces solo les gustaba salir a pasear caminando tomados de las manos (en lugares donde sus conocidos no los vieran, obvio) y a veces la situación en la que se encontraban daba un giro al acto sexual.
La besaba debajo de él aprisionando ese pequeño y fino cuerpo contra el grande y musculoso que él tenia en comparación, frotaban sus sexos como si quisieran obligar al opuesto a gritarle ¡Hazlo de una vez!
Cumpliría con esa fantasía que tenia así que en un rapido movimiento Shinobu cambio las posiciones ahora quedando ella arriba bajando cuidado hasta la entrepierna del pelinegro.
-He querido hacer esto desde hace un tiempo.
Tomioka miro como Shinobu bajaba hasta estar frente a la ereccion para después retirar los pantalones usando solo su boca.
-¿Como rayos hizo eso?
Volvió a mirarlo a los ojos, le dio un guiño eh hizo lo mismo pero ahora con los boxers para por fin liberar al miembro más importante en este momento.
Lo tomo con una mano para ponerlo en su cara mientras que con la otra le acariciaba las bolas sacando gemidos placenteros de Giyū que al mismo tiempo solo la calentaban más.
No tardo en poner la enorme polla dura entre sus pechos para frotarlos de arriba a bajo dando una probada a la punta con la lengua. Los siguientes minutos fueron un deleite para Giyū que dio su mejor esfuerzo por no correrse en la cara de su novia. Se puso de pie completamente excitado y sin darle tiempo a Shinobu la tomo para follarla de pie como un loco sin freno.
Su código de ética y profesionalismo hace tiempo que dejo de ser importante, ya no tenia ese respeto por Shinobu como su estudiante y no tenia respeto por si mismo como profesor, cualquier brecha social entre ellos ya no importaba nada y menos cuando disfrutaban del placer carnal que ni sabían que podían tener por él, al que llamaba sensei, por ella que era su estudiante.
El piso bajo ellos estaba muy mojado y no solo por el sudor que decoraban sus cuerpos haciéndolos ver más brillantes y más hermosos ante esos ojos de color azul y amatista.
Tuvieron sexo de pie pero eso no fue suficiente, por que después tuvieron una segunda y tercer ronda en la cama culminando en un final orgásmico.
-No podría cansarme nunca de ti.
Giyū respondió uniendo sus labios con los de ella mientras descansaban bajo las sucias y mojadas sabanas.
-Ni yo de ti.
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