-Si no deseas continuar, puedes decirme.

Shinobu no pensó mucho en su respuesta pues ya había llegado lejos y no deseaba acobardar se.

-Hazlo - respondió abandonado toda inseguridad.

Tomioka unió sus labios con los de ella como si sellará un pacto, el beso al inicio fue lento y suave y poco a poco tomo más pasión al punto en qué ambos jugaban con sus lenguas explorando la boca del opuesto con total libertad. Después del beso comenzó lo interesante.

En contexto Shinobu y Giyū habían decidido salir a divertirse como en ocasiones anteriores solo que estaban vez visitando un club para parejas que quisieran salir fuera de la rutina, el precio era alto pero valía la pena por la privacidad donde nadie preguntaría qué tipo de relación. Tenían esos 2.

Al entrar a la habitación Shinobu puso una cara roja al ver los artefactos que incluían, mismos que según ella pensaba parecían ser más para torturar que para el placer. Ahora ella misma estaba en la silla más extraña e incómoda de usar con las piernas al cielo y separadas dejando al descubierto su sexo con las manos por detrás atadas con esposas. Lo escucho moverse por la habitación sin saber que pasaba por qué también tenía un antifaz de dormir bloqueado su vista.

Escucho sus pasos llegar hasta ella nuevamente y después sintió como algo se aferraba a su pezón endurecido y después sintió lo mismo en el otro, el dolor era tolerable e incluso algo excitante. Comenzó a sentir como Tomioka vertía un extraño líquido sobre su cuerpo con un aroma dulce y después pudo sentir como Giyū usó sus manos para esparcir el líquido por todo el resto de su cuerpo desde sus senos amasando y lentamente bajando a su entrepierna húmeda y lista para ser invadida. 

Tomioka le dio varios besos en su vientre hasta bajar y lamer la entrada de Kochō y devorarla como un animal hambriento dejando a Shinobu jadeando.

Con tiempo de sobra y sin ninguna interrupción tanto Giyū como Shinobu pasó de un punto de la habitación a otro probando algo nuevo en cada posición sin embargo el "plató fuerte estaba por empezar".

-¿Recuerdas tú palabra de seguridad? - le pregunto al oído mientras ella estaba de rodillas con ambas manos en el suelo y el trasero al aire.

-Si - respondió Kochō a penas en un susurro.

-¿Cuál es?

-Capricho.

-No olvides que si no deseas continuar debes decirla.

Shinobu asintió con cierta incertidumbre de lo que pasaría. Tomioka derramó lubricante sobre el trasero de la chica asegurándose de esparcir lo por todas partes incluso en la que pronto usaría, una nueva zona por explorar.

Lentamente comenzó por introducir una pequeña esfera atada a esferas de un tamaño cada vez más grandes, el cuerpo de Shinobu parecía resistirse ante los primeros intentos.

-Relaja tú cuerpo.

Kochō hizo caso a las palabras de su amante y se relajo lo más que pudo dándole paso a la pequeña esfera.

-Bien sigue así.

No pudo evitar sonrojarse así que siguió esperando a que el resto de las esferas entrarán. 

Una a una fue entrando lentamente pasando de ser en cierto punto doloroso hasta convertirse en una sensación de dolor mezclada con placer hasta el punto en qué Giyū metió la de mayor tamaño. 

~Ahggg. 

Tomioka tomo el rostro de Shinobu y la beso felicitando a la joven por tan grande asaña.

-Lo hiciste muy bien - le ido otro corto beso - estoy muy orgulloso - le dio otro beso pero con más pasión.

Durante unos minutos más Tomioka siguió estimulando a Kochō con más "juguetes" para asegurarse que su entrada sería lo suficiente buena para entrar sin problemas.

-Aqui voy - le susurro al oído.

Puso la punta de su gruesa y caliente polla justo entre las blancas y regordetas nalgas de Kochō para que tuviera una idea de lo que le espera.

-Tomioka solo se haaagg. 

No pudo terminar de hablar cuando él ya se estaba metiendo en lo más íntimo de su ser sintiendo y excitando se por la nueva sensación.

-Estas muy apretada.

Shinobu no respondió ante Tomioka en camino su mente se quedó casi en blanco al sentir la carne viva, caliente y dura que se metía en ella superando por mucho el plástico y la goma que había probado hace poco.

-Es-esta estás adentro - habló torpemente y aún pérdida en su placer.

Sin avisarle ni esperar a que ella razonara Tomioka empezó a moverse siendo un poco gentil al inicio para no lastimar a su amada.

En la habitación sonaba como la pelvis de Tomioka chocaba contra el trasero de Shinobu con frenesí, el sudor que decoraba sus cuerpos era la evidencia de su actividad que parecía no tener fin ni control sus lenguas que se enredaban al mismo contacto con la opuesta y se paseaban por el cuerpo probando centímetro de piel que hubiera por devorar.

Aún que al final ambos cayeron por el cansancio fue Shinobu la primera en cerra lo ojos y quedar dormida al ser noqueada por Tomioka cuando esté vertía y la llenaba hasta el borde con su espesa y calida carga blanca que comenzó a derramarse momentos después.

Antes de que Giyū pudiera dormir la busco con la mirada y se acurrucó con ella sonriendo al saber que Shinobu deseaba repetir la ocasión.