—Pareces preocupado, hermanito —le dijo Presley a Bruno, quien caminaba de un lado a otro desesperado—. ¿Pasó algo?

—Es... es... —suspiró—. El colegio me tiene así, ya sabes, es mi último año, el último año es el más estresante —mintió, no quería que su hermana se enterara aún

—Oh, entiendo

Minutos después su hermana comenzó a quejarse, cosa que estresaba más a Bruno.

—Cállate, Presley —decía mientras acariciaba lentamente sus sienes, puesto que un fuerte dolor de cabeza atravesaba su cráneo de una manera muy dolorosa

Pero los quejidos de Presley continuaron.

—¡Que te calles, Pres! —exclamó y giró sobre sus talones—. ¡Me duele la... ¿qué te ocurre? —le preguntó al mirarla al borde de las lágrimas

—Bruno, no sé qué me pasa, pero me duele —su respiración se agitó—. Creo que ya vienen los bebés

—¡¿Qué?! ¡¿En serio?! —ella asintió con una mueca de dolor—. Vuelvo enseguida, uh, no te vayas

—¡Obvio no!

—¡Papááááá! —gritó

—¡¿Qué quieres?!

—¡Ya van a nacer tus nietos!

***

El moreno cubría sus oídos mientras intentaba alejar el dolor de cabeza de sí mismo, pero los gritos de su hermana no ayudaban. Optó por salir al patio, sin embargo aún se escuchaban. Quería dormir, nada más, a veces el dolor de cabeza se iba cuando dormía o cuando se bañaba. Pero no podía hacer ninguna de esas dos actividades por su hermana, quien gritaba como si la estuvieran asesinando.
Su teléfono comenzó a sonar, por lo que rápidamente lo sacó de su bolsillo, contestó al ver que el dueño de la línea era Logan.

—Hola Logan

—¡Brunz! ¿Qué onda viejo? ¿Cómo estás?

—Pues... no lo sé, preocupado tal vez, ¿qué haces? —intentó cambiarle el tema

—Estoy empacando para nuestro viaje, sé que falta como casi tres semanas, ¡pero estoy emocionado! ¡Amo cuando Ian nos lleva de viaje!

—Oh... debe ser —intentó no sonar desanimado, pero fracasó

—Estás indeciso, ¿verdad? —Bruno asintió, pero al darse cuenta de que él no podía verlo, pronunció un sí apenas audible–. Ay Bruno, mira, de todas maneras tendrás que ir, ahora perteneces a nuestra manada, a Ian más que todo, ya que prácticamente te compró

—Ya sé —dijo dolido

—Oye, pero no ten entiendo, ¿por qué no quieres ir?

—No quiero abandonar mi hogar, ¿entiendes?

—¡Pero no nos vamos a mudar! ¡Sólo serán algunos meses!

—¿En serio?

—¡Sí! ¿Apoco pensaste que nos mudaríamos a Londres?

—Ajá

—No Bru, estás mal, sólo serán como dos meses

—Entonces si es así, sí voy

—Me alegra que hayas aceptado, ya verás que será cool, te lo digo por experiencia, todos esos viajes son únicos y tienes que llevar a tu familia para que se diviertan también, claro que no se divertirán con la manada, pero eso es lo de menos, saldremos heridos, pero siempre ganamos

—Lo tendré en cuenta —en ese momento se escuchó un fuerte grito por parte de Presley

—¿A quién están matando en tu casa? —Logan rió

—Es mi hermana, está a punto de ser mamá

—Wow, ¿en serio? Felicidades, mañana iré a visitar al pequeño

—De hecho son dos

—Con más razón, bueno debo irme, me saludas a tus sobrinos o sobrinas, adiós

—Chao Logan

Al guardar su celular, escuchó el llanto de ambos bebés.

Ya nacieron. Pensó. ¡Ya soy tío!

Corrió a su casa, fue hasta la habitación de su hermana y se encontró con una escena muy tierna, Presley llorando y abrazando a sus dos pequeños... o pequeñas.

—¡Ya soy tío! —chilló el moreno y se acercó para acariciar la mejilla de su hermana—. Hey no llores, fuiste muy valiente, míralos, ¡aquí están! Y son... —Bruno miró por debajo de la manta que cubría a los bebes—. ¡DOS MUJERES! —Presley sonrió y abrazó aún más fuerte a sus hijas

***

_________ caminaba hacia su salón, un poco desanimada, puesto que era lunes y vamos, ¿quién ama los lunes? Nadie, y el que lo hiciera merecía un castigo muy cruel. Entró y lo primero que hizo fue acostarse en su pupitre, puesto que comenzó a sentir un ligero mareo. Últimamente se sentía muy mal, tenía un montón de mareos, la cabeza le dolía como si no hubiera un mañana, siempre pasaba débil y todo era culpa de la enfermedad.

Me estoy muriendo. Pensó.

Y sin darse cuenta, se había quedado dormida.

Minutos después despertó por el sonido del timbre y se encontró a Bruno besando a Jessica tiernamente. Rodó los ojos y dirigió su vista a otro lugar.

—Dime algo bonito —le dijo Jessica

—Eres la chica más linda del mundo entero y en verdad me siento demasiado afortunado al tenerte a mi lado, te amo Jess

—Ti imi Jiss —lo remedó en voz baja

Y volvieron a besarse. De pronto, _______ comenzó a sentir que su respiración fallaba, por lo que tuvo que hacer un esfuerzo para respirar, pero fue inútil, ya que no lograba nada con eso. El sonido de un pitido retumbó en sus oídos, haciendo que soltara un pequeño quejido. Se tiró al suelo, su vista comenzaba a nublarse y, en medio de su ataque, cerró los ojos y se desmayó.

***

Despertó lentamente, tardó mucho en descubrir en dónde estaba. Otra vez se encontraba en una camilla de un hospital. Maldijo por lo bajo y la puerta de su habitación se abrió, dejando ver a la doctora Sandra con cara de preocupación.

—Esa boca —ambas sonrieron—. ¿Decaíste de nuevo? —la castaña asintió y Sandra hizo una mueca

—Me estoy muriendo, ¿verdad? Últimamente me he estado sintiendo fatal

La doctora con el corazón completamente partido se limitó a asentir mientras mantenía la cabeza gacha.

—¿Cuánto me queda aproximadamente?

Sandra levantó su cabeza, mostrando algunas lágrimas rodando por sus mejillas.

—No más de tres semanas