Capítulo 61

Bruno no lo dudó ni un segundo, sin despegar su mano de la pared, besó violentamente los labios de _________. La castaña colocó sus manos sobre el pecho del moreno, intentando apartarlo, pero no podía, Bruno era demasiado fuerte como para que ella pudiera vencerlo. Optó por golpear su pecho un montón de veces, sin embargo tampoco tuvo éxito. No sabía por qué lo hacía, si se suponía que él la odiaba, ¿qué le ocurría?

—¡Suéltame! —alcanzó a decir cuando Bruno se separó de ella para respirar

—No lo haré, te deseo, te necesito entre mis garras

En el intento de besarla otra vez, ________ rápidamente palmeó la mesa –que estaba a su lado– buscando su vara de electricidad, mientras movía la cabeza de derecha a izquierda y viceversa para que el muchacho no la besara.

—¡¿Qué te ocurre?! —chilló y optó por patear el miembro de Bruno para poder escapar

El moreno no se quejó, simplemente se tomó ahí y arrugó el rostro. ________ corría desesperada hacia la salida, pero el hombre lobo fue más rápido e interrumpió su paso.

—Tú no irás a ningún lado —dijo sonriendo, la tomó en brazos y la llevó hasta un rincón de la habitación

Cualquiera dijera que Bruno no lograría hacer nada de eso con su dedo recién cosido, pero se equivocan, su dedo había sanado aquella misma noche, ya que era uno de sus poderes lobunos, parecía que nada hubiera pasado, de no ser por una pequeña cicatriz que de seguro nunca se iría.

La tiró en el piso y se montó sobre ella sin despegar sus labios. Con todo el esfuerzo posible, la castaña intentaba escapar de las sucias garras de Bruno, pero no lo conseguía, él era el cuádruple de fuerte que ella. Intentaba golpearlo, sin embargo todo esfuerzo era inútil e inservible. No quería besarlo, para nada, pero lastimosamente con cada segundo en el que lo besaba, sentía una inmensa electricidad abundar todo su cuerpo. Todo el odio que sentía hacia Bruno se iba desvaneciendo, algo raro estaba sucediendo en ella, no podía explicarlo.

Su mente reaccionó, se dio cuenta del por qué estaba así, todo ese tiempo que había estado sin Bruno se sentía vacía y fatal, ahora que estaba con él, se sentía bien aunque no pudiera evitarlo, por más asesino que fuera, no iba a mentir que todavía lo amaba.
De tanto pensar no se dio cuenta de que Bruno se encontraba desabotonando su camisa. Estuvo a punto de detenerlo si no fuera porque el moreno comenzó a chupar su cuello de la manera que tanto le gustaba, cerró los ojos y sonrió mientras acariciaba la espalda desnuda de moreno, sintiendo cómo ella misma se mojaba por el contacto del cabello mojado de Bruno con su piel.

—¿Ya te gustó? —la miró y ella no supo qué responder, simplemente sonrío como estúpida en señal de respuesta—. Eso es suficiente para mí

No pudo más, no se resistió ante semejante hombre tan exquisito, no podía ante esa piel morena tan perfecta, aquellos brazos musculosos, sus bíceps, su torso bien formado, (jaja, sí claro xd) su cabello, sus ojos, sus malditos ojos y lo último su maldita sonrisa. Ese hombre era perfecto, no podía desperdiciar una oportunidad así, sabía que después se arrepentiría, pero no le importaba, en verdad extrañaba a Bruno y quería estar con él. Lo tomó de las mejillas y devoró sus labios, recorriendo con su lengua cada centímetro de su boca, gimió cuando el muchacho mordió su labio inferior con suma delicadeza mientras emitía un pequeño gruñido de lobo, además, podía sentir el gran bulto que había entre las piernas del moreno. Le encantaba, a pesar de que odiaba a todos esos seres. Su blusa voló por los aires en un abrir y cerrar de ojos, rápidamente, se deshizo de sus pantalones.

—Quítate la toalla —le susurró y mordió su oreja

—A tus órdenes —se arrodilló mirando a ________, mordiéndose el labio y tomando la toalla con ambas manos, con un movimiento pélvico muy lento, se quitó la toalla y la tiró lejos de ahí

La castaña lo tumbó, quedando ella sobre él, tomó su miembro y comenzó a acariciarlo mientras lo masturbaba. Bruno emitía varios gruñidos y gemidos, cerraba los ojos por el placer y se movía inquieto.

—¡DIOS MÍO! ¡Necesito, necesi... —Bruno se calló cuando ________ introdujo su miembro en su boca y lo comenzó a chupar—. ¡Oh Dios! ¡Eres increíble, nena!

________ continuó con su trabajo, de pronto, el moreno se corrió en su boca. Soltando un gran suspiro, la tumbó para quedar sobre ella. Besó sus labios lentamente, y sin dejar de besarla, el moreno le retiró sus bragas con una mano.

—Necesito entrar en ti ya —le susurró entre gemidos y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba dentro de ella, moviéndose salvajemente y sin control

La castaña sentía que Bruno estaba siendo más salvaje de lo normal, además parecía que estaba desesperado; en las veces anteriores que habían hecho el amor, Bruno había sido más delicado, pero ahora parecía una bestia desesperada por tener sexo. Por un momento se sintió mal, sin embargo, una deliciosa sensación de placer la desvió de sus pensamientos. Ambos gemían como locos, sus cuerpos sudaban un montón y las caricias no paraban. Bruno se movía rápidamente dentro de ella, de derecha a izquierda y viceversa. Ambos soltaron un gran grito cuando llegaron al límite, el muchacho salió de ella y recargó su espalda en la pared, mientras sus respiraciones eran lo único que se escuchaba en aquella oscura habitación.
Pero Bruno necesitaba más, aún no estaba satisfecho.

—No he tenido suficiente —dijo de pronto y volvió a entrar de golpe en ________

Así, fue una noche cansada e interminable.

***

Bruno abrió los ojos y de inmediato la luz del sol lo incomodó, por lo que cubrió su rostro con su mano. Levantó un poco la cabeza y vio a ________ dormida desnuda sobre su pecho, soltó un grito y se arrastró hasta que su espalda chocara con la pared, lo que provocó que ella también despertara para después asombrarse de lo que estaba sucediendo, desvío la vista hacia el suelo mientras cubría sus ojos para no mirar el cuerpo desnudo del moreno. Bruno tomó rápidamente la toalla y se cubrió con esta, _______ tomó su ropa y corrió al baño a cambiarse.
Claramente fue una situación muy incómoda para ambos. Cuando ambos terminaron de cambiarse, pensaron en lo que había pasado la noche, anterior mientras apoyaban sus espaldas sobre una pared. ______ tomó valor y salió del baño más roja que un tomate recién cosechado. Caminó hacia Bruno y se cruzó de brazos.

—¿Qué fue lo que pasó? —intentó sonar calmada, aunque por dentro estaba muy nerviosa

—Yo... —Bruno también estaba rojo—, no tengo idea

—¿No se supone que nos odiábamos mutuamente? ¿Qué hicimos?

—Para serte sincero, el que ayer se acostó contigo no fui yo, mi cuerpo me pedía que lo hiciera, era como si lo... necesitara de urgencia, como que... moriría si no lo hacía

—¿Son tus poderes de lobo o qué?

Bruno abrió los ojos como platos.

—¡La luna azul! —exclamó y corrió hacia algún calendario—. ¡Fue ayer! —señaló la fecha del día anterior—. ¡Ya entiendo! ¡Por eso estuve así ayer! ¡Lo olvidé por completo!

—¿Entraste en celo?

—Sólo las hembras lo hacen, en los machos es diferente

—Oh, entiendo —dijo caminando hacia la puerta—. La próxima vez que hagas eso, te juro que te asesino con electricidad

—Tú dices eso ahora, pero ayer te dejaste y lo disfrutaste

_______ giró para mirarlo.

—Me dejé llevar, lo siento

O tal vez es porque aún te quiero. Pensó.

—Debemos olvidarlo de alguna manera —dijo ella

—Estoy de acuerdo contigo, recuerda que yo te odio y tú a mí, como la canción de Barnie, sólo que con odio y no con amor

Aquel comentario provocó una sonrisa en la castaña, por más que lo odiara, siempre le sacaba una sonrisa con sus estupideces.

—Te propongo un trato

Y ahora, ¿con qué pendeja pendejada me vas a salir, Bruno Hernández? Pensó mientras lo observaba atentamente.

—Habla

—Tú me dejas en libertad...

—No, eso nunca —lo interrumpió

—Pero escúchame: tú me dejas en libertad y yo prometo nunca más hablarte, ni dirigirte la palabra, nunca más me acercaré a ti ni a tu familia, nunca más hablaré mal de ellos ni de ti, te dejaré en paz para siempre

________ levantó las cejas sorprendida, mordió su labio inferior mientras pensaba, sería una gran idea, así ya no tendría que pelear o enojarse con él. Pero por otro lado, no lo quería.
Por fin se decidió:

—Trato hecho, pero con la condición de que seguiremos con el juego del lobo y el cazador

—Quieres decir que...

—Solo cuida tu traserito de lobo, Bruno —lo interrumpió con una sonrisa

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Solo quedan 7 partes y se acaba ahuevo!!!!! :( *c va a llorar*

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