Capítulo 24

—Sé que estoy yendo muy rápido, pero en verdad te lo digo. Te amo _______

—No estás yendo muy rápido, tonto. Yo también te amo

—¿De veras?

—Si. Te lo digo con el corazón

—¿No será con la boca?

—¿Por qué nunca puedes estar serio en una conversación?

—Porque así soy yo nena, y así tendrás que aguantarme toda tu vida

—Rayos —dijo mirando al cielo—. Mira, esa nube tiene forma de casa

—Algún día prometo comprar una casa para irnos a vivir juntos

—Eso me gustaría, pero conociéndote, tendría que limpiarla todos los días

—No soy tan sucio

—Eres un cerdo, Bruno

—Ya lo sé, no es necesaria tanta maldad

—Lo siento. Mira esa parece un perrito

—¿Te gustas los perritos?

—Muchísimo

—Cuando vivamos en nuestra casa, la llenaré de perritos

—¡Eso sería hermoso! —exclamó riendo—. Mira una nube en forma de bebé

—Algún día... ¿un bebé?

—Sí

—Bueno un bebé todavía no —ambos rieron

—¿Te imaginas? Tu y yo...

—¿Y Zaboomafoo? —la interrumpió

—¡No tonto! ¡Déjame acabar! Iba a decir que tú y yo en el futuro, en una gran casa, con dos hermosos niños correteando por la casa

—¿Sólo dos?

—¿Quieres más?

—¡Yo quiero una manada! Por lo menos cinco

—Tú estás loco, ¿verdad? Definitivamente no tendré cinco hijos

—¿Y seis?

—¡Bruno, por Dios, no! ¡Son muchos!

—Ah vamos, sería lindo. Tendría a mi propio equipo de fútbol

—Pero yo sería quien tenga que limpiar

—Yo te ayudaría mujer, no exageres

—Sí claro —dijo ella con sarcasmo

—Ven aquí tonta, te amo —dijo mientras la abrazaba con todas sus fuerzas

—Yo también, bobo

Comenzó a besar el cuello de _______, dio varios besitos y subió hasta los labios de ella. Se sentó con ella en su regazo y comenzó a arrullarla mientras la observaba con una sonrisa.

—Eres hermosa

—No lo soy

—Ah vamos, eres la mujer más hermosa de este mundo. Si la belleza fuera tiempo, tú serías mi eternidad

—Awww te amo, eres el mejor

—Ya lo sabía

—¡O dejas de ser creído o te termino! —exclamó y Bruno abrió los ojos como platos

—Está bien, no volveré a serlo

—Así me gusta, ahora vayamos a dormir

Bruno abrió la carpa y dejó que _______ entrara en esta, se acostaron y se cubrieron hasta el pecho con las cobijas. Bruno giró y le sonrió a su novia.

—Hasta mañana mi amor —dijo dándole un beso

—Hasta mañana Bru

El mayor la abrazó y poco a poco se fueron quedando dormidos.

------------------Al día siguiente----------------

—Adivina qué —dijo ______ con una sonrisa en su rostro

—¿Qué?

—Conseguí empleo

—¡¿Tú?! —soltó una carcajada y ella asintió—. ¿Mi novia millonaria va a trabajar? ¿Qué sigue? ¿Que yo en el futuro cantaré al lado de Beyonce en el súper tazón?

—¡A veces me caes mal! —exclamó y caminó más rápido, dejando a Bruno muy atrás

—¡Te dije que detesto a las mujeres  enojonas! —dijo acercándose a ella y la levantó en su hombro derecho

—¡Bájame! —comenzó a patalear

—No lo haré, ahora dime qué trabajo conseguiste

—Ya lo verás

—¡Dime! —exclamó saltando y ella soltó un grito

—Por si acaso, ¿no tienes que ir a trabajar?

—¡Es verdad! —chilló y comenzó a correr mientras ________ se sacudía en el hombro de Bruno

***

—¿Te quedarás conmigo?

—Obvio Bru

—Bien, entonces vámonos, muñeca —arrancó el bus y _______ se paró en la puerta, dispuesta a gritar las siguientes palabras:

—¡AL CENTRO, AL CENTRO, SUBA, SUBA, SUBA!

—¿Qué rayos _______? No me digas que ese es tu nuevo trabajo

—Sí —respondió sonriente

—Ah que bien porque... ¡¿QUÉ?!

—Bruno —se acercó a él—, si le pedí este empleo a tu jefe fue para estar contigo todos los días, porque detesto que no podamos vernos por tu trabajo

—Supongo que eso fue lindo —la besó—. Pues si es así, amaré trabajar de ahora en adelante

La tarde transcurrió rápidamente, Bruno disfrutaba al máximo la compañía de _______, se reía de ella cuando gritaba, le causaba mucha ternura verla colgada ahí en la puerta y es que si hay algo que Bruno podría hacer sin cansarse sería verla día y noche.

Los días pasaban y pasaban, Bruno comenzó a adorar las tardes cuando iba al trabajo con su novia. Solo ahí era feliz, _______ lo hacía reír tanto que siempre le dolía el estómago al finalizar el día. Ya había pasado un mes, todo era perfecto, su jefe le había pagado su sueldo, en cuál fue directamente a las manos de Peter, quien estuvo muy agradecido con su hijo.

Bruno tuvo que ser amarrado por su familia en una cueva cuando fue la luna llena, ya que no querían que ocurriera otro accidente como había ocurrido anteriormente.

N.A: Me olvidé de poner en el cap anterior una imagen de la bestia en la que se convierte Bruno xD (sí, bien pndja yo xD) pero aquí la dejo 👇👇👇👇

Hoy era lunes, uno de los peores días para todo estudiante. El moreno iba caminando por uno de los largos pasillos del colegio, mientas silbaba contento una canción. De pronto, sintió que una mano acarició la parte de atrás de su cuello, por lo que se sobresaltó y miró a su visitante: Jessica.

—Hola —dijo cortante

—Hola Bru —dijo haciendo un pequeño puchero y enredando sus brazos detrás de su cuello

—¿Que... haces?

—Vengo por lo que es mío —pellizcó el trasero de Bruno, y este se sobresaltó

—¡JESSICA! —antes de que el chico pudiera alejarse, Jessica lo tomó de la camisa y lo acercó a ella para besarlo

Sus labios estaban juntos, Bruno no se resistió y correspondió al beso, su voz interior le decía que se alejara, pero no podía, era imposible para él. De pronto, sintió que Jessica dejó de besarlo, Bruno abrió los ojos y miró a _______ jalándole el cabello.

—¡¿Qué haces con mi novio maldita zorra?! —le gritó furiosa

—Lo que tú no, tonta —Jessica le pegó un codazo e hizo que _______ la soltara—. Ush. ¿En serio eres novio de esta, Bruno?

—Yo...

—¿Ya te llevó a la cama, nena?

—¿Disculpa?

—Oh, todavía no lo hacen, ¿qué pasó Brunito? ¿Acaso ya perdiste esa chispa? ¿No te acuerdas? Ese día en que apenas nos conocimos, tú me hiciste tuya en mi casa

—¡Jessica, es suficiente, vete de aquí! —gritó enojado

—Adiós bebé —dicho esto, se fue de ahí moviendo sus caderas exageradamente

Bruno miró a ______, quien lo asesinaba con su mirada y cruzada los brazos, esperaba una explicación.

—Linda...

—¿Por qué la besaste? —lo interrumpió

—¡Ella me besó!

—¡Y correspondiste al beso! —exclamó acercándose a él y obligándolo a que retrocediera algunos pasos—. Eres un... —suspiró y decidió callarse

—¿Un qué?

—¡UN MALDITO PERRO! —chilló, dio media vuelta y caminó hacia la puerta de entrada

—Tenemos clases

Ella se detuvo y giró sobre sus talones. Estaba llorando.

—No me importa el colegio

Y se fue.

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