14.- Joya

Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

Palabras: 1105.

14.- Joya

Adrien cruzó la pasarela del Lebhaft y se sorprendió al descubrir que era el primero en llegar casi tanto como de encontrarse a Marinette sentada en la mesita de jardín bajo la sombrilla con los auriculares puestos y garabateando en su cuaderno. La imagen familiar le calentó el corazón. Marinette había sido un apoyo imprescindible durante el primer año tras la caída de su padre, seguía lamentando no haberse dado cuenta antes de sus sentimientos por ella.

Plagg escapó de debajo de su camisa y voló directo hasta ella, no había tenido la oportunidad de hablar con ella porque habían estado constantemente rodeados de gente desde que había vuelto.

—¡Plagg!

Marinette se quitó los auriculares y ofreció las manos para que el pequeño kwami pudiera acomodarse en ellas.

—Menos mal que has vuelto, Marinette —murmuró con gesto dramático—, por aquí todo ha sido un desastre sin ti.

Ella rió y buscó con la mirada a Adrien que le dedicó una sonrisa, caminó hacia a ella y se sentó a su lado.

—Hola Adrien.

—Hola, me alegra tenerte de vuelta.

—Siento mucho que hayáis tenido que hacer las rondas sólo entre Luka y tú —musitó con cara de arrepentimiento—. Os he dado demasiado trabajo.

—No digas eso, nos las hemos arreglado bien. ¿Trabajas en algo?

Ella giró su cuaderno para que Adrien pudiera echarle un vistazo a los trazos de lápiz.

—Pensaba en el atuendo para Marco, no quiero que se parezca en nada al de Juleka —declaró suspirando—, pero quiero que sea especial.

—¿Le conoces?

—Sí, el tiempo en que Luka y yo no estuvimos juntos me llamaba y se preocupaba por cómo estaba —explicó. Adrien nunca había preguntado por aquel episodio, la había intentado consolar sin éxito, le alegraba saber que alguien del círculo de Luka la había apoyado—. Me ayudó mucho, también me explicaba cómo estaba Luka. Le aprecio mucho.

»Por eso quiero hacer algo a su altura.

Su trabajo siempre era extraordinario, no tenía ninguna duda de que lo que hiciera para Marco sería extraordinario.

—Luka le ha pedido que venga, le tomaré las medidas e intentaré imaginarle en conjunto con todos vosotros.

—¿Qué tipo de persona es?

—Es un poco como Rose, pero con sobredosis de azúcar.

Adrien no fue capaz de imaginar a qué podía referirse con ello. Luka subió al barco cargado con algunas bolsas y poco a poco fueron llegando los demás. AURORA no estaría con ellos, confiaba en la decisión de Luka, prefería esperar al primer ensayo en serio para analizar cómo funcionaba con los demás, las primeras horas de adaptación podían ser tediosas y desafinadas, prefería no torturarse con ello.

El escenario del Lebhaft era más pequeño que el del Liberty, pero cabían más que de sobras para los pequeños ensayos. A Marinette el verles sin Juleka le oprimió el corazón. Rose sujetaba el micrófono sin mucho ánimo, para ella debía de ser especialmente duro y extraño.

—Vale, escuchadme —pronunció Luka captando la atención de todos—. Marco llegará dentro de poco, antes de que aparezca quiero hablaros de él.

—Marco es muy guapo y divertido —declaró Rose con una pequeña sonrisa. Luka, Marinette y ella eran los únicos a bordo del barco que le conocían—. Nos lo pasaremos muy bien con él.

—Ah, sí, pero no era de eso. Se toma las cosas muy en serio, literalmente, si le hacéis alguna broma sobre que no ha tocado bien se obsesionará con ello, así que no lo hagáis —pidió en una advertencia directa hacia Iván porque sabía que podría tomarle el pelo para aliviar la tensión—. Es un buen tío.

»Le he dado una copia de las partituras de Juleka para que se las estudie. Estoy seguro de que se las habrá aprendido de memoria, pero tened un poco de paciencia, está acostumbrado a otro modo de tocar menos...

—¿Caótico? —preguntó Adrien.

—Sí, menos caótico. En su grupo anterior el orden era muy importante.

La manera en la que acababa de esquivar el nombre del grupo y el de Cléa sorprendieron a Marinette. Sabía que la cosa había acabado mal, aunque Luka no le hubiese llegado a explicar nada, pero no que lo hubiera hecho tanto como para ser incapaz de pronunciar un nombre.

—Haremos que se sienta cómodo —continuó Adrien—. Cuando me aceptasteis en el grupo me lo hicisteis muy fácil, así que no será diferente para él, estoy seguro.

—Estoy segura de que Marco encajará a la perfección —intervino Marinette plantándose frente al escenario.

—Tocaremos sólo temas antiguos, lo último que hemos grabado con Juls queda prohibido.

—¿Por qué? —preguntó Rose con curiosidad.

—El disco aún no ha salido, si tocamos aquí la gente que paseé por la riba oirá los temas antes de que los lancemos. Y esas partituras aún no se las he dado.

Era lógico y ninguno de ellos había pensado en ese detalle.

—Vale, sólo temas antiguos —asintió Rose.

Los pasos de unas pesadas botas resonaron sobre la pasarela y continuaron por las tablas de la cubierta. El chico alto, delgado, de pelo negro y ojos verdes, se detuvo en el centro captando todas las miradas, llevaba una camisa de cuadros sobre una camiseta negra, unos tejanos blancos rotos por las rodillas y la funda de un bajo colgando del hombro. Sonrió con galantería.

—¡Ah, Marinette! La joya más brillante de este mundo —exclamó el recién llegado.

Ella rió y se dejó envolver en un cálido abrazo.

—Hola, Marco.

—Kitty Section al completo —continuó hablando—, pellízcame, Marinette que no me lo creo.

—Marco —llamó Luka acercándose al micrófono de Rose—. Sube aquí, primero las pruebas de sonido, después Marinette.

El bajista la soltó con cuidado, sacó su bajo de la funda y subió al pequeño escenario con paso alegre. Le guiñó un ojo a Rose y conectó el cable del amplificador. Sus dedos se movieron rápido y con habilidad sobre las cuerdas marcándose un breve solo del primer single de Kitty Section.

—Estoy preparado.

—Más te vale —bromeó Luka—, porque si no das la talla nuestra mánager va a torturarte.

—¡Oye! No hemos empezado y ya me estás amenazando —replicó con tono dramático.

—Te presento a nuestro teclista, Adrien; Iván, nuestro batería. A Rose ya la conoces.

—Marco Foss, bajista, chico para todo, lo mismo te traigo un café que te lo preparo —soltó de corrido—. ¡Ah! Y preparo unas tartas de chocolate para morirse.

Luka rió, tocó las primeras notas del single debut de Kitty Section y el resto le siguieron con facilidad. Marinette cruzó los dedos, esperaba que aquella asociación temporal funcionase tan bien como Luka deseaba.

Continuará

Notas de la autora:
¡Hola! Aquí tenemos a Marco Foss, chico ruidoso, pero encantador. Hará un dúo explosivo con Rose.

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