👶capitulo 21👶

Perspectiva de Rim

Un Ángel llora
Anette moreno

Despertar y darme cuenta de mi nueva realidad, había sido como un bálsamo para enorme herida. Estaba embarazada, no era un simple invento de mi mente para hacerme más fuerte y salir de esta situacion, era real y me sentí tan feliz que olvide momenteamente mi tristeza, aquella que me sobrecogia y perturbaba hasta lo más recóndito de mi alma.

Cuando pensaba que todo estaba perdido, que ya no habia razones para continuar, cuando ya solo deseaba morir y desaparecer de la faz de la tierra, una luz me despertó de mi letargo y me ánimo a levantarme y luchar por que ya no era yo sola, ahora llevaba una vida dentro de mi. Una vida que dentro de unos años me llamara mamá y desde ese momento ya quería entregarle todo de mi.

Pensaba en sesshomaru y en lo que esa noticia significaría para el, no quería amarrarlo a mi, lo dejé libre escoger su camino. Pero entendía que esto era algo que el debía conocer, estaba de hecho dispuesta a contarle todo, a pesar del daño que le causo a mi pobre corazón, quería que el supiese que yo seria mamá y el seria papá. Quería hacerlo, pero llego aquella noticia que desgarró mi alma por completo y no por que le tuviese miedo a la muerte, más bien por qué le temía a no ver a mi bebé crecer.

Quise comunicarme con el, pero su celular nunca estaba activo, inuyasha ya no venía por aca. Mi mejor amiga no quería que compartiera la noticia con el y no aceptó ayudarme a contarle. Los malestares eran horribles, nauseas matutinas no, eran de todo tiempo, dolores de cabeza, calambres. Pasaba la mayor parte de mi embarazo sin poder moverme por qué era de alto riesgo, más después de descubrir que eran dos bebés las que venían en camino, dos preciosas niñas.

Que emocionada me sentí al descubrir que eran dos. Trate de esforzarme en conseguir dinero en la floreria, aunque  era difícil. Con referencia a la universidad tuve que dejarla, pues con el embarazo me era imposible asistir. Aveces me encontraba deseando tener a mi madre a mi lado para decirme que debía hacer, no me sentía muy animada.

Apenas 5 mese tenia cuando me enteré que padecía de leucemia. En ese momento, me vi enfrentando una difícil decisión. Tenía que elegir entre la vida de mis bebés o empezar el tratamiento para combatir la enfermedad. La quimioterapia es hasta el día de hoy una de las únicas formas de tratar el cáncer, pero lamentablemente es incompatible con un embarazo.

Nunca seria capaz de abortar un bebé, aun sin importar  que mi vida pueda verse afectada. Rechaze la petición y pospuse el inicio de el tratamiento, mis bebes nacerían y conocerían el mundo. Tendrían todo aquello que yo no puede y alcanzarían aquello que solo en sueños me imagine.

Todo iva mal, muy mal, perdí mucho peso, tenia grandes dificultades para respirar en ocaciones, el cancancio y la fatiga que sentía cada vez era más fuerte, ya hasta me había acostumbrado a ellas. Sangrados en momentos me llevaron a tener muchos sustos por mis bebes, por la nariz y boca. Me salían hematomas por toda la piel, dolores fuertes de los  huesos, en especial la cabeza, en ocaciones parecía que me iba a estallar por que el dolor era insoportable.

Quería resistir todo cuanto pudiera por mis niñas, mientras tanto trataba de mantenerme fuerte y no derramar una sola lágrima. En especial cuando mi amiga ahome y sango venían a visitarme, las veía muy desnutridas a ambas y no quería que se enfermaran por mi culpa.

Rim, amiga como estas?__peguntaba ahome.

━ estoy muy bien, aunque parece que la que está enferma eres tu... debes comer más amiga__le respondía yo, aunque me estuviera descomponiendo por dentro.

━ ¿estás horrible?__decia sango y yo solo sonreíria mientras acariciaba  mi barriga de  6 meses.

━ ¿por qué te cortaste el cabello?__ preguntó ahome.

Yo solo me encogí de hombros y señalé a una niña que estaba cerca de mi. Una larga melena sobresalía de las cobijas, mis amigas comprendieron al instante mientras lloraban amargamente.

━ no se sientan mal por eso...ya crecerá__comente.

Pero mi pelo no volvió a crecer desde entonces.

En mi actual condición agradecia que sesshomaru no estuviera a mi lado, me veía horrible. Me miraba cada mañana al espejo y la versión nueva de mi me asustaba, había cambiado. Mis ojos estában algo rojos y tenia ojeras, bolsas debajo de mis ojos mas grandes que las bolsas que usabamos para salir.

Me sentía tan mal, en el día sonreía y en las noches cuando estaba sola en aquel cuarto, lloraba mientras pedia perdón  a mis bebes. No quería dejarlas solas en este mundo, no quería que se quedaran como yo y fueran a dar a un orfanato, no quería que fueran separadas más adelante y nunca más volver a verse. Si tan solo pudiera comunicarse con sesshomaru.

Tome un cuaderno diario que me había regalado ahome para volcar cada uno de mis pensamientos. Desde que ingrese a esta clínica completamente al cumplir el mes siete por qué estaba desarrollando una infección y debían hacer algo con el embarazo para que no afectara la vida de las niñas. Antes solo venía entre visitas, para chequerme y darme uno que otro medicamento para las náuseas y síntomas del embarazo. Pero  nada podían hacer contra los si tomas de la leucemia que me estaba matando rápidamente por dentro y por fuera deteriorando mi cuerpo.

No sabia que pasaría, desearía ver a sesshomaru, era lo unico que pedía mi mente, quiero verlo, quiero verlo. Se lo pedí a mi amiga ahome y me contó que lo había visto rondando la floreria. Mi floreria, me dolia saber que todo mi esfuerzo por sacarla adelante se habia ido por el retrete y ahora solo quedaban los recuerdos de cuando salí de allí. Estaba un poco descuidada, pero para ese momento aún se podía salvar, ahora todo estaba perdido otra vez.

Cuando me enteré que sesshomaru me estaba procurando, mi corazón saltó de alegría y mis bebes comenzaron a patear y a saltar dentro de mi. Ellas sentían todas mis emociones, cuando estaba triste no hacían un solo movimiento y cuando me sentía bien, se movían a más no poder.

Me contó que incluso pasaba tardes enteras sentado en la parte delantera esperando por mi,  se había dejado crecer la barba y casi no asistía a la universidad.

Ese día estaba dispuesta a escaparme de ser necesario para verlo, pero no fue necesario, el vino a mi. Al verlo no pude contenerme y me heche a llorar, deseaba tanto verlo a pesar de todo, el corrió a mi y me abrazó, no pude alejarlo, no quería hacer eso, lo amaba demasiado. Era increíble como a pesar de que alguien te rompió el corazón, tu puedas seguir amándolo con los pedazos. Así me sentía, me sentia tranquila con el, en paz, lo escuchaba susurrar cosas y pedir perdón.

Yo solo pude contestar, susurrando su nombre nuevamente. No era un sueño, era real, era el.

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