Quinta Cicatriz
El día blanco, catorce de marzo, es la fecha favorita de muchas féminas en la etapa escolar.
La emoción de que sus sentimientos sean correspondidos llevaba a más de una a esperar este día con muchas ansias. Tanto así que se preparaban mentalmente para tener la dicha de rechazar o aceptar, en el mejor de los casos, las propuestas de los mismos chicos a los que dieron chocolate el catorce de febrero.
Sin embargo, estando ajeno al contexto actual, Izuku se encontraba escondido, escuchando la conversación que tenía Itsuka con sus amigas. Esperaba que nadie lo malinterpretara, él llegó hasta ahí solo para dar darle una bolsa de chocolates blancos a la que consideraba su mejor amiga. Pero al ver que ella no estaba sola, decidió esperar por una oportunidad.
Lástima que no esperó escuchar lo que su corazón tanto negaba.
—Kendo-chan, ¿sigues esperando a que Bakugo te dé chocolates?
—¡Cl-Claro que no! —Respondió atontada.
—Hmmm, me huele que sí.
De todas sus amigas, Izuku solo pudo reconocer la voz de Hikana Haruki, la misma chica que invitó a Itsuka a pasar el festival con el grupo de Katsuki hace años atrás. Si no fuera por eso, por aquel día donde su corazón fue destrozado una vez más, no recordaría otra cosa de ella que no fuera su Quirk.
—¡No es cierto! Además, sé que él no es el tipo de chico que da chocolates.
—Da igual. —Haruki restó importancia la afirmación de Kendo—. No sé qué le ves. Es gritón, abusa de los demás y es muy explosivo. —Dijo en broma, provocando la risa en la otra chica y en Izuku, quien se tapó la boca para que no le escuchen.
—¡No lo es! Si lo conocieras mejor, te darías cuenta que él trata así a todos porque no subestima a nadie. —Izuku solo se sorprendió del buen concepto que tenía ella acerca de Katsuki.
—Bueno, el amor es ciego. —Alzó los hombros—. Ah, pero te envidio mucho, Kendo-chan, vas a recibir chocolates y nosotras no.
—¿Yo? ¿Chocolates?
—Es obvio.
—Sí, de Midoriya. —Completó Haruki—. ¿Sabes que él siente algo por ti? —Preguntó, haciendo que Izuku sudase frío.
Su corazón latía a mil, esperaba la respuesta de Itsuka. Quería tener fe que ella respondiera con un sí, soñana con que su primer amor se hiciera realidad, a pesar de haberse resignado desde hace mucho. Apretó los dedos, los cuales tenían curitas, producto de cortes al hacer los chocolates en su casa sin supervisión de Inko.
—¿En serio vas a seguir con esto otra vez? Él y yo somos mejores amigos. —Respuesta que decepcionó al chico.
—Sí, sí. —Hizo una mueca con desagrado—. Mejores amigos...
—¿Celosa? —Preguntó Itsuka con un poco de sorna.
—Y si te dijera que sí, ¿que harías?
Kendo reaccionó de diferente manera que Izuku, quien tenía el rostro rojo. Ella solo sentía como en su garganta se formaba un nudo, algo desagradable que no le permitió ser sincera.
—¿En serio te gusta Izuku?
—Es muy tierno.
—¡Y-y es tonto! —Contratacó—. Además, es un nerd de los héroes. No sabes el miedo que da su cuarto llena de figuras e imágenes de All Might.
Izuku quería irse, después le entregaría los chocolates a Kendo, ya que si seguía escuchando su nombre, se desmayaría en cualquier momento de la verguenza. Pero se abstuvo de hacerlo, ya que, de repente, sintió que si se iba, perdería la oportunidad de saber una gran verdad. ¿Era un buen presentimiento o un mal augurio? Lo quería descubrir para calmar ansiedad que sentía.
—¿En serio no estás celosa? —Haruki evitó carcajear ante lo evidente.
—¡Claro que no!
—Pareciera que sí.
—¡No! Nunca me gustaría alguien como Izuku.
—¿En serio?
—Sí, a veces pienso que... —Izuku rogaba qué no lo dijera, todos menos ella—. Es muy molesto y, por eso, prefiero evitarlo.
Hikana rio un poco, aunque calló al instante que vio la silueta de una cabellera muy conocida asomándose en el marco de la puerta, como si estuviera escondiéndose y escuchando en secreto su conversación.
—Oh, bueno, creo que elegiste mal tus palabras, Kendo-chan. —La pelinaranja no entendía el porqué de sus palabras—. El lado bueno es que él ya entendió que no lo quieres en tu vida.
Haruki señaló la puerta, a lo que Kendo giró para ver que pasaba.
—O-oh, ¿I-Izuku?
Su corazón se detuvo por una brevedad eterna, mientras que su cabeza solo asimilaba el hecho de que Midoriya dejó caer algo al suelo y empezó a correr tapándose el rostro. Kendo trató de moverse, no podía, ni siquiera podía dar un paso hacia delante.
—Fuiste muy cruel, Kendo-chan. —Hikana hizo burla de ello.
—Izuku...
De la nada, Haruki agarró la bolsa y abrió para ver lo que había dentro.
—Para mi mejor amiga. Atentamente, Izuku. —Leyó el mensaje que había y sacó un chocolate para empezar a comerlo—. Tengo que admitirlo, cocina bien.
Al querer coger otro dulce, Itsuka le arrebató el pequeño paquete con su Quirk. No era para menos decir que estaba hecha una furia, molesta por decir aquellas palabras
—¡Es tu culpa! —La otra chica trataba de evitar que Kendo asesinase a Hikana—. Por tu culpa Izuku malinterpretó mis palabras.
—¿Perdón? ¿Acaso yo dije que es muy molesto y, por ende, decido evitarlo?
Aquellas preguntas dejaron sin palabras a Itsuka, quien solo mordía su labio, calmando un poco su ira hacia Haruki. Ya que, después de todo, tenían razón y ningún puño incrustado en su cara cambiaría este hecho.
—¿Sabes algo? Me parece curioso la relación de ambos. —Kendo volvió a verla—. Se nota que él se esfuerza por que estés feliz, aunque sea un poco torpe, pero... Tú solo lo usas cuando te conviene y lo tratas como cualquier cosa cuando está Bakugo presente.
—Eso no es-. —Fue interrumpida.
—Tú más que nadie sabes que yo solo digo lo que pienso... Y en la mayoría de los casos, resulta ser verdad.
Hikana solo sonrió antes de irse, llevándose consigo el chocolate y a la otra chica que participaba en la conversación. Itsuka, por otra lado, se negaba a creer las palabras de Haruki.
—Es mentira. —Apretó los puños, trataba de convencerse a sí misma. De igual manera, seguía sintiéndose la peor persona del mundo—. Yo... A Izuku... Mierda.
Empezó a llorar en su sitio. Otra vez había lastimado al pecoso, otra vez que tenía que pedir perdón, otra vez que Izuku tenía que perdonarla porque era débil ante el llanto de su amiga.
Otra vez se repetiría el círculo vicioso entre ambos.
O eso es lo que creía Kendo Itsuka.
Capítulo cortito, pero el penúltimo del arco llamado Lastimar a Izuku por donde más le duela.
Estoy a punto de llegar al 40% de la historia, así que, no se desesperen.
Antes de irme y para que lo pasen un poco bien... Hay memes.
Me lo enviaron al privado xdxdxd. Que crack soy :)
Este lo hice yo. En serio, sacaron conclusiones o ideas que me hacían dudar si estaban hablando de mi historia o de alguna película juvenil de Netflix xdxd.
Por otro lado, antes de irme a dormir, voy a recomendar dos historias:
Ya recomendé esta historia el cap pasado, pero como siempre leo mi grupo de discord y estoy atento a sus conversaciones todo el día, estaban hablando muy bien de una historia llamada: Mil grullas de papel. Me di con la sorpresa de que es del mismo autor que de la imagen. Así que, agradecería si le dan una oportunidad a sus historias y le den amor en forma de votos y comentarios xd
Un Izumomo que me gustó y para pasar el rato mientras espero que XamStriker (alias: el Pablo de La UA de los Depravados) saque el fic Izumomo que prometió xd.
Sin más que decir...
Soy DekuSama y gracias por leer.
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