Final-El hogar de los excluidos

El acosador estaba preso, Enid se encontraba a salvo y la normalidad había regresado a la academia donde las clases pasaban día tras día. Después de recuperarse, la pareja fue a unas cuantas citas para disfrutar del tiempo juntos. Aunque Tn decía que por las noches, sentía que una presencia le miraba, era una sensación extraña, pero que cuando abría los ojos no encontraba nada y empezaba a preocuparse.

—No será nada—dijo Enid—tan solo estarás cansado—le tomó de la mano—no te preocupes.

—Si, será eso, la verdad es que no hemos parado entre las clases, deberes, actividades de clubs y las citas—comentó mientras se relajaba y tumbaba sobre el césped.

—Si, es cierto—colocó la cabeza en su pecho tumbada a su lado—yo también estoy cansada.

Esa misma noche, Enid y Tn estaban terminando de organizar la habitación del chico pues quería cambiar unas cosas de sitio. Miércoles estaba también porque tuvo una visión de unas voces que no podía escuchar con claridad.

—Hay algo aquí—dijo la pelinegra—¡será mejor que te muestres!—ordenó mirando a todos lados mientras la pareja se juntó con ella.

La luz de la habitación parpadeó durante unos segundos y unas pequeñas luces brillantes hicieron su aparición ante la mirada perpleja de los tres. Pero era algo extraño, a pesar del fenómeno paranormal, no sentían miedo, ni que fuera algo malo...sino todo lo contrario.

Poco a poco, las luces fueron volviéndose más brillantes y aumentando la cantidad de ellas hasta que lentamente formaron una figura ante el asombro de todos los presentes.

—No puede ser...—susurró Tn.

—Imposible—Enid no daba crédito.

Ante ellos, la figura de la directora Larissa Weems con aquella sonrisa tan suya. El chico empezó a dar unos pocos pasos hasta llegar a ella, Miércoles que era la segunda vez que veía a un espíritu sentía una paz al verla. No algo malvado ni maligno.

—Mamá...—empezó a llorar el joven.

—Ha pasado mucho tiempo mi pequeño lobo

—Pero...pero...

—Enid, Miércoles...gracias por cuidar de mi hijo. Especialmente tú Sinclair—ella se ruborizó.

La mujer sintió el abrazo por parte de él. Tn rompió a llorar como un niño pequeño en los brazos de su madre. Le había echado mucho de menos.

—Mi alma estaba aquí, preocupada tras el incidente del hyde y no sabiendo si mi hijo estaba bien. Pero ante la amenaza que había en la academia, sentía que todavía no podía marcharme al otro lado, y más con mi hijo aquí—Tn no podía decir nada ante las palabras de su madre.

—Lo siento...siento haber discutido contigo aquel día mamá

—No importa, tenía miedo de que te pasase algo pero...olvidaba que ya eras todo un hombre.

Los cuatro estuvieron hablando un rato, se alegraban de ver de nuevo a la directora, aunque fuese por poco tiempo pues pronto partiría al más allá. Miércoles le pidió perdón por todos los problemas ocasionados.

—No tiene importancia señorita Addams, salvó a la academia y arriesgó su vida—replicó—y usted señorita Sinclair, me alegra ver que ha podido enlobar.

—Gracias.

Entonces, Larissa agachó la mirada.

—Es hora de que me vaya al otro lado—dijo a su hijo.

—Mamá...

—Estoy muy orgullosa de ti, te has convertido en un hombre responsable. Pase lo que pase, estaré feliz por ti y sé que puedes con todo. 

Tn lloraba a lágrima viva mientras se abraza y poco a poco el espíritu de la mujer comenzaba a desaparecer ante la mirada de todos.

—Cuida de él—dijo a Enid a lo que ella asintió—adiós Addams, dale recuerdos a tus padres.

—Seguro que se emocionan—eso provocó una sonrisa en ella.

—Y adiós...mi niño, pues siempre lo serás.

—Mamá...gracias por todo.

Y así...Larissa pudo despedirse de todos y marcharse tranquila.

Miércoles se marcharía a su habitación para dejar a ambos a solas. Tn estuvo tumbado, llorando de emoción y tristeza mientras trataba de asimilar todo lo ocurrido. Enid estaba abrazado a él, dándole pequeños besos y mimos hasta que se percató de que estaba dormido.

Ella también se secó las lágrimas de la emoción, el ver a la directora de nuevo le había ganado. Por suerte, sabía que su alma descansaba en paz y que sabía que la academia estaba a salvo al igual que su hijo.

El tiempo pasó y la relación de ambos no hizo otra cosa que asentarse. Terminaron sus estudios y empezaron otros para formarse. Enid estaba muy contenta con su trabajo que era ayudar a gente que no podía transformarse en hombres lobo. Mientras tanto, Tn se quedó aprendiendo más en dirección, administración y demás hasta lograr su objetivo. Ser el nuevo director de la academia de Nevermore, como su madre.

—Por fin lo he logrado mamá—pensó mientras veía en su despacho la foto de su madre.

Un viento le pasó rozando la cara a pesar de que todo estaba cerrado. Él captó el mensaje, su madre estaba junto a él.

La puerta del despacho se abrió y dejó ver a una chica corriendo hacia él.

—¡Papá!—gritó ella saltando sobre él.

Era una niña rubia y muy guapa. 

—Larissa no deberías correr por los sitios—dijo él.

—Perdón—se disculpó ella antes de recibir un abrazo.

Se escucharon un par de golpes en la puerta, era Enid quien aún seguía manteniendo esa belleza que tenía desde que se conocieron.

—Perdón que interrumpa pero tienes una persona que ha venido a registrar a su hija—comentó ella.

—Dile que pase—contestó.

Entonces vieron entrar a Miércoles Addams con su hija, Loreta Addams. Era exactamente igual que su madre. Su padre era nada menos que Xavier, si, después de todo acabaron juntos. También Eugene acabó con Divina mientras que Bianca y Yoko encontraron pareja en sus trabajos.

—Hola—saludó Larissa.

Loreta solamente se le quedó viendo.

—Di hola—ordenó su madre.

—Hola.

Enid y Miércoles se apartaron un poco mientras observaban todo.

—Al parecer...tus notas son excelentes—comentó Tn—no me extraña viendo quien es tu madre.

—Escaparé de este lugar madre—dijo mirándola a ella.

—Yo también dije eso y me quedé—replicó.

—¿Puedes ser mi roomie?—preguntó Larissa—aún no tengo compañera.

—Excelente idea—dijo Tn—vuestras madres también fueron compañeras de habitación, os llevaréis muy bien. Larissa cariño, lleva a Loreta a que conozca la academia.

Ella emocionada empezó a caminar seguida por la Addams que no tenía demasiadas ganas.

Al marcharse, Miércoles miró el retrato de Larissa y luego a Tn.

—Veo que lo conseguiste—dijo ella.

—Si...por fin estoy al cargo de la academia—comentó—y también se lo debo a mi esposa.

—Oh venga...tú eres muy listo.

Mantuvieron una conversación un rato los tres recordando buenos momentos antes de decidir ir a tomar un poco de café. Ese año con Larissa y Loreta sería movida, tocaba estar alerta.

Cuando cerraron la puerta, el retrato de Larissa Weems esbozó una pequeña sonrisa y guiñó un ojo.

A fin de cuentas, el lugar estaba a salvo, Nevermore era después de todo...el hogar de los excluidos.

Y está historia llega a su fin.


Muchas gracias por leer y apoyar mi historia. Quería hacerla corta y entretenida.

Espero que les haya gustado  :)

Un saludo.


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