La academia aún estaba algo sorprendida por la llegada del joven Tn quien mostraba ya desde un principio aptitudes dignas de su madre. El chico iba tomando notas de algunas cosas que veía y luego a la tarde se quedaba pensando sobre que podría mejorar. Lo primero era el tema de las abejas pues era tan natural y con un sabor tan bueno que veía futuro negocio. Siempre respetando el ambiente de las abejas claro estaba. Ese chico sin duda resultaría muy útil y parecía conocerlas mejor que nadie.

―Tn―llamó una voz, era Enid.

―Hola―saludó―¿en qué puedo ayudarte?.

―Oh venga, no hables de esa manera―comentó―parece que seas un alto ejecutivo o señor mayor.

―Hablo de forma correcta y con propiedad―replicó―he leído tu página. Ciertamente tienes cosas que mejorar.

La loba infló las mejillas algo ofendida.

―¿Qué les pasa a todos con mi forma de escribir?―al mostrar esa cara al chico le pareció muy tierno.

―Bueno, ¿qué necesitas?

―Quería saber si deseas venir con el grupo a la cafetería―respondió―ya sabes, a charlar y pasar el rato.

―Claro, me encantaría.

Enid dio un pequeño grito de emoción. 

―¡Vamos!―le tomó de la mano y fue corriendo con él a rastras hasta el lugar.

―Enid ya puedes soltarme―dijo esté.

―Perdón―se disculpó ella.

Se sentó junto al resto donde fue preguntado por sus años anteriores al traslado hasta la academia ya que Enid no le preguntó demasiado sobre eso.

―Bueno, estuve en otra academia de excluidos―dijo―mi madre se negaba a que estuviera aquí con ella.

―¿Y eso por qué?―Xavier tenía curiosidad.

―Ella decía que era para alejarme de los problemas ya que con Jerichó y eso cerca olía los problemas. La academia estaba alejada del resto de normies y eso―explicó mientras tomaba algo de café.

―Entiendo―dijo el artista.

―Eso fue...lo que nos separó―dijo para sorpresa de todos―yo quería venir aquí, estar con ella todo el tiempo posible y de paso seguir manteniendo esa buena relación madre e hijo. Pero...ahora mi madre está muerta. 

Enid lo miró con cierta tristeza.

―Lo siento mucho, ella quería protegerte de los normies. Pueden llegar a ser muy crueles―le contó lo del baile.

―Esté año no volverá a pasar nada, me aseguraré de que todos pasen una gran noche sin incidentes y que su única preocupación sea hasta cuando podrán bailar―comentó ganándose una sonrisa por parte del grupo.

Poco a poco el chico se sentía más integrado en el grupo, Ajax trajo a la mesa una cerveza cuando Enid le echó un poco la bronca.

―Ajax ya van cuatro cervezas las que te has tomado hoy―dijo ella―para ya.

―No es para tanto, una más no me hará nada, tengo bastante resistencia. No seas tan gruñona.

Ella miró a otro lado enfadada.

Terminaron de estar en la cafetería y Tn se dispuso a ir a su cuarto cuando fue llamado por Enid.

―Oye, ¿puedes transformarte en lobo cuando quieras?

―Así es, ¿tú no?

―No―agachó la mirada―he tardado bastante en enlobar.

El chico sintió algo de lástima así que la tomó de la barbilla y la hizo mirarle.

―Eh, no te preocupes, es todo cuestión de tiempo. Todos tienen sus ritmos―dijo―yo tardé en acostumbrarme a transformarme. Es solo eso, tiempo.

―Gracias―se retiró un mechón.

―Bueno, si necesitas ayuda o consejo por favor dímelo.

Ella le dio un cálido abrazo ante la sorpresa de este. Le vino un olor a frutas en la nariz.

―En fin, tengo que hacer unas cosas e ir a Jerichó―dijo―si me disculpas.

―Espera...¿podemos ir juntos?, tengo que comprar unas cosas y de paso te enseño el pueblo.

―Ah, no quiero molestarte

―No es molestia, de verdad.

Él asintió y acordaron hora.

En la tarde acudieron a la entrada de la academia, el chico estaba ya esperando cuando vio llegar a Enid algo apurada. Llevaba una ropa colorida, nada de su uniforme escolar y Tn reconoció que era muy guapa.

―Te ves muy bien―dijo―estás guapa.

―Gracias―ella no estaba acostumbrada a los halagos.

Enseguida tomaron el bus para llegar a Jerichó. 

Enid fue enseñando al joven las diferentes tiendas que había mientras Tn prestaba atención y de paso notaba las miradas de algunos normies quienes parecían no gustarle su presencia. Él no les prestaba demasiada atención pues no sentía la necesidad de discutir por algo que no iba a cambiar de un día para otro.

Tn como compensación por tomarse la molestia le invitó a café y pasteles. Algo que Enid aceptó de buen grado y le encantó pues estaban muy ricos los pasteles que pidieron.

―Bueno, ¿has pensando en qué mejorar?

―Lo primero de todo es la seguridad de la academia. Si se da el caso de que haya problemas todos tendrán prohibido salir hasta nuevo aviso. No pienso perder a nadie más―contestó serio―ya he perdido a mi madre, no quiero que la academia pase por eso.

―Te preocupas mucho por nosotros a pesar de que apenas nos conocemos de unos pocos días

―Estaba en parte enfadado con mi madre por no dejar acudir aquí. Pensaba que le daba más importancia a la academia que a mí...y ahora...no la tengo. Su muerte me dolió mucho, y es una herida que creo que nunca podré sanar.

―Yo creo que tu madre te quería mucho, y que ella  sabía que tú la querías

―Supongo que sí.

Ella lo abrazó y Tn sintió una calidez que no sentía desde hacia mucho tiempo. Era de esos abrazos que tranquilizaban a uno, que siempre deseas mantener y nunca separarte.

―Gracias Enid―le dio un beso en la mejilla que la dejó completamente roja.

―No es nada―dijo nerviosa y volviendo a su asiento.

El camino de regreso estuvo en silencio, con Tn tomando notas y pensando en sus asuntos mientras Enid aún pensaba en lo sucedido.

Al llegar al dormitorio le contó todo lo sucedido a Miércoles.

―En resumidas cuentas tu cita ha ido bien―dijo.

―No ha sido una cita...solamente somos amigos

―Creo que debería contarle lo de mi acosador, ha vuelto a enviar fotos

―Eso es, o de lo contrario...si te metes en líos te expulsará.

Ella se quedó pensativa, tal vez debería aprender de ese error de no contarle nada a Larissa. No veía a Tn como el típico fanfarrón, veía en sus ojos que le daba igual su apellido, haría lo que sea por evitar problemas a la academia.

Miércoles acudió con Enid a pesar de haberlo visto hace nada a la habitación de Tn. Nada más llegar cerraron la puerta y le explicaron todo.

―Ya veo―dijo una vez escuchada la versión de ella―tendría que utilizar un programa o algo para rastrear la señal. Pero iremos poco a poco, gracias por venir a contarme esto. Me aseguraré de que no te pase nada.

―No soy tan débil, me puedo defender sola

―Lo sé, estoy al tanto de tus habilidades. Además, tienes a Enid que es muy fuerte e inteligente

―Solamente es lista para los chismes

―¡Eh!―infló las mejillas.

―No deberías infravalorarla. Te sorprendería de lo que es capaz.

Enid se sonrojó un poco, al mirarle, el recuerdo del beso aún seguía en ella.

―Pronto será la hora de la cena, nos vemos―comentó la pelinegra.

―Nos vemos luego Tn―dijo la rubia.

Tn se quedó tumbado un rato en la cama, descanso de la tarde. En cierto momento vio la foto de su madre con él cuando eran más jóvenes. Ambos sonreían a la cámara. Deseaba con toda su alma poder volver atrás en el tiempo y estar  con ella un día, solamente un día. 

―Te echo mucho de menos mamá...lamento si no fui un buen hijo...solamente querías protegerme―se quebró y permaneció llorando mientras se cubría la cara con las manos.

Llegada la hora de la cena, se lavó la cara y fue a juntarse con ellos. 

Cuando cerró la puerta, en la oscuridad de la habitación unas pequeñas luces azules parecían brillar.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo  :)