Liv

El día había acabado, y mis hermanos y yo ayudamos a Coddy a caminar hasta la guarida.

— Que estoy bien... — dijo molesto — Puedo caminar solo...

— ¿De verdad estás bien? — preguntó Lena preocupada.

— Sí, lo estoy... Ya dejen de preocuparse tanto. — nos hizo a un lado y se adentró en la guarida.

— A pesar de lo duro que debió ser ese golpe, no parece estar mal... — dije mientras se perdía dentro de la guarida.

— Me alegra que hayan logrado superar esto — dijo Lena — ahora son libres de escoger hacer lo que quieran con sus vidas.

— Hicimos que el sacrificio de mamá y los esfuerzos de papá no fueran en vano. — diji Henno.

— Así es.

Lena volvió a su guarida. Hace ya varios días que Ciro los había echado de su hogar. Hanna y Henno se fueron al rato después. Y yo entre sin decirle nada a Coddy.

— Soy patético — dijo en voz alta.

— Claro que no.

— Viste como Ciro me miró cuando todo acabó. Quería que viera que eramos fuertes... Pero solo parece que era lo que esperaba.

— No te culpes. Fue un accidente. Y lo importante es que estás bien.

— Aún así. — se acomodó un poco — buenas noches...

— Descansa...