Capítulo 47
Liv
Sura y Tommen ya se habían marchado, pero Coddy seguía gruñendo en dirección de ellos.
— Coddy ya basta, ya se fueron ¿quieres atender aquí ahora?
— Está bien — miró a papá con el ceño fruncido, pero con preocupación a la vez — qué te ocurre, y no intentes desviar el tema o mentir...
Papá se puso de pie y comenzó a caminar en dirección a la guarida.
— ¡Oye...! — dijo Coddy molesto.
Continuó caminando y nosotros lo seguimos.
Al llegar a la guarida Hanna y Henno se apresuraron a entrar, pero papá les cortó el camino y comenzó a gruñir enseñando los dientes.
— ¡¿Qué sucede?!
— ¡¿Qué haces?!
Papá los hizo retroceder. Parecía verse mucho más grande que de costumbre. Hanna y Henno retrocedían lentamente con la cola entre las patas y las orejas pegadas a la cabeza; a ratos intentaban colarse a la guarida, pero luego aprendieron que era algo totalmente inútil.
— ¡¿Qué estas haciendo?! – reclamó Coddy — ¡¿Por qué haces esto?!
— Ya están muy crecidos como para seguir viviendo bajo mi cuidado... ya saben cómo cazar prensas pequeñas, y pronto aprenderán a cazar presas grandes con los demás – no lográbamos comprender por qué había reaccionado de esa forma tan de repente – no los dejaré entrar... asique será mejor que comiencen por buscar un nuevo hogar en este mismo instante...
— ¿Papá? qué ocurre... — dije preocupada.
— Ya son lo suficientemente independientes como para vivir por su cuenta.
Su posición intimidante nos impedía hablarle para intentar apelar a su razón; incluso Coddy acabó por agachar la cabeza y retroceder al igual que todos nosotros.
— Solo dinos por qué... — dijo Henno.
— No tengo por qué darles explicaciones a ninguno de ustedes. ¡Ahora largo! – gruñó más fuerte.
Hanna y Henno fueron los primeros en irse. El miedo y la confusión eran evidentes en sus expresiones al momento de irse.
Coddy y yo nos quedamos.
— No lo entiendo... — dije — ¿Por qué nos echas? ¿hicimos algo mal? — intenté acercarme.
— Esto no está a discusión... vete, Liv. – pareció calmarse un poco y me acerqué hasta casi tocarlo — ¡ya basta! — gruñó, me hizo caer, y yo quedé entre sus patas con el lomo hacia el suelo, frente a frente con su cara, o mas exacto, frente a sus colmillos.
— Está bien. No sé qué demonios te pasa, ni porqué estás actuando de esa forma... — dijo Coddy mientras yo no podía dejas de mirar los colmillos de papá — nos iremos ahora, solo déjala libre...
Papá se hizo a un lado, y en cuanto vi una salida me escabullí con el cuerpo pegado al suelo.
Me puse junto a Coddy.
— Vámonos de aquí... — dijo Coddy volteándose sin dejar de mirar a papá – camina... iré tras de ti.
Comencé a caminar, y mientras lo hacía, repasé la expresión de papá cuando estaba debajo de él; sus ojos brillaban con la luna, y su hocico parecía temblar. Entonces recordé una de las conversaciones que había tenido con él. "...Y cuando eso pase, será más difícil para mí qué para ustedes...". <<Asique era eso...>>, pensé.
Me detuve bruscamente y Coddy topó conmigo.
— Asique era eso... — murmuré.
— ¡Vamos, ya váyanse! — me volteé. Él pareció un poco sorprendido.
— ¡¿Por qué piensas que estamos listos?! ¡Por qué nos echas ahora que estás...! — no sabía cómo terminar la oración, pero sentí que el corazón se me apretaba.
— Acabo mi trabajo como su padre. Y si creo que están listos para vivir por su cuenta, es porque lo están... a partir de ahora harán todo ustedes solos...
Coddy parecía no entender a lo que me refería, él no era tan cercano con papá como yo lo era.
— Me decepciona tu forma de actuar... Pero aún así te quiero tanto como pude haber querido a mamá... — me fui corriendo tan pronto como dejé de hablar. No sentí que Coddy me siguiera, pero no me detuve para averiguarlo, ni miré hacia atrás.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top